GÁLATAS
Notas de estudio. Capítulo 6
un paso en falso. El término griego usado aquí (paráptōma, lit. “caída al lado”) puede referirse a cualquier ofensa, desde un simple error de juicio hasta una grave violación de la ley de Dios (Mt 6:14; Ro 5:15, 17; Ef 1:7; 2:1, 5). La persona que da un paso en falso no actúa de acuerdo con las justas normas de Dios. En realidad, va por mal camino, aunque puede que todavía no haya caído en un pecado grave.
ustedes, los que tienen las debidas cualidades espirituales. O “ustedes, los que son espirituales”, “ustedes, los que son espiritualmente maduros”. Aquí se usa el término griego pneumatikós. Este término está relacionado con la palabra pnéuma, que forma parte de la expresión “espíritu santo de Dios” (Ef 4:30). Por lo tanto, para poder corregir a otros, las personas maduras de la congregación necesitan algo más que tener conocimiento, sabiduría y experiencia. También deben demostrar que se dejan guiar constantemente por el espíritu santo de Dios, que es la fuerza activa de Jehová (Gál 5:16, 18, 25).
traten de corregir. O “traten de reajustar”. El verbo griego katartízō se refiere a hacer que algo vuelva a su estado debido o que quede debidamente alineado. En este contexto, se utiliza para hablar de la necesidad de corregir espiritualmente a un hermano que “da un paso en falso”. La forma del verbo griego empleada aquí permite que se traduzca como “tratar de corregir”. Y es que, aunque “los que tienen las debidas cualidades espirituales” se estén esforzando sinceramente por corregir al hermano, solo conseguirán que vuelva al buen camino si él reacciona bien al consejo y se deja corregir. En Mt 4:21 se usa este mismo verbo con el sentido de ‘reparar’ redes. Y en Ef 4:12 se usa el sustantivo relacionado katartismós y se traduce como “corregir”. Este término se empleaba a veces en textos médicos para hablar de la acción de recolocar un hueso, una extremidad o una articulación. Ver las notas de estudio de 2Co 13:9; Ef 4:12.
que cada uno se vigile a sí mismo. O “que cada uno tenga mucho cuidado consigo mismo”, “que cada uno preste mucha atención a sí mismo”. Pablo pasa de hablarles a los gálatas en plural a hablarles en singular. De este modo hace una advertencia individual al cristiano que aconseja a otras personas. Le advierte que tenga cuidado para no terminar cayendo en las trampas morales contra las que él mismo previene a otros. Estas palabras también llevan implícita otra advertencia: no debe ser demasiado justo y menospreciar a los demás (1Co 10:12).
Sigan llevándose las cargas unos a otros. Aquí se usa la palabra griega báros en plural (traducida como “cargas”). Literalmente significa ‘cosas pesadas’, pero también podría traducirse como “problemas agobiantes”. Este consejo de Pablo viene después de lo que dice en el versículo anterior sobre tratar de corregir al hermano que ha dado “un paso en falso” en sentido espiritual. Las consecuencias de ese paso en falso podrían resultarle muy pesadas, es decir, difíciles de sobrellevar sin ayuda. Los cristianos que tienen la costumbre de ayudar a sus hermanos a llevar sus cargas demuestran amor y así cumplen “la ley del Cristo” (Jn 13:34, 35). Sin embargo, como indica el apóstol en los versículos 3 a 5, esto no significa que vayan a llevarles su “carga de responsabilidad” (en griego fortíon), es decir, la responsabilidad espiritual que cada uno tiene ante Dios. Ver la nota de estudio de Gál 6:5.
la ley del Cristo. Esta ley abarca todo lo que enseñó Jesús, así como todo lo que Dios, mediante su espíritu, mandó que escribieran los discípulos de Cristo en las Escrituras Griegas Cristianas. Como había profetizado Jeremías, esta ley sustituyó al pacto de la Ley mosaica (Jer 31:31-34; Heb 8:6-13). Aunque se llama “la ley del Cristo”, él no fue quien le dio origen a este conjunto de leyes y principios. Más bien, lo recibió de Jehová, el gran Legislador (Jn 14:10). La expresión “la ley del Cristo” aparece únicamente en este versículo de las Escrituras Griegas Cristianas. Sin embargo, en 1Co 9:21 se usa la expresión parecida “ley ante Cristo”. A esta ley también se la llama “la ley perfecta que pertenece a la libertad” (Snt 1:25), “la ley de un pueblo libre” (Snt 2:12) y “la ley de la fe” (Ro 3:27).
