Referencias para la “Guía de actividades para la reunión Vida y Ministerio Cristianos”
© 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
1-7 DE SEPTIEMBRE
TESOROS DE LA BIBLIA PROVERBIOS 29
Rechace las costumbres y tradiciones antibíblicas
wp16.6 6, recuadro
Visiones sobre quienes viven en el cielo
La superstición y el miedo a los malos espíritus esclavizan a millones de personas. Muchas recurren a los talismanes, amuletos y pociones mágicas para que no les hagan daño. Pero esas medidas son totalmente innecesarias. La Biblia da esta tranquilizadora razón: “En cuanto a Jehová, sus ojos están discurriendo por toda la tierra para mostrar su fuerza a favor de aquellos cuyo corazón es completo para con él” (2 Crónicas 16:9). Jehová, el único Dios verdadero, es muchísimo más poderoso que Satanás y protege a quienes confían en él.
Para que Jehová lo proteja, usted tiene que saber qué le agrada a él y hacerlo. Por ejemplo, en el siglo primero, los cristianos de Éfeso juntaron todos sus libros de magia y los quemaron (Hechos 19:19, 20). Del mismo modo, si desea obtener la protección de Dios, debe deshacerse de talismanes, amuletos, fetiches, libros de magia, pulseras o cordones “protectores”, y cualquier otra cosa relacionada con el espiritismo.
Defendamos la verdad sobre la muerte
13 Si no estamos seguros de si cierta costumbre desagrada a Jehová, pidámosle con fe que nos conceda su sabiduría (lea Santiago 1:5). Luego, investiguemos en nuestras publicaciones. Y, si lo necesitamos, preguntemos a los ancianos de la congregación. Claro, ellos no nos dirán qué hacer, pero sí nos mostrarán algunos principios bíblicos útiles, como los que analiza este artículo. Estos pasos nos servirán para ejercitar nuestras “facultades perceptivas” y así poder “distinguir tanto lo correcto como lo incorrecto” (Heb. 5:14).
“Andaré en tu verdad”
12 Costumbres y tradiciones antibíblicas. Puede que nuestros familiares y los compañeros de clase o trabajo nos inviten a celebrar con ellos ciertas festividades. ¿Qué nos ayudará a resistir la presión de participar en costumbres y fiestas que Jehová odia? Tener claro por qué las ve así. También es útil repasar lo que han dicho nuestras publicaciones sobre el origen de esas celebraciones. Cuando nos recordamos los motivos bíblicos por los que no participamos en ellas, nos convencemos de que andamos en el camino que le agrada a Dios (Efes. 5:10). Confiar en Jehová y en su Palabra nos protegerá del miedo al qué dirán (Prov. 29:25).
Busquemos perlas escondidas
it “Lisonja” párr. 1
“Lisonja”
Alabanza afectada o adulación para ganar la voluntad de una persona. Por lo general se hace para satisfacer el amor propio o la vanidad de quien es lisonjeado, y por eso es perjudicial. Con la lisonja se pretende ganar el favor o los beneficios materiales de otra persona, o crear en ella un sentimiento de obligación para con el adulador. A menudo la intención es poner una trampa a aquel que es objeto de la adulación. (Pr 29:5.) La lisonja no es una característica de la sabiduría de arriba, sino de la de este mundo, puesto que su raíz es el egoísmo, las distinciones y la hipocresía. (Snt 3:17.) La falta de sinceridad, la mentira, la adulación y la glorificación de hombres con el fin de sacar partido de su vanidad, son cosas que desagradan a Dios. (2Co 1:12; Gál 1:10; Ef 4:25; Col 3:9; Rev 21:8.)
8-14 DE SEPTIEMBRE
TESOROS DE LA BIBLIA PROVERBIOS 30
“No me des ni pobreza ni riqueza”
¿Qué clase de amor nos hace realmente felices?
10 Claro, todos necesitamos dinero, pues hasta cierto punto nos protege (Ecl. 7:12). Ahora bien, ¿puede alguien ser feliz si solo tiene lo básico para vivir? Por supuesto que sí (lea Eclesiastés 5:12). Agur, hijo de Jaqué, le pidió a Dios: “No me des ni pobreza ni riqueza. Déjame devorar el alimento prescrito para mí”. Es fácil comprender por qué no quería ser muy pobre. Él mismo explicó que no quería caer en la tentación de robar, porque así deshonraría a Dios. Pero ¿por qué le pidió que no le diera riquezas? Él le dijo: “Para que no vaya a quedar satisfecho y realmente te niegue y diga: ‘¿Quién es Jehová?’” (Prov. 30:8, 9). Puede que conozcamos a personas que confían en sus riquezas en vez de confiar en Dios.
11 Los que aman el dinero no pueden agradar a Dios. Jesús dijo: “Nadie puede servir como esclavo a dos amos; porque u odiará al uno y amará al otro, o se apegará al uno y despreciará al otro. No pueden ustedes servir como esclavos a Dios y a las Riquezas”. Jesús acababa de decir: “Dejen de acumular para sí tesoros sobre la tierra, donde la polilla y el moho consumen, y donde ladrones entran por fuerza y hurtan. Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni polilla ni moho consumen, y donde ladrones no entran por fuerza y hurtan” (Mat. 6:19, 20, 24).
