Superintendentes... sean ejemplos excelentes para “el rebaño”
“Hazte ejemplo para los fieles en el hablar, en conducta, en amor, en fe, en castidad.”—1 Tim. 4:12.
1. ¿Por qué debemos esperar que los superintendentes cristianos den un ejemplo excelente?
HAY mucho envuelto en servir de superintendente en la congregación cristiana. Conocen este hecho miles de hombres dedicados, espirituales, que hoy día tienen encomendados a ellos este privilegio. Puesto que todos los individuos de la congregación son hermanos y hermanas cristianos, los ancianos nombrados saben que su responsabilidad no los hace a ellos mejores que a otros adoradores de Jehová. (Mat. 23:8-12) Sin embargo, en vista de sus responsabilidades y los requisitos bíblicos que tienen que satisfacer, se espera más de estos hombres. Es tal como dijo Jesús: “De hecho, a todo aquel a quien se le dio mucho, mucho se le exigirá; y al que pusieron a cargo de mucho, le exigirán más de lo acostumbrado.” (Luc. 12:48) Lo que estos subpastores dicen y hacen afecta mucho al “rebaño.” Se espera, por lo tanto, que estos hombres den un ejemplo excelente a otros.
2. ¿En cuanto a qué cosas en particular estimuló Pablo a Timoteo a hacerse ejemplo?
2 No se puede exagerar la importancia de este asunto de ser buen ejemplo. Es uno de los puntos acerca de los cuales el apóstol Pablo da consejo directo en su primera carta al superintendente Timoteo. Pablo no daba por sentada cosa alguna, y no quería que Timoteo hiciera aquello tampoco. Puesto que Timoteo todavía era joven, algunos pudieran tender a menospreciarlo. Sin duda Pablo tenía esto presente cuando escribió: “Que nadie jamás menosprecie tu juventud. Por lo contrario, hazte ejemplo para los fieles en el hablar, en conducta, en amor, en fe, en castidad. Mientras llego, continúa aplicándote a la lectura pública, a la exhortación, a la enseñanza. No estés descuidando el don que hay en ti, que te fue dado por medio de una predicción y cuando el grupo de ancianos te impuso las manos.” (1 Tim. 4:12-14) De continuar Timoteo ateniéndose a un derrotero de vida cristiano verdaderamente ejemplar, no habría razón legítima para que otros lo menospreciaran.
3. ¿Qué deben examinar los superintendentes, y por qué?
3 Igual que Timoteo, los que son superintendentes entre el pueblo de Jehová hoy día deben examinar su propio patrón de vida. Aunque nuestra consideración atañe especialmente a superintendentes, siervos ministeriales y hombres que están esforzándose por tener mayor responsabilidad en la congregación, todos los cristianos deben dar cuidadosa atención a lo que está envuelto en servir de ejemplo para “el rebaño.” (2 Cor. 13:5) Pero ahora preguntamos: “Ancianos, ¿están ustedes realmente dando un ejemplo excelente?” Sus compañeros de creencia los miran a ustedes a la vez que piensan en estas palabras registradas en Hebreos 13:7: “Acuérdense de los que llevan la delantera entre ustedes, los cuales les han hablado la palabra de Dios, y al contemplar detenidamente en lo que resulta la conducta de ellos, imiten su fe.” Sí, ancianos, sus compañeros cristianos quieren resultar fieles a Jehová. Para que puedan hacer esto no solo necesitan consejo basado en las Escrituras y palabras de consuelo, sino el ejemplo estimulador de ustedes. Ellos imitarán la fe de ustedes a medida que observen su conducta correcta y el resultado a que ésta lleva.
4. (a) ¿Cómo recalcan 1 Timoteo 3:1 y Mateo 20:26, 27 lo que está envuelto en servir de superintendentes cristianos? (b) ¿Qué se requiere del anciano para que cumpla con sus responsabilidades? (c) Según 1 Tesalonicenses 5:12, 13, ¿para quiénes deben los hermanos tener respeto, y cómo deben mostrarlo?
