Diciembre
Viernes 1 de diciembre
La intimidad con Jehová pertenece a los que le temen (Sal. 25:14).
Abrahán es el único hombre al que la Biblia llama amigo de Dios (2 Crón. 20:7, nota; Is. 41:8; Sant. 2:23). ¿Qué quiere decir eso? ¿Que ninguna otra persona en la historia ha tenido una amistad con el Creador? No. Las Escrituras muestran que cualquiera de nosotros puede llegar a ser amigo de Jehová. En la Palabra de Dios hay muchas historias de hombres y mujeres que tuvieron temor de Jehová, pusieron fe en él y llegaron a ser sus amigos íntimos. El apóstol Pablo habló de una gran “nube de testigos” compuesta de toda clase de personas que sin duda disfrutaron de una relación muy cercana con Dios (Heb. 12:1). Ellos consiguieron la maravillosa amistad del Creador. ¡Qué excelentes ejemplos de fe para nosotros! (Heb. 6:11, 12). Si nos esforzamos por parecernos a ellos, recibiremos el más grande de los honores: ser amigos de Jehová para siempre. w16.02 2:1, 2, 19
Sábado 2 de diciembre
He bajado para hacer, no la voluntad mía, sino la voluntad del que me ha enviado (Juan 6:38).
Imagínate que un amigo te regala un automóvil. Te entrega los papeles y te dice: “Me quedo con las llaves. Yo lo conduciré”. ¿Cómo te sentirías? Ahora piensa en lo que espera Jehová de una persona que se dedica a él y que le dice: “Te entrego mi vida, te pertenezco a ti”. ¿Y si esa persona comienza a llevar una doble vida? Quizás empieza a salir con alguien que no sirve a Jehová. ¿O qué tal si acepta un empleo que le roba el tiempo que debería dedicar a la predicación y las reuniones? Eso sería como quedarse con las llaves, por decirlo así. Pero la persona que se ha dedicado a Jehová le ha dicho: “Mi vida es más tuya que mía, y cada vez que tenga que escoger entre hacer lo que yo quiero y lo que tú quieres... tú ganarás”. Si piensas así, estás imitando a Jesús, quien dijo lo que se menciona en el texto de hoy. w16.03 1:16, 17
Domingo 3 de diciembre
No te dejaré (2 Rey. 2:2).
Hace unos tres mil años, el profeta Elías invitó a Eliseo a convertirse en su ayudante. El joven aceptó sin dudarlo y estuvo dispuesto a realizar tareas humildes para el profeta (2 Rey. 3:11). Después de unos seis años, Eliseo ya estaba bien capacitado. Entonces se enteró de que la labor de su amo en Israel estaba a punto de terminar. Pero aunque Elías le pidió que dejara de seguirlo, Eliseo estaba decidido a quedarse junto a su maestro todo el tiempo posible. Si eres un hermano joven, ¿cómo puedes imitar a Eliseo? Aceptando de buena gana cualquier tarea que te encarguen, aunque sea humilde. Viendo a tu maestro como un amigo y diciéndole que agradeces mucho sus esfuerzos. Pero sobre todo, cumpliendo sin falta tus tareas. ¿Por qué? Porque así demostrarás que eres fiel y confiable, y los ancianos verán que eres la clase de persona a la que Jehová quiere encargarle más responsabilidades (Sal. 101:6; 2 Tim. 2:2). w15 15/4 2:13, 14
Lunes 4 de diciembre
Ha jurado a lo que es malo para sí, y no obstante no lo altera (Sal. 15:4).
Saúl insistía en que Jonatán pensara en su futuro (1 Sam. 20:31). Pero en vez de ser egoísta y tratar de convertirse en el siguiente rey, Jonatán mantuvo su promesa de amistad a David y su lealtad a Jehová. Tal como Jonatán cumplió su promesa, nosotros debemos cumplir lo que prometemos. Por ejemplo, si hacemos un acuerdo de trabajo, tenemos que cumplirlo, aunque sea más difícil de lo que creíamos al principio. Cumpliremos nuestra palabra porque respetamos lo que dice la Biblia. Lo mismo sucederá si nuestro matrimonio no va tan bien como esperábamos. Seremos leales a nuestro esposo o esposa. Así demostraremos que amamos a Jehová (Mal. 2:13-16). También seamos leales a nuestros hermanos, aunque a veces cometan errores. Y, pase lo que pase, seamos siempre leales a Jehová. Así alegraremos su corazón y seremos felices (Prov. 27:11). Podemos estar seguros de que él siempre hará lo que sea mejor para nosotros y nos cuidará. w16.02 3:16, 17
Martes 5 de diciembre
Felices son todos los que se mantienen en expectativa de él (Is. 30:18).