12 Muchos se han dado cuenta de que llevar una vida sencilla no solo los hace más felices, sino que les da más tiempo para servir a Jehová. En Estados Unidos, un hermano llamado Jack tenía una casa grande y un negocio, pero los vendió para hacerse precursor junto con su esposa. Él explica: “Fue difícil deshacernos de la preciosa casa y el terreno que teníamos en el campo. Pero admito que, por años, volvía a casa frustrado por los problemas del trabajo. En cambio, mi esposa, que es precursora, siempre estaba tan feliz. Ella decía: ‘Tengo el mejor jefe que puede haber’. Ahora que yo también soy precursor, los dos trabajamos para la misma persona, Jehová”.
Tema a Jehová y será feliz
◆ 30:15, 16—¿Qué enseñan estos ejemplos?
Ilustran que la avidez es insaciable. Las sanguijuelas se llenan de sangre, tal como las personas ávidas, codiciosas, siempre desean más dinero o poder. De igual modo, el Seol nunca queda satisfecho, sino que permanece abierto para recibir más víctimas de la muerte. Una matriz estéril ‘clama’ por hijos. (Génesis 30:1.) La tierra azotada por la sequía embebe el agua de la lluvia y pronto da la apariencia de estar seca de nuevo. Y el fuego que ha consumido las cosas que se han arrojado en él envía llamas que lamen otra materia combustible que se halle cerca. Así sucede con los ávidos y avaros. Pero los que tienen como guía la sabiduría piadosa no son impulsados incesantemente por tal egoísmo.
Cómo vivir dentro de sus posibilidades
Ahorre primero, compre después. Aunque este consejo parezca anticuado, es una de las fórmulas más sabias para evitar el endeudamiento. Además, lo ayudará a librarse de otras cargas, como los altos tipos de interés, que lo único que hacen es elevar el costo de lo adquirido. La Biblia pone como ejemplo a las hormigas y dice que son sabias porque guardan “alimento aun en la siega” en previsión para el futuro (Proverbios 6:6-8; 30:24, 25).
Quedémonos en la tienda de Jehová para siempre
18 Conviene que analicemos nuestra actitud hacia el dinero. Preguntémonos: “¿Estoy siempre pensando en el dinero y en lo que quiero comprar? Si alguien me presta dinero, ¿me demoro en devolvérselo pensando que no lo necesita? ¿Me siento importante porque tengo dinero? ¿Me resulta difícil ser generoso? ¿Considero que todos los hermanos que tienen dinero son materialistas? ¿Me gusta ser amigo de los ricos y dejo de lado a los pobres?”. Tenemos el gran privilegio de ser huéspedes de Jehová. ¡No lo perdamos! Mantengámonos libres del amor al dinero. Si hacemos eso, Jehová nunca nos dejará (lea Hebreos 13:5).
Busquemos perlas escondidas
La creación revela la sabiduría de Jehová
11 El damán es otro animal pequeño que puede enseñarnos grandes lecciones (léase Proverbios 30:26). Su apariencia es similar a la de un conejo grande, pero con patas cortas y orejas pequeñas y redondas. Le resulta fácil huir de sus depredadores gracias a su aguda visión y a los hoyos y grietas que abundan en las zonas rocosas donde habita. Los damanes viven en comunidades muy unidas, lo que les sirve de protección y les permite mantenerse calientes en invierno.
12 ¿Qué lecciones aprendemos del damán? Para empezar, este animalito no se expone a los ataques de los depredadores. Más bien, aprovecha su aguda visión para divisarlos a la distancia y siempre está cerca de un hoyo o una grieta para poder esconderse. Del mismo modo, nosotros tenemos que desarrollar una visión espiritual aguda a fin de percibir los peligros que acechan en el mundo de Satanás. El apóstol Pedro recomendó lo siguiente a los cristianos: “Mantengan su juicio, sean vigilantes. Su adversario, el Diablo, anda en derredor como león rugiente, procurando devorar a alguien” (1 Ped. 5:8). Mientras estuvo en la Tierra, Jesús siempre se mantuvo en guardia contra los intentos de Satanás de quebrantar su lealtad (Mat. 4:1-11). ¡Qué excelente ejemplo para todos nosotros!
13 Algo que nos ayudará a mantenernos en guardia es aprovechar la protección que Jehová nos ofrece. Por eso, no podemos descuidar el estudio de la Palabra de Dios ni la asistencia a las reuniones (Luc. 4:4; Heb. 10:24, 25). Además, tal como los damanes sobreviven gracias a las comunidades tan unidas que forman, nosotros tenemos que mantenernos cerca de nuestros hermanos, de modo que podamos tener “un intercambio de estímulo” con ellos (Rom. 1:12). Si buscamos la protección que Jehová nos ofrece, podremos decir lo mismo que el salmista David, quien escribió: “Jehová es mi peñasco y mi plaza fuerte y el Proveedor de escape para mí. Mi Dios es mi roca. En él me refugiaré” (Sal. 18:2).
