Observando el mundo
“Contradicción” del Vaticano
Durante la reunión anual de Juan Pablo II con la clerecía de Roma, un sacerdote le preguntó: “Su Santidad, ¿por qué el Vaticano sigue vendiendo cigarrillos?”. Luego añadió: “Además de perjudicar la salud, este comercio contradice sus continuos llamados a la defensa de la salud y nuestra actividad pastoral”. Para Ugo Mesini, sacerdote de 76 años de edad, el hecho de que el Vaticano venda tabaco y cigarrillos, con la leyenda “fumar es peligroso para la salud”, constituye un “testimonio adverso” y una “contradicción” al mensaje del Papa. Según el diario romano Il Messaggero, el Papa dijo que, con relación a la cuestión del tabaco, su “conciencia está tranquila”. No obstante, prometió hablar con el cardenal adscrito sobre las ventas de cigarrillos por parte del Vaticano.
“El siglo de Satanás”
“En el peor de los casos, este ha sido el siglo de Satanás —comenta un editorial del New York Times—. En ninguna otra época de la historia la gente ha manifestado tanta destreza y apetencia de matar a millones de personas por motivos de raza, religión o diferencia de clases.” Puso como ejemplo el campo de exterminio de Auschwitz, descubierto hace cincuenta años. Los libertadores de dicho campo alemán hallaron “trabajadores esclavos, delgados como fideos, niños mutilados en experimentos demenciales de laboratorio y los restos de cuatro cámaras de gas y crematorios, que alguna vez dieron cuenta de hasta veinte mil víctimas al día”. Y en su memoria están indeleblemente grabados “los cadáveres apilados como leña, los 43.000 pares de zapatos y los montones de cabello humano”. Añade que “hasta la fecha, Auschwitz rebasa los límites de la comprensión y la razón”.
Se esperan escaseces de alimento
“A menos que se haga una inversión considerable en transformar la tecnología, nos veremos en serios problemas”, explica Ismail Serageldin, un egipcio experto en desarrollo y vicepresidente del Banco Mundial. Se refiere a la creciente necesidad de alimentos básicos, una necesidad que actualmente sobrepasa la cantidad de suministros en algunos lugares de Asia y África que tienen el mayor índice de crecimiento demográfico. “En los próximos veinte años habrá inevitablemente 2.000 millones más de habitantes, y el 95% de ellos vivirá en los países más pobres”, advirtió. Aunque en los últimos veinticinco años se han obtenido excelentes rendimientos en las cosechas básicas, las limitaciones medioambientales y biológicas hacen cada vez más difícil mejorar los rendimientos. Además, sobre los logros pende la amenaza de plagas y enfermedades más agresivas de las plantas y la degradación de la tierra. Coincidiendo con esta opinión, el Worldwatch Institute explica en su informe del State of the World 1995: “La evidencia de que el derrotero económico del mundo es insostenible en lo que respecta al medioambiente, se observa en la reducción de la pesca, el descenso de los niveles freáticos, la decadencia de la avifauna, los récords de las olas de calor y la disminución de las reservas de cereales”.
La edad y la dieta
Algunos investigadores dicen ahora que las personas mayores de 50 años quizá no deberían preocuparse por el sobrepeso de ‘la curva de la felicidad’, comenta The Times de Londres. Por ejemplo, David Dickinson, editor de la revista de la asociación de consumidores, señala: “Es un error afirmar que las personas cuya relación peso-altura es elevada son demasiado obesas y que deberían rebajar. Adelgazar puede perjudicar la salud, prescindiendo del efecto que tenga sobre dicha relación. La mayoría de las personas mayores de 50 años no necesitan adelgazar”. Tom Sanders, profesor de Nutrición y Dietética, explica: “A menudo se exageran los peligros de la obesidad. Si bien aumenta el riesgo de diabetes y artritis, el peligro que representa para la salud el estar ‘llenito’ es insignificante. Hasta podría ser favorable para las mujeres”. Y el doctor Martin Wiseman, del Departamento de Sanidad, aconseja: “A cualquier edad es importante no estar ni muy gordo ni muy delgado. La mejor forma de conseguirlo es comiendo con sensatez y manteniéndose activo, pero al envejecer es preferible estar ‘llenito’ que estar flaco”.
¿Un accidente afortunado?