Jehová conoce a la perfección nuestras limitaciones (Sal. 103:14). Él no espera que salgamos adelante solo con nuestras propias fuerzas; es nuestro Padre y nos ofrece su ayuda. Claro, habrá veces que sintamos que ya no podemos más. Pero Jehová nos asegura que si el problema es tan grande que no podemos soportarlo, nos dará una salida (1 Cor. 10:13). Él sabe lo que podemos y lo que no podemos aguantar. Confiemos en él. No se desespere si ve que la ayuda de Jehová no llega de inmediato. Recuerde que él desea venir en nuestro auxilio, pero espera con paciencia el mejor momento para darnos lo que necesitamos. Como dice el texto de hoy: “Jehová se mantendrá en expectación de mostrarles favor a ustedes, y por lo tanto se levantará para mostrarles misericordia. Porque Jehová es un Dios de juicio”. w15 15/4 4:8, 9
Miércoles 6 de diciembre
Así, también, se adornaban en otros tiempos las mujeres santas que esperaban en Dios, sujetándose a sus propios esposos (1 Ped. 3:5).
En la Noche de Adoración en Familia tratamos temas espirituales, y esto fortalece la unidad en casa. Si aprovechamos estas ocasiones para prepararnos bien para la predicación; seremos publicadores más hábiles. La familia se acerca más cuando se junta para hablar de la Palabra de Dios. Al fin y al cabo, todos aman al mismo Dios y quieren hacer su voluntad. ¿Y qué pueden hacer los matrimonios? Si los dos aman a Jehová y le sirven juntos fielmente, serán más felices y estarán más unidos. Además, deben seguir el ejemplo de Abrahán y Sara, de Isaac y Rebeca y de Elqaná y Ana, parejas que se demostraron cariño (Gén. 26:8; 1 Sam. 1:5, 8). Si el esposo y la esposa se esfuerzan por ser cariñosos, su matrimonio será más fuerte y se sentirán más cerca de Jehová (Ecl. 4:12). w16.03 3:12, 13
Jueves 7 de diciembre
Pónganse en contra de Satanás, sólidos en la fe (1 Ped. 5:9).
El Diablo les ha declarado la guerra a los ungidos y a “las otras ovejas” (Juan 10:16). Quiere acabar con la mayor cantidad posible de siervos de Jehová en el poco tiempo que le queda (Rev. 12:9, 12). ¿Podemos ganar esa guerra? ¡Claro que sí! La Biblia nos dice cómo: “Opónganse al Diablo, y él huirá de ustedes” (Sant. 4:7). A muchas personas les parece ridícula la idea de que existan el Diablo y los demonios. Piensan que no son más que personajes de novelas, películas de terror y videojuegos, y que solo los ignorantes creen en ellos. ¿Le molestará al Diablo que la gente lo considere un ser imaginario? ¡Al contrario! Él promueve esa forma de pensar, pues así le es más fácil engañar a quienes dudan de su existencia (2 Cor. 4:4). w15 15/5 2:1, 2
Viernes 8 de diciembre
Moisés estimaba el vituperio del Cristo como riqueza más grande que los tesoros de Egipto; porque miraba atentamente hacia el pago del galardón (Heb. 11:26).
A Moisés, sus padres biológicos de seguro le hablaron de Jehová y su promesa de liberar a los hebreos de la esclavitud a Egipto y entregarles la Tierra Prometida (Gén. 13:14, 15; Éx. 2:5-10). Es muy probable que Moisés pasara tiempo meditando en la promesa de Jehová. Cuanto más pensaba en esa promesa, más crecían su fe y su amor por Jehová. Al igual que otros siervos de Dios, podía imaginar la época en la que Jehová libraría a la humanidad de la muerte (Job 14:14, 15; Heb. 11:17-19). Es lógico que se encariñara con un Dios que sentía tanta compasión por los hebreos y por la humanidad entera. La fe y el amor fueron el motor que lo impulsó a lo largo de toda su vida (Deut. 6:4, 5). Incluso cuando el rey de Egipto lo amenazó de muerte, su fe y su amor le dieron el valor que necesitaba en esos momentos. Él sabía que le esperaba un futuro mejor; seguramente ya lo había visualizado en su mente (Éx. 10:28, 29). w15 15/5 3:11-13
Sábado 9 de diciembre
No tienen vino (Juan 2:3).