4 Esto no quiere decir que, como anciano nombrado, usted sea indispensable. De ninguna manera. Pero usted tiene una “obra excelente” al servir a sus hermanos y hermanas espirituales. (1 Tim. 3:1) El puesto que usted ocupa no es uno de supuesta ‘grandeza’ que resulte de sus esfuerzos. (Mat. 20:26, 27) Sí, usted tiene más privilegios y responsabilidades. Pero para poder cumplir con éstos adecuadamente usted tendrá que servir humildemente como esclavo para Jehová, Jesucristo y sus compañeros de creencia. (Rom. 12:11; Gál. 5:13; Col. 3:23, 24) En realidad, usted tendrá que trabajar duro, presidir, amonestar y hacer otras cosas en el interés de sus hermanos y hermanas en la fe. Ellos reconocen que usted tiene un nombramiento; pero es el trabajo duro que usted hace, junto con su ejemplo, lo que los mueve a responder y prestar apoyo a los esfuerzos de usted. Tal manifestación de respeto es propio y está en armonía con estas palabras del apóstol Pablo: “Ahora les solicitamos, hermanos, que respeten a los que están trabajando duro entre ustedes y presidiéndolos en el Señor y amonestándolos; y que les den consideración más que extraordinaria en amor por causa de su trabajo.”—1 Tes. 5:12, 13.
Ejemplo excelente “en el hablar”
5. ¿En qué diferentes circunstancias deben los superintendentes ser ejemplo excelente “en el hablar,” y por qué es necesario esto?
5 De que es necesario que los superintendentes sean un ejemplo excelente “en el hablar” no cabe la menor duda. Ciertamente esto es algo que tiene que ser cierto en sus propios hogares. También, esto es algo que tiene que manifestarse cuando hablan con miembros individuales de la congregación o desde la plataforma pública, así como también cuando testifican de casa en casa en la comunidad Los comentarios de un superintendente pueden influir en otros más de lo que él quizás piense. Por eso, lo que él diga siempre tiene que estar basado en los principios de la Palabra de Dios, o regirse por ellos.
6. ¿Por qué deben los ancianos guardarse de pensamientos incorrectos y “hablar cosas buenas”?
6 Para que el habla sea edificante, el corazón tiene que estar lleno de cosas buenas de la Palabra de Dios. Entonces la boca ‘hablará cosas buenas,’ y hará declaraciones que sean espiritualmente apropiadas y edificantes. (Mat. 12:34) El superintendente debe guardarse de dejar que se arraiguen en su mente o corazón pensamientos o ideas incorrectos, puesto que con el tiempo esto se manifestaría en su habla y sería perjudicial para otros. Como muestra de lo que se debe evitar y de la clase de dichos que deben oírse, la Biblia da este consejo: “Malas palabras no salgan de vuestra boca; lo que digáis sea bueno, constructivo y oportuno; así hará bien a los que lo oyen.”—Efe. 4:29, Nueva Biblia Española.
7. ¿Por qué deben los superintendentes cristianos guardarse de difundir opiniones o ideas estrictamente personales?
7 Para ser ejemplo en el hablar, es preciso que los subpastores cristianos no vayan “más allá de las cosas que están escritas.” (1 Cor. 4:6) Sea en asuntos de doctrina, moralidad u organización cristiana, el superintendente debe ‘predicar la palabra.’ (2 Tim. 4:2) Si él introdujera opiniones estrictamente personales o divulgara ideas contrarias a la enseñanza que se ha recibido por medio del “esclavo fiel y discreto,” esto causaría confusión. Por lo tanto, en vez de seguir adelante presuntuosamente en un proceder que pudiera resultar en deshonra, ¿por qué no esperar a Jehová y a su organización? (Pro. 11:2) Tal vez más tarde se haga una explicación o aclaración adicional del asunto. O tal vez por medio de oración y estudio diligente de la Palabra de Dios con la ayuda de las publicaciones de la Watch Tower el anciano descubra que ha estado equivocado y se regocijará de no haber difundido sus puntos de vista erróneos.
8. (a) ¿Por qué evitar el pelear acerca de palabras y envolverse en debates? (2 Tim. 2:14–19) (b) Si alguien hace una pregunta y necesita ayuda espiritual, ¿cómo debe dársele ayuda?
