EFESIOS
Notas de estudio. Capítulo 1
Carta a los Efesios. Al parecer, el título de este libro, como en otros casos, no formaba parte del texto original. Al consultar manuscritos antiguos, se ve que los títulos se añadieron más tarde, sin duda para que se pudieran identificar las cartas claramente. Ver la nota de estudio del título de 1 Corintios y la galería multimedia, “Carta de Pablo a los efesios”.
apóstol. Ver la nota de estudio de Ro 1:1.
los santos. Ver la nota de estudio de Ro 1:7.
en Éfeso. Estas palabras aparecen tanto en manuscritos antiguos y confiables como en traducciones antiguas. Sin embargo, no aparecen en todos los manuscritos griegos antiguos. Hay estudiosos que opinan que no son parte del texto original, y algunos de ellos afirman que Pablo envió esta carta a Laodicea (Col 4:16). Pero en ningún manuscrito se encuentran las palabras “a [o “en”] Laodicea”. La única ciudad que se cita aquí en todos los manuscritos es Éfeso. Y los manuscritos griegos antiguos que en este versículo omiten “en Éfeso” titulan esta carta “A los Efesios”. Es más, los escritores de los primeros siglos la aceptaban como una carta dirigida a los efesios.
Éfeso. En tiempos bíblicos, esta ciudad era muy rica y un importante centro religioso y comercial. Estaba situada en la costa oeste de Asia Menor, frente a la isla de Samos. Éfeso era la capital de la provincia romana de Asia. Ver glosario, apén. B13 y galería multimedia, “El teatro de Éfeso y sus alrededores”.
en unión con. Lit. “en”. Esta expresión indica una relación cercana, armonía y unidad. En su carta a los efesios, Pablo menciona varias veces que los cristianos ungidos están “en unión con” Cristo Jesús. De este modo destaca el importantísimo papel de Cristo en promover la unidad. Ver, por ejemplo, Ef 1:4, 11; 2:13, 21.
Que tengan bondad inmerecida y paz. Ver la nota de estudio de Ro 1:7.
en los lugares celestiales. Aquí Pablo habla de los cristianos ungidos como si ya hubieran recibido “toda bendición espiritual en los lugares celestiales”, aunque todavía estén en la tierra. El contexto muestra que Dios los había nombrado herederos junto con su Hijo de una herencia celestial y les había dado una garantía de esa herencia (Ef 1:11, 13, 14). Al darles ese nombramiento mientras todavía están en la tierra, Dios les da vida levantándolos o elevándolos a una posición superior (Ef 1:18-20; 2:4-7).
la fundación del mundo. Ver la nota de estudio de Lu 11:50.
en unión con él. Es decir, en unión con Cristo (Ef 1:3). Ver la nota de estudio de Ef 1:1.
Nos escogió de antemano. En el texto griego también es posible unir esta expresión al versículo anterior. Así, podría traducirse como “En amor [v. 5] nos escogió de antemano”.
escogió de antemano. Jehová predeterminó que un grupo de discípulos de Cristo fueran adoptados como hijos de Dios para gobernar con Jesús en el cielo. Escogió de antemano al grupo, no a cada uno de los individuos que lo compondrían. Este aspecto del propósito divino está incluido en la profecía de Gé 3:15. Y Jehová pronunció esta profecía poco después de que Adán pecó (Gál 3:16, 29). Ver la nota de estudio de Ro 8:28.
para ser adoptados como sus propios hijos. Ver las notas de estudio de Ro 8:15; Gál 4:5.
la liberación por rescate. Ver las notas de estudio de Mt 20:28; Ro 3:24 y el glosario, rescate.
