Referencias para la Guía de actividades para la reunión Vida y Ministerio Cristianos
3-9 DE ENERO
TESOROS DE LA BIBLIA | JUECES 15, 16
“¡Que horrible es la traición!”
La traición: terrible marca de nuestros tiempos
4 Veamos primero el caso de Dalila, la manipuladora mujer de la que se enamoró Sansón. Este juez estaba resuelto a encabezar la lucha del pueblo de Dios contra los filisteos. Tal vez sabiendo que ella no sentía amor ni lealtad por Sansón, los cinco cabecillas filisteos le ofrecieron una gran suma para que averiguara el secreto de su extraordinaria fuerza a fin de eliminarlo. Actuando como una mercenaria, Dalila aceptó la oferta, pero tres veces fracasó en su intento de descubrir el secreto de Sansón. Entonces siguió presionándolo y “lo apremiaba con sus palabras en todo tiempo, y seguía instándolo”. Finalmente, “el alma de él se impacientó hasta desear morir”, así que le reveló que nunca le habían cortado el cabello y que, si lo hacían, él perdería la fuerza. Enseguida, ella se encargó de que le cortaran el pelo mientras dormía en su regazo y lo entregó a sus enemigos para que hicieran con él lo que quisieran (Jue. 16:4, 5, 15-21). ¡Qué acto tan despreciable! Por culpa de su codicia, Dalila traicionó al hombre que la amaba.
Puntos sobresalientes del libro de Jueces
14:16, 17; 16:16. Presionar a alguien con llantos y reproches puede perjudicar la relación con esa persona (Proverbios 19:13; 21:19).
La traición: terrible marca de nuestros tiempos
15 ¿Cómo pueden los casados permanecer fieles a su cónyuge? La Palabra de Dios contesta: “Regocíjate con la esposa [o el esposo] de tu juventud”. Además, dice: “Ve la vida con la esposa [o el esposo] que amas” (Pro. 5:18; Ecl. 9:9). Según va pasando el tiempo, cada uno de ellos debe estar “plenamente presente” en su relación, tanto a nivel físico como emocional. Eso significa estar pendientes uno del otro, pasar tiempo uno con el otro y estrechar los lazos entre uno y otro. Deben concentrarse en proteger su matrimonio y su relación con Dios. Y para eso necesitan ser constantes en estudiar la Biblia juntos, en predicar juntos y en pedirle juntos a Jehová que los bendiga.
FIELES A JEHOVÁ
16 Hay miembros de la congregación que cometen pecados graves y tienen que ser censurados “con severidad, para que estén saludables en la fe” (Tito 1:13). Por otro lado, la conducta de algunos requiere que sean expulsados. Esta disciplina ha permitido que “los que han sido entrenados por ella” se recobren espiritualmente (Heb. 12:11). Pero ¿y si el expulsado es un familiar nuestro o un amigo íntimo? Entonces entra en juego nuestra lealtad, no a la persona, sino a Dios. Jehová nos observa y sabe si estamos obedeciendo su mandato de no tener contacto con cualquiera que haya sido expulsado (léase 1 Corintios 5:11-13).
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Sansón triunfa gracias a la fuerza de Jehová
Sansón tenía muy claro su objetivo: luchar contra los filisteos. Cuando se quedó en casa de una prostituta en Gaza, lo hizo para pelear contra los enemigos de Dios. Necesitaba un lugar donde pasar la noche en la ciudad enemiga y podía encontrarlo en la casa de una prostituta. Sansón no tenía ninguna intención inmoral. A medianoche salió de la casa, agarró las hojas y los dos postes laterales de las puertas de la ciudad, y llevó todo a la cima de una montaña próxima a Hebrón, que estaba a unos 60 kilómetros [37 millas]. Esta hazaña se realizó con la aprobación y el poder de Dios (Jueces 16:1-3).