su propia carga de responsabilidad. Aquí Pablo usa la palabra griega fortíon. Este término se refiere a algo que hay que llevar o cargar, y no hace ninguna referencia a su peso. La carga de la que habla este versículo es diferente de “las cargas” que menciona el versículo 2. Para llevar estas cargas, que son pesadas, quizás se necesite ayuda (ver la nota de estudio). En cambio, el término griego que se emplea aquí se refiere a la carga de responsabilidad personal que Dios espera que cada cristiano lleve por sí solo. Una obra de consulta explica que “se utilizaba en el vocabulario militar para una mochila o para el equipo del soldado”.
a quien se le esté enseñando la palabra. Aquí “la palabra” se refiere a la palabra de Dios y a las enseñanzas de Jesucristo. En sus cartas, Pablo da mucha importancia a la enseñanza dentro de la congregación cristiana. En la mayoría de los casos usa el verbo griego didáskō, que implica instruir, explicar, demostrar algo con razonamientos y dar pruebas (Ro 2:21; 12:7; 1Co 4:17; Col 3:16; 2Ti 2:2; ver la nota de estudio de Mt 28:20). Sin embargo, las dos veces que en este versículo Pablo habla de “enseñar” emplea otro verbo más específico: katēkhéō. Este verbo significa literalmente ‘hacer resonar hacia abajo’ y a veces puede incluir la idea de dar instrucción oral (ver la nota de estudio de Hch 18:25). Solo la persona que tiene resonando en su mente y corazón las verdades de “la palabra” está capacitada para enseñar a otros (2Ti 2:2).
comparta todo tipo de cosas buenas con el que le enseña. Aquí Pablo anima a “cualquiera a quien se le esté enseñando” a compartir cosas con su maestro, tanto materiales como espirituales. Este principio se expresa también en otros lugares de las Escrituras (Mt 10:9, 10; Ro 15:27 y la nota de estudio; 1Co 9:11, 13, 14; 1Ti 5:17, 18; Heb 13:16). El verbo griego que se traduce como “compartir” también puede dar la idea de tener algo en común con alguien. En este versículo puede referirse a lo que sucede cuando el estudiante escucha lo que se le enseña y lo pone en práctica. Es capaz de expresar su fe y convicción con sus propias palabras y así se convierte en maestro de las buenas noticias. Al actuar de este modo, el estudiante comparte, o tiene en común, “cosas buenas” con su maestro (2Ti 2:2).
burlarse. En este versículo se usa un verbo griego que da literalmente la idea de hacer un gesto con la nariz en señal de desprecio. En algunas culturas se expresa el desprecio por algo o por alguien arrugando o levantando la nariz, o haciendo otras muecas. Estos gestos pueden ir acompañados de palabras despectivas o burlonas, que a veces llegan al punto de desafiar a alguien. Aquí Pablo advierte que es peligroso pensar que se pueden tomar a la ligera los principios de la Palabra de Dios o que se pueden pasar por alto sin sufrir las consecuencias.
lo que uno esté sembrando es lo que cosechará. Este dicho era muy conocido en tiempos de Pablo. Parece que tiene su origen en antiguas sociedades agrícolas. Y refleja la clara realidad de que lo que se planta es lo que crece. En la antigüedad solía aplicarse de forma negativa: cada persona cosechaba las malas consecuencias de sus malas acciones. Pero Pablo también indica que las buenas acciones pueden tener un buen resultado, “la vida eterna” (Gál 6:8). Este principio invariable también se menciona en otras partes de la Biblia (Pr 11:18; 22:8; Os 8:7; 10:12; 2Co 9:6). Ver las notas de estudio de Gál 6:8.
