Dirígese una petición a los líderes comunistas
“PONDRÉ enemistad entre ti y la mujer y entre tu simiente y la simiente de ella.” Fué de esta manera que habló Jehová Dios a la Serpiente en el jardín de Edén. A través de los siglos y hasta el mismo día actual esa enemistad ha continuado. Hoy día esa enemistad se da a ver especialmente en el odio que los gobernantes comunistas les tienen a los testigos de Jehová.—Gén. 3:15, NM.
En realidad, esta enemistad ha sido tan enconada que por muchos años no se sabía lo que les había acaecido a los testigos de Jehová en Rusia y Siberia. Pero en años recientes ha habido una continua acumulación de evidencia de que hay miles de testigos en esos lugares, así como también en otros países detrás de la Cortina de Hierro.
Poca atención, si acaso alguna, se dirigió a estos testigos hasta 1949. En julio de ese año los testigos de Jehová celebraron una asamblea de distrito en el Anfiteatro en la Selva, de Berlín, Alemania. En ese tiempo las más o menos 18,000 personas reunidas allí adoptaron una protesta contra la opresión que ejercían los comunistas contra los testigos de la Alemania Oriental. El año siguiente, en la asamblea internacional de los testigos de Jehová en el estadio Yanqui, unos 85,000 delegados a la asamblea adoptaron una resolución. Esta incluía una protesta “contra la persecución de los testigos de Jehová por las potestades comunistas y otras potestades gubernamentales.”
Desde entonces mucha información se ha estado escurriendo respecto a las actividades y sufrimientos de los testigos detrás de la Cortina de Hierro, pues hay miles de ellos allí. Esto se ha publicado tanto en la prensa seglar como en las revistas de la Sociedad Watch Tówer.
Los testigos que viven detrás de la Cortina de Hierro han tenido grandes deseos de comunicarse con sus hermanos de afuera. Han hecho peticiones a sus gobernantes, pero no han conseguido alivio alguno. Por eso han expresado el deseo de que los testigos de otros países dirigieran una petición al gobierno ruso a favor de ellos. En vista de los datos que siguen acumulándose respecto a la persecución de estos testigos pareció apropiado dirigir una petición a las autoridades principales del gobierno ruso.
Por consiguiente, desde el verano de 1956 hasta febrero de 1957 se adoptó tal petición en las 199 asambleas de distrito que los testigos de Jehová celebraron en todas partes del mundo. En estas sesiones un total de 462,936 personas votó entusiásticamente a favor de estas peticiones. La primera petición que se envió a Moscú fué la que se adoptó en Finlandia, sitio de la primera de las 199 asambleas de distrito, y ésta se reproduce aquí (traducida al español).
LA PETICIÓN QUE SE ADOPTÓ
Al Primer Ministro Nikolai A. Bulganin
Presidente del Consejo de Ministros de la Unión Soviética
Moscú, U.R.S.S.
Señor:
Nosotros, 1,136 delegados reunidos de muchas congregaciones de testigos de Jehová en una Asamblea de Distrito en Kemi, Laponia, Finlandia, este día, 30 de junio de 1956, por la presente resolvemos, mediante la siguiente declaración, llamar su atención a nuestros compañeros cristianos de los cuales hay, como usted sabe, muchos miles en su vasto país.
En el transcurso de los dos años pasados han salido noticias de Rusia por medio de prominentes despachos de noticias y por personas repatriadas, según las cuales (1) hay o ha habido unos 2,000 testigos de Jehová en el campo penal de Vorkuta; (2) a principios de abril del año 1951 unos 7,000 testigos de Jehová fueron arrestados desde los Estados del Báltico hasta la Besarabia y luego fueron transportados en trenes de carga a la región distante entre Tomsk e Irkutsk y cerca del lago Baykal en Siberia; (3) hay testigos de Jehová detenidos en más de cincuenta campos desde la Rusia europea hasta Siberia y hacia el norte hasta el océano Ártico, aun en la isla ártica de Novaya Zemlya; y (4) una buena cantidad de éstos, especialmente de los 7,000 mencionados antes, murió de alimentación deficiente durante los primeros dos años de su permanencia en Siberia.
