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  • ¿Tiende usted a sufrir accidentes?

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  • ¿Tiende usted a sufrir accidentes?
  • ¡Despertad! 1970
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¡Despertad! 1970
g70 8/8 págs. 17-19

¿Tiende usted a sufrir accidentes?

DECIDIENDO súbitamente acompañar a un vecino, un señor de Brooklyn, Nueva York, salió precipitadamente por su puerta de enfrente cuando el auto de su vecino comenzaba a arrancar. No viendo un tubo que unos trabajadores habían colocado en la acera, tropezó y se hirió una rodilla. Unos años después, en una fábrica, se lastimó la espalda cuando un pesado rollo de papel que estaba acomodando cayó sobre él. Poco después se le desarrolló una hernia por levantar cajas pesadas, y poco después de haberle sido reparada ésta se le desarrolló otra hernia exactamente de la misma manera. Por las apariencias se creería que este hombre tendía a sufrir accidentes.

El tender a sufrir accidentes significa padecer de una cantidad mayor de accidentes que otras personas en las mismas circunstancias. ¿Le ha sucedido esto a usted? ¿Sufre usted accidentes repetidos, tropezando con cosas que están en el piso de su casa, cayéndose de las escaleras, cortándose cuando trabaja con herramientas cortantes, etc.? ¿Por qué parece que algunas personas sufren más accidentes que otras? ¿Qué pueden hacer para resolver ese problema?

Puede ser algo que verdaderamente les preocupe, porque puede afectar su empleo, además de ser causa de gran incomodidad debido a las lesiones. Los patronos pueden sentirse inclinados a despedirlos para disminuir las lesiones durante el trabajo.

¿Por qué sufren más accidentes algunos?

Es difícil decir con exactitud por qué parece que algunas personas sufren más accidentes que otras. Que sí sufren más parecen confirmarlo los descubrimientos del profesor Hans Hahn, que calcula que el 25 por ciento de la población tiene este problema. Otros investigadores creen que el número en un grupo de trabajadores va del 10 al 30 por ciento, y que éstos reciben del 40 al 60 por ciento de las lesiones causadas por los accidentes.

Sin duda en esto están envueltos varios factores. Uno, por ejemplo, podría ser la falta de entrenamiento apropiado en los procedimientos de trabajo que se deberían seguir para efectuar una tarea en particular. El hombre que fue lesionado por el rollo de papel que le cayó encima carecía de entrenamiento apropiado para manejar aquellas cosas. Estaba ayudando en un trabajo que desconocía.

Una situación semejante puede existir en una fábrica donde se coloca a un hombre a trabajar en una máquina sin entrenamiento y superintendencia suficientes. Es más probable que esta persona sufra un accidente que la persona que ha recibido entrenamiento en los procedimientos apropiados del trabajo.

Otro factor pudiera ser la capacidad mental de la persona para cierta clase de trabajo. Quizás no se adapte al trabajo debido a que es algo lenta mentalmente, cuando quizás se necesiten viveza y el tomar decisiones rápidas en el trabajo. Por lo tanto, esa persona estaría más expuesta a accidentes. Si se le diera a hacer otra cosa que se adaptara a su capacidad mental, probablemente sufriría menos accidentes.

Lo mismo puede aplicar a la persona que no tiene la capacidad física para efectuar un trabajo que exige mover objetos pesados. Quizás se adapte mejor físicamente a un trabajo como oficinista y posiblemente no esté en condiciones de trabajar en algo que exija considerable fuerza física. El no reconocer esto puede resultar en accidentes.

El temperamento nervioso de una persona es otro factor. Quizás sea de tipo emocional o se trastorne fácilmente cuando está bajo tensión nerviosa. Si algo no sale bien, puede perder su precaución acostumbrada y reaccionar de alguna manera que pudiera hacer que sufriera un accidente.

Cómo resolver el problema

No es posible dar una solución sencilla, porque hay muchos factores diferentes envueltos en esto. Sin embargo, se pueden hacer ciertas cosas que pueden ayudar a resolver el problema.

El patrono, por ejemplo, puede reconocer las limitaciones de la persona que parece estar propensa a sufrir accidentes. Si es necesario suministrar mejor entrenamiento e instrucción en cuanto a evitar accidentes, eso valdría la pena. Podría mejorar el registro de seguridad de su establecimiento así como la producción. O quizás sea mejor transferir la persona a otro trabajo, a uno que pueda hacer bien.

En cuanto a la persona misma, ella también tiene que reconocer sus limitaciones. Si no está en condiciones físicas para efectuar trabajo que exija levantar objetos pesados, sería prudente que buscara otro empleo, y así evitara la posibilidad de accidentes. Si cierta clase de trabajo la pone bajo tensión nerviosa y ella sabe que es de temperamento nervioso o muy emocional, podría buscar un trabajo diferente. Así, al reconocer sus limitaciones la persona puede tratar de evitar situaciones que sabe que serán peligrosas para ella.