8 Pablo dijo a Timoteo que exhortara a otros a “no [pelear] respecto de palabras, cosa que absolutamente no sirve para nada porque derrumba a los que escuchan.” Entonces el apóstol se refirió a los efectos insalubres de las declaraciones hechas por hombres que se habían desviado de la verdad. No hay nada que se pueda ganar, y probablemente mucho que se pueda perder en sentido espiritual, si uno pelea respecto a palabras o se envuelve en debates con los que rechazan la enseñanza sana. (2 Tim. 2:14-19; Tito 1:7-9) Esto no quiere decir que uno no pueda hacer una pregunta sincera acerca de un asunto que no entienda. Sin embargo, el insistir en cierto punto de vista puede causar perturbación innecesaria. Por supuesto, si algunas personas necesitan ayuda espiritual, hay un modo correcto de impartir instrucción, y ése es “con apacibilidad.”—2 Tim. 2:23-26.
9. Para enseñar eficazmente, ¿qué se requiere de los superintendentes?
9 Los superintendentes deben ‘trabajar duro en hablar y enseñar,’ no solo en sus esfuerzos por llegar con la verdad a los de afuera, sino en edificar espiritualmente a la congregación. (1 Tim. 5:17) Requiere tiempo y esfuerzo el preparar discursos bíblicos y partes para las reuniones que sean espiritualmente refrescantes, instructivas y prácticas. Al estudiar con regularidad las Escrituras por medio de usar las publicaciones de la Sociedad Watch Tower, los bosquejos para los discursos y otro material procedente del “esclavo fiel y discreto,” los oradores y maestros pueden desarrollar muchos puntos excelentes que les permitan impartir enseñanza sana. Y al hacerse ejemplos en el hablar, los superintendentes muestran que se están aplicando del modo correcto.
Siempre manteniendo “conducta excelente”
10, 11. (a) ¿Qué relación existe entre la conducta y la sabiduría celestial? (b) ¿Qué sucede cuando se despliega la sabiduría de arriba, en contraste con las situaciones en las cuales se manifiestan rasgos impíos?
10 Los superintendentes de congregación también tienen que llegar a ser ejemplos “en conducta.” Para tener éxito en mantener conducta excelente, necesitan sabiduría y entendimiento celestiales. El discípulo Santiago recalcó este punto, al decir: “¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? Que muestre por su conducta excelente sus obras con una apacibilidad que pertenece a la sabiduría. Pero si ustedes tienen en su corazón amargo celo y espíritu de contradicción, no anden haciendo alardes y mintiendo contra la verdad. Esta no es la sabiduría que desciende de arriba, sino que es la terrenal, animal, demoníaca. Porque donde hay celo y espíritu de contradicción, allí hay desorden y toda cosa vil.”—Sant. 3:13-16; 1 Ped. 2:12.
11 La conducta excelente que refleja sabiduría celestial fortalece las relaciones con ancianos compañeros así como con otros miembros de la congregación. (Sant. 3:17, 18) Por otra parte, el espíritu de contradicción, los celos, el hacer alarde y otros rasgos y acciones mundanos, demoníacos y animales derriban esas relaciones. Esos rasgos malos no tienen lugar entre las filas del pueblo de Dios. El que uno obre de modo egocéntrico desmiente cualquier declaración de tener amor como el de Cristo. Por eso, la conducta excelente exige que “no [hagan] nada movidos por espíritu de contradicción ni por egotismo, sino considerando con humildad de mente que los demás son superiores a ustedes.” (Fili. 2:3) Conducta de esta índole es verdaderamente ejemplar, puesto que refleja una actitud mental como la que desplegó Cristo Jesús.—Fili. 2:5-8.
12. (a) En cuanto a los miembros femeninos de la congregación, ¿cómo se les debe considerar y tratar? (b) ¿Qué se requiere que hagan los superintendentes acerca de violaciones de las normas morales de Dios? (c) En cuanto a asuntos judiciales, ¿qué responsabilidad impone a los ancianos el carácter confidencial de éstos?
