La actividad ministerial de los testigos de Jehová
Informe tomado del “Yearbook” para 1956 (en inglés)
PANAMÁ
Número máximo de ministros predicando
1945: 105
1955: 1,025
Población: 846,000
El año pasado fué uno de los años más prósperos de que ha disfrutado la sociedad del Nuevo Mundo en Panamá y en la Zona del Canal, y sus miembros están contentísimos con los privilegios de servicio que tienen durante estos últimos días de la organización del Diablo. Se regocijan al predicar las buenas nuevas del Reino. Aunque el canal de Panamá sería un punto estratégico en que pudiese estallar una guerra atómica para estropear el tráfico y movimiento mundial, de todos modos los testigos de Jehová no temen las malas noticias. Ellos tienen una obra que hacer y gente a que hablar y la gente a que ellos hablan vive en Panamá. De manera que ellos se regocijan y miran adelante al gran día en que la justicia llene la tierra. El siervo de sucursal nos relató varias experiencias interesantes y las presentamos a continuación.
“Temprano en el año de servicio se les dió a los publicadores grandes esperanzas de que continuaría el aumento cuando se les dejó saber que el hermano Knorr venía de visita en diciembre y que durante su visita se celebrarían asambleas en inglés y en castellano. Con entusiasmo siempre creciente se hicieron los preparativos para las más grandes asambleas hasta esa fecha. Publicadores nuevos que nunca habían asistido a tales fiestas espirituales y publicadores maduros que recordaban visitas anteriores del presidente de la Sociedad las esperaban con entusiasmo.
“El anuncio que hizo la Sociedad de que durante el mes de abril se había de dejar con toda persona un nuevo folleto sorprendió a muchos, por la posibilidad que esto ofrecía de que muchas personas con quienes se conducían estudios pudieran tomar parte en el ministerio. Los siervos de cada congregación hicieron arreglos para acción y en cada reunión de servicio se presentó más información, con demostraciones que mostraban cómo ayudar a los recién interesados y a los irregulares a participar en la distribución del mensaje.
“La obra de los siervos de circuito ha logrado mucho en cuanto a encontrar y edificar el interés en lugares donde no hay congregaciones. Mientras viajaba de una congregación a otra en el interior, un siervo de circuito encontró a una familia que mostró interés, y escribió: ‘Ya que no tenían dinero, aceptamos un pollo en cambio por tres libros. El padre del joven casado siguió insistiendo en que eran católicos y que no debían aceptar ninguna literatura fuera de la de ellos, pero debido a la determinación del hombre más joven se quedaron con ella. Seis meses más tarde hallamos que el padre era una persona cambiada. El hijo había leído los tres libros y fué asombroso notar cuánto conocimiento había conseguido sin ninguna otra ayuda. El padre hizo que su esposa nos preparara café y prestó muy profunda atención mientras comenzamos un estudio y los familiarizamos con la manera de usar la Biblia. Estaban convencidos ya de que ésta es la verdad y habían estado contando a sus vecinos que el nombre de Dios es Jehová, explicando al mismo tiempo que esta religión no era de la llamada secta cuadrada, sino que esto era la verdad. El joven quiere una Biblia y quiso saber lo que él debía hacer para “continuar con esta Sociedad.” Con ansia esperamos nuestra próxima oportunidad de visitar esa sección y ayudarlos más.’
“La obra en la Zona del Canal presenta problemas especiales, pero no está un ápice detrás del resto del país en cuanto a progreso teocrático, como escribe un misionero que está allí: ‘Incluídas en nuestra asignación están varias guarniciones militares, y aunque no hemos podido hacer la obra de casa en casa en ellas, sin embargo la verdad está llegando a los oídos sinceros. La esposa de un oficial de una de estas guarniciones, la cual está dedicada, por medio de su excelente ejemplo de predicación, de enseñar a sus hijos y de asistir a todas las reuniones de la congregación, ejercía una buena influencia en su marido. Él comenzó a asistir a las reuniones, empezó a hablar entre sus asociados, colocó literatura con algunos y los invitó a las reuniones de los testigos de Jehová. Un joven respondió de todo corazón, pero pensó que a su esposa no le gustaría asistir porque era muy católica. No obstante, el 3 de abril ella escuchó la conferencia pública, le gustó y consintió en tener un estudio bíblico en su hogar. Ha sido extraordinario el progreso de esta pareja joven, y la Biblia, hasta tan recientemente un libro cerrado, especialmente para la esposa, ha llegado a ser la guía de ellos. Los dos comenzaron a tomar parte en el servicio de predicación en el campo ese mismo mes de abril y desde entonces han participado en él regularmente.’”