A menudo los accidentes suceden cuando la persona pierde el gobierno de sí misma durante instantes de tensión emocional. No es raro que haya un accidente automovilístico cuando el conductor está bajo esa clase de tensión, quizás encolerizado por algo. Por eso la persona que tiende a sufrir accidentes repetidos porque fácilmente se encoleriza o se excita emocionalmente haría bien en esforzarse por desarrollar gobierno de sí misma. Tiene que aprender a pasar por alto las cosas que pudieran hacer que se encendiera su cólera. El buen consejo de la Biblia puede ayudarle a hacer eso.—Pro. 19:11.

Discierna las situaciones peligrosas

Para evitar accidentes, la persona tiene que entrenarse con el fin de seguir la advertencia que se da a los conductores de automóviles en algunos cruces de ferrocarrill... “¡Deténgase! ¡Mire! ¡Oiga!” En este caso ella podría ¡Detenerse! ¡Mirar! y ¡Pensar!

Al entrenarse a considerar una situación antes de obrar, será más probable que evite accidentes. Si el señor que mencionamos antes hubiera mirado primero a su alrededor al salir de su casa, sin duda hubiera notado el tubo que estaba en la acera y no hubiera tropezado con él.

A la persona que ha establecido el hábito de apresurarse de un lado a otro nerviosamente, no le será fácil entrenarse de modo que mire y piense primero. Pero si se esfuerza con resolución para lograrlo, tiene mejor probabilidad de no salir lastimada. En el dolor y el gasto que le han causado los accidentes pasados tiene amplio aliciente para cambiar su modo de ser.

A menudo puede prever qué podría suceder en cierta situación. Por ejemplo, supongamos que usted tenga pisos sumamente pulidos en su casa. Para disfrutar de su belleza quizás decida colocar tapetes sobre él. Ahora, no se detenga allí, sino mire adelante a lo que pudiera suceder si usted pisara una de esas alfombras al apresurarse a contestar el teléfono o el timbre de la puerta. El tapete o alfombra podría deslizarse bajo sus pies y hacer que sufriera una mala caída. Discerniendo esa posibilidad, usted puede tratar de evitar un posible accidente adhiriendo material a la superficie inferior de las alfombras para impedir que se deslicen.

En otra situación quizás una persona esté por encender un quemador de una estufa de gas. Si no pensara con anticipación en lo que pudiera suceder si el horno estuviera lleno de gas, podría sufrir un accidente grave. El horno podría estallar en su cara. En vez de abrir la llave del gas antes de encender el fósforo, debe abrirla después para que el gas no tenga tiempo para acumularse. Eso sería pensar bien.

Quizás la persona esté sentada en una tina de baño llena de agua y decida poner la radio o encender la luz. Ahora de nuevo debe detenerse y preguntarse: ¿Hay peligro aquí? ¿Qué podría suceder si yo tocara un aparato eléctrico mientras estoy sentado en el agua? Puesto que el agua es buen conductor de electricidad, podría recibir una descarga fatal.

Supongamos que se levante por la noche para sacar alguna medicina del botiquín. Sabiendo dónde se encuentra la botella por lo general, quizás le eche mano sin encender la luz. Aquí hay otra situación peligrosa. Es necesario que se detenga un instante y piense. Debe preguntarse: “Supongamos que alguien haya cambiado de lugar la botella y yo haya echado mano de la que no es; entonces ¿qué?” Podría haber un accidente grave. El mismo peligro existe al tomar medicina de una botella que no lleve etiqueta. Muy fácilmente se puede cometer un error. Estas son trampas que llevan a accidentes y se hace necesario que la persona se entrene para reconocerlas.

Otra situación peligrosa es sentarse dentro de un auto estacionado cuando el motor está andando y las ventanas están cerradas. Algunas personas han hecho esto durante el invierno para mantenerse abrigadas con la calefacción del auto mientras esperan a alguien. Al no entrar aire en el auto, ¿qué puede suceder? Se puede escapar el monóxido de carbono y matar a los pasajeros. Esto ha sucedido muchas veces.

Situaciones como éstas causan accidentes entre las personas que no se han entrenado para discernir las trampas que llevan a accidentes. Tal como el hábito de mirar a ambos lados de la calle antes de cruzarla se establece en una persona desde la niñez de modo que llega a ser automático, así la persona que tiende a sufrir accidentes tiene que recordarse constantemente que debe detenerse, mirar y pensar. Tiene que estar continuamente consciente de su propensión a sufrir accidentes para que la precaución llegue a ser un hábito.

Cuando recibe instrucciones para evitar accidentes en el trabajo debe prestar más que la acostumbrada atención a ellas, recordando que las necesita más que cualquier otra persona. Cuando ve artículos que se hayan publicado sobre cómo evitar accidentes hace bien en leerlos cuidadosamente para que esté en mejor condición de reconocer situaciones peligrosas, trampas que pueden llevar a accidentes. Cuando lee acerca de personas que han sufrido accidentes puede notar en particular qué hicieron mal, para evitarlo.

Al establecer en sí misma el hábito de detenerse, mirar y pensar antes de obrar, la persona automáticamente se hará precavida en medio de toda clase de circunstancias. Esto puede ahorrarle muchos accidentes innecesarios y ayudarle a librarse de la reputación desagradable de ser una persona que tiende a sufrir accidentes.

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