Presentando las buenas nuevas... a toda persona
1 Jesús se interesó intensamente en llegar a tantas personas como fuera posible a medida que predicaba. (Mar. 6:34; Juan 4:7, 40, 41.) Nosotros también debemos esforzarnos por llegar a tantas personas como sea posible. Hay vidas en juego: las de ellas y la nuestra. (1 Tim. 4:16.) Queremos ayudar a otros a conocer a Jehová de manera que ellos también invoquen su nombre y sean salvos. (Hech. 2:21.)
2 Un problema común al que muchos nos encaramos, sea que trabajemos territorio urbano o rural, es encontrar a los que no están en casa cuando los visitamos por primera vez. ¿Ha tratado de visitarlos más tarde ese mismo día? Muchos han tenido éxito al hacerlo. O intente visitarlos otro día. Mediante cartas quizás se pueda llegar a los que regularmente no se hallan en casa. Al trabajar territorio urbano, tome la iniciativa en hablar con los que halle en los pasillos y vestíbulos de los edificios de apartamentos o en las aceras. Si su conversación tiene que ser breve, tal vez le resulte útil presentar uno de los cuatro tratados nuevos: “Por qué puede usted confiar en la Biblia”, “¿Qué creen los testigos de Jehová?”, “La vida en un pacífico nuevo mundo” y “¿Qué esperanza hay para los seres queridos que han muerto?”.
LA OBRA EN LAS CALLES Y DE TIENDA EN TIENDA
3 El participar en la obra en las calles quizás le permita hablar con las personas que generalmente no están en casa cuando las visita. Al abordarlas, es provechoso ser amigable y directo a medida que se esfuerza por entablar una conversación. El plantear una pregunta breve y directa puede ayudarle a despertar el interés. Probablemente hallará que es más fácil abordar a los que no estén caminando de prisa. Algunos han obtenido buenos resultados al caminar algunos pasos con la persona a medida que presentan brevemente las revistas. Si la calle está muy atestada, algunos han hallado práctico hablar a los que están al borde de la muchedumbre. El trabajar de tienda en tienda puede permitirle hablar con los propietarios y empleados de negocios que a menudo no se encuentran en casa cuando los visitamos. Muestre consideración por medio de visitarlos a una hora en que haya pocos clientes en la tienda. (Véase km-S 5/85, pág. 8.)
4 En la obra en las calles y de tienda en tienda, no piense que está limitado a la presentación de las revistas. Se pueden ofrecer también libros y folletos. Cierto publicador que ha tenido éxito comienza la conversación preguntando: “¿Ha visto usted el libro más reciente que hemos publicado?”. Otro simplemente dice: “Tengo algo que quisiera mostrarle”.
5 ¿Cómo podemos seguir cultivando el interés que hallemos en la obra en las calles y de tienda en tienda? Muchos han logrado obtener la dirección de las personas interesadas a fin de hablarles en otro momento que sea más conveniente. Si usted nota que la persona no vive en su territorio, entonces remita la dirección a la congregación a que le corresponda. El superintendente presidente se complacerá en ayudarle en este asunto.
6 La voluntad de Jehová es que a toda persona se le dé la oportunidad de escuchar la verdad. “Cualquiera que tenga sed, venga; cualquiera que desee, tome gratis el agua de la vida.” (Rev. 22:17.) Cuando nos esforzamos sinceramente por hablar con todas las personas, mostramos que amamos a otros como Jehová lo hace. (Juan 3:16.)