PETICIÓN
El examinar de manera objetiva a los testigos de Jehová revelará que nunca han merecido el ser encarcelados, deportados y enviados a campos penales, y ahora consideramos sumamente oportuno dirigir una PETICIÓN a su Gobierno y pedir que estos cristianos sinceros, que se distinguen por su ardiente amor a la justicia, verdad y paz, (a) sean puestos en libertad, y (b) sean autorizados a organizarse en congregaciones cristianas, también en circuitos y distritos que abarquen todas esas congregaciones a través del país, con ministros y siervos responsables, de acuerdo con el mismo modelo que es seguido en todos los demás países; (c) sean autorizados para establecer relaciones regulares con el cuerpo gobernante cristiano de los testigos de Jehová en Brooklyn, Nueva York, Estados Unidos de América del Norte; y (d) sean autorizados para recibir y publicar la revista La Atalaya en ruso, ucranio y otros idiomas según se halle necesario, así como también otras publicaciones bíblicas que los testigos de Jehová usan por todo el mundo.
DECLARACIÓN DE HECHOS
Los testigos de Jehová son una comunidad cristiana que ahora se compone de más de 640,000 ministros que llevan a cabo su actividad en unos 160 países, prácticamente en todo país sobre la tierra. Sus revistas quincenales La Atalaya y ¡Despertad! tienen una tirada combinada de 4,000,000 de ejemplares cada quince días y se publican en cuarenta y cuatro idiomas.
Los testigos de Jehová por lo tanto salen de todas las naciones, pero, en lo que toca a ellos, han resuelto completamente el problema de la coexistencia pacífica, universal y duradera. En sus filas han vencido todas las barreras y prejuicios raciales, nacionales y religiosos y han llegado a ser una asociación de hermanos, seguidores de Cristo, todos gobernados por los dos mandamientos más grandes, los de amor a Dios y amor al prójimo. En vista de esto ellos no matan y no pueden matarse unos a otros periódicamente en los campos de batalla como lo hacen los católicos, protestantes y miembros de otros sistemas religiosos.
Al gobernador romano Poncio Pilato, Jesucristo dijo: “Mi reino no es de este mundo,” con lo cual mostró que el Imperio Romano, del cual Pilato era el representante en Palestina, no tenía que inquietarse por su actividad religiosa. Él no peleó contra el gobierno político que se hallaba en poder, él no tuvo ningún interés o ambición política, él no fué líder de ningún partido político, él no peleó a favor de los judíos en contra de los romanos o viceversa. No, sino que él señaló la raíz de todo mal y llevó a cabo un programa de curación espiritual que continúa hoy y llega a todas las naciones del globo por medio del ministerio de sus seguidores verdaderos. A Pilato Jesús también dijo: “A este intento vine al mundo, para dar testimonio a la verdad.” Después de eso, Pilato dijo al clero judío que injusta e hipócritamente acusó a Jesús: “Yo no hallo en él ningún delito.”—Juan 18:36-38.
Ningún delito puede hallarse hoy en los testigos de Jehová. Ellos obedecen los mandamientos de Dios: “Vosotros sois mis testigos, dice Jehová.” (Isaías 43:10, 12) Ellos primero dan a Dios las cosas que son de Dios y luego al gobernante político sobre la tierra las cosas que son de él. (Mato 22:21) De acuerdo con la enseñanza de Cristo, ellos constituyen una hermandad universal compuesta de rusos, chinos, finlandeses y miembros de muchas otras naciones, y su hermandad está creciendo rápidamente a través de la tierra. Los testigos de Jehová no hacen ningún daño a nadie. Permanecen neutrales en lo que toca a las controversias de este mundo. De modo que no participan en ninguna actividad subversiva ni en espionaje. No son nacionalistas, capitalistas o imperialistas egoístas. Como cristianos verdaderos nunca podrían serlo, ni podrían pelear a favor de alguna doctrina o ideología política, sea comunista, democrática o capitalista. En los Estados Unidos de la América del Norte y otros países occidentales los testigos de Jehová han sido llamados “comunistas” y en países bajo gobierno comunista han sido llamados “imperialistas” porque ellos mantienen una posición neutral en lo que toca a asuntos del mundo. Los gobiernos comunistas los han enjuiciado, acusándolos de ser “espías imperialistas” y los han sentenciado a tanto como a veinte años de cárcel. Pero nunca se han ocupado éstos en ninguna actividad subversiva ni en espionaje.
Por lo tanto es absolutamente incorrecto y es una violación de la justicia más elemental el encarcelarlos, internarlos o deportarlos, ya sea por un día o por veinticinco años.