12 Para dar ejemplo excelente, los superintendentes y otros hermanos responsables siempre tienen que portarse con circunspección para con personas del sexo opuesto. Han de instar “a las mujeres de más edad como a madres, a las de menos edad como a hermanas con toda castidad.” (1 Tim. 5:1, 2) Se requiere vigilancia constante para que no vaya a ocurrir algún ‘aflojamiento’ en la adherencia a las elevadas normas morales de Dios. Si hay evidencia definitiva de que algunos están tratando de corromper a otros en sentido moral, los superintendentes tienen que tomar acción rápidamente para mantener limpia la organización, pues saben que Jehová ‘exige castigo por estas cosas.’ (1 Tes. 4:3-8) Al mismo tiempo, es preciso que los subpastores se abstengan de considerar públicamente con otras personas asuntos judiciales que tengan que ver con personas que hayan violado los justos principios de Dios. Lo que es confidencial tiene que ser tratado como tal. Solo puede esperarse que la congregación tenga plena confianza en ancianos que desempeñen la superintendencia correctamente y cuya conducta personal siempre sea irreprochable.
Ejemplares “en amor”
13. ¿Qué espíritu es necesario para que los superintendentes tengan éxito al dar ejemplo excelente, y por qué?
13 Los superintendentes no pueden tener verdadero éxito en hacerse “ejemplo para los fieles” a menos que manifiesten el espíritu del amor. Después de recordar a Timoteo que ‘avivara el don de Dios que estaba en él,’ Pablo dijo: “Porque Dios no nos dio espíritu de cobardía, sino de poder y de amor y de buen juicio.” (2 Tim. 1:6, 7) Conocemos los efectos sanos que se produjeron en nuestra vida como resultado de haber manifestado Dios esta cualidad de amor para con nosotros. Cuando los superintendentes son ejemplos excelentes en cuanto a desplegar amor, que es un fruto del espíritu, esto, más que cualquier otra cosa, revela los sentimientos de ellos para con sus compañeros en la adoración de Jehová. El amor tiene poder de atracción, y nos impulsa a buscar el consejo y la ayuda de los subpastores amorosos. Agradecemos y apreciamos la cordialidad del interés que manifiestan en nosotros y su sincero deseo de ayudarnos a lograr progreso espiritual.
14. ¿Qué oportunidades tienen los superintendentes casados para demostrar que ‘aman a sus esposas como a sus propios cuerpos,’ y qué permite esto que sus esposas hagan?
14 Para portarse como hombres espirituales, los superintendentes se esfuerzan por dejar que ‘todos sus asuntos se efectúen con amor.’ (1 Cor. 16:13, 14) Si estos hombres están casados, han de ‘amar a sus esposas como a sus propios cuerpos,’ a los cuales ellos alimentan y acarician. (Efe. 5:28, 29) Los superintendentes reconocen cuánto cuidado diario exigen sus propios cuerpos. Así, también, sus esposas necesitan recibir con regularidad atención y cuidado espiritual que les permitan desempeñar el papel sostenedor que les atañe como esposas de una manera que sea ‘decorosa en el Señor.’ (Col. 3:18, 19) El considerar el texto diario del Anuario de los testigos de Jehová, repasar materia de las publicaciones de la Sociedad, prepararse para las reuniones cristianas y mantenerse despiertos para valerse de ocasiones en que puedan orar juntos... todas estas cosas son expresiones de este amor. Además, siempre que puedan aprovechar la ocasión, los ancianos deben ayudar a sus esposas de otras maneras. Esto, y la crianza apropiada de cualesquier hijos que tenga el matrimonio, suministra evidencia de que el hombre preside bien su propia casa y así satisface uno de los requisitos bíblicos para los superintendentes.—1 Tim. 3:4, 5; 5:8.
15. ¿Cómo puede el superintendente demostrar que puede ‘cuidar de la congregación de Dios’ y que tiene amor?
15 En realidad, el superintendente que mantiene un excelente arreglo de familia muestra que puede ‘cuidar de la congregación de Dios.’ (1 Tim. 3:5) Al cumplir con sus responsabilidades de congregación, el anciano se interesa intensa y personalmente en los que están relacionados con él en la fe. (Gál. 6:9, 10) Los superintendentes se preparan para las reuniones de congregación y las conducen, visitan a los enfermos y a otros que necesitan atención, y con regularidad participan en declarar públicamente las “buenas nuevas.” Todo esto es un ejemplo de amor a Dios, a las “ovejas” bajo su custodia y a las personas a quienes estos ancianos predican el mensaje del Reino.
