La actividad ministerial de los testigos de Jehová
Informe tomado del “Yearbook” para 1955 (en inglés)
ECUADOR
Muchos ataques cobardes se han hecho contra los testigos de Jehová en Ecuador por grupos con entrenamiento católico. Aunque algunas personas tratan de desbaratar la obra, se reciben informes que muestran que otras personas se ponen definitivamente de parte del pueblo de Jehová y vienen en su auxilio. Un ejemplo de esto fué un profesor de universidad que vino al apoyo de una hermana que trabajaba en las calles después que un sacerdote había organizado una chusma en contra de ella. Es interesante notar, también, que después que la policía se llevó al sacerdote la hermana colocó todas sus revistas. Los ecuatorianos favorecen la libertad, y un grupo de estudiantes universitarios, al ver que se le permitía a la hermana seguir predicando, gritó: “Viva la libertad de cultos.” Se ha disfrutado de muchas otras experiencias semejantes a ésa en Ecuador y el siervo de sucursal nos narra algunas de ellas.
“Al principio del año de servicio fijamos una cuota que tenía como objetivo el aumentar al doble el número de nuevas suscripciones que habíamos conseguido durante el año anterior. Muchas de estas suscripciones las consiguieron dos hermanos que son dueños de una pequeña tienda de herramientas y ferretería. Ellos no permiten que el temor de perder negocio les haga dejar de hablar acerca de la gloriosa sociedad del Nuevo Mundo. Hay literatura teocrática continuamente a la vista en la tienda, y si sale un cliente sin que oiga un testimonio es porque estaba muy apresurado. Como resultado de la buena obra que estos hermanos hicieron mientras vendían clavos, bisagras y tiradores de puerta se consiguieron más de ochenta suscripciones allí mismo en su tienda y muchas de éstas ya se han renovado varios meses antes de la fecha de vencimiento. Y, por supuesto, los hermanos tienen más negocio que nunca.
“Otro hermano que habla mientras marcha es uno cuyo trabajo le lleva dentro de la ‘maleza’ más o menos 300 días del año. A caballo y a pie él llega a los hogares de un sinnúmero de campesinos a quienes los otros publicadores nunca podrían encontrar. Cuando empezó a publicar él llevaba solamente sus propios libros y conducía reuniones familiares por la tarde, cuando leía y explicaba la verdad, pero ahora lleva consigo un surtido considerable de literatura cada vez que vuelve a la ciudad y no tiene ninguna dificultad en colocarla. Sus colocaciones para cualquier mes sobrepasan a las de la mayoría de los publicadores de las ciudades para el año entero.
“Se hizo trabajo excelente este año en varios pueblos pequeños en territorio no asignado. Esto se hace mayormente por particulares, porque hace falta hacer mucho más trabajo en las ciudades, lo que no permite que las congregaciones salgan de éstas muy a menudo. Tres de los misioneros pasaron parte de sus vacaciones visitando unos pueblitos, y encontraron más interés que el que tenían tiempo para cuidar. En menos de 50 horas de trabajo colocaron 240 libros, 480 folletos y distribuyeron más de 3,000 tratados. Considerando el tiempo que les tomó el viaje no les quedaron muchos días de vacaciones en que descansar, pero vieron un poco del mundo que no habían visto antes y ayudaron a muchos otros a ver un poco de un nuevo mundo que ellos nunca habían visto antes.
“Una cosa que merece mención es la manera en que los hermanos aprenden a cuidar materialmente de los intereses del Reino. Cada congregación necesita un lugar donde reunirse para la adoración de Jehová, y es menester que pueda mantener ese lugar sin la ayuda de hermanos que pertenecen a otras congregaciones. La más grande congregación del país tenía un excelente Salón del Reino, pero las contribuciones no eran suficientes para pagar el arriendo. De modo que se decidió clausurar el salón cuando caducara el contrato en abril y celebrar las reuniones en grupos pequeños en los hogares de los hermanos. A medida que pasaban los meses los publicadores anhelaban más y más la asociación con todos sus hermanos, sentían penosamente la restricción de no poder cantar en las reuniones y quedarse más tiempo para conversar unos con otros. Por lo tanto cada familia consideró el asunto para ver lo que podía hacerse para proveer las cosas materiales necesarias para cuidar de una gran necesidad espiritual. El resultado es que han terminado este año de servicio arrendando un nuevo Salón del Reino, donde pagarán $40 mensuales de alquiler.”