10-16 DE ENERO
TESOROS DE LA BIBLIA | JUECES 17-19
“Desobedecer las leyes de Dios nos mete en problemas”
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Miqueas
1. Hombre de Efraín. En violación del octavo de los Diez Mandamientos (Éx 20:15), Miqueas le quitó a su madre 1.100 piezas de plata. Cuando lo confesó y las devolvió, ella dijo: “Sin falta tengo que santificar la plata a Jehová de mi mano por mi hijo, para hacer una imagen tallada y una estatua fundida; y ahora te la devolveré”. Luego llevó 200 piezas de plata a un platero, quien hizo una “imagen tallada y una estatua fundida” que después estuvo en la casa de Miqueas. Este tenía una “casa de dioses”, hizo un efod y un terafim, y autorizó a uno de sus hijos para que actuara como sacerdote a su favor. Aunque todo esto se hizo con la intención de honrar a Jehová, fue un grave error, pues violó el mandamiento que prohibía la idolatría (Éx 20:4-6) y pasó por alto el tabernáculo y el sacerdocio de Jehová. (Jue 17:1-6; Dt 12:1-14.) Tiempo después Miqueas llevó a su casa a Jonatán, un descendiente de Guersom, el hijo de Moisés, y contrató a este joven levita como su sacerdote. (Jue 18:4, 30.) Sintiéndose satisfecho por ello, aunque equivocadamente, Miqueas entonces dijo: “Ahora sí sé que Jehová me hará bien”. (Jue 17:7-13.) Pero Jonatán no era del linaje de Aarón, así que ni siquiera satisfacía los requisitos para ser sacerdote, lo que solo aumentó el error de Miqueas. (Nú 3:10.)
Miqueas
Poco después, Miqueas persiguió a los danitas acompañado de una partida de hombres. Una vez los hubo alcanzado, los hombres de Dan le preguntaron qué pasaba, a lo que Miqueas respondió: “Mis dioses que yo hice, ustedes los han tomado, al sacerdote también, y ustedes se van, ¿y qué me queda ya?”. Ante eso, los hijos de Dan le advirtieron que podían volverse contra él si continuaba siguiéndoles y dando voces. Como Miqueas vio que los danitas eran mucho más fuertes que su grupo, regresó a su casa. (Jue 18:22-26.) Posteriormente los danitas derribaron y quemaron Lais, y sobre su ubicación edificaron la ciudad de Dan. Jonatán y sus hijos fueron sacerdotes de los danitas, que “mantuvieron erigida para sí la imagen tallada de Miqueas, que él había hecho, todos los días que la casa del Dios verdadero [el tabernáculo] continuó en Siló”. (Jue 18:27-31.)
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Una traducción que llega al corazón
6 Hoy día contamos incluso con más pruebas de que el nombre de Dios debe estar en la Biblia. En la revisión en inglés de la Traducción del Nuevo Mundo aparece 7.216 veces, es decir, 6 más que en la edición de 1984. ¿Por qué? Porque en los Rollos del mar Muerto que se publicaron recientemente aparece en 5 lugares adicionales: en 1 Samuel 2:25; 6:3; 10:26, y 23:14, 16. Por otro lado, un estudio más profundo de los manuscritos antiguos llevó a que se incluyera también en Jueces 19:18.
17-23 DE ENERO
TESOROS DE LA BIBLIA | JUECES 20, 21
“Consultemos siempre a Jehová”
¿Encarará usted las situaciones difíciles como Finehás?
En cierta ocasión, los hombres de Guibeah, ciudad de la tribu de Benjamín, violaron y asesinaron atrozmente a la concubina de un levita. Como represalia, las demás tribus salieron a combatir contra Benjamín (Jue. 20:1-11). Aunque oraron antes de ir a la batalla, sufrieron dos derrotas y grandes pérdidas (Jue. 20:14-25). ¿Caerían en el error de pensar que sus oraciones eran inútiles y que Jehová no deseaba que castigaran ese atropello?
¿Encarará usted las situaciones difíciles como Finehás?
¿Qué pueden aprender de este episodio los ancianos que lidian con problemas persistentes en su congregación? Cuando vean que no logran solucionarlos a pesar de sus esfuerzos y continuas oraciones, no deben desesperarse. Más bien, han de recordar este consejo de Jesús: “Sigan pidiendo [en sus oraciones], y se les dará; sigan buscando, y hallarán; sigan tocando, y se les abrirá” (Luc. 11:9). Tal vez les parezca que la respuesta de Jehová tarda en producirse, pero llegará en el momento que él vea más oportuno.
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¿Lo sabía?
¿Cómo se utilizaba la honda en las batallas de la antigüedad?
