¿Ir a la universidad... o aprender un oficio?

ES IRÓNICO que en muchos países donde hay muchos jóvenes desempleados haya también una escasez de trabajadores especializados en ciertos oficios. William Davis, primer ministro de Ottawa, Canadá, afirma que la brecha entre los empleos disponibles y los trabajadores especializados se debe parcialmente a “nuestra actitud para con los oficios”. Este punto de vista se ve en la opinión predominante de que “los padres cometen un error” si no envían a sus hijos a la universidad. No obstante, Davis declaró que no tiene nada de malo que los padres animen a sus hijos para que aprendan un oficio en vez de asistir a la universidad a fin de prepararse para alguna profesión. Pasó a decir: “En parte como resultado de la presión social para que asistan a instituciones docentes después de la escuela secundaria, en cierto modo debido a una falta de aprecio por el don y la importancia de los oficios, menos jóvenes han considerado atrayente la opción de este tipo de carrera”. “Todo trabajo es pertinente”, dijo él más adelante, y las personas que llegan a ser capaces en campos técnicos hacen contribuciones valiosas a la comunidad. Además hizo la observación de que a los jóvenes a quienes se adiestra para “adquirir destrezas pertinentes” se les ayuda también a “lograr una vida satisfaciente”.