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  • ¿Tendrá el Concilio Nacional aprobación divina?
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¡Despertad! 1970
g70 8/6 págs. 3-4

¿Tendrá el Concilio Nacional aprobación divina?

EL Concilio Nacional de Iglesias es la federación más grande de religiones de los Estados Unidos. Se dice que se compone de 33 religiones protestantes y ortodoxas con una cantidad combinada de miembros de aproximadamente 42 millones de personas.

Estas iglesias dicen que representan a Dios. En consecuencia, se debería esperar que el Concilio estuviera en armonía con los requisitos de Dios, pues la propia Palabra de Dios dice: “Esto es lo que el amor de Dios significa: que observemos sus mandamientos.”—1 Juan 5:3.

Por lo tanto, fue interesante leer lo siguiente en el Times de Nueva York del 5 de diciembre de 1969: “La Sra. de Teodoro O. Wedel, una ex-ejecutiva eclesiástica de 61 años, derrotó a un candidato negro militante hoy y llegó a ser la primera presidenta del Concilio Nacional de Iglesias.” La Sra. de Wedel es episcopal. Sin embargo, el Times dijo: “La Iglesia Episcopal es una de las pocas religiones protestantes del país [EE. UU.] que todavía rehúsa ordenar a mujeres.”

Así pues, los episcopales se encuentran en un dilema. No ordenan a mujeres como líderes eclesiásticos. Sin embargo, una de sus miembros ahora es cabeza de la organización de la cual forman parte.

Cuando Dios creó al hombre y a la mujer, los equipó con maravillosas cualidades mentales y físicas para encargarse de sus papeles respectivos. Dios creó al hombre para que fuera el cabeza de la familia: “El esposo es cabeza de su esposa.” (Efe. 5:23) La mujer era excelentemente idónea para su papel... el de esposa y madre.

Sin embargo, también leemos: “La cabeza de todo varón es el Cristo,” y “a su vez la cabeza del Cristo es Dios.” (1 Cor. 11:3) En la congregación cristiana, los hombres deben llevar la delantera. Pero no deben tratar de apoderarse del papel de Cristo, actuando como si fueran mediadores entre sus compañeros de adoración y Dios. (1 Tim. 2:5) De la misma manera, las mujeres no están autorizadas por Dios para asumir el papel de los hombres de presidir e instruir en la congregación cristiana. Dice la Palabra de Dios: “No permito que la mujer enseñe, ni que ejerza autoridad sobre el hombre.” (1 Tim. 2:12) Y: “Es vergonzoso que una mujer hable en la congregación,” es decir, de manera que desafíe la jefatura de los varones.—1 Cor. 14:35.

Pero si hay cosas que la mujer no entiende, entonces ¿qué? En vez de disputar con aquellos a quienes Dios ha dado la asignación, la Palabra de Dios dice: “Pues, si quieren aprender algo, interroguen a sus propios esposos en casa.” El U.S. News & World Report del 15 de diciembre declara: “Disputas por cuestiones como el poder negro, la guerra de Vietnam y la resistencia a la conscripción están haciendo surgir preguntas importantes acerca del futuro del Concilio Nacional de Iglesias.” Sobre estas disputas ahora preside una mujer, contrario al principio de que solo los hombres deben presidir en la congregación cristiana.

¿Satisface los requisitos divinos el Concilio en otros respectos? A principios de 1969 una comisión del Concilio excusó la violencia estudiantil expresando la creencia de que “Dios de alguna manera está presente en medio de estos movimientos, y estaríamos preparados para ver en ellos Su creación de un nuevo orden.” Pero en ninguna parte enseña esto la Biblia. Jesús no promovió el comunismo, ni el capitalismo, ni el socialismo, ni la revolución ni ninguna otra filosofía semejante. Él enseñó que Dios reemplazará todos los sistemas actuales con el reino de Dios.—Mat. 6:10; Dan. 2:44.

Los cristianos, según mandó Jesús, deben predicar “estas buenas nuevas del reino . . . en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” (Mat. 24:14) Pero de la obra verdadera del Concilio, dos ministros dijeron: “El Concilio Nacional de Iglesias no tiene como objetivo principal la predicación del evangelio de Cristo . . . Ha llegado a ser un bloque de poder eclesiástico, que tiene como mira una poderosa super iglesia, que sería instrumento para cambio revolucionario, social y político.”

El que el Concilio se haya desviado tanto de los mandamientos de Dios no debe sorprender cuando consideramos la salud espiritual de sus iglesias miembros. Una encuesta que se hizo a delegados del Concilio descubrió que el 33 por ciento de ellos dudaba que ‘Dios realmente existiera,’ y el 62 por ciento dudaba que ‘los milagros realmente hayan sucedido tal como dice la Biblia que acontecieron.’ Un ministro episcopal dijo acerca del relato de la creación que se encuentra en Génesis: “Es un mito en el sentido verdadero.” Otro sostuvo que los Diez Mandamientos ‘eran anticuados, inaplicables a la sociedad moderna.’

El teólogo episcopal J. Fletcher dijo que en algunos casos ‘la fornicación podría ser más moral que el amor conyugal, el mentir más cristiano que el decir la verdad, el robar más aceptable que el respetar la propiedad privada.’ El ministro episcopal F. Wood dijo a un colegio de muchachas: “No hay leyes en cuanto al sexo. Repito: absolutamente ninguna ley. . . . El coito premarital . . . puede ser muy hermoso.” Y noventa sacerdotes episcopales clasificaron los actos homosexuales entre adultos que consienten en ello como “moralmente neutrales,” declarando que esto hasta puede ser ‘una cosa buena.’

Pero la Palabra de Dios declara: “No se extravíen. Ni fornicadores, ni idólatras, ni adúlteros, ni hombres que se tienen para propósitos contranaturales, ni hombres que se acuestan con hombres, ni ladrones, ni avarientos . . . heredarán el reino de Dios.” (1 Cor. 6:9, 10) ¿Cree usted a Dios o al clero que dice lo contrario de lo que Dios dice?

¿Es su iglesia miembro del Concilio? Si lo es, comparte la responsabilidad por lo que dice y hace el Concilio. Y lo que el Concilio está diciendo y haciendo es contrario a lo que son los mandamientos de Dios. Por consiguiente, el Concilio de hecho le está volviendo la espalda a Dios, y es responsable por extraviar a otros a hacer lo mismo.

¿Qué hay de usted? ¿Es usted miembro de una iglesia que pertenece al Concilio? ¿Cree usted que usted le será agradable a Dios si sigue siendo parte de algún sistema que pruebe “por sus frutos” que se ha apartado de Dios y esté ejerciendo influencia en otros para que hagan lo mismo?—Mat. 7:19, 20.

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