David mató al gigante Goliat con una honda. Al parecer aprendió a usar esta arma durante los años que fue pastor (1 Samuel 17:40-50).
La honda aparece en el arte egipcio y asirio de tiempos bíblicos. Consiste en un pedazo de cuero o tela con dos correas o cuerdas amarradas a los extremos. El dueño del arma colocaba en el cuero o tela una piedra lisa de entre 5 y 8 centímetros (2 y 3 pulgadas) de diámetro y unos 250 gramos (9 onzas). Luego tomaba con una mano las correas por los extremos, giraba la honda sobre su cabeza y soltaba una de las dos correas; la piedra salía disparada con gran velocidad y precisión.
En Oriente Medio se han desenterrado muchas piedras de honda empleadas en batallas antiguas. Un guerrero experimentado podía lanzar piedras a velocidades de entre 160 y 240 kilómetros por hora (100 y 150 millas por hora). No se sabe a ciencia cierta si la honda tenía el mismo alcance que el arco, pero podía ser igual de mortífera (Jueces 20:16).
24-30 DE ENERO
TESOROS DE LA BIBLIA | RUT 1, 2
“Busquemos amor leal”
Sigamos el ejemplo de los amigos de Jehová
5 Ella pudo haber pensado que lo mejor era regresar a Moab. Al fin y al cabo, allí estaban sus familiares y ellos podrían cuidar de ella. Además, esa era su tierra; ya conocía la cultura, el idioma y la gente. Noemí no podía ofrecerle ninguna de esas ventajas en Belén. Es más, le dijo que se quedara en Moab, pues no sabía si podría conseguir casa o un esposo para ella y su cuñada. Orpá decidió regresar “a su pueblo y a sus dioses” (Rut 1:9-15). ¿Haría lo mismo Rut? No.
Sigamos el ejemplo de los amigos de Jehová
6 Rut conocía a Jehová, ya fuera gracias a su difunto esposo o a su suegra. Ella sabía que él no era como los dioses de Moab y que merecía su amor y su adoración. Pero no bastaba con saberlo; había que tomar una decisión, y Rut tomó la más inteligente: servir a Jehová. “Tu pueblo será mi pueblo —le dijo a Noemí—, y tu Dios [será] mi Dios” (Rut 1:16). El amor de Rut por Noemí es muy conmovedor, pero más conmovedor aún es su amor por Dios. Tiempo después, un hombre importante de Belén llamado Boaz la felicitó por buscar refugio bajo las “alas” de Jehová (lea Rut 2:12). Puede que esta imagen nos haga pensar en una poderosa ave y en su polluelo, escondido bajo sus alas (Sal. 36:7; 91:1-4). Jehová fue esa clase de padre para Rut. Él la recompensó por su fe, y ella nunca se arrepintió de la decisión que tomó.
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Puntos sobresalientes del libro de Rut
1:13, 21. ¿Fue Jehová el causante de la amargura de Noemí y de su calamidad? No, y Noemí no culpó a Dios de ningún mal. No obstante, en vista de todo lo que le había pasado, pensaba que Jehová estaba contra ella. Se sentía amargada y había perdido toda ilusión. Además, en aquellos tiempos, el fruto del vientre se veía como una bendición divina, y la esterilidad, como una maldición. Ante la muerte de sus dos hijos, que no le habían dado nietos, tal vez Noemí se sintiera justificada a pensar que Jehová la había humillado.
31 DE ENERO A 6 DE FEBRERO
TESOROS DE LA BIBLIA | RUT 3, 4
“Gánese una buena reputación y no la pierda”
“Una mujer excelente”
Boaz, sin duda con un tono dulce y tranquilizador, le dice: “Bendita seas de Jehová, hija mía. Has expresado tu bondad amorosa mejor en el último caso que en el primer caso, al no ir tras los jóvenes, fueran de condición humilde o ricos” (Rut 3:10). “El primer caso” se refiere al amor leal que mostró Rut al acompañar a Noemí hasta Israel y cuidarla. “El último caso” es este. Boaz reconoce que una joven como Rut podía haber buscado un esposo mucho más joven, fuera rico o pobre. Pero ella quiere hacerle bien no solo a Noemí sino también al difunto esposo de Noemí, es decir, desea perpetuar el nombre de este en su tierra natal. Es fácil ver por qué le impresiona a Boaz el altruismo de Rut.