Jesús realizó su primer milagro cuando asistió a un banquete de bodas en Caná de Galilea. Quizás porque había más invitados de lo esperado, el vino se acabó. ¡Qué situación tan incómoda para los novios, quienes tenían la obligación de ser hospitalarios! María, la madre de Jesús, también estaba allí. Por años había meditado en las profecías sobre el Mesías. Sabía que Jesús sería llamado “Hijo del Altísimo” (Luc. 1:30-32; 2:52). ¿Habrá pensado que él tenía algún poder especial? No lo sabemos. Lo que está claro es que tanto ella como su hijo sintieron compasión por los recién casados y quisieron ayudarlos. Por eso, Jesús transformó 380 litros (100 galones) de agua en “vino excelente” (Juan 2:6-11). ¿Estaba obligado a realizar ese milagro? No. Lo hizo porque para él las personas son importantes y porque quería imitar la generosidad de su Padre. w15 15/6 1:3
Domingo 10 de diciembre
Señor, ¿estás restaurando el reino a Israel en este tiempo? (Hech. 1:6).
Antes de que Jesús volviera al cielo, sus apóstoles le hicieron esta pregunta. Jesús les dio a entender que no era el momento de conocer esa información, sino de concentrarse en la vital labor de predicar que tenían por delante (Hech. 1:7, 8). Lo que sí les dijo fue que se mantuvieran pendientes de la llegada de ese gobierno. Por eso, desde aquellos días, los cristianos hemos estado pidiendo que venga el Reino. Al acercarse el momento en que comenzaría a gobernar Jesús en el cielo, Jehová ayudó a su pueblo a comprender el año en que tendría lugar ese suceso. En 1876 se publicó en la revista Bible Examiner un artículo escrito por Charles Russell. El artículo, titulado “¿Cuándo terminan los tiempos de los gentiles?”, indicó que 1914 sería un año especial. También relacionó los “siete tiempos” de la profecía de Daniel con “los tiempos señalados de las naciones” de los que habló Jesús (Dan. 4:16; Luc. 21:24). w15 15/6 4:11, 12
Lunes 11 de diciembre
Jesús cedió a las lágrimas (Juan 11:35).
A Jesús le dolía en el corazón ver sufrir a la gente. Por ejemplo, cuando vio el dolor que sentían los familiares y amigos de Lázaro por su muerte, lloró. Y eso que sabía que lo iba a resucitar (Juan 11:33-36). A él no le daba vergüenza expresar sus sentimientos. Quienes lo observaron se dieron cuenta del cariño que sentía por Lázaro y su familia. Amaba tanto a su amigo que usó el poder que le había dado Jehová para devolverle la vida (Juan 11:43, 44). Jesús es “la representación exacta” del Creador (Heb. 1:3). Por eso, sus milagros nos enseñan que su Padre también desea borrar de la Tierra el dolor que ocasionan la enfermedad y la muerte. En el pasado, Jesús resucitó a algunas personas. Pero pronto él y su Padre resucitarán a muchísimas más, como él mismo aseguró: “Viene la hora en que todos los que están en las tumbas conmemorativas [...] saldrán” (Juan 5:28, 29). w15 15/6 2:13, 14
Martes 12 de diciembre
Elogien ellos tu nombre (Sal. 99:3).
