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  • Los sucesos mundiales tienen que ver con usted
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¡Despertad! 1974
g74 8/7 págs. 3-6

Los sucesos mundiales tienen que ver con usted

EXAMINE cuidadosamente los titulares de las noticias que acompañan a este artículo. Es probable que las condiciones que éstos reflejan no sean nuevas para el lector, pero el alcance global de algunos de estos problemas y la proporción crítica que han alcanzado quizás le sorprendan. De un modo u otro estas crisis son una fuente de preocupación personal para todo el que vive en la Tierra.

Sin embargo, puede que algunas personas, debido a no ser afectadas directa e inmediatamente por estos sucesos mundiales, piensen que se les ha exagerado y que se les hace parecer peor de lo que en realidad son. Pero, ¿se exageran en realidad los problemas representados en estos titulares?

¿Cuán grandes son los problemas?

Antes de contestar, debemos tomar en consideración que no es solo un reportero de noticias, sino que personas conocedoras en muchas partes de la Tierra están diciendo esencialmente la misma cosa. El testimonio de tantos hombres prominentes en sus diversos campos suministra una fuerte indicación de que los problemas son verdaderos, no meramente imaginados, ¿no es cierto?

Pero tan convincente como es el testimonio de otra persona es la experiencia personal de uno en la vida. ¿Ha cambiado su vida de algún modo como resultado de estas situaciones críticas? Si ese es el caso, esto sin duda afecta la manera en que uno considera lo que se dice acerca de estos mismos asuntos en una escala mundial.

Millones de personas saben, personalmente, que cuando los titulares dicen: “Temen inanición mundial” no lo dicen solo para asustar. El hambre ya se ha convertido para ellos en un modo de vivir. Recientemente decenas de miles han muerto en África y Asia debido a condiciones de hambre. Los que se encargan de tratar con el problema de la alimentación dicen que existe la posibilidad de un desastre más grande en los meses venideros. Queda por verse, por supuesto, hasta qué grado la escasez de alimentos afligirá con el tiempo a la humanidad o a una parte de la Tierra.

Sin embargo los que quizás vivan en zonas que actualmente no han sido afectadas por el hambre no tienen razón para dudar que pueden ocurrir graves escaseces. El constante aumento en los precios de alimentos ya los han convencido de que algo anda mal. Las provisiones de alimentos son limitadas; esa es una razón por la cual los precios aumentan.

De igual modo sucede con la crisis de energía. Comenzó con sucesos que se desarrollaron quizás a miles de kilómetros de donde viven la mayor parte de los afectados. Algunas personas dudaron de que la escasez de combustible fuera real; les parecía algo lejano, distante. Pero cuando fueron a comprar gasolina para sus automóviles o combustible para calentar sus hogares, los suministros ya no eran ilimitados. Sí, personalmente llegaron a sentir la realidad de la crisis de energía, tal como la sintieron otros centenares de millones de personas.

La crisis de energía, a su vez, ha contribuido a muchas otras escaseces, algunas de las cuales sin duda lo afectan actualmente. Los hombres que pueden examinar la situación del combustible y los problemas relacionados en un nivel internacional dicen, como lo informan estos titulares: “Se nos está acabando todo.” Si eso es cierto, entonces los titulares que advierten del peligro de un desplome económico no parecen traídos por los cabellos, ¿verdad? Estos otros acontecimientos hacen la posibilidad bastante real.

A la luz de todo esto, no es difícil entender los titulares que dicen: “El mundo vive en temor.” El temor es un factor determinante en las decisiones que hacen los individuos, las instituciones y las naciones. Temen que cuando se muestra favor en una dirección, de la otra vendrá animosidad. A medida que se multiplican los problemas graves, es comprensible que teman lo que encierra el futuro.

Hay otra situación importante que afecta a casi todos de algún modo. Este es el problema moral.

La crisis moral y usted

La situación moral es evidente de varios modos. En particular aumenta el crimen violento; un periódico australiano dijo: “No se está seguro en ninguna parte.” Los actos de terrorismo, violación y asesinato se han convertido en cosas corrientes en las grandes ciudades del mundo. Un gran porcentaje de estos crímenes están relacionados con las drogas; los aficionados roban para conseguir dinero para mantener su hábito de las drogas. La seguridad de todos es afectada.

