Por lo menos tan malos como Hitler
● El Guardián de Mánchester, Inglaterra, tenía la siguiente interesante carta en su número del 29 de agosto de 1952: “Señor.—Su número del 13 de agosto da noticia de ochocientos testigos de Jehová en campos de concentración en la zona soviética. Esto no me sorprende, ya que hace poco llegué a conocer a una persona cuyo hogar estaba en el lado soviético de Berlín. Ella tiene una hermana allí quien está casada con un testigo de Jehová. La hermana escribió que su esposo, hace corto tiempo, asistió a una reunión de estudio bíblico en un hogar. No volvió. Catorce días después las autoridades le informaron que él estaba cumpliendo una pena de nueve años en Siberia. ¡Se le permite escribir quince líneas al mes! Una fotografía de uno de sus dos hijos fué devuelta—no se le permitía verla. Esta información debiera interesar a sus lectores, estén ellos de acuerdo o no con los testigos de Jehová.—Suyo, H. Barlow.”