EL SALVADOR
Los testigos de Jehová que viven en este pequeño país son muy celosos en alabar el nombre de Jehová. Su informe muestra que han logrado un buen aumento en la distribución de las revistas La Atalaya y ¡Despertad! Ellos conocen el valor de estas revistas y quieren darles aun más amplia distribución en 1955. La nueva película ha despertado interés considerable en el país y se hace una gran obra mediante ella. Con un nuevo número máximo nunca antes alcanzado de 323 ministros de las buenas nuevas los publicadores están felices y miran adelante al nuevo año de servicio y sus bendiciones. El siervo de sucursal nos cuenta unas experiencias interesantes.
“El año de servicio de 1954 comenzó con lluvias. Había llovido por tres semanas, día y noche, justamente antes que saliera del avión el hermano Franz el octubre pasado trayendo consigo tiempo cálido, seco y de sol. Era la ocasión de una asamblea nacional en San Salvador, y los hermanos se emocionaron al oír las conferencias que el hermano Franz había pronunciado en el estadio Yanqui, las cuales él les dirigió libre e incansablemente, en español flúido y enérgico. Además, él pudo dirigir la palabra a una concurrencia pública de 1,225. También fué transmitida por una estación radiodifusora local.
“El hermano Knorr autorizó el nombramiento de precursores especiales salvadoreños, y este año estos hermanos efectuaron un buen aumento y contribuyeron mucho al crecimiento de la organización a la madurez. Uno de los hermanos asignados a esta obra principia su día de trabajo a las 6:30 ó 7:00 cada mañana, y por lo tanto puede rendir un informe de hasta 200 horas cada mes. Este hermano se desanimó algo durante los primeros meses de su asignación como precursor especial. El pequeño pueblo donde él trabajaba estaba determinado a que él se fuera. No le molestaron los católicos, más bien fueron los elementos pentecostales radicales los que se opusieron abiertamente a él y a su obra bíblica gratuita. Agrupados en sus templos bulliciosos, algunos llamados ‘Iglesia de Dios’ y otros ‘Iglesia de Cristo,’ escucharon a sus pastores bramar en contra de los testigos de Jehová; y estos arribeños pentecostales sencillos quisieron mostrar después lo que habían aprendido en la ‘iglesia’ al prometer dispararle a nuestro hermano si él no se salía del pueblo. Pero él se apegó a su trabajo, y su perseverancia y constancia dieron resultados. Mediante el uso de tino al testificar a la gente sobre el tema del Reino y por medio de contestar con benevolencia a palabras bruscas y amenazas, él ahora puede anunciar que nueve ministros aislados trabajan con él. La gente ha aprendido a respetarle a él y a su obra. Ya no se le amenaza, sino en lugar de eso aun sus opositores anteriores le saludan agradablemente. Este precursor mismo una vez era predicador pentecostal.
“Otro precursor especial ha hecho buen trabajo en un sector costanero que incluye uno de los puertos más ocupados de El Salvador. Cuando este hermano primeramente comenzó a leer la Biblia y decidió dejar de ser católico, del todo entusiasmado, viajó una gran distancia para decirle a su madre acerca de su cambio. Para que no le resultara como un golpe a esta dama muy católica, él le dió la noticia de una manera que él consideraba ser de mucho tacto: ‘Mamá, imagínate: ya no voy a despilfarrar mi dinero en mujeres de moral relajada, he dejado de tomar, y ya no voy a jaranear más; ya no habrá más echar maldiciones ni maneras toscas para mí, ni voy a . . .’ Con eso la mujer atónita le cortó la palabra con un grito de horror y gimió: ‘¡Que la virgen nos ayude! ¡Hijo mío, te has arruinado; has dejado la santa madre iglesia!’
“Por supuesto, sobresaliente durante el año fué la exhibición, en toda la república, de la emocionante película ‘La Sociedad del Nuevo Mundo en Acción.’ Esta fué de beneficio ilimitado para los hermanos, cuya vaga concepción mental del tremendo alcance de la sociedad del Nuevo Mundo fué mejorada mil veces. En la ciudad porteña de Acajutla una persona bondadosa de buena voluntad ofreció su teatro con su proyector y todas las facilidades gratis para que le mostráramos a su pueblo ‘La Sociedad del Nuevo Mundo en Acción.’ Durante una hora entera antes de la proyección nos dejó usar su equipo sonoro para hacer anuncios e invitar al público de todo el sector ribereño a que viniera para ver esta maravillosa película bíblica. Inútil es decirlo, el lugar estuvo repleto; 400 personas de buena conducta y apreciativas vieron la película. Después una familia modestamente nos dió las gracias y dijo: ‘Vivimos a más o menos dos kilómetros camino abajo. Nos gustó mucho la película, y no tenemos inconveniente alguno en hacernos testigos de Jehová; de modo que ¿nos harán el favor de ir a visitarnos?’”