En enero de 1992, un contenedor con 29.000 juguetes de plástico —patos, tortugas, castores y ranas— cayó de la cubierta de un barco como consecuencia de una tormenta en el Pacífico norte. El accidente ha sido de gran ayuda para los científicos. A diferencia de los 61.000 zapatos deportivos que cayeron hace dos años, casi todos estos juguetes permanecieron flotando en el agua a merced del viento y las corrientes oceánicas. Este suceso ha permitido a los oceanógrafos, que estudian las mareas del norte del Pacífico, incluir el efecto del viento en sus estudios. Algunos juguetes empezaron a aparecer en las playas del sureste de Alaska unos diez meses después, y en los siguientes diez meses, otros cuatrocientos llegaron a diversos puntos de los 850 kilómetros de litoral del golfo de Alaska. Los pequeños juguetes, de unos 13 centímetros, procedentes de Hong Kong, tenían como destino Tacoma (Washington, E.U.A.). Se espera que con el tiempo algunos pasen el estrecho de Bering, crucen en témpanos el océano Ártico y terminen en el norte del Atlántico.
Victoria parcial sobre la polio
Se calcula que en lo que va de la historia, la poliomielitis, comúnmente conocida como polio, ha causado la muerte o invalidez a más de diez millones de personas. Se la ha visto representada en esculturas antiguas de Egipto, Grecia y Roma. Afecta principalmente a la población infantil y puede causar parálisis o muerte por asfixia. Según la Organización Panamericana de la Salud, una sección de la OMS, en la actualidad la polio ha sido erradicada del hemisferio occidental. El último caso que se informó fue el de un niño peruano en 1991, que sobrevivió con daños en una pierna. Sin embargo, a diferencia del de la viruela, erradicada en 1977, el virus de la polio aún se encuentra en algunas regiones, y podría ser reintroducido al continente americano por inmigrantes o viajeros. El último informe completo mostró menos de diez mil casos en un año. Los expertos de la salud dicen que en tanto no se erradique por completo, las vacunaciones deben continuar.
El dilema de los orangutanes de Taiwan
Las autoridades de Taiwan se enfrentan a un singular dilema: qué hacer con los orangutanes que se pusieron de moda como mascotas en un programa televisivo de 1986, donde se los presentó como “la compañía ideal”. La revista New Scientist informa que se introdujeron al país unos mil orangutanes jóvenes y se vendieron como mascotas. Ahora, estos animales, que están alcanzando la madurez sexual, están comportándose de forma agresiva e impredecible, y centenares de ellos han sido abandonados por sus dueños. Como animales solitarios que son, no enfrentan el problema de reintegrarse a un grupo, contrario a los chimpancés y los gorilas, de modo que los orangutanes domesticados pueden ser devueltos a su hábitat. El problema es que las mascotas han adquirido enfermedades del hombre, como la hepatitis B y la tuberculosis, y podrían representar una amenaza para la población de orangutanes, que de por sí está en peligro. A muchos habrá que sacrificarlos, lo que algunos consideran más bondadoso que encerrarlos por el resto de su vida en una lúgubre jaula.
Niños de la calle en Toronto
Según las autoridades, en la ciudad de Toronto deambulan regularmente más de diez mil niños de la calle. “La cantidad se ha disparado en el último decenio —comentó The Toronto Star—. La mayoría habla de dificultades familiares que van desde el ultraje hasta reglas impuestas por sus padres que ellos no quisieron seguir. Cuentan de un mundo de drogadicción, violencia, prostitución y horas interminables de aburrimiento.” Se calcula que el 54% de los niños de la calle de esta ciudad participa en prostitución. Una de cada cinco niñas quedará embarazada, el 80% consume drogas o bebidas alcohólicas, el 67% ha sido víctima de ultraje y el 43% ha intentado suicidarse. “Si alguien te dice que la vida de la calle es fascinante y emocionante, no lo creas —comentó un joven—. Es la muerte, es como estar muerto en vida.” El Star añade: “Algunos no encuentran cómo escapar de una vida de drogadicción, prostitución y delincuencia; otros, ya mayores y más prudentes, procuran adquirir educación y empleo”.
Salve ese diente
Si se le cae un diente a causa de un accidente, no lo tire, recomienda el boletín UC Berkeley Wellness Letter. “Una investigación revela que si se acude al dentista en el lapso de treinta minutos, existe un 50% de probabilidades de reimplantarlo con buenos resultados.” ¿Qué debe hacerse? Procure mantener la calma. Tome el diente por la corona y enjuáguelo suavemente con agua tibia, sin restregarlo. Haga una cita con su dentista y, a no ser que él indique otra cosa, coloque con cuidado el diente de nuevo en su alveolo. Muerda con firmeza un paño limpio, o un pañuelo durante cinco minutos para asentar el diente y continúe mordiendo con presión moderada hasta que vea al dentista. Si no puede colocar pronto el diente en su lugar, manténgalo en la saliva de la boca. En el caso de un pequeño, que pudiera tragárselo, coloque el diente en una bolsita de plástico o en una taza, con leche o agua y una pizca de sal. Aunque transcurra más tiempo, es mejor ir al dentista y dejar que él decida lo que debe hacerse. “El esfuerzo por salvar una pieza dentaria definitivamente vale la pena”, concluye el informe.