Algunas personas religiosas creen equivocadamente que alabarán a Dios cuando vayan al cielo. Pero los testigos de Jehová sabemos que debemos alabarlo ahora, aquí en la Tierra. De ese modo seguimos el ejemplo de los siervos de Dios mencionados en Salmo 99:1-3, 5-7. Como indica este salmo, Moisés, Aarón y Samuel apoyaron de todo corazón la religión verdadera de su día. Hoy, los cristianos ungidos sirven en el patio terrestre del templo espiritual antes de ir al cielo para ser sacerdotes con Jesús. Y hay millones de “otras ovejas” que colaboran lealmente con ellos (Juan 10:16). Aunque esperan vivir en lugares distintos, los dos grupos alaban juntos a Jehová aquí en la Tierra. Sin embargo, cada uno de nosotros debería preguntarse: “¿Apoyo con toda el alma la religión que adora al Dios vivo?”. w15 15/7 1:4, 5
Miércoles 13 de diciembre
Manténte en expectación (Hab. 2:3).
Durante mucho tiempo, los siervos de Jehová han estado pendientes del cumplimento de las profecías. Isaías, quien profetizó que Jehová traería de vuelta a los judíos a su tierra, dijo: “Felices son todos los que se mantienen en expectativa” (Is. 30:18). Miqueas, que también esperaba el cumplimiento de las profecías de Jehová, aseguró: “Por Jehová me mantendré vigilante” (Miq. 7:7). Y por siglos, los siervos de Dios vivieron esperando que se cumplieran las profecías que se habían hecho sobre el Mesías o Cristo (Luc. 3:15; 1 Ped. 1:10-12). Los siervos de Dios del día moderno también estamos vigilantes, pues esperamos el cumplimiento de las profecías relacionadas con el Reino. Mediante ese Reino, Jehová acabará con el sufrimiento, eliminará a la gente mala y liberará a su pueblo del terrible mundo de Satanás (1 Juan 5:19). Así que debemos mantener los ojos bien abiertos y reconocer que el fin está más cerca que nunca. w15 15/8 2:1, 2
Jueves 14 de diciembre
El celo por tu casa me consumirá (Juan 2:17).
Los israelitas fabricaron el tabernáculo siguiendo las instrucciones de Jehová (Éx. 25:8). Siglos más tarde edificaron un templo (1 Rey. 8:27, 29). Y después de volver del destierro en Babilonia, se reunieron en sinagogas (Mar. 6:2; Juan 18:20; Hech. 15:21). Los primeros cristianos llevaban a cabo reuniones en casas de distintos miembros de la congregación (Hech. 12:12; 1 Cor. 16:19). Y hoy día, los cristianos adoramos a Jehová y aprendemos de él en miles de salas de reuniones a las que llamamos Salones del Reino. El amor que Jesús sentía por el templo era tan grande que hizo pensar a sus discípulos en las palabras del texto de hoy (Sal. 69:9). Claro, no podemos decir que los Salones del Reino sean la “casa de Jehová” tal como lo era el templo de Jerusalén (2 Crón. 5:13; 33:4). Pero aun así, son lugares que merecen todo nuestro respeto. w15 15/7 4:1, 2
Viernes 15 de diciembre
Vístanse de amor (Col. 3:14).
¿Seremos capaces de resolver nuestras diferencias y tratarnos con cariño durante el Reinado de Mil Años de Cristo? Si aprendemos a perdonarnos y a llevarnos bien desde ahora, en el nuevo mundo se nos hará más fácil (Col. 3:12, 13). En el Paraíso no necesariamente recibiremos todas las cosas justo cuando las queramos. Si somos agradecidos y estamos contentos con lo que tenemos desde ahora, será más fácil aceptar ese hecho. En el nuevo mundo necesitaremos todo lo que estamos aprendiendo hoy. Acostumbrémonos a vivir tal como lo haremos en el futuro; así tendremos cualidades que nos serán útiles por toda la eternidad, y “la tierra habitada [que está] por venir” será más real para nosotros (Heb. 2:5; 11:1). Además, demostraremos que queremos vivir en un mundo en el que reina la justicia. ¿Vemos lo importante que es estar bien preparados para el futuro? w15 15/8 3:11, 12
Sábado 16 de diciembre
Sigan andando en unión con Jesús (Col. 2:6).