16. ¿Qué impulsó a Pablo a obrar del modo más beneficioso para la congregación corintia? ¿Se halla la misma actitud hoy día entre los superintendentes cristianos?
16 Hay ocasiones en que los superintendentes consideran necesario dar consejo directo o tomar acción disciplinaria. Su deseo es ayudar a los individuos y proteger a la congregación. En esto, los ancianos imitan al apóstol Pablo. Impulsado por amor, el apóstol obró del modo más beneficioso para la congregación de Corinto, aunque esto lo sometió a gran esfuerzo y tensión. Escribió: “De en medio de mucha tribulación y angustia de corazón les escribí con muchas lágrimas, no para que se entristecieran, sino para que conocieran el amor que más especialmente les tengo a ustedes.” (2 Cor. 2:4) Aunque algunas personas de aquella congregación no apreciaban plenamente los esfuerzos incansables y altruistas de Pablo, él estaba dispuesto a agotarse aún más a favor de ellos, porque dijo: “Por mi parte muy gustosamente gastaré y quedaré completamente gastado por sus almas. Si los amo más abundantemente, ¿he de ser amado menos?” (2 Cor. 12:15) Igual que Pablo, muchos superintendentes se esfuerzan de todo corazón. Lo hacen por amor a sus hermanos, y así dan un ejemplo loable.
17. ¿Qué efecto han tenido en la organización del pueblo de Dios los ejemplos excelentes de muchos superintendentes, y para qué sentimientos por parte de los subpastores fieles ha suministrado esto una base?
17 Es posible señalar a muchos superintendentes que por años literalmente se han desgastado en servir a Jehová y en atender a las necesidades de sus hermanos y hermanas espirituales. El ejemplo que estos hombres han suministrado ha promovido el espíritu de amor en toda la organización del pueblo de Dios. Estos ejemplos en el pastoreo del “rebaño” durante estos días llenos de pruebas han fortalecido nuestra confianza. Debido a que estos subpastores le tienen verdadero amor al “rebaño” y se preocupan por él, tienen razón para expresarse como lo hizo el apóstol Pablo, quien escribió: “Que el Señor los haga aumentar, sí, que los haga abundar, en amor los unos para con los otros y para con todos, así como nosotros también lo hacemos para con ustedes; a fin de que él haga firmes sus corazones, intachables en santidad delante de nuestro Dios y Padre al tiempo de la presencia de nuestro Señor Jesús con todos sus santos.”—1 Tes. 3:12, 13.
El manifestar fe fortalece a los compañeros de creencia
18. ¿A qué obras deberían poder señalar los superintendentes como prueba de que tienen fe genuina?
18 A pesar de las fuertes declaraciones de muchos de que son religiosos hoy día, “la fe no es posesión de todos.” (2 Tes. 3:2) Sin embargo, tiene que ser posesión nuestra si queremos agradar a Dios. (Heb. 11:6) En esto, también, los superintendentes cristianos tienen que ser un ejemplo para todos... “en fe.” Además, es preciso que tengan actos u obras que prueben la existencia de fe genuina por parte de ellos. (Sant. 2:14-26) Entre otras cosas, estas obras incluyen actos como el consolar a los compañeros de creencia enfermos, suministrar lo que les falte a los necesitados entre ellos y participar con regularidad en la proclamación de las “buenas nuevas del reino.”—Mat. 24:14; compare con Mateo 25:34-40.
19. ¿Por qué es esencial la fe, y qué permite ésta que muchos hagan?
19 Es significativo el hecho de que Pablo recalcó repetidas veces el punto de que ‘el justo vivirá a causa de la fe.’ (Rom. 1:17; Gál. 3:11; Heb. 10:38) La fe no solo nos provee una visión del futuro, sino que nos mueve a hacer cosas. Por ejemplo, requiere fe el ingresar en las filas de los precursores auxiliares o regulares y luego servir de predicadores de las “buenas nuevas” de tiempo completo. (Mar. 13:10) A pesar de responsabilidades de familia y otros deberes, muchos superintendentes y siervos ministeriales arreglan sus asuntos para participar en esta actividad. Muchos ajustan sus empleos seglares y otros asuntos a fin de dar más atención a las responsabilidades relacionadas con la congregación. Y se requiere fe genuina cuando se participa directamente en la predicación de las “buenas nuevas,” se cumplen asignaciones en las asambleas cristianas, se construyen Salones del Reino o se participa en diferentes actividades teocráticas de día en día. En realidad, requiere fe el que los superintendentes y todo el pueblo de Jehová crea, viva, trabaje y adore en conformidad con la Palabra de Dios.