GUATEMALA
Aunque hubo gran disturbio en este país durante el último año, debido a discordia política interna, estas dificultades no retardaron a los testigos de Jehová, pues ellos alcanzaron nuevos máximos en cuanto al número de las personas asociadas con la organización y se dió mayor testimonio que en cualquier tiempo antes. Su asamblea de circuito fué retardada por algún tiempo debido a las dificultades, pero cuando finalmente se celebró hubo 751 concurrentes a la conferencia “El amor de Dios al rescate en la crisis del hombre.” Interés excepcional se manifiesta en muchas partes del territorio y el siervo de sucursal nos relata unas excelentes experiencias.
“Un precursor especial que estaba dando el testimonio en un tren halló a una señora que parecía tener interés, aunque no tomó ninguna literatura. Apuntó su dirección para quizás hacer una revisita a esta persona. Unos meses más tarde fué asignado al pueblo donde vivía esta señora. Al visitarla, vió que parecía tener interés, aunque no era posible empezar un estudio con ella porque no sólo estaba casada con un ministro presbiteriano sino que ella era una creyente firme en la iglesia pentecostal de la localidad. A pesar de estos obstáculos, siguió visitándola el precursor, dándole buen consuelo bíblico, porque sus asuntos personales no estaban en condición conducente a tranquilidad de ánimo. La invitó a las reuniones locales, pero después de muchísimas invitaciones logró hacer que asistiera solamente dos veces.
“Esto quizás hubiera servido para descorazonar a la mayoría de la gente, pero por fin después de cinco meses de revisitas casuales la señora comenzó a hablar de la división terrible que existía en su iglesia, división peor todavía que las terribles diferencias políticas que ayudaron a producir la reciente guerra civil en Guatemala. Ella quería las respuestas a unas preguntas que tenía en su mente; de modo que pronto se hicieron arreglos para celebrar un estudio. La primera semana cuatro personas estuvieron presentes, la próxima semana siete, la siguiente ocho. Después de dos semanas ella insistió en tener la reunión de la congregación en su hogar, el cual era más grande que el Salón del Reino. Al final de tres semanas ella iba de casa en casa en la obra en grupo, y al final de cinco semanas ella eficazmente silenciaba a los fanáticos religiosos que deploraban cómo ‘ella había abandonado la iglesia de ella y de ellos.’ Sus amistades empezaron a felicitarle por haberse hecho testigo de Jehová, porque ella ciertamente merecía tal ‘religión limpia.’ Estaba tan feliz que después de dos meses pidió al precursor que le enseñase a leer, y en menos de treinta días podía leer un poco y hacía comentarios en el estudio semanal de La Atalaya. Ahora ha expresado su deseo de ser bautizada tan pronto como sea posible.
“En un pueblito una persona de buena voluntad, después de estudiar, vió la importancia de arreglar correctamente sus asuntos domésticos. Es costumbre general vivir en matrimonio consensual sin molestarse jamás en legalizarlo; así que cuando esta persona se casó, fué tema de mucha discusión y toda persona del pueblo estuvo presente en la ceremonia. Poco después de eso, este publicador nuevo quiso ser bautizado, pero no podía ser sumergido durante el día por causa de su trabajo. De modo que una noche, más o menos a las 10, con casi todo el pueblo presente una vez más, un misionero lo bautizó mientras la gente en la ribera enfocaba linternas sobre el agua.
“Dándose cuenta de lo importante que es aumentar la distribución de las revistas La Atalaya y ¡Despertad!, un grupo de cinco hermanos empezó a visitar las estaciones de autobuses y ferrocarriles de la capital, Ciudad de Guatemala. En los viajes largos muchos pasajeros no tenían otra cosa que hacer que sencillamente mirar desde las ventanillas. Poco después de empezar estas visitas los hermanos alcanzaron el promedio impresionante de 80 revistas cada uno por semana. Como visitantes regulares a bordo de los trenes y autobuses, ellos ayudaron a muchas personas a redimir tiempo que de otro modo se hubiera malgastado, y además esparcieron el mensaje del Reino a muchos rincones remotos del país.
“La guerra civil en Guatemala causó mucho pesar y tumulto. Aun cuando las cosas están arregladas hasta cierto grado, todavía hay mucha inquietud. En Zacapa, donde se peleó la batalla decisiva, la congregación aumentó desde 13 publicadores hasta 24 en solamente dos meses después de la llegada de dos misioneros nuevos. Los misioneros informan más interés que nunca, tanto que fué necesario asignar a otro precursor para ayudarles a cuidarlo.”
