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Referencias para la Guía de actividades para la reunión Vida y Ministerio Cristianos 2019
mwbr19 febrero págs. 1-5

Referencias para la Guía de actividades para la reunión Vida y Ministerio Cristianos

4-10 DE FEBRERO

TESOROS DE LA BIBLIA | ROMANOS 1-3

“Sigamos educando nuestra conciencia”

lvs 18 párr. 6

Una buena conciencia ante Dios

6 Las personas que no sirven a Jehová también se dan cuenta de que hay cosas que están bien y cosas que están mal. La Biblia dice: “Entre sus propios pensamientos, están siendo acusados o hasta excusados” (Romanos 2:14, 15). Por ejemplo, la mayoría de la gente sabe que está mal matar o robar. Aunque no se den cuenta, en realidad están escuchando a su conciencia, esa voz interior que Jehová nos ha dado a todos y que nos dice lo que está bien y lo que está mal. También están obedeciendo los principios de Dios, es decir, las verdades básicas que él nos ha dado para ayudarnos a tomar buenas decisiones.

lvs 19, 20 párrs. 8, 9

Una buena conciencia ante Dios

8 Algunas personas creen que escuchar a su conciencia es hacer lo que les dice el corazón. Piensan que pueden hacer lo que quieran si sienten que está bien. Pero nuestros sentimientos son imperfectos y muy poderosos, y pueden afectar nuestra conciencia y engañarnos. La Biblia dice: “El corazón es más traicionero que cualquier otra cosa, y es desesperado. ¿Quién puede conocerlo?” (Jeremías 17:9). Así que podemos empezar a creer que algo está bien aunque en realidad está mal. Por ejemplo, antes de hacerse seguidor de Cristo, el apóstol Pablo persiguió sin compasión a los cristianos. Tenía la conciencia tranquila porque creía que estaba haciendo lo correcto. Pero con el tiempo entendió la importancia de tener una conciencia limpia desde el punto de vista de Jehová (Hechos 23:1; 1 Corintios 4:4; 2 Timoteo 1:3). Cuando Pablo descubrió lo que Jehová pensaba de su comportamiento, se dio cuenta de que tenía que cambiar. Queda claro que, antes de tomar una decisión, tenemos que preguntarnos: “¿Qué quiere Jehová que haga?”.

9 Cuando amamos a alguien, no queremos hacer nada que le disguste. Por eso, como amamos a Jehová, no queremos hacer nada que le desagrade. Debemos sentir un profundo temor de Dios, es decir, un fuerte temor a desagradarle. Veamos el ejemplo de Nehemías. Él no quiso aprovecharse de que era gobernador para hacerse rico. ¿Por qué? Explicó que fue “a causa del temor a Dios” (Nehemías 5:15). Él no quería hacer nada que desagradara a Jehová. Igual que Nehemías, nosotros también tenemos miedo de hacer algo malo y desagradar a Jehová. Y en la Biblia aprendemos lo que le gusta y lo que no (vea la nota 6).

Busquemos perlas escondidas

w08 15/6 30 párr. 5

Puntos sobresalientes de la carta a los Romanos

3:4. Cuando existe una discrepancia entre la palabra del hombre y la Palabra de Dios, probamos que Dios es veraz si confiamos en el mensaje de la Biblia y obramos en conformidad con la voluntad divina. Además, con nuestra fervorosa participación en la obra de predicar el Reino y hacer discípulos también ayudamos al prójimo a darse cuenta de que Dios es veraz.

w08 15/6 29 párr. 6

Puntos sobresalientes de la carta a los Romanos

3:24, 25 ¿Cómo era posible que “el rescate pagado por Cristo Jesús” se aplicara a “los pecados que habían ocurrido en el pasado”, antes de la muerte de Cristo? La primera profecía mesiánica, registrada en Génesis 3:15, se cumplió en el año 33 de nuestra era, cuando se dio muerte a Jesucristo en un madero de tormento (Gál. 3:13, 16). No obstante, en el momento en que Jehová pronunció aquella profecía, para él era como si ya se hubiera pagado el precio del rescate, pues nada puede impedir que lleve a cabo lo que se propone. Por lo tanto, basándose en el futuro sacrificio de Jesucristo, Jehová pudo perdonar los pecados de los descendientes de Adán que tenían fe en dicha promesa. El rescate también hace posible la resurrección de personas de tiempos precristianos (Hech. 24:15).