20. (a) ¿Qué papel desempeña la fe en cuanto a mantenerse uno firme y resistir al Diablo? (b) ¿Cómo pueden especialmente los superintendentes ayudar a sus compañeros de creencia a superar las pruebas de su fe?
20 También se necesita fe para enfrentarse con éxito a las dificultades y superar las pruebas a que se ve sometida la fe. Después que Pedro exhortó a los ancianos a hacerse ejemplos para “el rebaño,” dio esta advertencia: “Mantengan su juicio, sean vigilantes. Su adversario, el Diablo, anda en derredor como león rugiente, procurando devorar a alguien. Pero pónganse en contra de él, sólidos en la fe, sabiendo que las mismas cosas en cuanto a sufrimientos van realizándose en toda la asociación de sus hermanos en el mundo.” (1 Ped. 5:8, 9) Los superintendentes siempre tienen que mantenerse alerta a las tácticas del Diablo y a los ardides que él emplea para desviar, entrampar o devorar a los siervos de Dios. Nunca deben los cristianos dejarse adormecer y entrar en un estado de serena satisfacción respecto a la situación que afrontan, y especialmente deben ser vigilantes los subpastores nombrados del “rebaño.” En muchos países, la experiencia muestra que cuando les sobrevienen dificultades y pruebas a los testigos de Jehová, los superintendentes están en la primera fila de la batalla. Al cifrar su confianza en Dios, estos ancianos siguen ayudando a sus compañeros de creencia de diferentes maneras, resistiendo al Adversario, orando sinceramente, y usando el gran escudo de la fe y otras piezas de la armadura espiritual.—Efe. 6:10-18.
21. Al ser los superintendentes mismos ejemplos en cuanto a fe, ¿qué ayudan al “rebaño” a hacer respecto a fe y esperanza?
21 Los superintendentes deben ayudar al “rebaño” a andar por fe y a regocijarse con la esperanza que tienen en cuanto al futuro. Porque Jehová Dios y su Hijo en la región celestial son invisibles, no podemos verlos. Sin embargo, sus tratos con nosotros son verdaderos. (Heb. 11:27) Lo que está aconteciendo como resultado de la dirección de ellos es cumplimiento de lo que predijo la Biblia. Los superintendentes deben ayudar solícitamente a sus hermanos y hermanas espirituales a reconocer este hecho y a ver que a los miembros de la “grande muchedumbre” se les está recogiendo en cantidades considerables. Jehová está bendiciendo la obra que se está haciendo. (Isa. 60:22; Rev. 7:9) Estamos experimentando la seguridad espiritual que él ha prometido. (Sal. 91:1, 2) Los frutos del espíritu santo de Jehová, entre ellos la fe, verdaderamente abundan entre el pueblo de Dios hoy día. (Gál. 5:22, 23; compare con Romanos 1:8.) Nuestros ojos de la fe perciben la venidera ejecución de los juicios de Jehová. (Rev. 11:16-18; 16:14, 16) Más allá de la “grande tribulación” un nuevo orden ha de empezar, y la Tierra será llevada a un estado paradisíaco. (Mat. 24:21; Luc. 23:43; 2 Ped. 3:11-13) Va a haber una resurrección. (Juan 5:28, 29; Hech. 24:15) La familia humana será restaurada a relaciones pacíficas con Dios, y la vida eterna será lo que obtendrán los que resulten obedientes durante la prueba final. (Rev. 20:7-10) Pero a medida que miramos hacia el futuro, apreciamos a los superintendentes que, en la cantidad de decenas de miles, actualmente sirven de ejemplos en fe, a los subpastores leales que tanto están haciendo para ayudar al “rebaño” a regocijarse en la esperanza de lo futuro.—Rom. 12:12.
