BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • g98 8/12 págs. 8-11
  • ¿Qué es Jesús hoy día?

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • ¿Qué es Jesús hoy día?
  • ¡Despertad! 1998
  • Subtítulos
  • Información relacionada
  • ¿Qué dice la Biblia?
  • Un rey compasivo
  • Jesús es hoy día un rey “hermoso”
  • “Recogerán tempestades”
  • La gente de bien aprende la verdad
  • Adelanta el cumplimiento del Propósito de Dios
    ¿De veras se interesa Dios por nosotros?
  • El Reino de Dios: el nuevo gobierno de la Tierra
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 2000
  • ¿Quién es Jesucristo?
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 2005
  • ‘El reino se ha acercado’
    “Venga tu reino”
Ver más
¡Despertad! 1998
g98 8/12 págs. 8-11

¿Qué es Jesús hoy día?

POR interesante que sea conocer la fisonomía que tuvo Jesús, importa mucho más determinar qué es en la actualidad, dónde está y qué cometido desempeña en los designios divinos para el hombre.

Los historiadores laicos no pueden aportar las respuestas, pues estas se hallan únicamente en el documento que ha dejado el Creador para beneficio de quienes buscan la verdad: la Santa Biblia o Sagradas Escrituras, la obra más difundida de todos los tiempos.

La Biblia no es un libro más, fruto del ingenio del hombre. Su verdadero autor fue Dios, aunque utilizó secretarios humanos: “Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa para enseñar, para censurar, para rectificar las cosas, para disciplinar en justicia, para que el hombre de Dios sea enteramente competente y esté completamente equipado para toda buena obra” (2 Timoteo 3:16, 17).

El apóstol Pablo reconoció lo que eran realmente las Escrituras, pues escribió: “Cuando ustedes recibieron la palabra de Dios, que oyeron de parte de nosotros, la aceptaron, no como palabra de hombres, sino, como lo que verdaderamente es, como palabra de Dios” (1 Tesalonicenses 2:13).

Dios es el Creador omnipotente del cosmos, con sus miles de millones de galaxias, que engloban miles de millones de estrellas cada una. ¡Qué poder tiene que poseer para haber creado toda esta inmensidad! Sin lugar a dudas, el Todopoderoso, que hizo nuestro imponente universo, podía suministrar una guía confiable para quien buscara la verdad.

¿Qué dice la Biblia?

La Palabra de Dios echa por tierra un sinfín de teorías y cábalas acerca de Jesús. Observemos algunos detalles que nos da sobre él:

• Fue la primera y única creación directa del Todopoderoso, quien lo formó en el cielo hace incontables siglos, antes que a los ángeles y el mundo físico. Se le llama por ello el “Hijo unigénito” de Dios. Toda otra creación se realizó mediante este Hijo, el “obrero maestro” del Altísimo, durante su existencia prehumana (Juan 3:16; 6:38; 8:58; Proverbios 8:30; Colosenses 1:16).

• Hace unos dos mil años, Dios transfirió la vida de Jesús a la matriz de una virgen judía para que naciera como hombre. Aun hoy, la inseminación artificial permite al ser humano obtener resultados semejantes en ciertos aspectos (Mateo 1:18; Juan 1:14).

• Fue mucho más que un hombre bueno. De adulto reflejó a la perfección la personalidad amorosa, compasiva y justa de su Padre celestial, Jehová (Juan 14:9, 10; Hebreos 1:3; 1 Juan 4:7-11, 20, 21).

• Como representante del Creador en la Tierra, se preocupó por las necesidades de los pobres y oprimidos, pero sin discriminar a los ricos. Con el respaldo del poderoso espíritu santo, realizó los milagros de curar a los enfermos y hasta resucitar a los muertos. Mediante tales portentos demostró a pequeña escala lo que haría en todo el mundo después de resucitar de entre los muertos, ascender al cielo y convertirse en el Rey del Reino celestial de Dios (Mateo 11:4-6; Lucas 7:11-17; Juan 11:5-45).

• Enseñó a sus seguidores a orar por dicho gobierno y a ponerlo en primer lugar en la vida. Cuando este se halle completamente establecido, “triturará y pondrá fin a todos estos reinos [de la actualidad], y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos”. Quedará entonces como el único gobierno de la Tierra: la única esperanza que tiene la humanidad afligida (Daniel 2:44; Mateo 6:9, 10).