La inmoralidad sexual ha aumentado enormemente. El adulterio y la fornicación se glorifican en la pantalla del cine y en el teatro. La homosexualidad ahora está al descubierto. Estas cosas causan preocupación a los padres, y quizás hasta afecten la estabilidad de sus propias relaciones matrimoniales. No es sorprendente que se diga que la familia es: “Una institución en crisis.”

¿Lo afectan estos desenvolvimientos? ‘Esas cosas quizás sean problemas en las grandes ciudades de los Estados Unidos, pero no donde yo vivo, en un suburbio,’ quizás diga alguien, o, ‘no en mi aldea europea,’ o, ‘no en mi isla de Oceanía.’ Pero, ¿es eso todo lo que hay envuelto en este asunto?

Puede ser que el asesinato, la violación y los atracos todavía no sean sucesos diarios en esas zonas. Pero, ¿quién puede pasar por alto desafueros más sutiles como los robos de los empleados de “cuello y corbata” y la ratería de los compradores? Estas prácticas abundan, no solo en las grandes ciudades norteamericanas, sino en todas partes.

Sin embargo, hay algo de más importancia, ¿no son las actitudes que llevan a esos crímenes —sí, que conducen hasta al asesinato— abundantemente evidentes en todas partes? Considere: ¿Está la mayor parte de la gente, prescindiendo de donde viva, genuinamente preocupada por el bienestar de su prójimo? ¿O hay apatía en cuanto a lo que les sucede a otros? ¿Hay un deseo por “dinero fácil”? ¿Hay hasta odio franco por otros? El lector sabe las respuestas.

Lo que es más, las personas en algunas comunidades más pequeñas o apartadas quizás se den ínfulas de ser individuos morales y rectos. Pero si uno vive allí también, entonces uno conoce personalmente a muchas de estas personas. Y sabe lo que son en realidad. ¿Evitan la fornicación, el adulterio y la perversión sexual? ¿No son sus pretensiones de ser morales y rectos, por lo tanto, frecuentemente hipócritas?

Básicamente, prescindiendo de donde viva la gente, la mayor parte de ella es esencialmente igual. Las semillas de la inmoralidad, la desconfianza y el odio están en todas partes. Las personas pensadoras ven estos hechos de la vida y comprenden que el problema moral es real.

Decaen las instituciones

Las religiones del mundo tienen que ver con ello. Los hechos indican que los miembros de las iglesias así como otros practican estas cosas. Es obvio que una religión de esa clase en realidad no le enseña a sus miembros verdadera devoción y moralidad. No es de extrañarse, por lo tanto, que informes procedentes de toda la Tierra concuerden con los titulares que dicen: “La talla de los clérigos se desmorona.” Piense acerca de su propia zona: ¿Acepta la gente con prontitud las palabras de un guía religioso como innegablemente veraz, como la aceptaban antes? ¿Se molesta la mayoría de la gente en siquiera ir a los servicios religiosos para oírlo hablar? Más y más gente observa una creciente falta de respeto por el clero en su propia zona.

Por supuesto, no es solo la influencia del clero lo que disminuye, sino la de los hombres prominentes en general. Instituciones gubernamentales y políticas que gozaron de la confianza de la gente por generaciones ahora son acusadas con regularidad de corrupción y mala administración crasa. Menos personas parecen confiar en los gobiernos o en sus representantes.

¿No ha notado esta actitud entre la gente? ¿No es tema frecuente de conversación entre sus compañeros de trabajo, vecinos y parientes? Sí, toda la gente a su alrededor sin duda expresa esta falta de confianza. Es como informa el Times de Nueva York: “Disminuye la confianza del público en las instituciones.”

El significado de los sucesos mundiales tiene que ver con usted

Considere todos estos sucesos en conjunto, ¿y qué es lo que significan? La mayoría de la gente llega a la misma conclusión que se halla al pie de nuestra página de titulares: “Nuestra civilización está agonizando.” Para la mayoría de la gente el cuadro internacional que pintan los hechos es desolado. ¿Es siquiera posible llegar a alguna otra conclusión apropiada?

Sí. Es sobresaliente el hecho de que los sucesos mundiales de la actualidad le dan a uno base para creer firmemente en la Biblia. ¿Cómo puede decirse eso?