15-21 DE SEPTIEMBRE
TESOROS DE LA BIBLIA PROVERBIOS 31
Lo que aprendemos de los consejos de una madre
Inculquen en sus hijos valores que los protejan
Denles un cuadro completo. Es cierto que a los hijos hay que advertirles sobre los peligros del sexo (1 Corintios 6:18; Santiago 1:14, 15). Pero recuerden que en la Biblia el sexo se presenta como un regalo del Creador, y no como una trampa de Satanás (Proverbios 5:18, 19; El Cantar de los Cantares 1:2). Si al hablar del tema con sus hijos siempre resaltan los aspectos negativos, ellos se harán un concepto de la sexualidad que ni es el correcto ni se basa en las Escrituras. Fíjense en lo que dice Corrina, una joven de Francia: “Como mis padres me daban muchos sermones sobre la inmoralidad sexual, llegué a mirar el sexo con malos ojos”.
Así que procuren que sus hijos conozcan toda la verdad sobre el sexo. Nadia, una madre mexicana, dice: “Siempre he querido que mis hijos comprendan que las relaciones sexuales son algo natural, un hermoso regalo que Jehová ha hecho a los casados. Quiero que entiendan que el sexo puede traerles alegrías o disgustos; todo depende de lo que decidan hacer con ese regalo”.
Cómo hablar con los hijos sobre el alcohol
Tomen la iniciativa y hablen del asunto. “El alcohol puede ser un tema que confunda a los jóvenes”, comenta un padre de Gran Bretaña llamado Mark. “Le pregunté a mi hijo de 8 años si beber alcohol estaba bien o mal. Mantuve un ambiente relajado e informal, lo que le ayudó a decir lo que pensaba”.
El asunto quedará más claro si hablan de ello en varias ocasiones. Dependiendo de la edad de su hijo, hablen del alcohol junto con otros temas importantes, como la seguridad vial o la educación sexual.
Pongan un buen ejemplo. Los niños son como esponjas: absorben todo lo que los rodea. Hay estudios que indican que los padres son quienes más influyen en los hijos. Por lo tanto, si su primera opción para calmarse o combatir el estrés es tomar alcohol, su hijo entenderá que esa es la solución ante los problemas de la vida. Así que pónganle un buen ejemplo y consuman alcohol de manera responsable.
Enseñe a sus hijos a ser humildes
Enseñe a su hijo a ser generoso. Muéstrele que “hay más felicidad en dar que en recibir” (Hechos 20:35). Una manera de hacerlo es preparando juntos una lista de personas que necesiten ayuda con las compras, el transporte o alguna reparación. Y, entonces, que su hijo lo acompañe cuando las ayude para que él vea cuánto disfruta usted de hacer cosas por otros. Así le enseñará a ser humilde de la mejor manera posible: dándole el ejemplo (texto bíblico clave: Lucas 6:38).
Busquemos perlas escondidas
La educación en tiempos bíblicos
7 En Israel tanto el padre como la madre enseñaban a sus hijos desde una edad muy tierna. (Deuteronomio 11:18, 19; Proverbios 1:8; 31:26.) En la obra francesa Dictionnaire de la Bible el escriturario E. Mangenot escribió: “Tan pronto como el niño podía hablar se le enseñaban unos cuantos pasajes de la Ley. Su madre repetía un versículo; cuando el niño lo aprendía, le enseñaba otro. Luego, se ponía en sus manos el texto escrito de los versículos que ya sabía de memoria. Así se enseñaba a los hijos a leer, y cuando crecían podían continuar su instrucción religiosa leyendo la ley del Señor y meditando en ella”.
8 Eso indica que uno de los principales métodos docentes que se empleaban era la memorización. El conocimiento acerca de las leyes y los tratos de Jehová con su pueblo había de penetrar en el corazón. (Deuteronomio 6:6, 7.) Era necesario que meditaran sobre lo que aprendían. (Salmo 77:11, 12.) Para ayudar a los jóvenes y a los mayores a recordar las cosas, se utilizaban diversos recursos para facilitar la memorización. Por ejemplo: acrósticos, versos consecutivos en un salmo que empezaban con una letra diferente, en orden alfabético (como en Proverbios 31:10-31); aliteración (palabras que empiezan con la misma letra o el mismo sonido); y números, como los que aparecen en la mitad posterior del capítulo 30 de Proverbios. Es interesante que algunos eruditos creen que el calendario Guézer, uno de los ejemplos más antiguos de escritura hebrea, se usaba como ejercicio para mejorar la memoria de los escolares.
22-28 DE SEPTIEMBRE
TESOROS DE LA BIBLIA ECLESIASTÉS 1, 2
Siga entrenando a la siguiente generación
“Estas cosas encárgalas a hombres fieles”
3 A muchos nos encanta la asignación que tenemos y nos gustaría disfrutarla siempre. Lamentablemente, desde los días de Adán, las generaciones envejecen y son sustituidas por otras (Ecl. 1:4). En años recientes, este hecho ha presentado retos singulares a los cristianos. El alcance y la complejidad de la obra del pueblo de Jehová son hoy mayores que antes. Para poner en marcha nuevos proyectos, necesitamos adoptar nuevos métodos. A menudo, eso implica usar la tecnología, que cambia constantemente. Algunos hermanos mayores tienen dificultades para mantenerse al día con estos avances (Luc. 5:39). Incluso cuando no es así, los jóvenes suelen tener más fuerzas y energías que ellos (Prov. 20:29). Por lo tanto, es una muestra de amor el que los mayores preparen a los jóvenes para asumir más responsabilidades; además, es lo más conveniente (lea Salmo 71:18).