11-17 DE FEBRERO

TESOROS DE LA BIBLIA | ROMANOS 4-6

“Dios nos demuestra su amor”

w11 15/6 12 párr. 5

Dios nos recomienda su amor

5 Pablo lo explica comenzando por una realidad histórica: “Por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo, y la muerte mediante el pecado, y así la muerte se extendió a todos los hombres porque todos habían pecado” (Rom. 5:12). En otros pasajes de la Biblia, Dios nos brinda la clave para entender estas palabras. Como sabemos, Jehová dio comienzo a la humanidad al crear a Adán y Eva, quienes, al igual que él, eran perfectos. Luego les puso una prohibición muy razonable, advirtiéndoles que si la desobedecían serían castigados con la muerte (Gén. 2:17). Desgraciadamente, nuestros primeros padres tomaron la desastrosa decisión de no hacer caso a Jehová, con lo que demostraron que no lo aceptaban como Legislador y Soberano (Deu. 32:4, 5).

w11 15/6 12 párr. 6

Dios nos recomienda su amor

6 Los hijos de Adán fueron engendrados después de la rebelión de Edén. Por eso, todos recibieron de su padre el pecado y sus consecuencias. Ahora bien, Jehová no los culpó por el pecado de Adán, pues no eran ellos los que habían violado su mandamiento; además, para ese tiempo aún no se había dado ningún código legal (Gén. 2:17). Con todo, heredaron el pecado. Desde entonces, el pecado y la muerte reinaron sobre la humanidad hasta el tiempo en que Dios entregó la Ley a los israelitas, la cual dejó claro que eran pecadores (léase Romanos 5:13, 14). El pecado transmitido por Adán pudiera compararse a ciertos males y defectos hereditarios, como la talasemia, o anemia mediterránea, y la hemofilia, la cual suele manifestarse en graves hemorragias. Un personaje célebre que padeció esta última enfermedad fue el príncipe Alejo de Rusia, hijo del zar Nicolás II y de la zarina Alejandra. En familias como la anterior, no todos los hijos padecen el mal, aunque quizás sean portadores. Pero con el pecado heredado de Adán es diferente. Nadie está libre. Todos lo recibimos de nuestros padres, lo pasamos a nuestros hijos y sufrimos sus mortales consecuencias. ¿Tendrá remedio esta situación?

w11 15/6 13 párrs. 9, 10

Dios nos recomienda su amor

9 ¿Qué implican las palabras griegas que se traducen “declaración de justicia” y “declararlos justos”? El traductor de la Biblia antes citado escribió: “Es una imagen de origen legal en la que se establece un punto casi jurídico. No se refiere a un cambio en el interior de la persona, sino en su situación ante Dios [...]. En la metáfora, Dios es el juez que toma una decisión a favor del acusado, el cual —por así decirlo— comparece ante el tribunal divino por el cargo de ser injusto, pero termina absuelto por el propio Dios”.

10 ¿Cómo podía “el Juez de toda la tierra” actuar con justicia al absolver, o declarar libre de culpa, a una persona injusta? (Gén. 18:25.) Podía hacerlo porque bondadosamente envió a la Tierra a su Hijo unigénito y así puso la base necesaria. Jesús cumplió a la perfección la voluntad de su Padre, a pesar de que se enfrentó a tentaciones, burlas despiadadas y malos tratos. Fue fiel hasta el límite, llegando a morir en un madero de tormento (Heb. 2:10). De este modo, sacrificó su vida humana perfecta como rescate para redimir a los descendientes de Adán, es decir, liberarlos del pecado y la muerte (Mat. 20:28; Rom. 5:6-8).

Busquemos perlas escondidas

w08 15/6 29 párr. 7

Puntos sobresalientes de la carta a los Romanos

6:3-5 ¿Qué significan el bautismo en Cristo Jesús y el bautismo en su muerte? Cuando Jehová unge a los cristianos con espíritu santo, estos llegan a estar unidos a Jesús y a formar parte de la congregación que es el cuerpo de Cristo y de la cual él es Cabeza (1 Cor. 12:12, 13, 27; Col. 1:18). Este es su bautismo en Cristo Jesús. Los cristianos ungidos también son “bautizados en [la] muerte” de Cristo en el sentido de que viven una vida de sacrificio y renuncian a toda esperanza de vivir eternamente en la Tierra. Por ello, su muerte es un sacrificio como lo fue la muerte de Jesús, aunque la de ellos no tiene valor redentor. Este bautismo en la muerte de Cristo se completa cuando mueren y son resucitados para vivir en el cielo.

w14 1/6 11 párr. 1

¿Qué esperanza hay para mis antepasados?