• Fue fiel a su padre, Jehová. Por consiguiente, cuando lo mataron, era un hombre perfecto. Por voluntad propia, ofreció al Altísimo su vida perfecta como sacrificio redentor con objeto de recobrar lo que había perdido Adán al rebelarse contra el Creador. De este modo abrió el camino a la vida eterna para todo el que demostrara fe en él (Juan 3:16; Romanos 3:23, 24; 1 Juan 2:2).

• Como Rey celestial nombrado por Dios, cumplirá el designio divino de eliminar la maldad de la Tierra y elevar a la humanidad obediente a la perfección física y psíquica. La gente vivirá entonces en paz y felicidad en una Tierra paradisíaca, donde todos tendrán buenas viviendas y comida en abundancia. Habrán desaparecido para siempre la enfermedad, la tristeza y la muerte. Incluso los muertos resucitarán y tendrán la oportunidad de vivir eternamente en la Tierra (Génesis 1:26-28; 2:8; Salmo 37:10, 11, 29; Proverbios 2:21, 22; Isaías 25:6; 65:21-23; Lucas 23:43; Hechos 24:15; Revelación [Apocalipsis] 21:3, 4).

Así pues, la Biblia indica claramente que Jesús es la figura central en el propósito divino de instaurar un nuevo mundo justo en nuestra Tierra. En virtud del papel clave que desempeña, Cristo pudo decir con razón: “Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí” (Juan 14:6; 2 Pedro 3:13).

Un rey compasivo

Los humildes desean que Jesús los gobierne en el nuevo mundo, pues será un rey extraordinario, como se desprende de las curaciones prodigiosas que realizó cuando estuvo en la Tierra (Mateo 15:30, 31). Pero observemos con más detalle la clase de gobernante que será.

Analicemos primero la actuación de las autoridades de este mundo a lo largo de los siglos. La historia muestra que en muchos casos han sido crueles e implacables, y han embarcado a sus súbditos en multitud de guerras, atrocidades, inquisiciones y matanzas. Tan solo en el siglo XX han perecido en los conflictos bélicos más de cien millones de seres humanos.

Contrastemos la actitud y la actuación de los gobernantes de este mundo con el trato que dio Jesús a los pobres, los oprimidos, los indefensos: “Al ver las muchedumbres, se compadeció de ellas, porque estaban desolladas y desparramadas como ovejas sin pastor”. Por ello les dijo: “Vengan a mí, todos los que se afanan y están cargados, y yo los refrescaré. Tomen sobre sí mi yugo y aprendan de mí, porque soy de genio apacible y humilde de corazón, y hallarán refrigerio para sus almas. Porque mi yugo es suave y mi carga es ligera” (Mateo 9:36; 11:28-30).

A imitación de su Padre celestial, Cristo era sumamente compasivo con la gente. Era la personificación del amor, y enseñó a sus discípulos a demostrarse amor auténtico basado en principios y a no permitir que la raza, la nacionalidad, la posición económica, los antecedentes religiosos ni ningún otro factor enturbiara su unidad internacional (Juan 13:34, 35; Hechos 10:34, 35). Amaba tanto a los seres humanos que dio la vida por ellos (Efesios 5:25). Él es la clase de gobernante que este mundo necesita, y el que de hecho va a tener.

Jesús es hoy día un rey “hermoso”

La Palabra profética de Dios nos ayuda a entender que Cristo es ahora un poderoso Rey celestial. De él profetizó el salmista: “Eres realmente más hermoso que los hijos de los hombres. [...] Y en tu esplendor sigue adelante al éxito; cabalga en la causa de la verdad y la humildad y la justicia [...]. Has amado la justicia y odias la iniquidad. Por eso Dios, tu Dios, te ha ungido con el aceite de alborozo” (Salmo 45:2, 4, 7).

Como Rey celestial ungido por Jehová, tiene la comisión de actuar en muestra de que ama la justicia y odia la maldad. De ahí que la Biblia lo describa como vencedor inmortal, el “Rey de reyes” que ejecutará dentro de poco a todos los enemigos del Altísimo. Además, volverá a instaurar condiciones paradisíacas en la Tierra y elevará a la humanidad redimible a la perfección (Revelación 19:11-16).