4 No siempre es fácil delegar en alguien más joven la autoridad que uno tiene. Algunos temen perder una posición que valoran mucho. A otros les preocupa perder el control, porque están seguros de que los jóvenes no pueden hacer las cosas tan bien como ellos. Y hay quienes consideran que no tienen tiempo para capacitar a alguien. Por otra parte, los jóvenes deben tratar de no ser impacientes cuando no les dan más cosas que hacer.
Busquemos perlas escondidas
it “Eclesiastés, Libro de” párr. 1
“Eclesiastés, Libro de”
El nombre hebreo Qo·hé·leth (que significa “Congregador; Agrupador; Juntador; Convocador”) describe con propiedad el papel que desempeñaba el rey en el gobierno teocrático de Israel. (Ec 1:1, 12.) La responsabilidad del gobernante consistía en mantener al pueblo dedicado de Jehová unido en fidelidad a su verdadero Rey y Dios. (1Re 8:1-5, 41-43, 66.) Por esta razón, lo que determinaba si un rey era bueno o malo para la nación era si dirigía o no a su pueblo en la adoración a Jehová. (2Re 16:1-4; 18:1-6.) El congregador, es decir, Salomón, ya había congregado a Israel y sus compañeros, los residentes temporales, en el templo. En este libro procuró congregar al pueblo de Dios para que evitara las obras vanas e infructíferas del mundo y efectuara las obras que eran dignas del Dios al que estaba dedicado como nación. El nombre que se usa en nuestras Biblias españolas se toma de la traducción que da la Versión de los Setenta griega de la palabra Qo·hé·leth, a saber, Ek·klē·si·a·stḗs (Eclesiastés), que significa “miembro de una eclesia [congregación; asamblea]”.
29 DE SEPTIEMBRE A 5 DE OCTUBRE
TESOROS DE LA BIBLIA ECLESIASTÉS 3, 4
Fortalezcan su cuerda triple
Cómo mantener la tecnología bajo control
● Usar bien la tecnología puede ayudar al matrimonio. Por ejemplo, algunos matrimonios la usan para mantenerse en contacto durante las horas que no están juntos.
“Es genial recibir un simple mensaje de texto que diga ‘te quiero’ o ‘te extraño’” (Jonathan).
● Usar mal la tecnología puede perjudicar al matrimonio. Por ejemplo, algunos utilizan el teléfono o la tableta a todas horas y, claro, eso significa que le dedican menos tiempo y atención a su cónyuge.
“Estoy segura de que ha habido veces en las que mi esposo habría hablado más conmigo si yo no hubiera estado pegada al teléfono” (Julissa).
● Algunas personas dicen que pueden tener una buena conversación con su cónyuge mientras usan el teléfono o la tableta. La socióloga Sherry Turkle llama a eso “el mito de la multitarea”. Por eso, aunque muchos crean que hacer más de una tarea al mismo tiempo es algo bueno, en realidad, no lo es. La misma socióloga dice que “nuestro rendimiento decrece con cada nueva tarea que añadimos a la combinación”.
“Me encanta hablar con mi esposo, pero no cuando se pone a hacer otras cosas al mismo tiempo, porque eso me da a entender que estaría igual de feliz si estuviera solo con su teléfono” (Sarah).
Conclusión: La forma en la que usamos la tecnología puede ayudar a nuestro matrimonio o hacerle daño.
Mantengan viva “la llama de Jah”
12 ¿Cómo pueden imitar el ejemplo de Áquila y Priscila quienes están casados? Piensen en todas las actividades que tiene que hacer cada uno. ¿Podrían atender algunas de esas tareas juntos, en vez de hacerlas por separado? Por ejemplo, Áquila y Priscila predicaban juntos. ¿Tienen ustedes la costumbre de hacer lo mismo? Áquila y Priscila también trabajaban juntos. Claro, puede que usted y su esposo o su esposa no tengan el mismo trabajo. Pero ¿y si hacen las tareas del hogar juntos? (Ecl. 4:9). Si se ayudan, se sentirán como un equipo y tendrán la oportunidad de conversar. Robert y Linda llevan más de 50 años casados. Él cuenta: “La verdad es que no tenemos mucho tiempo libre. Pero, cuando yo estoy lavando los platos y mi esposa los seca o cuando estoy trabajando en el jardín y ella viene a darme una mano, me siento muy feliz. Hacer cosas juntos nos une, y nuestro amor sigue creciendo”.
13 No olviden lo siguiente: estar juntos no siempre es lo mismo que estar unidos. Una hermana casada de Brasil dice: “Con tantas distracciones es fácil pensar que, como estamos viviendo bajo el mismo techo, ya estamos pasando tiempo juntos. Pero me he dado cuenta de que estar juntos es solo la mitad del camino. La otra mitad es darle a mi esposo la atención que necesita”. Fíjense en lo que han hecho Bruno y su esposa, Tays, para estar pendientes el uno del otro. Él explica: “Para disfrutar de nuestros ratos juntos, guardamos los teléfonos”.