“Una mujer excelente”
Rut debe sentirse sumamente satisfecha de que Boaz haya dicho que todo el mundo la considera “una mujer excelente”. Seguro que algo que ha influido mucho en que tenga tan buena reputación es su anhelo de conocer a Jehová y servirle. Además, ha demostrado una gran bondad y sensibilidad hacia Noemí y su pueblo, pues ha estado dispuesta a adaptarse a una cultura y unas costumbres que seguramente desconocía. Si imitamos la fe de Rut, nos esforzaremos por tratar a los demás, así como su cultura y costumbres, con profundo respeto. Y si lo hacemos, puede que también nos labremos una excelente reputación.
“Una mujer excelente”
Boaz se casó con Rut y, como dice el relato bíblico, “Jehová le concedió a ella concebir, y ella dio a luz un hijo”. Las mujeres de Belén bendijeron a Noemí y alabaron a Rut por serle mejor que siete hijos varones. Con el tiempo, como añade el relato, el hijo de Rut llegó a ser antepasado de un gran rey: David (Rut 4:11-22). David, a su vez, fue antepasado de Jesucristo (Mateo 1:1).
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Puntos sobresalientes del libro de Rut
4:6. ¿De qué forma podía un recomprador ‘arruinar’ su herencia al hacer la recompra? Para empezar, si la persona que había caído en la indigencia había vendido su herencia de tierra, el recomprador tenía que adquirir el terreno a un precio estipulado de acuerdo con el número de años que faltaban hasta el Jubileo (Levítico 25:25-27). Hacer esto reduciría el valor de su propio patrimonio. Además, en el caso de Rut, si le nacía un hijo, sería él quien heredaría el campo, no los parientes cercanos del recomprador.
7-13 DE FEBRERO
TESOROS DE LA BIBLIA | 1 SAMUEL 1, 2
“Desahóguese con Jehová”
Le abrió su corazón a Jehová
12 El ejemplo de Ana nos muestra cómo desea Dios que le oremos. Jehová bondadosamente nos invita a hablarle con franqueza, sin reservas, a desahogarnos con él tal como un niño lo haría con su padre que lo ama (lea Salmo 62:8 y 1 Tesalonicenses 5:17). El apóstol Pedro escribió por inspiración estas consoladoras palabras relacionadas con la oración a Jehová: “Ech[e]n sobre él toda su inquietud, porque él se interesa por ustedes” (1 Ped. 5:7).
Cómo halló Ana paz interior
¿Qué lecciones aprendemos de este relato? Cuando le contamos a Jehová nuestros problemas, podemos hablarle con total sinceridad y hacerle peticiones concretas. Si no hay nada más que podamos hacer para solucionarlos, debemos dejarlo todo en sus manos; es lo mejor (Proverbios 3:5, 6).
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Puntos sobresalientes del libro de Primero de Samuel
2:10. ¿Por qué pidió Ana en oración que Jehová “[diera] fuerza a su rey” cuando no había ningún rey humano en Israel? La Ley mosaica predijo que los israelitas tendrían un rey humano (Deuteronomio 17:14-18). En su lecho de muerte, Jacob profetizó: “El cetro [símbolo de autoridad real] no se apartará de Judá” (Génesis 49:10). Además, respecto a Sara —la antepasada de los israelitas—, Jehová dijo: “Reyes de pueblos provendrán de ella” (Génesis 17:16). De modo que Ana estaba orando respecto a un rey futuro.
14-20 DE FEBRERO
TESOROS DE LA BIBLIA | 1 SAMUEL 3-5
“Jehová es considerado con los demás”
Un Dios todopoderoso pero considerado
3 Samuel comenzó a servir a Jehová en el tabernáculo cuando apenas era un niño (1 Sam. 3:1). Una noche, después de que se fue a dormir, ocurrió algo muy extraño (lea 1 Samuel 3:2-10). Escuchó una voz que lo llamaba por su nombre y pensó que era el envejecido sumo sacerdote Elí. Como era muy obediente, fue corriendo y le dijo: “Aquí estoy, pues me llamaste”. Elí le dijo que no había sido él. Lo mismo pasó una segunda vez. Cuando Samuel fue por tercera vez, Elí se dio cuenta de que era Dios quien llamaba al niño. Así que le dijo cómo debía responder, y Samuel le hizo caso. ¿Por qué no le reveló Jehová a Samuel desde el primer momento que era él quien lo llamaba? La Biblia no lo dice. Pero lo que sucedió parece indicar que en buena parte fue por consideración a Samuel. ¿Por qué decimos esto?
