No satisfechos con las iglesias
● Una Testigo que vive en Iowa (EE. UU.) relata lo que sucedió cierto día cuando dos niñitos, uno de diez años y el otro de siete, vinieron agitados a su puerta y le preguntaron a qué hora se reunían los testigos de Jehová: “Dijeron que hacía ya mucho que querían venir, y ahora, por fin, la mamá les iba a dar permiso. Sus padres los habían obligado a asistir a diferentes iglesias, pero puesto que habían aprendido acerca del nuevo orden de cosas de parte de la abuelita desde hacía varios años, no habían quedado satisfechos. Esa misma noche asistieron a su primera reunión.”