Una vez que sean resucitados los injustos, ¿serán juzgados por lo que hicieron en su vida anterior? No. Romanos 6:7 dice: “El que ha muerto ha sido absuelto de su pecado”. Como vemos, los injustos han pagado con su vida por los pecados cometidos, así que se les juzgará por lo que hagan después de resucitar, no por lo que hicieron antes de morir. ¿Por qué es eso lo mejor?

18-24 DE FEBRERO

TESOROS DE LA BIBLIA | ROMANOS 7, 8

“¿Estamos esperando con gran expectación?”

w12 15/7 11 párr. 17

Jehová nos hace realmente libres

17 En su explicación sobre la libertad que Jehová les tiene reservada a sus siervos terrestres, Pablo indicó que “la creación aguarda la revelación de los hijos de Dios” con “expectación anhelante”. Y luego señaló: “La creación misma también será libertada de la esclavitud a la corrupción y tendrá la gloriosa libertad de los hijos de Dios” (Rom. 8:19-21). En este pasaje, “la creación” son los seres humanos que tienen la esperanza de vivir para siempre en la Tierra. Ellos se beneficiarán de “la revelación” de los hijos ungidos de Dios, que comenzará cuando estos últimos —ya resucitados en el cielo— ayuden a Cristo a limpiar la Tierra de maldad y a introducir “una gran muchedumbre” en el nuevo sistema de cosas (Rev. 7:9, 14).

w12 15/3 23 párr. 11

Regocijémonos en nuestra esperanza

11 Jehová proporcionó “la base de la esperanza” para los seres humanos cuando prometió que una “descendencia” los liberaría de Satanás, “la serpiente original” (Gén. 3:15; Rev. 12:9). Dicha “descendencia” fue principalmente Jesucristo (Gál. 3:16). Su muerte y resurrección hicieron posible que la humanidad tuviera la esperanza de ser rescatada de la esclavitud al pecado y la muerte. El cumplimiento de esta promesa está ligado a “la revelación de los hijos de Dios”. ¿Cuándo se producirá esta “revelación”? Cuando los ungidos resucitados —como parte secundaria de la “descendencia”— se unan a Cristo en la destrucción del malvado mundo de Satanás (Rev. 2:26, 27). Este acontecimiento les traerá la salvación a las otras ovejas que saldrán con vida de la gran tribulación (Rev. 7:9, 10, 14).

w12 15/3 23 párr. 12

Regocijémonos en nuestra esperanza

12 Durante el Reinado de Mil Años de Cristo, la “creación” humana experimentará un alivio extraordinario. En ese período se producirá la “revelación de los hijos de Dios” en otro sentido: en su función de sacerdotes junto con Cristo, aplicarán a la humanidad los beneficios del sacrificio redentor de Jesús. Bajo el Reino celestial, los seres humanos obedientes irán dejando atrás los efectos del pecado y la muerte. Poco a poco serán liberados “de la esclavitud a la corrupción”. Si durante los mil años se mantienen fieles a Jehová y superan la prueba final, verán sus nombres escritos de forma permanente en “el rollo de la vida” y obtendrán “la gloriosa libertad de los hijos de Dios” (Rev. 20:7, 8, 11, 12). ¡Qué esperanza tan grandiosa!

Busquemos perlas escondidas

w17.06 3

¿Recuerda usted?

¿Cuál es la diferencia entre “tener la mente puesta en la carne” y “tener la mente puesta en el espíritu”? (Rom. 8:6)

Quien tiene la mente puesta en la carne se centra en los deseos e impulsos de la carne imperfecta y habla constantemente de ellos. Quien la tiene puesta en el espíritu se centra en las cosas relacionadas con Dios y trata de pensar como él. Deja que el espíritu santo dirija su mente. Tener la mente puesta en la carne significa muerte; en el espíritu, vida y paz (w16.12, páginas 15 a 17).

w09 15/11 7 párr. 20

¿Qué revelan sobre usted sus oraciones?

20 Puede haber ocasiones en las que no sepamos qué pedir al orar en privado. Pablo dijo: “El problema de lo que debemos pedir en oración como necesitamos hacerlo no lo sabemos, pero el espíritu [santo] mismo aboga por nosotros con gemidos no expresados. Sin embargo, [Dios,] el que escudriña los corazones[,] sabe cuál es la intención del espíritu” (Rom. 8:26, 27). Jehová hizo que se registrara un gran número de oraciones en la Biblia. Como él fue quien las inspiró, sabe lo que quisieron decir los escritores bíblicos. Además, nos conoce muy bien a nosotros. Por eso, acepta esas peticiones inspiradas como si las hubiéramos hecho nosotros y las cumple. Jehová contesta nuestras oraciones cuando el espíritu “aboga”, o intercede, por nosotros. Y cuanto más conozcamos la Palabra de Dios, más fácil nos será saber lo que debemos pedir.

