No perdamos de vista el propósito de nuestro ministerio del campo
1 Hoy, en muchos lugares, un publicador puede dedicar una hora o más en el ministerio del campo sin hallar a alguien a quien testificar o colocar literatura. Es posible que pocas personas se encuentren en casa, o cuando hallemos a alguien, este quizás nos diga que ya tiene su propia religión y que no le interesa cambiar. Otro tal vez diga: “Ustedes están haciendo una obra excelente, pero mi religión me suministra toda la literatura que necesito”. Cuando esto sucede, ¿damos simplemente las gracias y pasamos a la siguiente puerta, o intentamos por lo menos explicar el propósito de nuestra visita?
2 Jesús se enfrentó a problemas similares en su ministerio. Cuando ciertos discípulos de los fariseos dijeron: “Maestro, sabemos que eres veraz y enseñas el camino de Dios en verdad”, él, sin vacilar, dio un testimonio tan eficaz que ellos se maravillaron por lo que dijo. No permitió que la adulación de ellos le impidiera dar un testimonio denodado. (Mat. 22:15-22.)
MAYOR URGENCIA HOY
3 Algún día haremos la última visita a las personas de nuestro territorio. Debemos pensar en esto cada vez que participamos en el ministerio del campo. (2 Cor. 6:2; Isa. 55:6.) Hay que advertir a las personas que “el día de la venganza” de Jehová está cerca y ayudarlas a hallar el único camino que conduce a la supervivencia. (Isa. 61:1, 2; Eze. 33:8, 9.)
4 Al presentar la oferta actual, al trabajar con las revistas o al hacer revisitas, no se retraiga de hablar la verdad con dignidad, tacto y buenos modales. Siempre muestre el debido respeto al amo de casa, y a la vez haga todo lo que razonablemente pueda para ayudarlo a entender el propósito de su visita.
LOGREMOS NUESTRO PROPÓSITO EN ABRIL
5 Las palabras de apertura son muy importantes. Lo que diga en su introducción a menudo determina si captará la atención de la persona y si podrá continuar con la conversación o no. ¿Cuáles son algunas de las objeciones más comunes en el territorio? Quizás sea bueno plantear una de estas en su introducción.
6 Por ejemplo, si se trabaja muy a menudo el territorio y las personas son religiosas, pudiera decir: “Usted probablemente sabe que somos testigos de Jehová. Si pertenece a alguna de las iglesias de la localidad, quizás se pregunte por qué lo visitamos tan a menudo. [Permita que responda.] Un problema serio que nos atañe a todos es la desintegración de la familia a escala mundial. La World Book Encyclopedia dijo: ‘Civilizaciones enteras han sobrevivido o desaparecido, dependiendo de si la vida familiar era fuerte o débil’”. Entonces, considere Génesis 1:27, 28.
7 En los números de abril y mayo de La Atalaya se tratarán problemas relacionados con la familia. Por eso, después de leer Isaías 48:17, 18, mencione con convicción que La Atalaya ha ayudado a millones de familias a vivir una vida más feliz y productiva. Usted tal vez desee mencionar cuánto le ha ayudado personalmente. Comente brevemente sobre uno de los artículos principales e infórmele a la persona que puede recibir La Atalaya por correo durante un año por solo $5,00.
8 “El tiempo que queda está reducido.” (1 Cor. 7:29.) No sabemos cuántas oportunidades todavía tengamos para hallar a las personas mansas como ovejas que aún quedan. Hay que advertir a las personas que no están manifestando amor a la verdad. En este mundo dominado por la plaga de la apatía, hay que predicar la verdad con denuedo y convicción mientras todavía queda tiempo. (Hech. 4:29, 31; 14:3.) Si hacemos nuestra parte para cumplir con el propósito de nuestro ministerio, podemos estar seguros de que las “ovejas” responderán a la voz del Pastor Excelente. (Juan 10:4, 27.)