Presentando las buenas nuevas... en territorio que se trabaja con frecuencia
1 El predicar en territorio que se trabaja con frecuencia presenta desafíos especiales. ¿Qué hace para que su mensaje sea nuevo y atrayente? ¿Cómo abordará a los que parecen haber decidido que definitivamente no están interesados? ¿Qué le podemos decir a los que afirman que visitamos con demasiada frecuencia? Si el territorio se predica muy a menudo, ¿qué se puede hacer en cuanto al método simplificado de distribución de literatura?
SEA OPTIMISTA
2 Contrario a lo que algunos piensan, el territorio que se trabaja a menudo y a fondo produce mejores resultados que el que se predica con menos frecuencia. De modo que, uno de los primeros obstáculos a vencer es la actitud pesimista respecto a tocar vez tras vez las mismas puertas. Hay que dar a las personas toda oportunidad de escuchar el mensaje del Reino. Sería un error de nuestra parte llegar a la conclusión de que Jehová no considera dignos a los que no han respondido favorablemente aunque los hayamos visitado con frecuencia.
3 El mostrar empatía es de suma importancia si a menudo trabajamos el mismo territorio. El llevar un mensaje específico que trate sobre uno de los problemas que afectan a las personas del vecindario puede que resulte en que algunos de los que por lo general no escuchan respondan positivamente al mensaje. ¿Se mantiene usted al corriente con los acontecimientos, y se prepara para mostrar cómo el mensaje de la Biblia puede ayudarlos a encararse con los problemas?
VARÍE SUS PRESENTACIONES
4 Varíe su manera de abordar al trabajar territorio que se predica a menudo. En cierta ocasión pudiera emplear un tratado como parte de su introducción. En otra, al tratar problemas locales, pudiera adaptar una de las más de 40 introducciones que se sugieren en las páginas 9-15 del libro Razonamiento. Incluso pudiera referirse a la última vez que visitó el vecindario, evitando así que se use eso como objeción. Si tomó nota de algún comentario significativo que hizo el amo de casa en la última visita, entonces pudiera valerse del mismo para entablar de nuevo una interesante conversación.
5 Vea a las personas como las ve Jehová, y siga mostrando interés por las que quizás hayan dicho que definitivamente no están interesadas. Jehová hizo repetidas llamadas a su pueblo de la antigüedad, a pesar de la apatía que este mostró para con Sus mensajeros. (2 Cró. 36:15; Jer. 7:13.) Muchos de los que en un tiempo pensaron que no estaban interesados ahora son nuestros hermanos y hermanas. La verdad ha cambiado hasta a opositores enconados. Estos ahora agradecen el que alguien siguió pacientemente visitándolos con las buenas nuevas.
MANTENGA BUENOS REGISTROS
6 El llevar un buen registro de casa en casa es muy importante. El que tratemos de hablar con los que no se hallaban en su hogar permitirá que el territorio se trabaje a cabalidad y hará que las visitas que hacemos a los que sí están en su hogar cuando predicamos no sean tan frecuentes. Algunos también han hallado práctico intercambiar registros de los que no están en casa durante la semana con los que predican los fines de semana. Esto ayuda a variar la hora en que se visita a la gente e incrementa las posibilidades de hallar a los que por lo general no se encuentran en su hogar a ciertas horas o días de la semana. En La Atalaya del 15 de julio de 1988, páginas 15-20, se dan sugerencias adicionales.
7 Jehová sabe cuándo se habrán hecho suficientes esfuerzos por hablar con todos los que estén dispuestos a escuchar. Bajo la dirección de Cristo, seguiremos obedeciéndole, seguros de que la obra se completará dentro del tiempo asignado. (Eze. 9:11.)