¿Tomaría usted unas vacaciones para trabajar?

“Trabajé 10 veces más arduamente de lo que podía imaginarme, pero disfruté 20 veces más.”—D.V., Wisconsin

“Se me asignó un trabajo que no me gustaba. Pero me di cuenta que, al hacerlo en Betel, me gustó.”—G.R., Wisconsin

“¡Me gustaría traer a mi esposa y hacer de este mi hogar!”—I.J., Kentucky

“Muy interesante. Me gustaría muchísimo venir a Betel con mi familia.”—A.G., Nueva York

¿DE QUÉ hablan todas estas personas? ¿Qué es “Betel”? ¿Qué clase de trabajo hicieron allí?

Estos son comentarios típicos de los más de 2.000 voluntarios que en los últimos dos años se han trasladado, costeándose ellos mismos el viaje y a menudo utilizando su tiempo de vacaciones, a la sede internacional de los testigos de Jehová para efectuar trabajos temporales. Este complejo de edificios, llamado “Betel” (término hebreo que significa “Casa de Dios”), está ubicado en Brooklyn, Nueva York, y en las Granjas Watchtower de Wallkill, Nueva York. La mayor parte de estos voluntarios han servido de una semana a un mes junto con los 3.500 trabajadores que componen el personal permanente. ¿Pero por qué se ha necesitado su ayuda?

Rápida expansión mundial

Los testigos de Jehová están experimentando una tremenda expansión mundial. Por ejemplo, en 1943 había solo 126.000 Testigos predicando en 54 países. Cuarenta y dos años más tarde hay 700.000 Testigos ¡tan solo en los Estados Unidos! Otros siete países —Brasil, Gran Bretaña, Italia, Japón, México, Nigeria y la República Federal de Alemania— han pasado de los 100.000 Testigos. Ahora hay más de 3.000.000 de Testigos activos en unas 50.000 congregaciones en más de 200 países y territorios.

Esta expansión ha traído consigo un aumento paralelo en la demanda de Biblias y literatura bíblica en los más de 190 idiomas en que se imprimen las publicaciones de la Sociedad Watch Tower. Por ello, ha sido necesario ampliar las instalaciones para la impresión y las viviendas de los trabajadores voluntarios de la sede internacional de la Sociedad Watchtower, así como también de muchas oficinas sucursales e imprentas alrededor del mundo.

Para poder satisfacer la demanda, la Sociedad Watchtower sigue adelante con las ampliaciones, especialmente en su sede internacional de Brooklyn y las granjas Watchtower. Por ejemplo, recientemente se adquirieron en Brooklyn dos fábricas usadas, una de ellas ubicada en un muelle del río Este, en el número 360 de la calle Furman. A medida que salían los antiguos inquilinos, se hizo necesario acometer una importante reforma de este edificio que tiene 13 pisos y un espacio útil de unos 93.000 metros cuadrados (un millón de pies cuadrados). Aunque la Sociedad Watchtower dispone de equipos de construcción permanentes, ha sido necesaria la ayuda adicional para terminar en un tiempo razonable las reformas previstas. Esta es la razón por la que ha sido tan valiosa la mano de obra de los trabajadores voluntarios temporeros.

¿Por qué se ofrecen como voluntarios?

En 1984 la Sociedad Watchtower envió una carta a las casi 8.000 congregaciones de los Estados Unidos en la que se invitaba a voluntarios para trabajar en Betel por un mínimo de una semana. Miles de todo el país han respondido y se han trasladado a Brooklyn costeándose ellos mismos el viaje. ¿Qué los ha atraído a todos a Betel? ¿Han sido los salarios?

Se ha suministrado alimento y alojamiento gratuito a todos los voluntarios, pero no se les ha dado ningún salario. Entonces, ¿cuál es el secreto? Un Testigo de Luisiana escribió: “Fue realmente un privilegio convertirme en betelita por unos días y ver personalmente lo que es la vida de Betel. Me ha ayudado a apreciar con mayor profundidad y admiración el trabajo de todos los que sirven regularmente allí y que han sacrificado su estilo de vida personal por este servicio especial. Aprendí que para disfrutar al máximo tenía que superar la idea equivocada de ‘lo que Betel puede hacer por mí’ y cambiarla por ‘lo que yo puedo hacer por Jehová en Betel’”.

Un Testigo ingeniero civil declaró: “Quisiera expresarles mis más sinceras gracias por la oportunidad que han provisto a hermanos como yo de participar del gozo del servicio de Betel temporalmente”. El deseo de todos ellos de servir a Jehová en el ambiente espiritual de Betel ha sido su motivación fundamental.

Trabajo con entusiasmo

¿Qué clase de trabajo han estado haciendo estos voluntarios? La mayor parte ha tenido que ver con la reforma del edificio de la calle Furman y el hotel Bossert, que se utiliza como residencia para cientos de trabajadores de Betel. Otro proyecto importante ha sido la ampliación de la imprenta y la residencia de las granjas Watchtower.

Se han sacado cientos de toneladas de escombros y basura de los edificios de Brooklyn. Un promedio de 90 enormes contenedores de basura han salido de esos edificios mensualmente. Estos contenedores tienen una capacidad de 19 metros cúbicos (25 yardas cúbicas), aproximadamente el volumen de un autobús de tamaño medio. Los trabajadores temporales también han colaborado en el trabajo de levantar, sacar y reemplazar los suelos de hormigón. Han mezclado y vertido toneladas de hormigón. Han ayudado a instalar kilómetros de cables eléctricos y nuevas cañerías.

