Fuerzas para todas las cosas
1 Hay mucho que hacer, ¿no es verdad? Estudiar, asistir a las reuniones, ir en el servicio del campo, visitar y estimular a otros, sin decir nada de las cosas inesperadas que surgen. No importa quiénes somos o qué posición ocupamos en la congregación, hay veces cuando parece que hay más cosas que hacer que las que el tiempo nos permite. Cuando viene ese tiempo, no olvide las palabras de Pablo en Filipenses 4:13: “Para todas las cosas tengo la fuerza en virtud de aquel que me imparte poder.”
2 Sí, Pablo se refería aquí a Dios, quien tiene poder ilimitado y apoya a sus siervos según tengan necesidad. Eso no quiere decir que va a efectuar un milagro a favor nuestro solo porque tengamos una cantidad de trabajo extraordinario. Tenemos que hacer un esfuerzo verdadero, usando nuestras diversas capacidades, pero Dios nos ayudará, nos fortalecerá para efectuar cualquier trabajo divinamente asignado. Note lo que Pablo dice además en 2 Corintios 4:7: “Sin embargo, tenemos este tesoro en vasos de barro, para que el poder que es más allá de lo normal sea de Dios y no el que procede de nosotros.”
3 Por lo tanto, es obvio que no tenemos razón para desanimarnos cuando hay mucho que hacer. De hecho, es bueno tener mucho que hacer en el servicio de Jehová. Primera a los Corintios 15:58 dice: “Por consiguiente, amados hermanos míos, háganse constantes, inmovibles, siempre teniendo mucho que hacer en la obra del Señor, sabiendo que su labor no es en vano en lo relacionado con el Señor.” Más bien que experimentar desaliento cuando hay mucho que hacer, Dios provee lo necesario para que nos sintamos felices a medida que cuidamos de sus intereses. Si nos sentimos infelices debido a nuestra abundancia de trabajo, ¿pudiera deberse esto a que no tenemos exactamente el correcto punto de vista bíblico?
4 ¿Sucede a veces que usted trabaja con afán en un discurso estudiantil para la Escuela del Ministerio, dedicando gran cantidad de tiempo a él de modo que tiene que excluir otras cosas? Bueno, ciertamente se necesita tiempo para preparar un buen discurso y fijar las ideas en la mente. Halle gozo en el hecho de que aquí tiene un asunto que usted aprenderá plenamente y recordará por mucho tiempo, quizás para siempre. Alégrese de saber que al pronunciar un buen discurso usted contribuye grandemente a la espiritualidad de la congregación. Deriva satisfacción de completar su asignación y hacerlo bien.
5 ¿Le parece que otros encuentran más tiempo para participar en el ministerio del campo que usted? Bueno, quizás ellos tengan más experiencia en ser buenos organizadores y es posible que estén dispuestos a ayudarlo dándole algunas sugerencias prácticas. Posiblemente ellos hayan eliminado algunas actividades mundanas que los distraían a fin de tener circunstancias más favorables, y de esto usted puede aprender. (Efe. 5:15, 16) Pero, también puede ser el caso que usted tenga responsabilidades de familia u otros deberes que ellos no tienen y por lo tanto ellos tienen más tiempo disponible para dedicar al ministerio del campo. Por eso, después de considerar sus propias circunstancias y hacer cualquier ajuste ventajoso que sea posible, puede estar seguro de que Jehová conoce sus circunstancias. Él no deja de aprobarlo debido a que alguna otra persona, en circunstancias diferentes, puede hacer más que usted. (Luc. 21:1-4) Regocíjese en lo que usted puede hacer. Recuerde, sin embargo, que a menudo es posible mejorar los horarios para el servicio del campo, y por eso continúe buscando maneras de hacer estas mejoras, confiando en que Jehová bendecirá sus esfuerzos. Proverbios 16:3 dice: “Haz rodar sobre Jehová mismo tus obras y tus planes serán firmemente establecidos.”
6 ¿Es usted un siervo que tiene mucha responsabilidad? Al hacer su mejor esfuerzo, no hay por qué sentirse deprimido acerca de las cosas que, por falta de tiempo o fuerzas, usted no puede hacer. Sin embargo, es bueno asegurarse de que está bien organizado a fin de lograr hacer las cosas más importantes. El mantener un recordatorio diario lo ayudará a no olvidarse de nada. Quizás sea posible asignar a alguien para que lo ayude en algunos asuntos apropiados. El cargar con responsabilidad exige tiempo y esfuerzo, pero ¡qué gozo saber que Jehová lo consideró a usted digno de esa posición y que usted tiene la confianza y respeto de sus hermanos! Cumpla plenamente con lo que Jehová habla en su Palabra acerca de servir a los hermanos, reconociendo que ésta es la única manera de tener buen éxito. Proverbios 3:5, 6 dice: “Confía en Jehová con todo tu corazón y no te apoyes en tu propio entendimiento. En todos tus caminos tómalo en cuenta, y él mismo hará derechas tus sendas.” La fuerza activa de Jehová, junto con los sinceros esfuerzos de usted, lograrán los deseados resultados.
7 Sí, hay mucho que hacer en el servicio de Jehová en estos “últimos días.” Pero ¿hay otra obra a la cual preferimos dedicar nuestro tiempo? No hay nada que sea más gozoso y satisfaciente que el participar en el ministerio cristiano. Y a medida que continuamos aplicándonos, siempre tratando de hacer la voluntad de Jehová, hallando felicidad en su obra, será cierto de nosotros como lo fue del apóstol Pablo: “Para todas las cosas tengo la fuerza en virtud de aquel que me imparte poder.”