Su nuevo cometido no será el de ‘Mesías doliente’, escarnecido, golpeado y asesinado por sus enemigos, sino el de un “Dios Poderoso”, el gobernante de la Tierra (Isaías 9:6). Estas no son buenas noticias para la mayoría de los dignatarios de este mundo, pues sus reinos serán aniquilados en breve, como vaticina Daniel 2:44. Valiéndose de Cristo como ejecutor, el Todopoderoso “hará pedazos a reyes en el día de su cólera. Ejecutará juicio entre las naciones” (Salmo 110:5, 6).

Isaías predijo que esta actuación “espantará a muchas naciones. Ante él reyes cerrarán la boca”. ¿Por qué? “Porque realmente verán lo que no se les había relatado [al no habérselo enseñado los religiosos en quienes confiaban], y tendrán que dirigir su consideración a lo que no habían oído.” (Isaías 52:15.)

“Recogerán tempestades”

Isaías predijo con estas palabras el incumplimiento del deber por parte de los guías religiosos. Por ejemplo, no enseñan la verdad bíblica a su grey, sino doctrinas antibíblicas que proceden del paganismo, como el suplicio eterno en el fuego infernal, una trinidad de tres divinas personas en un solo Dios y la inmortalidad del alma. Y los clérigos han respaldado todas las guerras de sus naciones, aunque hayan implicado matar a sus propios correligionarios, en flagrante violación de los mandamientos divinos (1 Juan 2:3, 4; 3:10-12; 4:8, 20, 21).

Además, el clero regala la vista de sus feligreses con artificios que a los ojos del Altísimo son inútiles, tales como imágenes religiosas, hábitos clericales, costosas catedrales y pinturas adornadas con conceptos paganos, como el halo del dios sol. Todo ello, a pesar de lo que el Todopoderoso manda a sus siervos: “Apártense, apártense, sálganse de allí, no toquen nada inmundo [...], ustedes los que llevan los utensilios de Jehová” (Isaías 52:11; 2 Corintios 6:14-18).

Quienes dicen representar al Creador, pero infringen sus mandamientos y enseñan al prójimo a hacer otro tanto, recogerán lo que siembran. Recibirán sentencia condenatoria y tendrán que pagar el precio cuando este sistema de cosas sea destruido. Como dijo el profeta Oseas, “siembran vientos, y recogerán tempestades” (Oseas 8:7, Nácar-Colunga, 1947; véase Revelación 17:1-3, 15, 16).

La gente de bien aprende la verdad

La imagen deforme de Dios y de Cristo que difunde el clero no impedirá que la gente de bien aprenda la verdad acerca de Jesús. No lo impidió en el siglo I, pues como indica Paul Barnett en el libro The Two Faces of Jesus (Los dos rostros de Jesús), “Cristo no es un paracaidista que, sin más, haya caído desde el cielo en la historia, sin anunciarse”. En efecto, las profecías bíblicas ‘anunciaron’ con exactitud al Mesías, proporcionando a sus discípulos leales la confirmación de su venida. En la actualidad hay muchas más pruebas, que anuncian que Dios ha facultado a Jesús para que gobierne en los cielos como el glorioso “Rey de reyes” (Mateo 24:3-13; 2 Timoteo 3:1-5, 13).

En efecto, “estas buenas nuevas del reino [de Dios con Cristo como gobernante] se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:14). Realizan esta labor los testigos de Jehová, quienes ya son más de cinco millones en todo el mundo. De modo que todo el que desee conocer al auténtico Jesús tiene sin duda el medio de hacerlo (Juan 10:14; 1 Juan 5:20). Es fundamental conocerlo y obedecerle para sobrevivir a “la gran tribulación” que pronto azotará nuestro planeta (Revelación 7:9-14; Juan 17:3; 2 Tesalonicenses 1:6-10).

Los testigos de Jehová se complacerán en ayudarle a examinar el atractivo retrato del Hijo de Dios que aparece en la Biblia.

[Ilustración de la página 9]

El rey Jesucristo eliminará la maldad

[Ilustración de la página 10]

Bajo el amoroso reinado de Cristo, la Tierra será un paraíso

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • Español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir