EFESIOS
Notas de estudio. Capítulo 2
muertos debido a las ofensas y pecados. En la Biblia a veces se usan las ideas de muerte y vida con un sentido figurado o espiritual. En este versículo, Pablo dice que, antes de hacerse cristianos, los efesios habían estado “muertos debido a las ofensas y pecados” que habían cometido. Según un diccionario, la palabra griega para “muerto” se usa aquí en sentido figurado para referirse a alguien que es ‘tan deficiente moral y espiritualmente que es como si estuviera muerto’. Sin embargo, Pablo muestra que para Jehová estos cristianos ungidos por espíritu ya tenían “vida”, pues se habían arrepentido de su mala conducta anterior y se habían beneficiado del sacrificio de Jesús (Ef 2:5; Col 2:13). Ver las notas de estudio de Lu 9:60; Jn 5:24, 25.
el sistema de este mundo. La palabra griega para “sistema” tiene el significado básico de ‘edad’ o ‘era’. Y con frecuencia se refiere a la situación general o a las características que distinguen un tiempo en particular. El término griego para “mundo” (kósmos) se refiere aquí a la sociedad humana injusta que está apartada de Dios. En este versículo, la combinación de estos dos términos podría traducirse como “la corriente [o “la costumbre”, “los caminos”] de este mundo”, haciendo referencia a la conducta y los criterios de la gente apartada de Dios. De este modo, Pablo destaca que los cristianos de Éfeso habían llevado anteriormente una vida injusta “siguiendo” la corriente de este mundo.
al gobernante que tiene autoridad sobre el aire. El “gobernante” que se menciona aquí es Satanás, el Diablo. Pablo recurre al aire literal (es decir, la atmósfera) para indicar que “el espíritu” o la actitud dominante que fomenta el egoísmo y la desobediencia está siempre presente en el mundo actual. Pablo emplea palabras parecidas en 1Co 2:12 cuando habla del “espíritu del mundo”. El aire literal se respira por todas partes, y con el “espíritu del mundo” pasa lo mismo. Tiene “autoridad” sobre la gran mayoría de la humanidad. Y este poder se debe a que atrae a la carne imperfecta y, además, a que es casi imperceptible, actúa todo el tiempo y, como el aire, penetra hasta el último rincón. A todos los que están apartados de Dios y no obedecen su voluntad se los llama en este versículo “hijos de la desobediencia”.
los hijos de la desobediencia. Ver la nota de estudio de Hch 4:36.
por naturaleza éramos hijos de la ira. Adán desobedeció conscientemente a Dios y, como resultado, les pasó el pecado y la muerte a todos sus descendientes (Ro 5:12, 19). La imperfección que ellos heredaron los convirtió “por naturaleza” en “hijos de la ira”, que merecen la desaprobación de Dios y la muerte (Dt 32:5; Ro 2:5; 3:10; Ef 5:6; Col 1:21; 3:6). Sin embargo, cuando luchan contra su inclinación innata al pecado y aceptan la misericordiosa oportunidad que Dios les da de reconciliarse con él, dejan de ser “hijos de la ira” (Jn 3:36). “Debido al gran amor” que sentía, Dios proporcionó “el rescate que pagó Cristo Jesús” (Ef 2:4, 5; Ro 3:23, 24).
en los lugares celestiales. En Ef 1:20, Pablo usa esta misma expresión para referirse al lugar donde vive Dios en los cielos. Aquí está hablando de los cristianos ungidos por espíritu como si ya hubieran recibido la vida y estuvieran sentados juntos “en los lugares celestiales”, aunque todavía están en la tierra. Al igual que en Ef 1:3, habla así porque Dios los ha nombrado herederos con su Hijo de una herencia celestial y les ha dado una garantía de esa herencia (Ef 1:11, 13, 14). De este modo, son engendrados o nacen de nuevo y se convierten en hijos ungidos de Jehová (Jn 1:12, 13; 3:5-7). Y esto, a su vez, los convierte en hermanos de Jesús (Ro 8:15; Ef 1:5) y en “coherederos con Cristo” (Ro 8:17; Ef 1:11). Ver la nota de estudio de Ef 1:3.