HONDURAS
El año de servicio de 1954 fué el más grande hasta la fecha para los siervos de Jehová en Honduras. Alcanzaron su aumento del 10 por ciento sobre el promedio de publicadores del año pasado y también un aumento de 20 por ciento en el número máximo; de manera que ellos se regocijan de las perspectivas maravillosas que les presenta el año de servicio de 1955. Como sucede en otros países, ellos también tienen el problema de cómo penetrar al interior de su territorio aislado, pero ellos contribuyeron a la solución de este problema por medio de añadir otro siervo de circuito y dividir el circuito en dos circuitos más pequeños y entonces estar seguros de que se atendiera a toda persona aislada. Lo siguiente es lo que el siervo de sucursal dice acerca del asunto, y además nos cuenta unas experiencias.
“Durante años pasados casi toda la actividad se ha llevado a cabo en siete u ocho de las ciudades más grandes. Pero la pregunta era: ¿Cómo sería posible alcanzar a la gente en estas docenas y docenas de pueblos donde ningún testimonio se había dado? Sólo había un siervo de circuito en el país y se le mantenía ocupado con las quince congregaciones y visitando a publicadores aislados, todo esto principalmente en la costa septentrional del país.
“Justamente al debido tiempo un hermano cubano, graduado de Galaad, fué asignado a Honduras. Es un hermano joven y sano que había tenido años de experiencia trabajando con gente latina. Se le asignó inmediatamente como siervo de circuito.
“Este siervo de circuito ahora visita pueblos donde nunca se ha dado un testimonio. Como resultado él coloca una gran cantidad de literatura y da muchas conferencias cada semana.
“Para mostrar el efecto que tiene este trabajo, se hace este informe acerca de un pequeño pueblo: ‘Un buen grupo de veinticinco o treinta personas se reúne regularmente aquí en este pueblo. Como resultado de su estudio y deseo de servir a Jehová y ser parte de su organización limpia, seis parejas decidieron que bastaba el tiempo que habían estado viviendo fuera de armonía con las normas justas de Dios.
“‘Hicieron planes inmediatamente para casarse legalmente. Presentaron los documentos necesarios y las seis parejas fueron casadas en el mismo día. Ellos habían estado siguiendo la costumbre del país y nunca se habían molestado en casarse, pero ahora, después de llegar a un entendimiento de los propósitos de Jehová, se daban cuenta de que tenían que elevarse a la altura de sus justos requisitos. Unos pocos días después estas doce personas simbolizaron su dedicación al Todopoderoso Dios mediante el ser bautizadas.’
“El evento sobresaliente del año fué la proyección de la película de la Sociedad ‘La Sociedad del Nuevo Mundo en Acción.’ Cuando se estaban haciendo los planes para mostrar la película a las congregaciones reunidas, pensamos que si 1,500 personas la veían sería maravilloso, puesto que nuestra concurrencia total en el Memorial fué de 1,325.
“Se notificó a las congregaciones acerca de las fechas para la proyección de la película en sus pueblos y se hicieron arreglos para celebrar pequeñas asambleas. Después de mostrar la película nueve diferentes veces en cinco pueblos, tanto a auditorios de habla inglesa como de habla hispana, ¿cuántas personas hubo finalmente en asistencia? Un número total de 3,790 personas había visto la película.
“‘¿Caminaría usted doce horas a través de la selva para ver la película “La Sociedad del Nuevo Mundo en Acción”? Si no, debiera sentirse usted avergonzado, no tiene el aprecio que debiera tener,’ escribe otro siervo de congregación. Sigue él: ‘Por casualidad un hombre de buena voluntad vino al hogar misionero y fué invitado a asistir a la proyección de la película. Se deleitó, pero no parecía estar muy dispuesto a quedarse puesto que él vivía lejos en las montañas sobre senderos peñascosos. Cuando se le siguió invitando con insistencia, él reveló que tenía un hijo en casa que también era una persona de buena voluntad y que debiera ver la película. No sería correcto que él viera esta película solo. De modo que tenía que ir a buscarlo inmediatamente. Llegaron ocho horas más tarde, media hora atrasados. Pero su gozo al ver esta película excelente más que compensó la incomodidad física, pues ellos tuvieron que volver a su casa en una lluvia torrencial, pero con corazones enternecidos por la unidad de la organización teocrática. Sin duda su pequeño pueblo de 17 familias todavía oye acerca de ello.’”