Cómo librarse del hábito
NO intente ir disminuyendo: Esto sólo prolonga la agonía de abandonar el hábito.
NO derroche su dinero en remedios costosos contra el hábito del tabaco: “Sin ninguna excepción, los remedios que hay en el mercado tienen muy poco que ofrecer como ayuda verdaderamente práctica para el fumador”, según se informó en la revista New Scientist. A este respecto, la revista World Health dijo: “El factor principal para el éxito [...] siempre será la fuerza de voluntad del propio fumador. Los demás son solo placebos”.
ACEPTE su responsabilidad, pero acepte también ayuda: Amigos que le respaldan y que también han dejado de fumar, no tienen precio. Ore. Un sincero deseo de agradar a Dios y hacer su voluntad puede obrar maravillas. (Filipenses 2:4; 4:6, 13.)
RECONOZCA los beneficios de no fumar: Limita los riesgos de muerte (enfermedades cardíacas, apoplejía, bronquitis, enfisema, o cáncer); uno da un buen ejemplo; se ahorra dinero; uno se libra de la suciedad, el mal olor, el causar molestias a otros y de la esclavitud al hábito.
CONOZCA las características del síndrome de abstinencia: Dentro de 12 horas de haberse fumado el último cigarrillo, el corazón y los pulmones empiezan a autorepararse. El índice de monóxido de carbono y nicotina en su cuerpo baja rápidamente. Pero la recuperación de su cuerpo va acompañada de algunos dolores. Usted puede sentirse irritable y de mal genio, pero no necesita un cigarrillo para calmar sus nervios. Esta incomodidad temporal es solo el inicio de una vida más saludable.
ENTIENDA el desafío: Anticípese a posibles problemas. Evite el compadecerse de sí mismo y ceder. Pero, no lo dude, usted puede deshacerse del hábito.