mediante su sangre. Es decir, mediante la sangre de Jesucristo. Aunque algunas Biblias usan aquí la palabra “muerte”, la traducción literal como “sangre” mantiene el concepto bíblico de que la sangre expía los pecados (ver glosario, expiación). Durante el Día de Expiación se sacrificaban ciertos animales. Luego, el sumo sacerdote llevaba parte de esa sangre al Santísimo del tabernáculo o del templo y allí la presentaba delante de Dios (Le 16:2-19). Como Pablo explica en su carta a los hebreos, Jesús cumplió lo que prefiguraba el Día de Expiación (Heb 9:11-14, 24, 28; 10:11-14). Así como durante el Día de Expiación el sumo sacerdote llevaba la sangre de los sacrificios al Santísimo, Jesús presentó el valor de su sangre delante de Dios en el cielo.
según las riquezas de la bondad inmerecida de Dios. Éfeso tenía muchas riquezas materiales. Pero en su carta a los efesios Pablo destaca que las riquezas más importantes son las espirituales y que dependen de la bondad inmerecida de Dios (Ef 1:18; 2:7; 3:8). En esta carta, usa 12 veces el término griego que se traduce como “bondad inmerecida”. En una ocasión anterior, cuando se reunió con los ancianos de Éfeso, también mencionó esta atractiva cualidad (Hch 20:17, 24, 32). Ver la nota de estudio de Hch 13:43 y el glosario, bondad inmerecida.
el secreto sagrado de su voluntad. La expresión “secreto sagrado” aparece varias veces en la carta de Pablo a los efesios. Por lo general, el “secreto sagrado” de Jehová se centra en Jesucristo (Col 2:2; 4:3). Ahora bien, tiene muchas facetas. Entre ellas están la identidad de Jesús como la descendencia prometida, o Mesías, y su papel en el propósito de Dios (Gé 3:15); el Reino mesiánico, que es un gobierno de Dios en los cielos (Mt 13:11; Mr 4:11); la congregación de cristianos ungidos por espíritu, que tiene a Cristo como cabeza (Ef 5:32; Col 1:18; Ap 1:20); la función que desempeñarán los ungidos cuando gobiernen junto a Jesús en el Reino (Lu 22:29, 30), y la elección de cristianos ungidos tanto de origen judío como de origen gentil (Ro 11:25; Ef 3:3-6; Col 1:26, 27). Ver las notas de estudio de Mt 13:11; 1Co 2:7.
establecer una administración. O “administrar las cosas”. Aquí se usa un término griego (oikonomía) que significa literalmente ‘administración de la casa’ o ‘manejo del hogar’. No se refiere a un gobierno específico, sino a una forma de administrar o gestionar las cosas. Esta manera de entender el término está de acuerdo con cómo se usa en Ef 3:9 (comparar con Ef 3:2 [“responsabilidad de administrar”] y Col 1:25 [“responsabilidad”]). Esta “administración” no es lo mismo que el Reino mesiánico. Más bien, es la forma en la que Dios decide manejar los asuntos de su casa, es decir, su familia universal. Con esta forma de administrar las cosas, Jehová reunirá a todos los gobernantes de este Reino celestial y cumplirá su propósito de unir a todas sus criaturas inteligentes. Así todos estarán en paz y unidad con Dios mediante Jesucristo.
para reunir todas las cosas en el Cristo. La administración que Dios ha establecido se llevará a cabo en dos etapas. La primera etapa consiste en reunir “las cosas en los cielos”, es decir, a todos los que son llamados para gobernar con Cristo en el cielo (Ro 8:16, 17; Ef 1:11; 1Pe 1:4). Esta etapa comenzó el día de Pentecostés del año 33 de nuestra era (Hch 2:1-4). La segunda etapa consiste en reunir “las cosas en la tierra”, es decir, a todos los súbditos de este gobierno celestial, que van a vivir en un paraíso en la tierra (Jn 10:16; Ap 7:9, 10; 21:3, 4).
al haber sido escogidos de antemano. Ver la nota de estudio de Ef 1:5.