“En castidad”... ejemplos dignos
22. (a) ¿Cómo puede el reflexionar en Filipenses 4:8 y Santiago 3:17 ayudar a los superintendentes a ser ejemplos en castidad? (b) Al recomendar a los hermanos para responsabilidades dentro de la congregación, ¿cómo tienen que esforzarse los superintendentes por permanecer castos?
22 Finalmente, se exhorta a los superintendentes a ‘hacerse ejemplos para los fieles . . . en castidad.’ Esto quiere decir más que ser de mente limpia y conducta moral. Es patente que los superintendentes tienen que tener cuidado para que aquello en que fijen la mente sea casto. (Fili. 4:8; Sant. 3:17) Pero, para que los superintendentes permanezcan castos, también tienen que ejercer buen juicio cuando consideran a hermanos para que lleven responsabilidades dentro de la congregación. La idoneidad de estos hermanos tiene que considerarse cuidadosamente a la luz de los requisitos bíblicos. Nunca debe mostrarse favoritismo a amigos personales ni a parientes. Si hay dudas acerca de la conducta moral de cierta persona, dejen que el tiempo y los hechos remuevan estas dudas. Esto estaría en armonía con el consejo sano que se halla en 1 Timoteo 5:22: “Nunca impongas las manos apresuradamente a ningún hombre; ni seas partícipe de los pecados ajenos; consérvate casto.”
23. ¿Qué ayudará a los superintendentes a mantenerse castos al manejar asuntos judiciales?
23 Los superintendentes también evitan ser partícipes de los pecados de otros por medio de manejar correctamente los asuntos judiciales. Al tratar con casos de malas acciones, los ancianos deben ser misericordiosos cuando las circunstancias exijan misericordia, pero no deben permitir que continúe el pecar ni verlo como cosa de poca importancia. (Pro. 28:13; Sant. 2:13; compare con Judas 3-15, 22, 23.) Los ancianos nombrados tienen que ejercer cuidado para no dejar que influyan en sus decisiones la parcialidad, el sentimiento o la emoción al escuchar las declaraciones de los que hayan cometido algún mal, o el testimonio de otros. Al dejar que los principios bíblicos gobiernen en cualesquier decisiones que tomen en estos casos, los subpastores fieles se conservarán castos.
24. ¿Qué hará posible que los superintendentes se expresen como lo hizo Pablo en 1 Corintios 11:1?
24 Al llegar a ser ejemplos de todas las maneras consideradas en lo anterior, todos los fieles superintendentes cristianos pueden decir, con buena conciencia, como lo hizo Pablo: “Háganse imitadores de mí, así como yo lo soy de Cristo.” (1 Cor. 11:1) Aunque el apóstol estaba consciente de sus debilidades personales, pudo decir con confianza que estaba siguiendo a Cristo. Lo mismo es cierto hoy día de los superintendentes que se esfuerzan por satisfacer los requisitos de Dios.
Se anima a la congregación a hablar la Palabra con denuedo
25. Si se imita el buen ejemplo que dan los superintendentes cristianos, ¿qué resultados pueden producirse en la congregación debido a las bendiciones de Dios?
25 ¿Qué resultados podemos esperar de seguir el ejemplo provisto por los fieles subpastores del “rebaño de Dios”? ¡Bueno, a todos los de la congregación se les animará o estimulará a continuar hablando la palabra de Dios con denuedo a la vez que mantienen conducta excelente! (Hech. 4:29-31; 1 Ped. 2:12) El fruto del amor identificará a la congregación de modo inequívoco como una congregación compuesta de los verdaderos discípulos de Jesucristo, y esto atraerá a otros a asociarse con el pueblo de Dios. (Zac. 8:23; Juan 13:34, 35) Se desplegará fe activa a medida que se efectúen obras excelentes como el predicar las “buenas nuevas,” hacer discípulos y seguir el comportamiento piadoso. (Mat. 24:14; 28:19, 20) La entera congregación se mantendrá limpia, al dominar la castidad la vida de todos los que buscan la aprobación de Dios. Por lo tanto, sirvamos a Jehová juntos en fidelidad y apreciemos las bendiciones de que disfrutamos como pueblo de Dios. Y que nuestro amoroso Padre celestial continúe bendiciendo nuestros esfuerzos unidos a medida que trabajamos con superintendentes cristianos que son ejemplos excelentes para “el rebaño.”