PARAGUAY
Número máximo de ministros predicando
1945: 21
1955: 205
Población: 1,565,000
Todavía hay mucho trabajo que hacer en este país, y aunque ha habido publicadores dando el testimonio allí por muchísimos años, no hallamos ningún aumento o cosecha sobresaliente de las otras ovejas. Pero siempre hay personas interesadas y hay que hablarles y los misioneros junto con los publicadores de congregación y precursores lo han estado haciendo muy bien durante el último año. Sin duda hay muchas más personas de buena voluntad que reunir, porque hay centenares de pueblos pequeños a través del país en los cuales no ha estado ningún publicador. Si pudiéramos llegar a ellos, los hermanos están seguros de que habría mayor aumento. El siervo de sucursal relata algunas de las experiencias que han tenido.
“Temprano en el año de servicio celebramos nuestra asamblea de distrito. Después de meses de buscar un sitio y de hacer solicitudes conseguimos por fin un salón ajeno, el cual es el primero que hemos podido usar en varios años debido a la presión católica que se ha empleado para influir en los dueños de salones y la policía. Durante la asamblea se dió énfasis a la importancia del programa de entrenamiento y de la actividad de revisitas y estudios bíblicos, y también a lo necesario que es aumentar la distribución de las revistas La Atalaya y ¡Despertad! Muchas de las congregaciones trabajaron con ahinco en estos puntos durante el año de servicio y han manifestado buen progreso. Un misionero se impuso la meta de colocar por lo menos unas cuantas revistas cada día. Haciendo eso, colocó más de 500 revistas en un mes y durante el año entero de servicio colocó más de 2,500. Otros hermanos han descubierto que si usan sabiamente su tiempo al viajar pueden colocar muchas revistas. Durante un viaje en tren un hermano y una hermana colocaron más de veinte revistas. Cuando se aplican los consejos que nos da la organización teocrática de Jehová siempre se consiguen resultados.
“La película ‘La Sociedad del Nuevo Mundo en Acción’ se usó extensamente durante la primera parte del año de servicio con excelente éxito. En un período de sólo dos semanas más de 1,700 personas vieron la película en los distritos rurales. Por falta de electricidad fué necesario llevar un dínamo con nosotros para producir nuestra propia corriente. A veces fué difícil la transportación; muchas veces tuvimos que viajar largas horas en galeras arrastradas por caballos o en carros tirados por bueyes. En una colonia de habla alemana donde hay una familia de buena voluntad se nos concedió gratis el salón local para la proyección de la película. Entonces se presentó el problema de cómo avisar a toda la gente acerca de la película. La persona de buena voluntad tenía la respuesta. Llevó algunas hojas sueltas a la escuela y le dió una a cada niño para que la llevara a casa. Con esto y sólo medio día de publicidad por un misionero 227 personas estuvieron presentes.
“Muchas veces después de las lluvias fuertes se clausuran los caminos para todo tráfico aquí en el Paraguay. Esto ocurrió justamente antes de una asamblea de circuito; de manera que cuando llegó el viernes, había solamente ocho o nueve hermanos presentes. Se decidió cambiar el programa al sábado, cuando se esperaba que llegaran más hermanos por tren. Pero cuando se acercó la hora para que empezara el programa de la noche comenzó a llenarse el salón de la asamblea, no de hermanos, sino de desconocidos de buena voluntad del pueblo local. Estos escucharon muy atentamente mientras se les presentó una conferencia en que se explicaba la obra de los testigos de Jehová y la esperanza que se ha puesto ante todos los que aman la justicia. Se colocó literatura con muchos de ellos después de la conferencia y varios volvieron para las demás sesiones de la asamblea.
“Se decidió que el salón sería demasiado pequeño para la proyección de la película la noche siguiente, de modo que se preparó un lugar al aire libre, adonde acudieron 350 personas. Esto fué demasiado para el sacerdote local. Él intentó disolver la reunión haciendo que algunos truhanes del pueblo tiraran piedras al auditorio. Se llamó a la policía y ésta pronto estuvo presente para dar la protección necesaria. La acción del sacerdote efectuó una gran división en el pueblo, y muchas personas se dirigieron a nosotros para pedir disculpas por las malas acciones de él.”