No sólo en países occidentales, sino también en países gobernados por los comunistas, es un hecho reconocido que los testigos de Jehová son trabajadores confiables, fidedignos y concienzudos. De esta manera ellos cumplen con su deber propio como ciudadanos del país en que viven. Son personas inteligentes que no creen en toda la opresión y la instrucción errónea de las religiones falsas. No roban, no se emborrachan, de modo que no hacen disminuir la producción, y ellos nunca participan en ningún trabajo de sabotaje. Siguen las enseñanzas de la Santa Biblia, que el Gobierno de la URSS ha autorizado recientemente que se imprima y distribuya en la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas.
Un punto notable en el cual los testigos de Jehová como seguidores de Cristo difieren de sus semejantes es que ellos obedientemente insisten en hacer lo que Cristo mandó cuando dijo: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada con el propósito de dar un testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin consumado.” (Mateo 24:14, NM) En consecuencia los testigos de Jehová están haciendo esto actualmente entre todas las naciones, y ellos continuarán haciéndolo a riesgo de su vida, bajo persecución y oposición, como Jesús dijo: “Ustedes serán aborrecidos por todas las naciones por causa de mi nombre,” y, “¡Miren! los estoy enviando a ustedes como a ovejas en medio de lobos.”—Mateo 24:9; 10:16, NM.
¿Quiere su Gobierno tener parte con otros en ser responsable de cumplir estas palabras del Fundador del cristianismo verdadero?
PROPUESTA DE UNA DISCUSIÓN
Tendremos mucho gusto en que representantes de nuestro cuerpo gobernante, la Sociedad Watch Tówer Bible and Tract, traten esta cuestión más detalladamente con usted, sea con su representante principal en los Estados Unidos de la América del Norte o directamente con su Gobierno en Moscú.
Usted ha permitido que muchas delegaciones de países occidentales visiten su capital y país. De modo que nos gustaría sugerir que usted también examine la posibilidad de permitir que una delegación de los testigos de Jehová prosiga a Moscú con el fin de darle cualquier información adicional que necesite y para pedirle permiso para visitar a nuestros hermanos cristianos que se encuentran en los diferentes campos, quienes, confiamos, serán puestos en libertad dentro de poco tiempo, por órdenes suyas.
En el ínterin no podemos hacer otra cosa que informar al mundo respecto a los testigos de Jehová en las prisiones, campos penales y centros de deportación rusos, pues debemos a ellos como amigos y hermanos nuestros en la fe el informar al mundo acerca de su situación. Sin embargo, preferiríamos poder decir al mundo que ustedes, el Gobierno de Rusia, han ordenado que los testigos de Jehová sean puestos en libertad de todos esos lugares con el fin de que estén en condición de trabajar como ciudadanos libres de su país y llevar una vida tranquila y sosegada, lo cual ellos creen está en armonía con el ejemplo que Jesucristo puso.—1 Timoteo 2:1-6.
Confiando en que usted estudiará esta petición y considerará los méritos de este caso y en que recibiremos una contestación favorable a ella, somos,
Atentamente de usted,
Testigos de Jehová
Kalle Salavaara
Moción para adoptar esta
Resolución propuesta por
Matti K. Tiainen, Administrador de la Asamblea.
Secundada por
Erkki Kankaanpää, Presidente de la Asamblea.
Aprobada unánimemente por la Asamblea de Distrito de Kemi,
según lo certifica
Väino Pallari, Encargado de Relaciones Públicas,
este día 30 de junio de 1956, en Kemi, Laponia, Finlandia.
CÓMO SE RECIBIÓ
En cada asamblea cuatro testigos de Jehová firmaron tres copias de la petición en nombre de los que estaban presentes. Una copia se envió directamente al primer ministro Bulganin en Moscú, una se envió al embajador ruso en el país en que se celebraba la asamblea, una se envió a la oficina principal de la Sociedad Watch Tówer, otras copias se suministraron a la prensa, que por lo general le dió buena publicidad.
¿Cuál fué la reacción del gobierno ruso a esta petición? Hasta la fecha la ha pasado por alto. No se ha oído ni una sola palabra. Consta prueba de que se recibieron copias en Moscú recibos de oficinas de correos nacionales que indican que la petición se entregó al gobierno ruso y que éste la aceptó.
