La actividad ministerial de los testigos de Jehová
Informe tomado del “Yearbook” para 1958 (en inglés)
VENEZUELA
Durante el pasado año de servicio los publicadores de Venezuela se han esforzado diligentemente para efectuar su ministerio, y muchas personas nuevas ahora tienen conocimiento de la verdad. Esto se debe al hecho de que han estado clamando en voz alta las alabanzas de Jehová, tal como se expresa en el salmo: “¡Oh vengan, clamemos gozosamente a Jehová! Gritemos en triunfo a nuestra Roca de salvación.” (Sal. 95:1) Al exclamar ellos acerca de su Dios muchos han oído en lugares aislados, en ciudades y pequeñas aldeas en todas partes de su territorio, y han gozado de un aumento maravilloso. A continuación se presentan algunas de las experiencias que el siervo de sucursal relató.
“El siervo de distrito escribe que durante el año de servicio pasado se hicieron mayores esfuerzos para poner a buen uso las películas de la Sociedad, y fueron exhibidas cuarenta y siete veces, en comparación con veintinueve veces durante el año de servicio de 1956. Los hermanos y personas de buena voluntad han recibido las películas con entusiasmo y apreciación genuinos. En una pequeña aldea en la parte oriental del país se hicieron arreglos para exhibir ‘La sociedad del nuevo mundo en acción’ en el hogar de una persona de buena voluntad. Se decidió que la película podía exhibirse afuera, usando un lado de su casa para colgar el telón y acomodando al auditorio en el patio grande. Se hizo mención de que si ese lado de la casa fuera blanco no tendríamos que preocuparnos acerca de colocar allí el telón. El dueño nos aseguró que con una escalera y unos pocos minutos de trabajo, el telón podría colocarse sin dificultad alguna, así que nos retiramos. Pero durante el día, de su propia iniciativa, el dueño limpió el patio e hizo pintar de blanco todo aquel lado de la casa, de modo que cuando llegamos sólo tuvimos que enchufar la proyectora y estuvimos listos. Este pueblo no tenía congregación todavía, pero los pocos publicadores que vivían allí salieron con nosotros a invitar a la gente; ¡esa tarde vinieron 400 personas!
“Un siervo de circuito informa que cuando estaba visitando una congregación se sugirió que él pronunciara una conferencia pública en una pequeña aldea ubicada a unos ochenta kilómetros de la congregación. Un hermano ofreció su camioneta para llevar al siervo de circuito a esta aldea aislada llamada Nueva Sábana. Recogieron personas de buena voluntad por el camino y las llevaron a la conferencia. Se alegraron de que no hubiera lluvia, porque cuando llueve el camino es intransitable. Cuando llegaron al lugar de la conferencia el siervo de circuito se sorprendió muchísimo al ver que le esperaba un auditorio. Hubo, en conjunto, cincuenta y siete concurrentes. Los hogares en esta región son pequeños y están esparcidos. U na persona explicó que había viajado trece kilómetros a caballo para oír la conferencia. Un hombre de edad madura y un muchacho habían caminado dieciséis kilómetros para oír el mensaje. No les fué posible a los cincuenta y siete entrar en la casa, de modo que algunos se sentaron fuera y miraron adentro por la ventana y la puerta. Después de la conferencia se celebró un estudio de La Atalaya. El siervo de circuito tenía una cantidad considerable de literatura consigo, de manera que ofreció ésta a la gente después de la reunión. Se sorprendió de que colocara tanta, porque la gente es muy pobre respecto a los bienes de este mundo y mucha no sabe leer. Una persona dijo: ‘No sé leer, pero mi hijo sí sabe, y voy a hacer que me lea este libro. Me gusta la verdad y quiero aprender más.’ Cuando el siervo de circuito estaba listo para partir todos querían saber cuándo iba a volver, y él les dijo que cuando hiciera su próxima jira trataría de visitarlos otra vez.”
EL SALVADOR
El Salvador continúa siendo una tierra productiva en lo que concierne al esparcimiento de las buenas nuevas. Los hermanos en ese país están haciendo todo esfuerzo posible por alcanzar a las personas que viven en los territorios aislados. Algo que ayuda de gran manera en esta obra de expansión es el servicio que rinden los precursores especiales. Durante 1957 el número de precursores especiales de entre los hermanos salvadoreños subió a un promedio de quince, y además de éstos hay diecinueve misioneros trabajando en la República. Se le dió la oportunidad a un buen número de hermanos salvadoreños de disfrutar de la obra de precursor especial y respondieron gozosamente y de buena gana. Algunas de las asignaciones que se les dieron fueron difíciles, pero permanecieron en sus debidos lugares de responsabilidad y trabajaron fielmente. Recibieron como recompensa la abundante bendición de Jehová. Al fin del año tienen el total de siete grupos que durante los próximos doce meses llegarán a ser congregaciones bien organizadas, Dios mediante. Más tarde podrán mudarse a otros territorios no asignados y formar nuevos grupos allí.
Hay otra manera de estimular y edificar a los predicadores de las buenas nuevas en territorio aislado, como se observará al leer la siguiente interesante experiencia que incluyó en su informe el siervo de sucursal del Salvador.
“No pasa todos los días el que un hombre que no sea testigo de Jehová admire tanto las normas de ellos que insista en que su hijo joven sea enseñado por ellos; pero durante varios años ya el padre de Jorge ha tenido que criarlo sin la ayuda de una madre—pues los dos viven solos. El año pasado Jorge pasó a ser hombre. Ha pasado mucho tiempo desde que el padre de Jorge lo entregó por primera vez a los testigos de Jehová para que le dieran educación religiosa, y su confianza en los testigos de Jehová ha estado justificada, porque, como los testigos mismos lo dicen, Jorge ‘obtuvo la verdad.’ A medida que florecía cabalmente la madurez de Jorge como publicador del Reino él comenzó a preocuparse acerca de sus amigos y parientes. De modo que un día le dió al siervo de circuito información detallada acerca de cómo llegar al remotísimo hogar de su madre y hermanos. Jorge no había estado allí desde que era un niñito. Con la ayuda de Jorge el siervo de circuito hizo por correo los arreglos para una visita. Cuando el siervo de circuito llegó allá encontró que las cartas de Jorge y la literatura enviada por correo tenían a toda la región llena de interés en la verdad; en realidad, todos los de la familia de Jorge estaban listos para ser testigos, y cinco de ellos se bautizaron durante esa primera visita y dos más se bautizaron la siguiente vez. El primer discurso bautismal pronunciado al aire libre al lado de un riachuelo atrajo a setenta y cinco personas muy interesadas, y desde entonces éstas han provisto mucho trabajo para la familia de Jorge en lo que concierne a dar instrucción bíblica. Los miembros de la familia no han dejado de mandar su informe a la sucursal una sola vez desde que se bautizaron.”