Ayudemos a otros a apreciar las cosas espirituales
1 ¡Qué ocasión tan conmovedora resulta ser la Conmemoración! Cada año se nos recuerda el valor del sacrificio que Cristo Jesús hizo por toda la humanidad. Esta celebración tan especial nos da la oportunidad de ayudar a los nuevos a apreciar más plenamente las cosas espirituales que Dios ha suministrado mediante su Hijo amado. (Mar. 9:7.) ¿Cómo podemos ayudar a los que asisten a la Conmemoración a asociarse regularmente con la congregación?
2 Sin duda, la mayoría de los que asisten a la Conmemoración, aunque sea por primera vez, reconocen que tienen un hambre espiritual que tiene que satisfacerse. (Mat. 5:3.) ¿Qué podemos hacer para estimularlos a buscar maneras de satisfacer esa necesidad?
3 Un paso sería visitarlos lo antes posible. Muestre interés personal y ofrezca ayudarlos a progresar espiritualmente. Muchos de los que asisten a la Conmemoración no tienen un estudio bíblico en su hogar. Ayúdelos a entender que para beneficiarse plenamente del sacrificio de Cristo Jesús y tener la aprobación de Jehová, es necesario tener un estudio regular. Esfuércese por hacer arreglos para dicho programa de alimentación espiritual, de acuerdo con lo que sea conveniente para ellos.
4 Si visita a las personas la semana después de la Conmemoración y se esfuerza por comenzar estudios bíblicos, puede a la vez extenderles una cordial invitación al discurso especial: “¿Por qué regir su vida por las normas bíblicas?”, que se presentará el 10 de abril. Ofrezca acompañarlas al Salón del Reino y suministre transportación si es necesario.
EXTIENDA LA INVITACIÓN A TESTIFICAR
5 ¿Qué hay de los que ya estudian y asisten con regularidad a las reuniones? ¿En qué tienen que progresar? ¿Les ha sugerido que traten de testificar informalmente a sus amigos, parientes, compañeros de trabajo y a otras personas? Esto les ayudará a progresar espiritualmente. Así mostrarán su gratitud por el sacrificio de Jesús y por las verdades que están aprendiendo.
6 El estudiante tal vez vacile en hablar a otras personas, pensando que no escucharán el mensaje de la verdad. Quizás tenga que aprender que toda persona es importante para Dios, quien ve el corazón y sabe cuando alguien está listo para aceptar las buenas nuevas. Ayude al estudiante a darse cuenta de que la voluntad de Dios es “que hombres de toda clase se salven y lleguen a un conocimiento exacto de la verdad”. (1 Tim. 2:4; Hech. 17:26, 27.) Muéstrele que Jesucristo fue enviado por Dios para darse a sí mismo como “rescate en cambio por muchos”. (Mat. 20:28.) Si se puede ayudar al estudiante a comprender esto, él verá por qué esforzarse por hablar acerca de la verdad a toda persona cada vez que tenga la oportunidad. Su convicción personal será fortalecida, y sentirá el gozo que resulta de dar del tesoro más valioso que posee. (Gál. 6:6; Hech. 20:35.)
7 Debe invitarse a los que califiquen a participar en el ministerio del campo en abril. (Mat. 9:37, 38; om-S págs. 97-99.) Jehová bendice a los que están dispuestos a servirle, aunque sus capacidades sean limitadas. Verdaderamente, todos nosotros somos muy privilegiados de imitar a nuestro Salvador, Jesucristo, al participar en esta obra que resulta en salvar vidas. (Mat. 28:19, 20.) Al cumplir con la comisión de predicar, todos estaremos prestando atención al consejo del apóstol Pablo: “En colaboración con él, nosotros también les suplicamos que no acepten la bondad inmerecida de Dios y dejen de cumplir su propósito”. (2 Cor. 6:1.)
8 No sabemos cuántos más llegarán a apreciar el privilegio de servir a Jehová. Pero se nos asegura que por medio de seguir ayudando a otras personas a apreciar las cosas espirituales, nosotros recibiremos grandiosas bendiciones, y ellas también. (2 Cor. 6:2.)