Un Dios todopoderoso pero considerado
4 (Lea 1 Samuel 3:11-18). La Ley de Jehová mandaba a los niños que respetaran a la gente mayor, sobre todo a “un principal” o jefe del pueblo (Éx. 22:28; Lev. 19:32). Por ello, es difícil imaginarse a Samuel atreviéndose a ir por la mañana adonde Elí para darle el duro mensaje de condena de Dios. De hecho, el relato cuenta que “tenía miedo de informar a Elí” de la visión. Pero Dios le dejó claro a Elí que era él quien estaba llamando a Samuel. Así que Elí se encargó de la situación y le dijo a Samuel que no le ocultara nada. Samuel obedeció y “le refirió todas las palabras”.
Busquemos perlas escondidas
Puntos sobresalientes del libro de Primero de Samuel
3:3. ¿Dormía Samuel realmente en el Santísimo? No. Samuel era un levita de la familia no sacerdotal de los qohatitas (1 Crónicas 6:33-38). Por lo tanto, no se le permitía “entrar para ver las cosas santas” (Números 4:17-20). La única parte del santuario a la que Samuel tenía acceso era el patio del tabernáculo. Allí es donde probablemente dormía. Parece ser que Elí también dormía en alguna sección del patio. La expresión “donde estaba el arca de Dios” debe referirse al recinto del tabernáculo.
21-27 DE FEBRERO
TESOROS DE LA BIBLIA | 1 SAMUEL 6-8
“¿Quién es su rey?”
Reino de Dios
Los israelitas piden un rey humano. Casi cuatrocientos años después del éxodo y más de ochocientos después que Dios hizo un pacto con Abrahán, los israelitas solicitaron un rey humano que los acaudillara, como tenían las demás naciones. Con esa solicitud rechazaban la propia gobernación real de Jehová sobre ellos. (1Sa 8:4-8.) Es cierto que el pueblo tenía razones para esperar que Dios estableciera un reino en consonancia con las promesas dadas a Abrahán y a Jacob. Además, la profecía que pronunció Jacob respecto a Judá en su lecho de muerte daba más base para tal esperanza (Gé 49:8-10), así como la daban las palabras que Jehová dirigió a Israel después del éxodo (Éx 19:3-6), los términos del pacto de la Ley (Dt 17:14, 15) e incluso parte del mensaje que Dios hizo pronunciar al profeta Balaam (Nú 24:2-7, 17). Ana, la devota madre de Samuel, expresó esta esperanza en oración. (1Sa 2:7-10.) Sin embargo, Jehová no había revelado completamente su “secreto sagrado” concerniente al Reino; no había indicado cuándo llegaría el momento debido para establecerlo ni la estructura y los componentes de ese gobierno, o si sería terrenal o celestial. Por consiguiente, fue un atrevimiento el que el pueblo exigiera entonces un rey humano.
Siguió adelante pese a los golpes de la vida
Samuel expuso el problema a Jehová, quien le contestó: “Escucha la voz del pueblo en cuanto a todo lo que te digan; porque no es a ti a quien han rechazado, sino que es a mí a quien han rechazado de ser rey sobre ellos”. Así Jehová le hizo ver que no había razón para que se sintiera ofendido, pues era a Él a quien el pueblo había insultado. Entonces, mediante el profeta, Jehová les advirtió a los israelitas que tener un monarca les saldría caro. Pero ellos no dieron su brazo a torcer e insistieron: “No, sino que un rey es lo que llegará a haber sobre nosotros”. Cuando Dios les eligió uno y mandó a Samuel a ungirlo, este obedeció, como siempre había hecho (1 Samuel 8:7-19).