El que siembra pensando en su carne. Aquí se refiere a la persona que se entrega a “las obras de la carne”, es decir, las obras que tienen su origen en los deseos de la naturaleza humana pecadora (Gál 5:19-21). El fruto o resultado de esta “siembra” será que la persona “cosechará de su carne la corrupción”. Cuando el primer hombre pecó, él y todos sus descendientes se convirtieron en esclavos de la corrupción (Ro 5:12; 8:21 y la nota de estudio). Esta esclavitud los ha llevado a la imperfección. Y la imperfección, a su vez, no solo los ha llevado a enfermar, envejecer y morir, sino también a sufrir una degradación moral y espiritual. Por eso, “el que siembra pensando en su carne” no obtendrá la vida eterna. Comparar con 2Pe 2:12, 18, 19.
el que siembra pensando en el espíritu. Aquí se refiere a la persona que, por su manera de vivir, permite que el espíritu santo de Dios actúe libremente en su vida y le ayude a producir su fruto. Esa persona “cosechará del espíritu la vida eterna” (Mt 19:29; 25:46; Jn 3:14-16; Ro 2:6, 7; Ef 1:7).
no dejemos de. O “no nos cansemos de”. Aquí se usa una expresión griega que también puede transmitir la idea de no desanimarse o no perder el entusiasmo. Ver la nota de estudio de 2Co 4:1.
la oportunidad. O “el momento adecuado”, “el tiempo favorable”. El término griego kairós, usado aquí, se ha traducido a veces como “temporada”, “época” o “tiempo fijado”. En Ef 5:16 (ver la nota de estudio) aparece en la frase que se traduce como “aprovechando el tiempo de la mejor manera”.
nuestros hermanos en la fe. O “los que pertenecen a la casa de la fe”, “los que pertenecen a la familia de la fe”. La expresión griega traducida como “nuestros hermanos” se refiere a los miembros de una casa o de una familia propiamente dicha (1Ti 5:8). En el mundo grecorromano, el término casa se refería a veces a un grupo de personas muy unido que compartía los mismos objetivos, ideas o creencias. Este término describe muy bien a las congregaciones del siglo primero porque normalmente se reunían en hogares privados (Ro 16:3-5) y porque sus miembros tenían una relación tan estrecha que formaban una familia espiritual (Ef 2:19).
les he escrito con mi propia mano. Por lo general, Pablo le dictaba sus cartas a un secretario. Pero parece que esta carta la escribió él mismo directamente. Ver Ro 16:22 y la nota de estudio.
quieren dar una buena impresión según criterios humanos. Lit. “quieren mostrar una buena apariencia en la carne”. En este contexto, la expresión que se traduce literalmente como “la carne” se refiere a lo que está relacionado con el cuerpo físico y que, por lo tanto, es visible para los demás. Algunos que afirmaban ser cristianos enseñaban que, para tener la aprobación de Dios, era indispensable circuncidarse y cumplir otros mandamientos de la Ley mosaica. Sin embargo, su verdadero motivo era quedar bien con los judíos. Lo hacían “para no ser perseguidos” por los judíos que odiaban el cristianismo. Al estar tan preocupados por las apariencias e insistir en que había que circuncidarse, en realidad estaban negando que la muerte de Jesús fuera la única base para conseguir la salvación.
madero de tormento. O “madero de ejecución”. Ver glosario.
madero de tormento del Cristo. Aquí la expresión “madero de tormento” (en griego, staurós) representa la muerte de Jesús en el madero. Jesús murió de esa manera para que la humanidad dejara de estar esclavizada al pecado y pudiera tener una buena relación con Dios. Pablo fue perseguido por los judíos por creer y proclamar que la muerte de Jesús en el madero de tormento era la única base para conseguir la salvación.
ha muerto. O “ha sido ejecutado en el madero”. Pablo enseñaba que la muerte de Jesús en el madero de tormento era la base para conseguir la salvación. Por eso, el mundo odiaba a Pablo y lo veía como un delincuente que debía morir. Y él, por su parte, veía al mundo como algo que estaba condenado a morir.
sino ser una nueva creación. Cada cristiano ungido es una nueva creación: un hijo de Dios engendrado por espíritu que tiene la perspectiva de gobernar con Cristo en el Reino celestial (Gál 4:6, 7). Además, todos los ungidos forman parte de una congregación: “el Israel de Dios” (Gál 6:16 y la nota de estudio). Esta congregación cristiana también es una nueva creación espiritual (ver la nota de estudio de 2Co 5:17). Por eso, para Dios no tiene ninguna importancia si un cristiano está circuncidado o no.