Supongamos que usted está mirando dos frutas maduras del mismo tipo. Aunque no son idénticas, es fácil notar que comparten ciertas características. De manera parecida, no todos los cristianos maduros tienen la misma personalidad, ni las mismas costumbres, nacionalidad, salud, edad o experiencia. Sin embargo, todos ellos comparten ciertas cualidades. Por ejemplo, el cristiano maduro se esfuerza por imitar el ejemplo de Jesús a cada paso que da. Trata de seguirlo “con sumo cuidado y atención” (1 Ped. 2:21). Según Jesús, lo más importante es amar a Jehová con todo el corazón, el alma y la mente, y amar al prójimo como a uno mismo (Mat. 22:37-39). Eso es precisamente lo que intenta hacer el siervo de Dios maduro. Para él no hay nada más importante que tener una buena relación con Jehová y tratar con amor a quienes lo rodean. w15 15/9 1:3-5
Domingo 17 de diciembre
Mediante poner de manifiesto la verdad, nos recomendamos a toda conciencia humana a vista de Dios (2 Cor. 4:2).
Una conciencia educada no solo evita que hagamos cosas malas; también nos impulsa a hacer cosas buenas, como aprovechar toda oportunidad para predicar de casa en casa o en otras ocasiones. Así es como funcionaba la conciencia de Pablo. Él dijo: “Necesidad me está impuesta. Realmente, ¡ay de mí si no declarara las buenas nuevas!” (1 Cor. 9:16). Si seguimos el ejemplo de Pablo y hacemos todo lo posible en la predicación, nuestra conciencia nos dirá: “¡Bien hecho!”. Además, tendremos más oportunidades de despertar la conciencia de las personas a las que hablamos. Sin duda, nuestra conciencia puede sernos de gran ayuda, pero debemos educarla. Estudiemos con empeño la Palabra de Dios, meditemos en ella y pongamos en práctica sus consejos. Una conciencia confiable es una de las herramientas más valiosas que puede tener el cristiano. w15 15/9 2:16, 18
Lunes 18 de diciembre
Jehová censura al que ama (Prov. 3:12).
La Biblia habla de las situaciones tan difíciles que vivieron siervos como José, Moisés y David. Además cuenta cómo los ayudó Jehová. Cuando estos siervos de Dios recibieron mayores responsabilidades, las cosas que habían aprendido les fueron muy útiles. Estos y otros emocionantes relatos nos ayudan a sentirnos más queridos por Jehová. Él sigue mostrándonos su amor aun cuando llegamos a cometer un error y nos promete que si aceptamos su disciplina y nos arrepentimos, nos perdonará “en gran manera” (Is. 55:7). David expresó la misma idea con estas hermosas palabras: “Está perdonando todo tu error, [...] está sanando todas tus dolencias, [...] está reclamando tu vida del hoyo mismo, [...] te está coronando con bondad amorosa y misericordias” (Sal. 103:3, 4). Aceptemos los consejos e incluso la disciplina de Jehová y recordemos que son una muestra del gran cariño que nos tiene (Sal. 30:5). w15 15/9 4:13, 14
Martes 19 de diciembre
María se quedó escuchando las palabras de Jesús (Luc. 10:39).
Marta estaba atareada tratando de preparar una comida especial para Jesús, y acabó enfadándose con María. Jesús se dio cuenta de que Marta quería hacer demasiado, así que le dijo con bondad: “Marta, Marta, estás inquieta y turbada en cuanto a muchas cosas”; además, le dio a entender que bastaba con cocinar un solo plato. Luego defendió a su hermana diciendo: “María escogió la buena porción, y no le será quitada” (Luc. 10:38-42). Es probable que con el tiempo María olvidara lo que comió en aquella ocasión; lo que de seguro nunca olvidó fueron las palabras de felicitación que recibió de Jesús y las cosas que aprendió por haberle prestado toda su atención. Más de 60 años después, el apóstol Juan escribió: “Jesús amaba a Marta y a su hermana” (Juan 11:5). Estas palabras inspiradas nos hacen pensar que Marta escuchó el consejo de Jesús y siguió esforzándose por servir fielmente a Jehová el resto de su vida. w15 15/10 3:3, 4
Miércoles 20 de diciembre
El poder que es más allá de lo normal es de Dios (2 Cor. 4:7).