14 Pero ¿y si no les gusta pasar tiempo juntos? Quizás les gustan cosas distintas o a veces sienten que se sacan de quicio. ¿Qué pueden hacer si ese es su caso? Piensen en la fogata que mencionamos antes. Cuando se enciende, es pequeña; solo hay una llamita. Para que crezca y arda con fuerza, hay que echarle poco a poco trozos de leña cada vez más grandes. De manera parecida, intenten pasar juntos unos pocos momentos cada día. Encuentren algo que les guste hacer a los dos y que no genere problemas (Sant. 3:18). Si empiezan con cosas pequeñas, podrán reavivar la llama de su amor.
Mantengan viva “la llama de Jah”
3 Para mantener viva “la llama de Jah”, tanto el esposo como la esposa tienen que esforzarse por ser buenos amigos de Jehová. ¿Por qué lo decimos? Si los dos valoran su amistad con Jehová, estarán dispuestos a seguir sus consejos de buena gana. Así evitarán y superarán cualquier problema que pueda enfriar su amor (lea Eclesiastés 4:12). Además, quienes son amigos de Jehová se esfuerzan por ser como él e imitar sus cualidades. Por ejemplo, son amables y pacientes, y saben perdonar (Efes. 4:32-5:1). ¿Cómo no va a haber amor en un matrimonio así? Una hermana llamada Lena, que lleva más de 25 años casada, dice: “¡Qué fácil es querer y respetar a una persona espiritual!”.
Busquemos perlas escondidas
it “Amor” párr. 39
“Amor”
“Tiempo de amar.” El amor solo se retiene de aquellos a quienes Jehová señala como indignos de ser amados, o de los que están resueltos a seguir en un proceder de maldad. De otro modo, ha de hacerse extensivo a todas las personas, mientras estas no demuestren odiar a Dios. Tanto Jehová Dios como Jesucristo aman la justicia y odian el desafuero. (Sl 45:7; Heb 1:9.) No se debe mostrar amor a los que odian intensamente al Dios verdadero. De hecho, no se conseguiría nada aunque se les siguiera mostrando amor, pues los que odian a Dios no responderán a su amor. (Sl 139:21, 22; Isa 26:10.) Por lo tanto, Dios merecidamente los odia y tiene un tiempo para tomar acción contra ellos. (Sl 21:8, 9; Ec 3:1, 8.)
6-12 DE OCTUBRE
TESOROS DE LA BIBLIA ECLESIASTÉS 5, 6
Adoramos a nuestro gran Dios con profunda reverencia
Honremos a Jehová actuando con dignidad
17 Cuando estamos adorando a Jehová, debemos comportarnos con la dignidad que merece la ocasión. “Guarda tus pies siempre que vayas a la casa del Dios verdadero”, nos recuerda Eclesiastés 5:1. Moisés y Josué debían mostrar respeto y reverencia a Dios quitándose las sandalias antes de pisar suelo santo (Éxo. 3:5; Jos. 5:15). Y los sacerdotes israelitas tenían que usar calzoncillos de lino “para cubrir la carne desnuda” (Éxo. 28:42, 43). Dicho mandato impedía que se dieran situaciones indecorosas mientras estos servían en el altar. Además, la familia de un sacerdote debía conducirse de acuerdo con las elevadas normas sagradas y la dignidad del puesto sacerdotal.
18 Como vemos, tenemos que respetar a Jehová y comportarnos con dignidad al adorarle. Pero también debemos respetar a las demás personas, pues solo así nos ganaremos su respeto. Claro, el respeto que les mostramos debe ser sincero, no hipócrita ni superficial. Debe nacer del corazón, pues en eso se fija Jehová (1 Sam. 16:7; Pro. 21:2). Si esta cualidad se convierte en parte de nuestra personalidad, influirá en nuestra actitud y conducta, en la forma en que tratamos al prójimo e incluso en el concepto que tenemos de nosotros mismos. Se percibirá en todo momento, en todo lo que hagamos y digamos. Cuando nos comportamos, nos vestimos y nos arreglamos con dignidad, mostramos que tomamos a pecho estas palabras del apóstol Pablo: “De ninguna manera estamos dando causa alguna para tropiezo, para que no se encuentre falta en nuestro ministerio; antes bien, de toda manera nos recomendamos como ministros de Dios” (2 Cor. 6:3, 4). “En todas las cosas [adornamos] la enseñanza de nuestro Salvador, Dios.” (Tito 2:10.)
El estudio de la Biblia enriquece nuestras oraciones
21 También Jesús oró con fe y reverencia. Por ejemplo, antes de resucitar a Lázaro, “alzó los ojos hacia el cielo y dijo: ‘Padre, te doy gracias porque me has oído. Cierto, yo sabía que siempre me oyes’” (Juan 11:41, 42). ¿Ora usted con esa misma fe y devoción? Si analiza la oración modelo que enseñó Jesús, verá que los puntos más importantes son la santificación del nombre de Jehová, la venida de su Reino y el cumplimiento de su voluntad (Mat. 6:9, 10). Ahora piense en sus propias oraciones. ¿Reflejan su profundo interés en el Reino y en la voluntad de Dios, así como en la santificación de su nombre?