de acuerdo con esta regla de conducta. Aquí se usa el término griego kanṓn. Este término se deriva de la palabra hebrea qanéh, que significa ‘caña’. Las cañas se usaban como reglas o instrumentos de medir (Eze 40:5). En este versículo, Pablo emplea el término en sentido figurado para referirse a la “regla de conducta” con la que debían medir sus acciones los miembros del “Israel de Dios”. Si demostraban fe en la bondad inmerecida que Dios había expresado a través de Cristo y se comportaban de acuerdo con esa fe, disfrutarían de “la paz y la misericordia” de Dios a un grado que hasta entonces no había sido posible para los seres humanos pecadores (Gál 3:24, 25). Comparar con glosario, canon bíblico.
el Israel de Dios. Esta expresión aparece solo una vez en las Escrituras. Se refiere al Israel espiritual, y no a los descendientes naturales de Jacob, a quien Dios le cambió el nombre llamándolo Israel (Gé 32:22-28). El versículo anterior (Gál 6:15) muestra que la circuncisión ya no es un requisito para los que forman “el Israel de Dios”. Por medio del profeta Oseas, Dios predijo que le mostraría su favor a un pueblo que incluiría gentiles. Él prometió: “A los que no son mi pueblo les diré ‘Ustedes son mi pueblo’” (Os 2:23; Ro 9:22-25). Aunque en el Israel espiritual había judíos literales y prosélitos (Hch 1:13-15; 2:41; 4:4), eran “solo un resto” de la nación de Israel, a la que Dios había rechazado (Is 10:21, 22; Ro 9:27). Tiempo después, Pablo les escribió a los romanos: “No todos los que son descendientes de Israel son realmente ‘Israel’” (Ro 9:6). Ver también las notas de estudio de Hch 15:14; Ro 2:29; 9:27; 11:26.
Israel. Que significa ‘el que contiende (lucha) con Dios’ o ‘Dios contiende’. Jacob recibió este nombre después de luchar con un ángel para que lo bendijera. A diferencia de Esaú, Jacob apreciaba las cosas sagradas y estaba determinado a esforzarse al máximo para conseguir el favor de Dios (Gé 32:22-28; Heb 12:16). Los que pertenecen al “Israel de Dios” imitan a Jacob. Imitan su fe y su determinación de cumplir la voluntad de Dios. Ver la nota de estudio de el Israel de Dios en este versículo.
las marcas de un esclavo de Jesús. Aquí se usa la forma en plural del término griego stígma y se traduce como “marcas de un esclavo”. Esta es la única vez que aparece en las Escrituras Griegas Cristianas. En la literatura griega podía referirse a marcas realizadas en la piel, compuestas por signos o letras, con las que a veces se identificaba a los esclavos. Pero también podía referirse a cicatrices. En este versículo, puede que Pablo esté hablando de las cicatrices que le dejaron en el cuerpo sus perseguidores. Esas cicatrices daban testimonio de que era un fiel esclavo de Cristo (2Co 4:10; 11:23-27; Flp 3:10). Pero también es posible que Pablo no esté hablando de marcas literales. Tal vez se refiera a todo lo que lo marcaba o identificaba como un esclavo de Cristo: su forma de vivir, su ministerio cristiano y las cualidades que producía en él el espíritu de Dios.
con el espíritu que ustedes demuestran. Lit. “con el espíritu de ustedes”. En este contexto, “el espíritu” se refiere a la motivación o a la actitud mental dominante que hace que una persona haga o diga cosas de cierta manera. Por ejemplo, las Escrituras hablan de “un espíritu tranquilo y apacible” (1Pe 3:4) y de un “espíritu apacible” (Gál 6:1). En 2Ti 1:7, Pablo menciona un espíritu “de poder, amor y buen juicio” y lo contrasta con “un espíritu de cobardía”. Y luego concluye su carta a Timoteo diciéndole: “Que el Señor esté con el espíritu que demuestras” (2Ti 4:22). Así como un solo individuo puede manifestar cierto espíritu, lo mismo puede hacer un grupo de personas. De hecho, tanto en su carta a los gálatas como en su carta a los filipenses, Pablo emplea en su despedida el pronombre griego en plural (traducido como “ustedes”). De este modo expresa su deseo de que todos los hermanos de estas congregaciones demuestren un espíritu que esté de acuerdo con la voluntad de Dios y con el ejemplo de Cristo (Flp 4:23).