El yogurt es bueno para usted
EL YOGURT, en estos días, está en la cumbre de la popularidad, al menos en Europa y los Estados Unidos. Los norteamericanos anualmente gastan mucho más de cien millones de dólares en este producto lácteo, comiendo más de 100.000.000 de kilos al año.
Aunque el uso del yogurt en estos países parece haberse iniciado después de la II Guerra Mundial, el uso del yogurt en sí bien puede remontarse a principios de los tiempos bíblicos. Al menos así dicen los McKibbins en su publicación Twelve Foods from the Bible. Un ejemplo en particular es acerca de la mujer quenita Jael, que le dio al capitán Sísara ‘leche cuajada,’ la cual probablemente era yogurt.—Jue. 5:25.
¿Por qué es tan popular el yogurt? Tiene un sabor agradable, es ligeramente ácido cuando se le come solo y no muy dulce o de fuerte sabor cuando se le da sabor o se le prepara con frutas en conserva. Su textura o sustancia de flan tiene una apariencia saludable. Como el producto comercial está hecho generalmente con leche desnatada es especialmente bajo en calorías... otra razón de su popularidad entre las personas que vigilan su peso. Una bebida popular entre los turcos y otros pueblos del Cercano Oriente se hace con partes iguales de yogurt y agua helada, a la que se le agrega un poco de sal y luego se mezcla completamente.
El yogurt se come como un bocadito entre comidas, como parte de una merienda ligera o como postre. Se podría decir que pocas veces ha sucedido que algo tan popular sea también tan provechoso como el yogurt. Es leche cuajada y por lo tanto se digiere dos o tres veces más rápidamente que la leche común. Además, el yogurt tiene valiosas bacterias, el Lactobacillus bulgaricus y el Estreptococo termófilo.
Muchos creen que el yogurt por sus propiedades ayuda a las personas con problemas intestinales. Por eso es que muchos médicos lo prescriben para restaurar lo que se conoce como la “flora intestinal,” que puede ser destruida cuando los pacientes reciben varios antibióticos o drogas a base de sulfa.
Otro factor en su favor es que el yogurt reemplaza a menudo otros alimentos que no son tan sanos o que son demasiado ricos. Para muchas personas sirve para reemplazar alimentos como pasteles, tortas, pudines y dulces, que son ricos en hidratos de carbono refinados. Según el Dr. Denis P. Burkitt, recibidor del premio Nobel, el cáncer de los intestinos y otros trastornos intestinales están relacionados con dietas ricas en hidratos de carbono refinados.—Medical Tribune, 3 de octubre de 1973.
Obviamente, el reemplazar esos alimentos con yogurt disminuye enormemente la ingestión de calorías. Una porción de pastel de manzana puede contener 330 calorías o más, mientras que una taza de yogurt sin mezcla tiene solamente la tercera parte de esas calorías. Hasta un yogurt con frutas solo tiene un tercio más de calorías que el anterior. Para reducir la ingestión de calorías, también se puede usar el yogurt para reemplazar los aderezos aceitosos o de mayonesa en las ensaladas o en lugar de crema agria en las frutas frescas.
¿Cómo se hace el yogurt? Muy sencillamente. Se calienta leche común o desnatada hasta el punto de ebullición y luego se vierte en un recipiente. Si se desea que el yogurt tenga más consistencia, entonces agregue leche desnatada en polvo, como lo suelen hacer muchos productores comerciales. Déjela enfriar hasta que la sienta cómodamente tibia al tacto, y luego agregue el cultivo de yogurt o yogurt mismo, del que se compra en la tienda, alrededor de media taza a un litro de leche. Si se está interesado en reducir las calorías, entonces será necesario usar leche descremada o desnatada. Se revuelve bien para que no forme grumos.
Luego cubra la vasija y envuélvala en una franela o manténgala en un lugar templado, entre de 43 a 46 grados centígrados, de cuatro a seis horas o durante toda la noche. A causa del problema de mantener la leche caliente algunos han optado por comprar una “fabricadora de yogurt,” que mantiene la leche a una temperatura fija. Otros resuelven el problema usando termos de boca ancha, puesto que estos también mantienen la leche caliente mientras está fermentando. Es también importante no mover el recipiente mientras el proceso de fermentación se está efectuando o quizás la leche no se cuaje. Una vez que se haya endurecido se puede poner en el refrigerador o en algún lugar fresco hasta que desee comerla.
Por lo dicho, se puede ver que el yogurt es muy útil. ¡Es sabroso, de gran valor nutritivo, bajo en calorías, fácil de digerir, fácil de hacer, económico y agradable al paladar!