“Lo que prometes en voto, págalo”
12 Pero el bautismo no es más que el comienzo. Después debemos seguir viviendo a la altura de nuestra dedicación a Dios y servirle fielmente. Así que, preguntémonos: “¿Cuánto he progresado espiritualmente desde mi bautismo? ¿Sigo sirviendo a Jehová con toda el alma? (Col. 3:23). ¿Oro, leo la Biblia, asisto a las reuniones y predico con la mayor frecuencia posible? ¿O lo hago menos que antes?”. El apóstol Pedro señaló que no nos haremos inactivos si a nuestra fe continuamos suministrándole conocimiento, aguante y devoción piadosa (lea 2 Pedro 1:5-8).
Busquemos perlas escondidas
Preguntas de los lectores
Eclesiastés 5:8 habla de un gobernante que comete abusos contra los pobres y los trata de manera injusta. Ese hombre debería recordar que probablemente esté siendo vigilado por alguien que tiene un puesto superior o más autoridad que él. De hecho, puede haber otros que estén en puestos todavía más altos. Por desgracia, en los gobiernos humanos puede suceder que todos esos gobernantes sean corruptos y que la gente común tenga que sufrir las consecuencias.
Pero, por muy desesperada que parezca la situación, nos consuela saber que Jehová está vigilando incluso a los altos funcionarios de los gobiernos. Podemos rogarle a Dios que nos ayude y arrojar nuestra carga sobre él (Sal. 55:22; Filip. 4:6, 7). Sabemos que “los ojos de Jehová están vigilando toda la tierra para mostrar su fuerza a favor de los que le sirven con un corazón completo” (2 Crón. 16:9).
Así pues, Eclesiastés 5:8 nos trae a la mente una realidad: que en los gobiernos humanos siempre hay alguien con mayor autoridad. Más importante, este versículo nos recuerda que Jehová es la autoridad suprema del universo. En estos momentos, él está gobernando por medio de su Hijo, Jesucristo, el Rey del Reino. El Todopoderoso, que lo ve todo, es completamente justo, y su Hijo también lo es.
13-19 DE OCTUBRE
TESOROS DE LA BIBLIA ECLESIASTÉS 7, 8
Vayamos “a la casa donde hay duelo”
it “Duelo” párr. 9
“Duelo”
Un tiempo para estar de duelo. Eclesiastés 3:1, 4 dice que hay “tiempo de llorar y tiempo de reír; tiempo de plañir y tiempo de dar saltos”. Y dado que la humanidad se halla en una condición moribunda, se dice en la Biblia que el corazón de la persona sabia se halla “en la casa de duelo” y no en la “del banquete”. (Ec 7:2, 4; compárese con Pr 14:13.) En consecuencia, la persona sabia manifiesta su condolencia por el dolor ajeno y busca oportunidades para impartir consuelo, en lugar de desatender al doliente por dar prioridad a su satisfacción personal. Esto, a su vez, le ayuda a tener presente la transitoriedad de la vida y también a mantener una buena predisposición de corazón hacia su Creador.
Ayudemos a nuestros hermanos a afrontar las dificultades
15 William, que perdió a su esposa hace algunos años, señala: “Me gusta que los demás me cuenten los bonitos recuerdos que tienen de mi esposa. Eso me demuestra que la querían y la apreciaban. Esta clase de apoyo es de gran ayuda para mí. Sus palabras me consuelan mucho, pues amaba a mi esposa con todo mi corazón y era una parte muy importante de mi vida”. Bianca explica: “Es un consuelo para mí que otros oren conmigo y que me lean uno o dos textos bíblicos. Me ayuda que me hablen de mi esposo y que me escuchen cuando les hablo de él”.
“Lloren con los que lloran”
16 También es muy útil orar por los que sufren y hacer oraciones con ellos. Es cierto que orar en esas situaciones puede ser muy difícil. Tal vez lloremos y se nos quiebre la voz. Pero las oraciones sinceras pueden aliviarles mucho el dolor que sienten. Dalene, mencionada en el párrafo 12, recuerda: “A veces, cuando las hermanas vienen a consolarme, les pregunto si pueden hacer una oración. Cuando empiezan a orar, les cuesta hablar. Pero poco a poco su voz se va haciendo más fuerte y terminan haciendo una oración muy sentida. Su fe sólida, su amor y su interés fortalecen mucho mi fe”.
“Lloren con los que lloran”
17 Como cada persona es distinta, el período de duelo no dura lo mismo en todos los casos. Por eso, debemos ofrecernos para ayudar no solo durante los primeros días, cuando muchos parientes y amigos están cerca. También debemos ofrecernos durante los siguientes meses, cuando otros han vuelto a su vida normal. Proverbios 17:17 dice: “Un compañero verdadero ama en todo tiempo, y es un hermano nacido para cuando hay angustia”. Debemos tratar de dar consuelo tanto tiempo como la persona lo necesite (lea 1 Tesalonicenses 3:7).
18 Recordemos que la tristeza puede regresar en cualquier momento. Puede ser por un aniversario, una canción, una fotografía, una actividad o incluso un olor, un sonido o una época del año. Para quien ha enviudado puede ser muy duro hacer algunas cosas por primera vez sin su pareja, como ir a una asamblea o a la Conmemoración. Un hermano viudo cuenta: “Esperaba que mi primer aniversario de bodas sin mi esposa fuera muy doloroso, y lo fue. Pero varios hermanos y hermanas organizaron una pequeña reunión con mis mejores amigos para que no estuviera solo”.