También se hicieron esfuerzos por presentar la petición personalmente a los diferentes embajadores rusos locales. Pero en casi todo caso fué imposible hablar directamente con el embajador mismo. En el Uruguay el secretario del embajador declaró que la petición estaba llena de mentiras y absolutamente rehusó darle atención de cualquier clase. Insistió sin cesar en que la libertad de cultos es cosa garantizada en Rusia. Los esfuerzos parecidos que se hicieron en otros países como Austria, los Países Bajos y Suiza, dieron casi los mismos resultados.
En Francia el secretario del embajador aceptó la petición. No obstante, ¡no podía entender por qué ‘los franceses que viven en Francia deberían preocuparse por los rusos que viven en Rusia’! Aparentemente no le era posible a su mente entrenada por los comunistas entender que las lealtades pueden pasar por encima de barreras y diferencias nacionales.
En los Estados Unidos, ya que el embajador estaba en otro lugar, se arregló una cita con el funcionario que le seguía en rango, el Sr. Striganov. Durante la conversación los testigos recomendaron la manera en que había procedido el gobierno de Polonia, el cual investigó a los testigos, y al hallar que eran infundadas las acusaciones que se habían levantado contra ellos, los soltó de la prisión.
Sin embargo, el Sr. Striganov dijo que se habían circulado muchas mentiras acerca de Rusia y que si estaba encarcelada allí persona alguna no era por causa de su religión, sino porque había violado la ley. Censuró el punto de vista de los testigos respecto a la guerra e insistió en que la ley de Rusia era superior a la ley de Jehová y que ésa tenía que ser obedecida en Rusia. Rehusó aceptar la petición, tratándola como si fuera dinamita, ni siquiera queriendo tocarla.
Pero los testigos de Jehová no se desaniman fácilmente. No abandonan la lucha fácilmente. Como evidencia de los esfuerzos sinceros e incesantes que hacen por ayudar a sus hermanos oprimidos detrás de la Cortina de Hierro, el 1 de marzo de 1957 enviaron la siguiente petición combinada a los líderes comunistas.
Primer Ministro Nikolai A. Bulganin
Presidente del Consejo de Ministros de la Unión Soviética
Moscú, U.R.S.S.
Señor:
Se dirige a usted el cuerpo gobernante del grupo de cristianos de extensión mundial que se llama Testigos de Jehová.
Hoy día, bajo la dirección de la Sociedad Watch Tówer Bible and Tract of Pennsylvania, una organización que se ensancha de continuo compuesta de ministros cristianos, los testigos de Jehová están enseñando la Palabra del Dios Todopoderoso y Creador del universo, Jehová, en 162 países, repúblicas y colonias por toda la tierra. Estos son cristianos verdaderos, quienes se dejan dirigir en su adoración genuina de Jehová Dios por las justas normas y principios que se presentan en la Santa Biblia.
Dentro de los confines de la Unión de las Repúblicas Soviéticas Socialistas se hallan miles de estos testigos de Jehová que fielmente se esfuerzan por servir al Dios Supremo, Jehová, en medio de condiciones sumamente difíciles. Muchos de ellos han sido arrestados y se hallan restringidos en prisiones. Otros han sido enviados lejos de sus hogares al destierro en Siberia. Esto no se debe a que ellos hayan cometido algún crimen o hayan participado en actividad política de clase alguna. Los testigos de Jehová constan el grupo de personas más pacíficas y observadoras de ley que existe sobre la tierra. Se les ha impuesto castigo por el único motivo de que ellos son cristianos dedicados que obedecen sinceramente las órdenes de Jesucristo. Es cierto que ellos buscan primero el reino de Dios y su justicia, porque eso es lo que Cristo les dijo a todos los cristianos que hicieran, en Mateo 6:33. Pero al mismo tiempo que lo hacen también obedecen todas las leyes del país en que viven, salvo en caso de que se promulgue una ley que sea contraria a la ley suprema del Creador. Son concienzudos y tienen cuidado de cumplir el mandato: “Devuelvan, por lo tanto, las cosas de César a César, pero las cosas de Dios a Dios.” Mateo 22:21, NM.
Por muchos años ya los testigos de Jehová dentro de la Unión Soviética han aguantado grandes dificultades y persecución severa. Han constituido comisiones y delegaciones de entre sus propios ministros con el propósito de hacer que se inscriba su organización religiosa en conformidad con los estatutos vigentes, pero en cada caso han sufrido un desaire y en vez de que se les haya permitido inscribir su organización cristiana ha sucedido que se ha arrestado a algunos ministros de la delegación. Ha llegado a ser un hecho bien conocido alrededor del mundo que millares de testigos de Jehová están encarcelados por toda la Unión Soviética y desterrados en Siberia por motivo de su adoración cristiana.