Tenemos muchísimas razones para creer que Jehová sigue ayudando a la gente. Vez tras vez oímos las historias de personas que le han pedido su ayuda a Dios y la han recibido (Sal. 53:2). Veamos un caso. Mientras Allan estaba predicando de casa en casa en Filipinas, encontró una señora que al verlo se puso a llorar. Allan recuerda: “La señora me contó que justo esa mañana le había pedido a Jehová que un Testigo la encontrara. Su oración fue contestada tan rápido que se emocionó mucho”. En menos de un año se dedicó a Jehová. Muchas personas han visto pruebas del poder de Dios en sus vidas. Por ejemplo, hay quienes tenían adicciones como el tabaco, las drogas y la pornografía. Habían luchado por librarse de ellas y no lo habían logrado. Pero cuando conocieron a Jehová, le pidieron su ayuda, y él les respondió. Les dio “el poder que es más allá de lo normal” para que pudieran ganar la batalla (Sal. 37:23, 24). w15 15/10 1:10, 11
Jueves 21 de diciembre
Compren todo el tiempo oportuno que queda (Efes. 5:16).
Algunos se levantan temprano para leer, meditar y orar. Otros aprovechan la pausa del mediodía, y hay quienes lo hacen al anochecer o antes de irse a dormir. Otros más leen la Biblia en la mañana y en la noche (Jos. 1:8). No importa cuándo lo haga. Lo que importa es que aproveche bien el tiempo y sea constante. No deje que nada le impida meditar a diario en la Palabra de Dios. La Biblia promete que Jehová bendecirá a quienes se esfuerzan por meditar y poner en práctica lo que aprenden (Sal. 1:1-3). Y Jesús dijo: “Felices son los que oyen la palabra de Dios y la guardan” (Luc. 11:28). Pero lo más importante es que meditar todos los días en la Biblia nos ayudará a honrar a Jehová, quien nos recompensará con felicidad ahora y con vida eterna en su justo nuevo mundo (Sant. 1:25; Rev. 1:3). w15 15/10 4:17, 18
Viernes 22 de diciembre
Pedro llevó aparte a Jesús y comenzó a reprenderlo, diciendo: “Sé bondadoso contigo mismo, Señor; tú absolutamente no tendrás este destino” (Mat. 16:22).
Pedro le dijo a Jesús que no tenía por qué dejarse matar. Jesús sabía que las intenciones de Pedro eran buenas, pero que su razonamiento era equivocado. ¿Cómo los ayudó a él y a los demás discípulos? Primero, corrigió a Pedro, luego explicó lo que les pasaría a quienes se negaran a hacer la voluntad de Dios cuando se presentaran dificultades, y por último dijo cuáles serían las recompensas de estar dispuesto a sacrificarse (Mat. 16:21-27). Sin duda, el apóstol aprendió la lección (1 Ped. 2:20, 21). Padres, pídanle a Jehová que los ayude a entender cómo y cuándo ayudar a sus hijos (Sal. 32:8). Por ejemplo, ¿podrían detectar los síntomas si la fe de sus hijos se estuviera debilitando? Quizás su entusiasmo haya disminuido, se aíslen demasiado, hablen mal de otros hermanos o actúen como si estuvieran ocultando algo. Aunque no deben precipitarse a concluir que sus hijos llevan una doble vida o han cometido un pecado grave, tampoco deben ignorar esos síntomas ni pensar: “Ya se les pasará”. w15 15/11 2:12, 13
Sábado 23 de diciembre
Vístanse de los tiernos cariños de la compasión, la bondad, la humildad mental, la apacibilidad y la gran paciencia. Vístanse de amor, porque es un vínculo perfecto de unión (Col. 3:12, 14).
El amor y la unidad que hay entre los testigos de Jehová demuestra que son la religión verdadera, pues Jesús dijo: “En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre sí” (Juan 13:34, 35). Además, el apóstol Juan escribió: “Los hijos de Dios y los hijos del Diablo [se distinguen] por este hecho: Todo el que no se ocupa en la justicia no se origina de Dios, tampoco el que no ama a su hermano. Porque este es el mensaje que ustedes han oído desde el principio, que debemos tener amor unos para con otros” (1 Juan 3:10, 11). De nuevo, el amor y la unidad de los testigos de Jehová son prueba clara de que son los verdaderos discípulos de Cristo y de que Dios los está utilizando para dar a conocer las buenas noticias del Reino por toda la Tierra (Mat. 24:14). w15 15/11 4:10, 11
Domingo 24 de diciembre
Como manzanas de oro en entalladuras de plata es una palabra hablada al tiempo apropiado (Prov. 25:11).