19 Tengamos presente que la persona no solo necesitará ánimo en fechas especiales. Junia explica: “A menudo, el apoyo y la compañía que te ofrecen cuando no hay ningún aniversario cerca pueden ser muy beneficiosos. Esas ocasiones espontáneas son muy valiosas y consuelan mucho”. Claro está, no podemos eliminar toda la tristeza ni llenar el vacío que siente quien sufre la muerte de un ser amado. Pero podemos hacer muchas cosas para consolarlo (1 Juan 3:18). Gaby recuerda: “Le doy muchas gracias a Jehová porque los ancianos me ayudaron con amor y no me dejaron sola en los momentos difíciles. Me hicieron sentir que en todo momento Jehová me rodeaba con sus amorosos brazos”.
Busquemos perlas escondidas
“De este modo todos sabrán que ustedes son mis discípulos”
18 Puede que en ocasiones nos parezca necesario hablar con un hermano que nos ofendió. Pero, antes de dar ese paso, debemos hacernos un autoexamen. “¿Tengo todos los hechos?” (Prov. 18:13). “¿Será que lo hizo sin querer?” (Ecl. 7:20). “¿Hice yo algo parecido en el pasado?” (Ecl. 7:21, 22). “Si hablo con el hermano, ¿crearé un problema mayor que el que estoy intentando solucionar?” (lea Proverbios 26:20). Si dedicamos tiempo a pensar en estas preguntas, tal vez lleguemos a la conclusión de que es mejor mostrar amor y olvidar el asunto.
20-26 DE OCTUBRE
TESOROS DE LA BIBLIA ECLESIASTÉS 9, 10
Tengamos un punto de vista equilibrado de nuestros problemas
Nunca se enoje con Jehová
20 Echémosle la culpa a quien la tiene. Quizás seamos nosotros los responsables de algunos de nuestros problemas. En ese caso, debemos reconocerlo (Gál. 6:7). ¿Por qué sería irrazonable culpar a Dios? Veamos un ejemplo. Un automóvil quizás sea capaz de ir a gran velocidad. Imagínese que un conductor excede por mucho el límite de velocidad al tomar una curva cerrada y se estrella. ¿Tendrá la culpa el fabricante del vehículo? ¡Claro que no! De manera parecida, Jehová nos ha dado libertad de elección. Pero también nos ha dado consejos sobre cómo tomar buenas decisiones. ¿Deberíamos entonces echarle al Creador la culpa de nuestros errores?
21 Por supuesto, no todos nuestros problemas son resultado de nuestros errores o pecados. Algunas cosas son consecuencia del “tiempo y el suceso imprevisto” (Ecl. 9:11). Pero nunca olvidemos que, en definitiva, el principal culpable de la maldad es Satanás (1 Juan 5:19; Rev. 12:9). ¡El enemigo es él, no Jehová! (1 Ped. 5:8.)
Jehová valora a sus siervos humildes
10 La humildad también nos ayuda a enfrentar las dificultades de la vida. Es normal que haya cosas que nos parezcan injustas o incorrectas. De hecho, el sabio rey Salomón reconoció: “He visto a siervos a caballo, pero a príncipes andando en la tierra justamente como siervos” (Ecl. 10:7). No siempre se les da reconocimiento a las personas con talento, y en ocasiones se da más honra a quienes tienen menos aptitudes. Pero Salomón entendió que lo prudente es asumir la realidad en vez de obsesionarse con las situaciones negativas (Ecl. 6:9). Si somos humildes, nos resultará más fácil aceptar la vida como es, no como creemos que debería ser.
¿Son sanas nuestras diversiones?
LA Biblia muestra en numerosos pasajes que Jehová no quiere que simplemente pasemos por la vida, sino que desea que disfrutemos de ella. Por ejemplo, Salmo 104:14, 15 señala que él “está haciendo [...] salir alimento de la tierra, y vino que regocija el corazón del hombre mortal, para hacer brillar el rostro con aceite, y pan que sustenta el mismísimo corazón del hombre mortal”. En efecto, Dios hace crecer los cultivos para que obtengamos grano, aceite y vino con que alimentarnos. Pero notemos que el vino es un producto que no solo nos nutre, sino que además nos “regocija el corazón” (Ecl. 9:7; 10:19). Es evidente que Jehová quiere que los seres humanos vivan felices, pues está “llenando por completo sus corazones [...] de alegría” (Hech. 14:16, 17).
2 Siendo así, no hay razón para que los siervos de Dios se sientan culpables porque de vez en cuando dediquen tiempo a actividades recreativas. De hecho, el que “observen atentamente las aves del cielo” y “los lirios del campo”, por mencionar un par de ejemplos, puede revigorizarlos y enriquecerlos como personas (Mat. 6:26, 28; Sal. 8:3, 4). En realidad, vivir una vida plena y saludable es un “don de Dios” (Ecl. 3:12, 13). Comprendemos que nuestro tiempo libre forma parte de ese regalo suyo, y por eso queremos emplearlo como a él le agrada.
