Vale la pena que conozca su garantía
“SATISFACCIÓN GARANTIZADA.” “Le garantizamos la devolución de su dinero.” “Garantizado para toda la vida.” “Garantía ilimitada.” Estos son solo algunos de los eslóganes que utilizan los agentes de publicidad para convencer al comprador de que adquiera cierto artículo u objeto. ¿Se deja usted impresionar por tales promesas? Si su respuesta es afirmativa, tenga cuidado.
Lynne Gordon explica la razón en su obra titulada The Consumer’s Handbook (Manual del consumidor): “Estas palabras están rodeadas de una aureola de seguridad tal, que pocos compradores investigan su significado cuando adquieren algo, y solo más tarde descubren, cuando tratan de reclamar los beneficios de su garantía, que no hay tal garantía, o que esta no cubre las reparaciones o las piezas de repuesto necesarias”. El que usted conozca su garantía antes de firmar algo, puede ahorrarle más tarde ansiedad, dolores de cabeza y dinero.
¿Qué es una garantía?
Según la definición del Diccionario manual e ilustrado de la lengua española, una garantía es la “acción de asegurar, durante un tiempo, el buen funcionamiento de algo que se vende, y de repararlo gratuitamente en caso de avería”, y también “papel en que se garantiza este derecho”. Otras definiciones también incluyen la buena fe del fabricante, la sustitución de piezas defectuosas y un servicio técnico periódico.
Las garantías pueden protegerle de prácticas comerciales ocultas o corrompidas y también de vendedores deshonestos. Por ejemplo, en cierta ocasión un comprador llevó a los tribunales al vendedor que le describió un automóvil de segunda mano como si estuviese en excelentes condiciones cuando en realidad estaba destrozado. Como al comprador lo protegía una garantía implícita, el juez ordenó al vendedor de automóviles usados que reembolsase al cliente el doble de la cantidad que este había pagado por él.
¡Conozca su garantía!
Las garantías pueden aparecer en la etiqueta de un producto o estar impresas en un papel aparte que acompañe al producto. A continuación aparecen algunos términos comunes:
Una GARANTÍA ORAL es mucho más difícil de hacer cumplir que una escrita, por lo que es mejor disponer de todas las garantías por escrito, aunque el vendedor tenga la reputación de ser honrado.
Una GARANTÍA DEL VENDEDOR certifica la promesa del comerciante de hacerse responsable por el funcionamiento o calidad del producto que vende. Este tipo de garantías son por lo general garantías implícitas o expresas.
Se supone que todos los contratos de consumo incluyen GARANTÍAS IMPLÍCITAS. El libro You and the Law (Usted y la Ley) dice que una garantía implícita “asegura que el vendedor tiene el derecho de vender el artículo, que en términos generales la mercancía está a la altura de la descripción dada, que está en buenas condiciones y básicamente satisface el propósito declarado”. Por ejemplo, si se trata de un tostador se esperaría que tueste bien el pan. Es posible que el consumidor no sepa que tales condiciones y prestaciones constituyen una garantía implícita. Un producto que se venda sin derecho a devolución carece de garantía implícita.
Una GARANTÍA EXPRESA contiene promesas específicas respecto al funcionamiento y calidad de la mercancía, suele darse por escrito y no puede anular las garantías que son implícitas por ley. Como se explica en el libro Consumer Rights and Responsibilities (Derechos y responsabilidades del consumidor), “una condición o garantía expresa obliga al fabricante o al vendedor (quien haya hecho la promesa) a cumplir su promesa-garantía, y además también, y no en lugar de, las promesas ya determinadas por ley”.
La GARANTÍA DEL FABRICANTE garantiza la condición general del producto y suele incluir un compromiso de reparar gratis cualquier defecto durante cierto período de tiempo. Es importante recordar que, como se explica en You and the Law, los “tribunales están poco dispuestos a considerar al fabricante responsable de cualquier defecto o servicio que no esté abarcado de forma clara y específica en el texto de la garantía escrita”. Recuerde también que la mayoría de los productos garantizan más las partes más duraderas, mientras que la garantía no suele cubrir las que tienen mayor posibilidad de gastarse. Asegúrese de cuál es exactamente la cobertura de su garantía.
Algunas personas consideran la GARANTÍA INCONDICIONAL como la que proporciona la mejor protección de todas. Esta garantía se supone que no tiene condiciones. Sin embargo, otras personas están convencidas de que todas las garantías incluyen ciertas condiciones.
Sea precavido
Es fácil interpretar mal. Por ejemplo, una “garantía para toda la vida” no significa que sea válida para toda la vida de usted. Más bien, acostumbra a referirse a la vida del producto mientras ese producto en particular sea de su propiedad. Y, ¿qué hay del eslogan “satisfacción garantizada”? Es demasiado ambiguo para ser considerado una verdadera garantía.
Asegúrese de LEER LA LETRA MENUDA antes de firmar. Muchas veces lo que parece garantizado en letra negrita en la parte de delante de un contrato puede quedar anulado o modificado detrás con la letra menuda. Sí, vale la pena que conozca su garantía, porque, como advierte The Consumer’s Handbook, “la letra negrita concede y la menuda quita”.
[Recuadro en la página 26]
Compruebe su garantía
◻ ¿Es oral o escrita?
◻ ¿Qué es lo que cubre exactamente?
◻ ¿Cuál es la fecha de vencimiento?
◻ ¿Quién la certifica y qué reputación tiene?
◻ ¿Quién paga las reparaciones?
◻ ¿Con quién debe usted contactar cuando algo vaya mal?
◻ ¿Hay que hacer algo para beneficiarse de la garantía?
◻ ¿Qué responsabilidades tiene usted en lo que tiene que ver con mantenimiento y cuidados?