los sistemas que vienen. O “las eras que vienen”. Aquí se usa en plural la palabra griega aiṓn, que suele traducirse como “sistema”. En este contexto se refiere al tiempo futuro en el que los cristianos ungidos reinarán con Cristo Jesús y se beneficiarán de la bondad inmerecida de Dios (comparar con Ef 1:18-23; Heb 6:4, 5). Al emplearse el término en plural, se está dando a entender que habrá otros sistemas (o eras con características particulares) dentro del “sistema que viene”, que es más abarcador (ver las notas de estudio de Mr 10:30; 1Co 10:11). Esto es parecido a lo que sucedía con el sistema judío bajo el pacto de la Ley. Este sistema incluía otros sistemas que estaban muy relacionados entre sí y existían al mismo tiempo. Ver glosario, sistema.
generosidad. O “benevolencia”, “favor”. El término griego empleado aquí también se ha traducido como “bondad” (Ro 2:4; 11:22).
Somos obra de las manos de Dios. O “Somos producto de su trabajo”. Los cristianos ungidos son obra de las manos de Dios en el sentido de que él los engendra mediante su espíritu y así se convierten en “una nueva creación” en unión con Cristo Jesús (ver las notas de estudio de 2Co 5:17; Gál 6:15). El término griego que aquí se traduce como “obra de las manos” también aparece en Ro 1:20, donde se traduce como “las cosas creadas” y se refiere a la creación física. Esta expresión puede describir el trabajo realizado por un artesano hábil.
ustedes [...] eran llamados “incircuncisión”. Aquí se refiere a los no judíos.
aquellos que se llaman “circuncisión”. Aquí se refiere a los judíos. Ver la nota de estudio de Ro 2:25.
separados del estado de Israel. Antes de conocer a Dios y sus propósitos, algunos cristianos de Éfeso formaban parte de la “gente de las naciones” y, por tanto, no estaban circuncidados (Ef 2:11). Por eso estaban separados de la nación que tenía una relación especial con Dios (Éx 19:5, 6; 1Re 8:53). A diferencia de Israel, las demás naciones no conocían a Dios ni sus caminos ni tenían su aprobación.
No tenían esperanza y estaban sin Dios. Los cristianos gentiles, al igual que los judíos, eran pecadores porque descendían de Adán. Sin embargo, el sacrificio de Cristo Jesús permitió que los que no eran judíos también pudieran tener una relación estrecha con Dios y la esperanza segura de vida eterna (Ef 1:7; 2:13).
los dos grupos. Es decir, los judíos y los no judíos (Ef 2:11).
el muro que había en medio. Lit. “el muro intermedio”. Aquí probablemente se está aludiendo a un muro que había en el templo de Jerusalén en el siglo primero. Este muro “separaba” a los judíos de los gentiles e impedía que los adoradores gentiles entraran a los patios interiores. A estos patios solo podían entrar los judíos. Según la Misná, ese muro tenía forma de celosía (o enrejado) y se llamaba el Soreg (ver apén. B11). Josefo escribió que este muro de piedra medía tres codos (1,3 m; 4,3 ft) de alto y tenía inscripciones en griego y en latín que les prohibían el paso a los no judíos bajo pena de muerte. Cuando Pablo escribió esta carta, estaba preso precisamente porque lo habían acusado de introducir más allá de este límite a un no judío de Éfeso. Por eso, es posible que los efesios hubieran oído hablar de este muro (Hch 21:28-31; 28:30, 31; Ef 3:1). El muro literal todavía estaba en pie en Jerusalén. Así que, cuando Pablo dijo que el muro ya se había derribado, está claro que no se refería al muro literal. Más bien, estaba hablando del pacto de la Ley, que separaba a los judíos de los gentiles. Este muro simbólico había sido derribado unos 30 años antes tomando como base la muerte de Cristo.