Busquemos perlas escondidas
it “Chisme, calumnia” párrs. 4, 8
“Chisme, calumnia”
El chisme puede llevar a la práctica desastrosa de la calumnia. La sabiduría de las palabras de Eclesiastés 10:12-14 es obvia: “Los labios del estúpido se tragan a este. El comienzo de las palabras de su boca es tontedad, y el fin de su boca, posteriormente, es locura calamitosa. Y el tonto habla muchas palabras”.
Mientras que el chisme puede ser más o menos inofensivo (aunque puede convertirse en calumnia o conducir a ella), la calumnia siempre es perjudicial y causa daño y contienda. Sea que el calumniador lo haga con un motivo malicioso o no, se coloca en una mala posición ante Dios, pues “cualquiera que envía contiendas entre hermanos” practica una de las cosas que Dios odia. (Pr 6:16-19.) La palabra griega para “calumniador” o “acusador” es di·á·bo·los. Ese término también se usa en la Biblia como título de Satanás, “el Diablo”, el gran calumniador de Dios (Jn 8:44; Rev 12:9, 10; Gé 3:2-5), con lo que se indica quién fue el originador de la calumnia, este tipo de acusación difamatoria.
27 DE OCTUBRE A 2 DE NOVIEMBRE
TESOROS DE LA BIBLIA ECLESIASTÉS 11, 12
Disfrute de una vida feliz y saludable
El aire fresco y el sol, ¿son “antibióticos” naturales?
La luz solar también tiene propiedades desinfectantes. La publicación científica Journal of Hospital Infection explica que “la mayoría de los microbios que transmiten infecciones por el aire no tolera la luz del sol”.
¿Cómo puede usted sacar provecho de todo esto? Salga fuera, tome el sol con moderación y respire aire fresco. Seguro que le sentará bien.
Cuidemos la vida que Dios nos ha regalado
6 La Biblia no es un libro de medicina ni un manual sobre nutrición, pero sí nos revela cómo Jehová ve estos asuntos. Por ejemplo, nos da este consejo: “Aleja de tu cuerpo las cosas que hacen daño” (Ecl. 11:10). Entre las cosas que ponen en peligro nuestra vida y que la Biblia condena están la glotonería y la borrachera (Prov. 23:20). Así que, a la hora de decidir qué y cuánto vamos a comer y beber, Jehová espera que sepamos controlarnos (1 Cor. 6:12; 9:25).
7 Si queremos tomar decisiones que demuestren que agradecemos la vida que Dios nos ha regalado, debemos utilizar nuestra capacidad de pensar (Sal. 119:99, 100; lea Proverbios 2:11). Por ejemplo, al decidir lo que vamos a comer, necesitamos buen juicio. Si nos gusta un alimento pero sabemos que nos hace daño, lo más sensato es no comerlo. El sentido común también nos dice que debemos dormir lo suficiente, hacer ejercicio con regularidad, tener una buena higiene personal y mantener limpio nuestro hogar.
“Pongan en práctica la palabra”
2 Los siervos de Jehová somos felices. ¿Por qué? Tenemos muchas razones para sentirnos así, y una muy importante es que leemos la Palabra de Dios con regularidad y nos esforzamos por poner en práctica lo que aprendemos (lea Santiago 1:22-25).
3 ¿Qué beneficios obtenemos al poner “en práctica la palabra”? Por un lado, agradamos a Jehová, y saber eso nos hace felices (Ecl. 12:13). Por otro lado, seguir los consejos de la Palabra de Dios nos ayuda a llevarnos mejor con los miembros de nuestra familia y a ser mejores amigos de los hermanos de la congregación. Es probable que usted ya lo haya comprobado por sí mismo. Además, nos ahorramos muchos de los problemas que sufren quienes no obedecen las normas de Jehová. Es como dijo el rey David en una canción después de mencionar la ley, las órdenes y las sentencias de Jehová: “Para quien las obedece hay una gran recompensa” (Sal. 19:7-11).
Busquemos perlas escondidas
it “Inspiración” párr. 10
“Inspiración”
Es obvio que los hombres que Dios usó para registrar las Escrituras no fueron simples autómatas que únicamente se limitaron a registrar información dictada. Leemos concerniente al apóstol Juan que la Revelación “respirada por Dios” le fue presentada por medio de un ángel “en señales”, y que Juan luego “dio testimonio de la palabra que Dios dio y del testimonio que Jesucristo dio, aun de todas las cosas que vio”. (Rev 1:1, 2.) Fue “por inspiración [literalmente, “en espíritu”]” como Juan “[llegó] a estar en el día del Señor” y se le dijo: “Lo que ves, escríbelo en un rollo”. (Rev 1:10, 11.) Por lo tanto, Dios consideró oportuno permitir que los escritores bíblicos dieran uso a sus facultades mentales a la hora de seleccionar las palabras y expresiones para describir las visiones que recibieron (Hab 2:2), aunque siempre suministró la dirección necesaria a fin de que el resultado final no solo fuese exacto y verdadero, sino que también encajase con su propósito. (Pr 30:5, 6.) En Eclesiastés 12:9, 10 se indica que el escritor tenía que poner de su parte, es decir, meditar, escudriñar y ordenar las ideas a fin de presentar “palabras deleitables y la escritura de palabras correctas de verdad”. (Compárese con Lu 1:1-4.)