25 DE FEBRERO A 3 DE MARZO

TESOROS DE LA BIBLIA | ROMANOS 9-11

“El ejemplo del olivo”

w11 15/5 23 párr. 13

¡Qué profunda es la sabiduría de Dios!

13 Pablo compara a los miembros de la descendencia de Abrahán con las ramas de un olivo cultivado (Rom. 11:21). Este árbol simboliza el cumplimiento del propósito divino en lo referente al pacto abrahámico. La raíz del olivo es santa y representa a Jehová, pues él es quien le da vida al Israel espiritual (Isa. 10:20; Rom. 11:16). El tronco corresponde a Jesús, la parte principal de la descendencia de Abrahán. Y el conjunto de ramas representa “el número pleno” de quienes forman la parte secundaria de dicha descendencia.

w11 15/5 24 párr. 15

¡Qué profunda es la sabiduría de Dios!

15 Entonces, ¿qué hizo Jehová para realizar su propósito? Como explica Pablo, sustituyó las ramas desgajadas por otras de acebuche. O, lo que es lo mismo, injertó ramas de olivo silvestre en el olivo cultivado (léase Romanos 11:17, 18). En conformidad con estas palabras, los cristianos ungidos procedentes de las naciones —entre ellos los miembros gentiles de la congregación de Roma— fueron injertados, o incorporados, al olivo simbólico. De este modo llegaron a formar parte de la descendencia de Abrahán. Aunque en un principio no habían tenido ninguna posibilidad de participar en ese pacto especial, pues eran como ramas de acebuche, Jehová les dio la oportunidad de convertirse en judíos espirituales (Rom. 2:28, 29).

w11 15/5 25 párr. 19

¡Qué profunda es la sabiduría de Dios!

19 Ciertamente, el propósito divino sobre “el Israel de Dios” se está cumpliendo de un modo maravilloso (Gál. 6:16). Como indicó Pablo, “todo Israel será salvo” (Rom. 11:26). Cuando llegue el momento que Jehová ha establecido, “todo Israel” —o sea, el número pleno de israelitas espirituales— realizará sus funciones en el cielo. En efecto, servirán como reyes y sacerdotes. ¡Nada puede impedir que se realice el propósito de Dios!

Busquemos perlas escondidas

w13 15/6 25 párr. 5

Déjese moldear por la disciplina de Jehová

5 Ahora bien, ¿cómo ejerce el Gran Alfarero su autoridad sobre quienes se niegan tercamente a que los moldee? Cuando un pedazo de arcilla no se puede usar para el fin previsto, quizás tenga que ser transformado en otro tipo de vasija o ser desechado. Esto suele deberse a que el artesano no lo trabajó bien. No obstante, tal cosa nunca sucede con nuestro Alfarero (Deut. 32:4). Cuando una persona no cede a sus esfuerzos por moldearla, la culpa siempre es de ella. Jehová ejerce su autoridad sobre los hombres tratándolos según se dejen moldear o no. Los que son dóciles son moldeados de un modo provechoso. Por ejemplo, los cristianos ungidos son “vasos de misericordia” que han sido convertidos en “vaso[s] para uso honroso”. En cambio, los que insisten en oponerse a Dios acaban siendo “vasos de ira hechos a propósito para la destrucción” (Rom. 9:19-23).

it-1 456 párr. 4

Celoso (celo, celos)

Celo mal dirigido. Es posible ser celoso por cierta causa con sinceridad y aun así estar equivocado y desagradar a Dios. Tal fue el caso de muchos judíos del primer siglo. Esperaban alcanzar la justificación sobre la base de sus obras en armonía con la ley mosaica. Pero Pablo mostró que su celo estaba mal dirigido debido a que les faltaba conocimiento exacto. Por lo tanto, no recibieron la verdadera justificación que proviene de Dios. Tenían que ver su error y volverse a Dios por medio de Cristo para recibir la justicia y la libertad de la condenación de la Ley. (Ro 10:1-10.) Saulo de Tarso fue uno de ellos, tan extremadamente celoso por el judaísmo, que llegó a ‘perseguir a la congregación de Dios y devastarla’. Observaba escrupulosamente la Ley, sí, “se probó exento de culpa”. (Gál 1:13, 14; Flp 3:6.) Sin embargo, su celo por el judaísmo estaba mal dirigido. De todas formas, como era sincero de corazón, Jehová le manifestó bondad inmerecida por medio de Cristo y le dirigió al camino de la adoración verdadera. (1Ti 1:12, 13.)

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