mediante el madero de tormento. Aquí la expresión “madero de tormento” (en griego, staurós) representa la muerte de Jesús en el madero de ejecución. La muerte de Jesús sirvió de base para abolir la Ley, que era una barrera que separaba a los judíos de los no judíos. Así pues, si aceptaban la reconciliación que Dios hizo posible por medio de la muerte de Jesús, “ambos pueblos” —tanto judíos como no judíos— podían convertirse en “un solo cuerpo mediante el madero de tormento”. Ver también Col 1:20 y glosario, madero y madero de tormento.
por medio de sí mismo. O quizás “por medio de él”, refiriéndose al madero de tormento (Col 1:20; 2:13, 14).
por medio de un solo espíritu. Es decir, por medio del espíritu santo de Dios.
ustedes [...] son ciudadanos junto con los santos. Pablo les dejó claro a los cristianos gentiles de Éfeso que su situación espiritual había cambiado. Ya no eran “extraños ni extranjeros” con derechos limitados. Se habían convertido en “ciudadanos junto con los santos”, con quienes compartían los mismos objetivos y deberes y la misma identidad. Ahora formaban parte de una nueva nación espiritual y tenían la misma ciudadanía que el resto de los santos (ver Flp 3:20 y la nota de estudio). Cristo había derribado el muro (es decir, “la Ley de mandamientos”) que separaba a los gentiles de los judíos. Por eso ambos pueblos podían acceder libremente al Padre mediante Cristo (Ef 2:14-18). Ver la nota de estudio de Ef 2:14.
miembros de la familia de Dios. Pablo usa la expresión “miembros de la familia” para ilustrar que la congregación cristiana de ungidos era como una familia estrechamente unida (1Ti 3:15). En un hogar devoto, sus miembros respetan al cabeza de familia y siguen las instrucciones y normas que él les da. Del mismo modo, en las congregaciones del siglo primero, sus miembros seguían las instrucciones que Jehová establecía y se sentían unidos por un estrecho vínculo familiar. Eran una familia espiritual. Ver la nota de estudio de Gál 6:10.
la piedra angular de fundamento. Esta expresión solo aparece dos veces en las Escrituras Griegas Cristianas: en este versículo y en 1Pe 2:6. Pablo está comparando a la congregación cristiana a un edificio, donde Jesús es “la piedra angular de fundamento” (Ef 2:21). El término griego empleado aquí aparece una única vez en la Septuaginta, en la profecía mesiánica de Is 28:16. Allí Jehová predijo que pondría “como fundamento en Sion una piedra probada, la valiosa piedra angular de un fundamento seguro”. Pedro cita esta profecía y aplica esta expresión a Jesús (1Pe 2:4-6). En los edificios públicos y en las murallas de las ciudades, la piedra angular de fundamento se colocaba donde se cruzaban dos paredes y mantenía unidas las otras piedras. Para que el edificio estuviera bien construido, todas las demás piedras tenían que colocarse siguiendo la piedra angular.
está armoniosamente unido. Esta expresión destaca la importancia de la unidad en la congregación cristiana (ver “Información sobre Efesios”). Todos los creyentes, tanto judíos como gentiles, podían acercarse juntos a Jehová. Todos podían recibir espíritu santo. Y todos unidos formaban parte de un templo espiritual, “un lugar donde Dios habite por espíritu” (Ef 2:22). Ver Ef 4:16, donde Pablo usa esta misma expresión (“armoniosamente unidas”) cuando compara a la congregación cristiana a un cuerpo humano.
un templo santo para Jehová. Aquí se describe a la congregación cristiana como una casa o un templo edificado sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas. Y su piedra angular de fundamento es Cristo Jesús (Ef 2:20). En Ef 2:19, 22 se llama a esta congregación “la familia de Dios” y “un lugar donde Dios habite por espíritu”. Pablo usa expresiones parecidas en sus cartas a los corintios (2Co 6:16). Ver las notas de estudio de 1Co 3:16; 6:19. Para obtener más información sobre el uso del nombre de Dios en este versículo, ver apén. C3 (introducción y explicación de Ef 2:21).