Peleas de familia
● Aunque el matrimonio es una institución que dispuso Dios, muchos matrimonios están lejos de ser piadosos. (Gén. 2:18-24) El no aplicar los principios justos en cuanto a la vida cristiana que se hallan en la Biblia ha resultado en que haya matrimonios llenos de peleas y discordia.
Un testigo de Jehová de Holanda conocía a un matrimonio que tenía un problema de esta índole. Vivían en el apartamento que quedaba sobre el de él. Este matrimonio peleaba como “perros y gatos” semana tras semana. En sus peleas encolerizadas a menudo se lanzaban trastos uno al otro, de modo que de vez en cuando tenían que comprar un nuevo juego de té o una nueva vajilla. También, tenían el hábito de limpiar el apartamento con aspiradora a medianoche, en los períodos tensos precisamente antes o después de una pelea de familia.
Sin embargo, podían ser muy bondadosos y prestos para ayudar, también. En la época de la Navidad el esposo iba a comprar un árbol de Navidad. Ofreció comprar y traer uno para el Testigo que vivía en el piso de abajo. Aprovechando la oportunidad, el ministro de los testigos de Jehová habló con su vecino del piso superior acerca de la Biblia. Comenzó con él un estudio de la Palabra de Dios que se condujo con regularidad, usando el libro La verdad que lleva a vida eterna. Un capítulo del libro, el intitulado: “Edificando una vida de familia feliz,” fue particularmente apropiado, porque manifiesta los excelentes principios de la Palabra de Dios, que, cuando se siguen, pueden producir felicidad y paz verdaderas en el matrimonio. En el transcurso de un corto período terminaron las peleas de familia y cesó la limpieza nocturna. Ahora tanto el esposo como la esposa están unidos felizmente como ministros bautizados de Dios.
Si las peleas de familia han sido un problema en el caso de usted, ¿por qué no prueba también esta solución? ¿No es razonable que el Autor del matrimonio sepa mejor que nadie cómo los hombres y las mujeres pueden hallar paz y gozo en este arreglo?