Queda demostrado que el gobierno de Jehová es el mejor
9 La historia demostró lo acertada que había sido aquella advertencia. La monarquía ocasionó graves problemas en Israel, sobre todo cuando los reyes fueron infieles. A lo largo de los siglos se ha repetido en todas las naciones el mismo patrón: si un gobernante no reconoce a Dios, no consigue logros permanentes. Pero ¿y los políticos que afirman que él bendice sus gestiones encaminadas a lograr paz y seguridad? Como no se sujetan a Jehová, en realidad no cuentan con su apoyo (Sal. 2:10-12).
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¿Por qué bautizarse?
13 Antes de bautizarse como testigo de Jehová, es necesaria la conversión de la persona. Se trata de un acto libre y voluntario de parte de quien ha resuelto de todo corazón seguir a Cristo Jesús. Implica el rechazo de su mal proceder anterior y la decisión de hacer lo que es bueno a los ojos de Dios. En las Escrituras, los verbos hebreos y griegos relacionados con la conversión tienen el sentido de volver atrás, darse la vuelta, es decir, una acción que denota dejar el mal camino y acudir a Dios (1 Reyes 8:33, 34). Para que haya conversión, deben existir “obras propias del arrepentimiento” (Hechos 26:20). Es preciso abandonar la religión falsa, actuar en armonía con los mandamientos de Dios y dar devoción exclusiva a Jehová (Deuteronomio 30:2, 8-10; 1 Samuel 7:3). La conversión cambia nuestra manera de pensar, objetivos y modo de ser (Ezequiel 18:31). Nos “damos la vuelta” cuando sustituimos las características impías por la nueva personalidad (Hechos 3:19; Efesios 4:20-24; Colosenses 3:5-14).
28 DE FEBRERO A 6 DE MARZO
TESOROS DE LA BIBLIA | 1 SAMUEL 9-11
“Al principio Saúl era humilde y modesto”
Andemos junto a Dios con humildad y modestia
11 Meditemos en lo que le pasó al rey Saúl. Cuando era joven, era tan modesto y se sentía tan insignificante que hasta se le hizo difícil aceptar mayores responsabilidades (1 Sam. 9:21; 10:20-22). Pero, poco después de ser nombrado rey, se volvió arrogante e hizo cosas que no tenía derecho a hacer. En cierta ocasión, perdió la paciencia mientras esperaba a que llegara el profeta Samuel. En vez de ser modesto y confiar en que Jehová ayudaría a su pueblo, ofreció un sacrificio quemado a pesar de que no estaba autorizado a hacerlo. Como resultado, Jehová le quitó su aprobación y, más tarde, el trono (1 Sam. 13:8-14). Hacemos bien en aprender la lección y no ir más allá de lo que nos corresponde.
Mantengamos un espíritu de sacrificio
8 Lo que le ocurrió al rey Saúl nos sirve de advertencia. Es un ejemplo claro de que el egoísmo puede corroer nuestro espíritu de sacrificio. Saúl comenzó su reinado con una actitud modesta y humilde (1 Sam. 9:21). No quiso castigar a los israelitas que murmuraron contra su nombramiento, aunque podía haberse sentido en su derecho porque Dios mismo lo había hecho rey (1 Sam. 10:27). El rey Saúl aceptó la guía del espíritu de Dios al dirigir al pueblo en su lucha contra los ammonitas, y luego reconoció humildemente que el mérito de la victoria que obtuvieron era de Jehová (1 Sam. 11:6, 11-13).
Los ammonitas: un pueblo que respondió a la bondad con hostilidad
De nuevo los ammonitas habían respondido a la bondad de Jehová con hostilidad. Jehová no pasó por alto la sádica amenaza. “El espíritu de Dios entró en operación sobre Saúl cuando él oyó estas palabras [de Nahás], y se le enardeció mucho la cólera.” Guiado por el espíritu de Dios, Saúl reunió un ejército de 330.000 combatientes que infligió a los ammonitas una derrota tan aplastante que “no quedaron dos juntos de entre ellos”. (1 Samuel 11:6, 11.)
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Puntos sobresalientes del libro de Primero de Samuel
9:9. ¿Qué tiene de significativo la frase “al profeta de hoy se le llamaba vidente en tiempos pasados”? Estas palabras pudieran indicar que a medida que los profetas fueron adquiriendo más relevancia en los días de Samuel y durante el período de los reyes de Israel, la palabra vidente fue reemplazada por el término profeta. A Samuel se le considera el primer profeta (Hechos 3:24).