¿Es triste el futuro para la gente mayor?
“UN JOVEN era yo —dijo el rey David—, también he envejecido.” (Salmo 37:25.) En los tiempos bíblicos las personas de edad avanzada eran una minoría tenida en estima. Sin embargo, si las tendencias de la actualidad continuaran, pronto la gente mayor ni sería una minoría ni disfrutaría de la estima de otros.
Se calcula que tan solo en los Estados Unidos hay 26.000.000 de personas de más de 65 años de edad. ¡Para el año 2040 esta cantidad pudiera triplicarse! Según la revista Asiaweek, algunas naciones asiáticas “esperan que la cantidad de su gente mayor se duplique en el decenio venidero”. No obstante, la perspectiva de que las personas de edad avanzada casi excedan en número a las jóvenes no anuncia bien para la gente mayor. Hoy mismo una cantidad alarmante de personas mayores viven en la indigencia y sin hogar. Otras han sido llevadas a hospitales u hospicios donde se marchitan... sin compañía ni visitas ni atención. Hasta de países donde la costumbre ha sido reverenciar a los padres vienen sorprendentes informes de casos de descuido y abuso.
En la revista World Health se publicaron estas palabras de G. M. Ssenkoloto: “Lo tradicional en la mayoría de los países africanos, y, en realidad, en la mayoría del Tercer Mundo, era que toda familia atendiera a sus mujeres de edad avanzada. Si alguna mujer no tenía hijos que la atendieran, sus vecinos o la aldea en general la cuidaban”. Sin embargo, informa el escritor: “Se están alterando valores de gran antigüedad. Muchos factores —las fuerzas económicas desfavorables, la mala distribución de los recursos, el deseo de cosas materiales, la lucha por alcanzar dignidad y posición— se están imponiendo a los valores tradicionales positivos de atención a los mayores”.
Como se ve, hoy se realizan en gran escala estas palabras del escritor bíblico Agur: “Hay una generación que hasta contra su padre invoca el mal, y que ni siquiera a su madre bendice”. (Proverbios 30:11.) Sí, se está derribando a la gente mayor del puesto de honor de que disfrutó en el pasado. Muchos ven a estas personas como desventajas más bien que ventajas sociales. Las perspectivas, para la mayoría, son poco prometedoras.
Sin embargo, ¿cómo consideran a la gente mayor los cristianos verdaderos? ¿Siguen apegándose a “los valores tradicionales positivos” respecto a los mayores?