Como las personas tienen creencias y culturas muy distintas, debemos aprender a elegir el mejor momento para hablar, y hay muchas ocasiones en que debemos hacerlo. Por ejemplo, ¿cómo reaccionaría si alguien le dijera algo ofensivo? Lo más prudente sería detenerse y preguntarse si siquiera hay que responder. Quizás la persona tenía buenas intenciones, o lo que dijo no es tan grave. Si después de pensarlo cree que es necesario responder, no lo haga mientras está enojado, pues el enojo es muy mal consejero (Prov. 15:28). El mismo cuidado debemos tener al hablar con nuestros familiares no Testigos. Obviamente queremos que conozcan a Jehová, pero tenemos que ser pacientes y medir nuestras palabras. Las palabras adecuadas en el momento preciso pueden ser la llave que abra su corazón. w15 15/12 3:6, 8, 9
Lunes 25 de diciembre
Nos instruye a vivir con buen juicio en medio de este sistema de cosas actual (Tito 2:12).
Es muy necesario ser prudentes y tener buen juicio, sobre todo si nos suena extraña o misteriosa la explicación que nos dan sobre cómo funciona un tratamiento o terapia. Deberíamos preguntarnos: “¿Es lógica la explicación que me están dando? ¿Es un tratamiento reconocido por personas acreditadas?” (Prov. 22:29). Puede ser que nos digan que el remedio se descubrió en un lugar muy lejano y exótico, y que la ciencia moderna todavía no lo ha descubierto. Pero ¿basta con que el remedio sea exótico para que funcione? Si alguien afirma que su tratamiento se basa en una sustancia secreta o en una fuerza desconocida, debemos tener mucho cuidado, pues la Biblia nos advierte que evitemos todo lo que tenga que ver con magia y espiritismo (Is. 1:13; Deut. 18:10-12). w15 15/12 4:16
Martes 26 de diciembre
No ha sido levantado uno mayor que Juan el Bautista; mas el que sea de los menores en el reino de los cielos es mayor que él (Mat. 11:11).
En la Biblia encontramos muchos ejemplos de hombres fieles que sintieron de forma muy especial la fuerza del espíritu santo aunque no tenían la esperanza de ir al cielo. Uno de ellos fue Juan el Bautista. Jesús habló muy bien de él, pero dijo que no estaría en el Reino de los cielos. David también fue guiado por el espíritu santo (1 Sam. 16:13). Este espíritu lo ayudó a comprender cosas profundas acerca de Jehová y lo inspiró a escribir partes de la Biblia (Mar. 12:36). Pero aun así “no ascendió a los cielos”, como explicó Pedro en el Pentecostés (Hech. 2:34). El espíritu santo impulsó a estos hombres a hacer obras poderosas, pero en ningún momento les hizo pensar que irían al cielo. ¿Quiere decir eso que no fueron lo suficientemente buenos o que tenían alguna deficiencia? Claro que no. Lo que quiere decir es que Jehová los resucitará para que vivan en la Tierra (Juan 5:28, 29; Hech. 24:15). w16.01 3:16
Miércoles 27 de diciembre
Yo y el Padre somos uno (Juan 10:30).
Cuando trabajamos con una persona a la que queremos, pasamos mucho tiempo con ella. Así llegamos a conocerla aún mejor: su personalidad, sus metas y lo que está haciendo para alcanzarlas. Eso es lo que ha pasado entre Jehová y Jesús. Durante los millones y millones de años que han trabajado juntos, han creado una relación de cariño muy fuerte. Así es, forman un equipo perfecto. Jesús le pidió a su Padre que cuidara de sus discípulos. ¿Por qué? “Para que sean uno así como lo somos nosotros”, dijo él (Juan 17:11). Cuando obedecemos a Jehová y predicamos las buenas noticias del Reino, conocemos mejor sus maravillosas cualidades. Aprendemos que lo más sabio es confiar en él y seguir su guía. Cuanto más nos acerquemos a él, más se acercará él a nosotros (Sant. 4:8). Obedecer a Dios y predicar también nos une a nuestros hermanos, pues todos tenemos los mismos problemas, las mismas alegrías y las mismas metas. w16.01 5:9, 10
Jueves 28 de diciembre
Vuélvete con tu concuñada (Rut 1:15).