fueron sellados. En tiempos bíblicos se usaban los sellos como si fueran una firma para indicar propiedad, autenticidad o acuerdo. En el caso de los cristianos ungidos, Dios los sella en sentido figurado. Los sella con su espíritu santo “por medio de” Cristo para indicar que son suyos y que tienen la perspectiva de recibir vida celestial. Ver la nota de estudio de 2Co 1:22.
que. Este pronombre relativo se refiere aquí al “espíritu santo”, o la fuerza activa de Dios, que se menciona en el versículo anterior. Aunque algunos manuscritos emplean en este caso el pronombre griego masculino, otros manuscritos muy confiables apoyan fuertemente el uso del pronombre neutro. Este uso del pronombre neutro concuerda con la forma en la que se habla del espíritu santo en otros versículos de la Biblia. Algunos especialistas creen que los escribas introdujeron aquí posteriormente el pronombre masculino para dar a entender que el espíritu santo es una persona. Ver las notas de estudio de Mt 28:19; Jn 14:17.
una garantía. O “un pago inicial (adelanto)”, “una prenda de lo que va a venir”. Pablo emplea aquí un término legal (arrabṓn) que suele referirse al pago por adelantado de una pequeña parte de una cantidad total de dinero. Este término griego se utiliza tres veces en las Escrituras Griegas Cristianas, y en todos los casos se usa en sentido figurado para referirse a la unción de cristianos con “el espíritu santo prometido”, es decir, con la fuerza activa de Dios (Ef 1:13, 14; 2Co 1:22; 5:5). Cuando Dios usa su espíritu santo de esta forma tan especial, es como si les diera a los cristianos ungidos un pago inicial o una garantía de lo que van a recibir. Debido a este adelanto de su herencia celestial, ellos están convencidos de su esperanza. Esta esperanza se cumplirá por completo cuando reciban un cuerpo celestial que no puede corromperse (2Co 5:1-5).
la herencia que recibiremos. Es decir, la herencia celestial que recibirán los cristianos que han sido ungidos con el espíritu santo de Dios. El espíritu sirve de “garantía” de su herencia (1Pe 1:4, 5). En el caso de los cristianos ungidos, esta herencia abarca más que la vida en el cielo. Ellos son “las cosas en los cielos” que van a ser reunidas bajo Jesús para ser “herederos de Dios” y “coherederos con Cristo” (Ef 1:10; Ro 8:16, 17). El verbo griego para “heredar” transmite la idea básica de que alguien, un heredero, recibe algo porque tiene el derecho a ello. A menudo, este derecho se debe a una relación de parentesco, como la del hijo que recibe una herencia de su padre (Gál 4:30). Sin embargo, en este versículo y en la mayoría de los versículos donde aparece en las Escrituras Griegas Cristianas, este verbo tiene un sentido más amplio y se refiere a recibir algo que Dios regala (Mt 19:29; 1Co 6:9).
la propiedad de Dios. Lit. “la propiedad”. Aquí se refiere a la congregación de cristianos ungidos por espíritu (Hch 20:28). En 1Pe 2:9 se llama a este grupo de cristianos “un pueblo que es una propiedad especial”.
revelación. Ver la nota de estudio de Ro 16:25.
los ojos de su corazón. Esta expresión se refiere a la vista en sentido figurado, es decir, a la percepción de las cosas que tiene una persona (Is 44:18; Jer 5:21; Eze 12:2, 3; Mt 13:13-16). Pablo dice que Dios ilumina a los cristianos ungidos por espíritu “para que sepan cuál es la esperanza a la que él los llamó”. Esa perspicacia espiritual los convence de que les espera una gloriosa recompensa. Y esa recompensa está garantizada por el inmenso poder que Dios demostró al resucitar a Jesús.
este sistema. La palabra griega aiṓn, que tiene el significado básico de ‘edad’ o ‘era’, se refiere en este contexto al injusto sistema actual (Gál 1:4). Pablo también menciona un sistema, o una era, “que va a venir”. En ese sistema habrá un gobierno dirigido por Cristo. Ver glosario, sistema.