Un abogado Testigo, casado y con tres hijos, vino desde San Diego, California. Los primeros días participó en el trabajo de demolición. Después surgió una necesidad especial en el departamento de asuntos legales de la Sociedad. Puede imaginarse dónde pasó el resto de las dos semanas.

Debido al mal estado de las grandes ventanas del edificio de la calle Furman, ha sido necesario quitar unas 1.300 de ellas y sustituirlas por ventanas nuevas de doble cristal. Estas nuevas ventanas han sido fabricadas con la ayuda de trabajadores voluntarios en el mismo edificio de la calle Furman. Un trabajador voluntario que tiene una fábrica de vidrio dijo que costaría unos 5.000 dólares instalar una ventana normal de 3 por 5 metros (10 por 17 pies). La misma ventana se fabrica en el propio edificio e instala, por solo 1.500 dólares.

Voluntarios de elevados valores

¿Qué clases de personas están ofreciendo sus servicios en estos proyectos de construcción? Ese tipo de sacrificio requiere hombres que aprecien los valores espirituales. En una encuesta reciente se vio que de 1.419 voluntarios, 626 eran ancianos de congregación, 595 eran siervos ministeriales y 418 eran también precursores, es decir, ministros de tiempo completo. Estos son hombres que manifiestan un espíritu de abnegación, el cual se refleja en su disposición para trabajar duro en Betel. La mayor parte de ellos están casados y tienen familias. Algunos incluso tienen sus hijos en Betel sirviendo de tiempo completo.

Considere por ejemplo a un anciano del norte de California. Sus dos hijos han estado en Betel por casi tres años. Él escribió: “Tengo dos hijos que son miembros de la familia Betel, de modo que la asignación de trabajo temporal tuvo un significado muy especial para mí. Es inquietante tenerlos a 4.830 kilómetros (3.000 millas) de distancia. Me tranquilicé mucho después de las dos semanas de asociación en el comedor, en la consideración del texto diario, en el Estudio de La Atalaya y en muchas otras actividades. Estoy muy contento de tener a mis dos hijos como parte de esa familia”.

Aunque estos voluntarios han hecho muchos sacrificios, salen de Betel pensando que han conseguido más de lo que han dado. Todos tienen una participación plena no solo en el trabajo manual de Betel, sino también en sus actividades espirituales. Participan en la adoración matutina a la hora del desayuno, la cual incluye 20 minutos de consideración bíblica y la oración de familia. También asisten al estudio de La Atalaya que esta numerosa familia celebra los lunes por la noche. Como lo expresó un hermano de Nuevo México: “Tal vez una de las cosas que más recuerdo es el cantar con la familia el lunes por la noche. Fue una de las experiencias más emocionantes de mi vida. Y ahora puedo ver más que nunca cómo puede considerarse el texto diario como parte de nuestra adoración a Jehová”. Otro hermano de Pensilvania dijo: “Pienso que me he beneficiado más de lo que he contribuido. La entera semana fue una experiencia edificante y fortalecedora de la fe”.

Debido al urgente trabajo de construcción que se está llevando a cabo tanto en Nueva York como en otras sucursales alrededor del mundo, la Sociedad Watchtower tiene su propio departamento de delineación e ingeniería. Aquí se forman delineantes, hombres y mujeres. Un ingeniero civil que se ofreció como voluntario para trabajar con este departamento escribió lo siguiente: “En 25 años de trabajar para varias compañías y por cuenta propia, nunca he visto un departamento de ingeniería mejor organizado y disciplinado. Me impresionó particularmente la excelente escuela que se provee para formar a sus propios ingenieros. A juzgar por la actitud de los jóvenes que han sido escogidos para esta formación, es evidente que en un año o dos la Sociedad tendrá una de las mejores oficinas de ingeniería del país”.

¿Puede usted ofrecerse como voluntario?

Ya que se están acometiendo muchos de esos proyectos de construcción en diferentes países, en cualquiera de ellos uno puede ofrecerse como voluntario. Debido a la expansión del Betel de los Estados Unidos habrá suficiente trabajo para voluntarios durante los próximos años. Si usted es un hermano bautizado, tiene entre 19 y 55 años de edad, goza de buena salud y una buena reputación en la congregación, y está dispuesto a trabajar duro, siéntase libre para pedir una solicitud a los ancianos de su congregación.

Un hermano que trabajó en las granjas Watchtower escribió: “¡Las dos semanas que pasé aquí fueron las dos mejores semanas de mi vida!”. Si llega a servir por un tiempo en Betel, puede que usted también considere esos días los mejores de su vida en el servicio sagrado a Jehová. (Salmos 133:1; 84:1, 2, 10.)

[Fotografías en la página 21]

Han sido necesarias muchas soldaduras en los edificios de la Sociedad Watchtower

Se vertieron muchas toneladas de hormigón para los nuevos tejados

[Fotografía en la página 22]

Se tuvieron que quitar las ventanas viejas para poner otras nuevas

[Fotografías en la página 23]

Más de 1.300 ventanas han sido reemplazadas por otras de doble cristal

Nuevos suelos de hormigón han reemplazado a los antiguos

[Fotografía en la página 24]

Trabajadores voluntarios que han ayudado en las granjas Watchtower

[Fotografía en la página 25]

El edificio de la calle Furman está siendo totalmente reformado