Noemí está decidida a seguir hasta llegar a Israel, su tierra natal. ¿Qué hará Rut? ¿Volverá a su hogar y a su familia, igual que Orpá, o irá con su suegra a la ciudad de Belén? Esta es probablemente la decisión más importante de su vida (Rut 1:1-8, 14). Rut pudo haber pensado que lo mejor era regresar a Moab. Al fin y al cabo, allí estaban sus familiares y ellos podrían cuidar de ella. Además, esa era su tierra; ya conocía la cultura, el idioma y la gente. Noemí no podía ofrecerle ninguna de esas ventajas en Belén. Es más, le dijo que se quedara en Moab, pues no sabía si podría conseguir casa o un esposo para ella y su cuñada. Orpá decidió regresar “a su pueblo y a sus dioses” (Rut 1:9-15). ¿Haría lo mismo Rut? No. w16.02 2:4, 5
Viernes 29 de diciembre
Con alguien leal tú actuarás en lealtad (Sal. 18:25).
El rey Saúl había reunido 3.000 soldados para buscar a David en el desierto de Judá y acabar con él. Pero una noche, mientras todo el campamento estaba profundamente dormido, David y Abisai lograron colarse hasta donde estaba el rey. Abisai quiso aprovechar la oportunidad para matarlo. “Déjame clavarlo a tierra con la lanza una sola vez”, le pidió a David. Por increíble que parezca, David le dijo que no lo hiciera: “¿Quién ha alargado la mano contra el ungido de Jehová y ha quedado inocente? [...] ¡Es inconcebible, por mi parte, desde el punto de vista de Jehová, alargar la mano contra el ungido de Jehová!” (1 Sam. 26:8-12). ¿Por qué se negó David a matar a Saúl? Porque sabía que si lo hacía, sería desleal a Dios. Saúl era rey porque Dios lo había nombrado, y los siervos leales de Jehová respetan a las personas que él ha puesto a cargo de su pueblo. Jehová espera que todos sus siervos sean leales. w16.02 4:1, 2
Sábado 30 de diciembre
En hacer tu voluntad, oh Dios mío, me he deleitado (Sal. 40:8).
¿Eres joven y estás pensando en bautizarte? ¡Qué bien! Ese es el mayor honor que pueden recibir los seres humanos, pero también es un paso muy serio. Es una manera de decirle a todo el mundo que te has dedicado a Jehová, o sea, que le has prometido ser su siervo para siempre y que lo más importante en tu vida será hacer su voluntad. Por eso, antes de dar ese paso, debes asegurarte de que eres lo suficientemente maduro, de que realmente quieres bautizarte y de que entiendes lo que significa la dedicación. Ahora bien, ¿qué puedes hacer si no estás seguro de que estás listo para bautizarte? ¿O qué hay si quieres bautizarte, pero tus padres creen que deberías esperar hasta crecer un poco más? No te desanimes; aprovecha el tiempo para seguir madurando y así pronto podrás bautizarte. w16.03 2:1, 2
Domingo 31 de diciembre
No lleguen a estar unidos bajo yugo desigual con los incrédulos (2 Cor. 6:14).
¿Qué sucede cuando alguien conoce la verdad y ya está casado, pero su cónyuge no se hace Testigo? Los principios de la Biblia ayudarán a este cristiano a mantener la armonía en el hogar. Está claro que se esforzará por cooperar con su cónyuge en todo lo que pueda sin pasar por alto las normas de Dios. Aunque hacer lo que Jehová dice puede ser difícil, se obtienen excelentes resultados. Además, Satanás está atacando a las familias. Por eso, es importantísimo que los matrimonios cristianos estén más unidos que nunca. No importa cuánto tiempo llevemos casados, detengámonos a pensar en maneras de hacer más fuerte nuestro matrimonio. Las parejas con más experiencia pueden ayudar a los que llevan menos tiempo casados. Podrían invitar de vez en cuando a un matrimonio joven a su Noche de Adoración en Familia. Así podrán mostrarles que las parejas deben ser cariñosas y permanecer unidas sin importar cuánto tiempo lleven juntas (Tito 2:3-7). w16.03 3:14, 15