Muchos de los problemas principales a los que la humanidad se enfrenta en la actualidad, los cuales afectan de algún modo a la mayoría de las personas, fueron indicados en la Biblia hace cientos de años. Por ejemplo, Jesucristo dio una señal, que se registra en el capítulo 21 de Lucas, en la cual predijo cierta serie de sucesos que marcaría la conclusión del sistema de cosas. ¿Por qué no abre su propia Biblia y lee ese capítulo? También lea 2 Timoteo 3:1-5. Compare por usted mismo lo que dicen esos versículos con lo que realmente está pasando en el mundo ahora mismo.

¿Se fijó en lo que dicen esos versículos? Marcan el tiempo en que vivimos como los “últimos días,” el tiempo cuando “su liberación se acerca.” Lo que está escrito allí se está cumpliendo en nuestro día.

La misma Palabra de Dios también nos dice que Dios hará desaparecer el actual sistema mundial inicuo. Después de eso habrá una Tierra paradisíaca gobernada por el reino de Dios, un gobierno estable, duradero. Los actuales sucesos mundiales, los cuales tan frecuentemente lo han afectado de un modo desfavorable, habrán desaparecido. No habrá más escaseces de las cosas esenciales de la vida; la tierra producirá abundantemente. Más importante aún, la gente que viva en ese entonces será gente en la cual se podrá confiar, hombres que verdaderamente amen a Dios y a su prójimo. (Sal. 67:6; Mat. 24:21, 22; Rev. 21:1-4) ¿Le gustaría vivir en ese tiempo?

Si le gustaría, la primera acción a emprender es aprender lo que la Biblia dice que se requiere de uno. Los testigos de Jehová se complacerán en considerar estos temas con usted y su familia.

[Ilustración de las páginas 4 y 5]

Los titulares de la siguiente página dicen: Temen inanición mundial. Advertencia de racionamiento internacional de alimentos. El mundo vive en temor. Se predicen escaseces de alimentos similares a escaseces de combustible. Se nos está acabando todo. Día del juicio financiero cercano, asegura autor; culpa al crédito. Crimen violento. La familia norteamericana: Una institución en crisis. No se está seguro en ninguna parte. Crimen de oficinistas: Una amenaza creciente. El asesinato aumenta drásticamente en la zona. Desfile de homosexuales en S.F. Lo que le ha sucedido a la moralidad en los Estados Unidos. Infanticidio en Japón: ¿Señal de los tiempos? Aumenta de nuevo el comercio ilícito de drogas. En aumento el problema del alcoholismo entre los niños; unidades AA ayudan a niños de 10 años de edad. Disminuye la confianza del público en las instituciones. La talla de los clérigos se desmorona. Nuestra civilización está agonizando, dice crítico de la U.K.

RECIENTES INFORMES NOTICIOSOS

EL EVENING BULLETIN,

22 de noviembre de 1973

EL SUN DE SIDNEY, AUSTRALIA,

20 de noviembre de 1973

EL CHRONICLE DE SAN FRANCISCO,

26 de diciembre de 1973

EL TIMES DE LOS ÁNGELES,

10 de diciembre de 1973

EL TIMES (Londres),

3 de diciembre de 1973

EL INQUIRER DE FILADELFIA,

1 de julio de 1973

EL TIMES DE SEATTLE,

5 de diciembre de 1973

LONG ISLAND PRESS,

7 de octubre de 1973

MELBOURNE AGE (Australia),

8 de septiembre de 1973

OCCUPATIONAL HAZARDS,

Octubre de 1973

THE EXPRESS (Easton),

15 de diciembre de 1973

EL CHRONICLE DE SAN FRANCISCO,

25 de junio de 1973

U.S. NEWS & WORLD REPORT,

26 de marzo de 1973

EL TIMES DE NUEVA YORK,

8 de diciembre de 1973

EL POST DE NUEVA YORK

23 de octubre de 1973

EL TIMES DE LOS ÁNGELES,

7 de diciembre de 1973

EL TIMES DE NUEVA YORK,

3 de diciembre de 1973

STAR-NEWS (Pasadena),

21 de mayo de 1972

EL STAR DE TORONTO,

4 de noviembre de 1972

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