Todos los testigos de Jehová hacen una dedicación solemne para servir como ministros de Jehová Dios y de esto no pueden desviarse. Están bajo mandato estricto de predicar las buenas nuevas del reino de Dios. Tienen que ser tan fieles a Dios como lo fueron los apóstoles ejemplares de Jesucristo y ser guiados por las mismas leyes teocráticas que éstos, quienes tuvieron que hacerle frente a mucha oposición y sufrimiento físico a causa de su adoración. En la Santa Biblia, en los Hechos 5:17-40, hallamos uno de los muchos ejemplos que ésta contiene de las pruebas que les sobrevinieron a los primeros cristianos. Y en esta ocasión Gamaliel, el célebre abogado no cristiano, presentó para el consejo gobernante un principio cuya veracidad persiste hasta el día de hoy, el cual respetuosamente llamamos a su atención en conexión con las detenciones actuales de los testigos de Jehová en la Unión Soviética: “Si este proyecto y esta obra es de los hombres, será derribado; pero si es de Dios, no los podrán derribar.”
Los testigos de Jehová son los siervos de Dios. Su obra es de Dios. Por eso en todo país, inclusa la Unión Soviética, los testigos de Jehová tienen que seguir—y seguirán, con la ayuda de Jehová Dios—viviendo vidas cristianas y adorando al Altísimo.
Los cristianos verdaderos se aman unos a otros y están muy interesados en el bienestar de sus compañeros cristianos. Acuden al socorro los unos de los otros en todo tiempo que hace falta ayuda material o espiritual. Los testigos de Jehová son cristianos de esa clase y a eso se debe que en todas partes de la tierra durante los pasados nueve meses los testigos de Jehová hayan dirigido una petición a usted en el puesto de honra que ocupa en la Unión Soviética solicitando que haga una investigación de los abusos que se han cometido contra sus compañeros testigos de Jehová en el país de usted y que les conceda libertad de culto a nuestros hermanos en Cristo.
Se le envió la petición en veintenas de idiomas procedente de 199 asambleas de los testigos de Jehová. En cada caso se le envió la copia por correo aéreo certificado. Y para tener mayor seguridad de que este asunto importante llegara a la atención de usted también se transmitieron copias de la petición por medio de representantes diplomáticos soviéticos en cada país.
Un total de 462,936 testigos de Jehová por todo el mundo ha prestado su apoyo a esta petición y está esperando recibir noticias de la acción que tomará el gobierno de la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas para alivio de los testigos de Jehová que padecen allí.
En capacidad de cuerpo gobernante de los testigos de Jehová por todo el mundo tenemos la autoridad de transmitir con la presente una petición compuesta que abarca los problemas de los testigos de Jehová dentro de la Unión Soviética. Y como ministros del Dios Supremo, Jehová, tenemos la obligación a la vista de Él de pedir que usted dé consideración a este problema grave. Nos mantenemos listos para enviar nuestra delegación a Moscú para la discusión que hemos propuesto.
Nosotros, que representamos a los 462,936 testigos de Jehová que dirigieron la petición, respetuosamente pedimos su contestación dentro de poco tiempo. La responsabilidad queda ahora con usted a la vista del Altísimo Dios Jehová: “De otro modo, quizás ustedes resulten ser luchadores en realidad contra Dios.”—Hechos 5:39, NM.
Presentada por los Directores,
WATCH TÓWER BIBLE AND TRACT SOCIETY OF PENNSYLVANIA
N. H. Knorr, Presidente
F. W. Franz, Vicepresidente
Grant Suiter, Secretario y Tesorero
H. H. Riemer, Secretario y Tesorero Auxiliar
T. J. Sullivan, Director
L. A. Swingle, Director
M. G. Henschel, Director
Anexo
Al insistir en que se haga frente a este asunto los testigos de Jehová han cumplido con un deber de tres facetas. Han dado testimonio de la supremacía de Jehová; les han señalado a los enemigos de Jehová cuán injusto ha sido su proceder y han tratado de ayudar a sus hermanos detrás de la Cortina de Hierro.
Confían cabalmente en la promesa de Jesús: “¿No hará Dios que se haga justicia a sus escogidos que claman a él en alta voz día y noche, aun cuando es longánimo con ellos? Yo les digo: Él hará que se les haga justicia rápidamente.”—Luc. 18:7, 8, NM.