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  • Por qué aumentan las esperanzas para una “generación de paz”

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  • ¡Despertad! 1973
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¡Despertad! 1973
g73 22/4 págs. 4-7

Por qué aumentan las esperanzas para una “generación de paz”

EXTRAÑOS acontecimientos están sucediendo en nuestro tiempo. Y su verdadero significado es mucho más profundo de lo que aparece a simple vista.

Sin duda usted está consciente de la sorprendente serie de cambios mundiales que han acontecido en el corto lapso de menos de un año. Entre éstos están:

● Después de veintidós años, la China comunista —que controla más de la quinta parte del total de la población de la Tierra— finalmente ha sido admitida como miembro en la organización de las Naciones Unidas. Para fines de 1971 llegó a ser uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las N.U.

● Por primera vez en la historia, un presidente de los Estados Unidos fue a la China continental, haciendo un “viaje por la paz” en febrero de 1972. Las barreras de comercio, viaje y comunicación que habían separado a estas naciones por décadas están desapareciendo lentamente.

● Cuatro naciones firmaron un crucial acuerdo para establecer relaciones más libres y estrechas entre Alemania Oriental y Occidental... divididas desde el fin de la II Guerra Mundial.

● En una conferencia cumbre en Moscú en mayo de 1972, los dirigentes de la Unión Soviética y de los Estados Unidos ratificaron oficialmente una serie de acuerdos. Entre los acuerdos estaban:

Un proyecto para un vuelo espacial en conjunto para 1975 entre los Estados Unidos y la Unión Soviética.

Intercambio mutuo de información científica y tecnológica.

Cooperación para resolver problemas médicos y de salud pública.

Investigación en conjunto y esfuerzos mutuos para proteger el ambiente humano contra el aumento de la contaminación.

Un pacto con la intención de evitar confrontaciones peligrosas entre las embarcaciones navales de ambos países en alta mar.

Y, de particular importancia, un pacto para el control de armas con la meta de poner fin a la costosa carrera de armas nucleares.

Después de firmar estos acuerdos, las dos superpotencias se dieron prisa en comenzar a llevarlos a cabo por medio de importantes tratados comerciales, entre estos la compra por Rusia de 750 millones de dólares de grano de los Estados Unidos. También se completaron negociaciones para un arreglo con presupuesto de miles de millones de dólares entre la Unión Soviética y una compañía petrolera norteamericana para suministrar ayuda técnica para los campos petroleros y de gas rusos.

● Entonces, comenzando en junio de 1972, ha habido un período inigualado de actividad diplomática de parte de las grandes potencias. Sus representantes han estado viajando apuradamente de un lado a otro de la Tierra de una capital a otra. Han surgido esperanzas de una solución para el sanguinario conflicto indochino. La India y el Paquistán celebraron una conferencia cumbre para dirimir sus diferencias. En una reunión en Seúl, Corea, la mayoría de los miembros del Consejo del Asia y el Pacífico, que cuenta con nueve naciones, mostraron una actitud cambiada hacia la China comunista. Los gobiernos de Corea del Norte y del Sur sorprendieron al mundo anunciando un acuerdo sobre principios para unificar ese país.

¿Están desarrollando algo nuevo?

Los dramáticos movimientos de los Estados Unidos, la China y la Unión Soviética hacia lo que los franceses llaman rapprochement (un reunirse en relaciones cordiales) han suscitado comentarios en todo el mundo. En muchas naciones se escuchan voces expresando esperanza de que es posible que algo nuevo se esté verdaderamente desarrollando en una escala mundial.

Dijo un editorial de la revista Life: “En este momento parece que estamos ante los umbrales de una gran puerta, las tres naciones, listas para cambiar nuestras más fieras ideologías a favor del sentido común y el bien común.”

En un artículo para The Observer (Londres), Robert Stephens describió al presidente Nixon como alguien que tenía “elevadas miras internacionales, no menos que el colocar los fundamentos de un nuevo orden mundial.”

El primer ministro soviético Kosygin llamó a los resultados de la reunión cumbre en Moscú “una victoria para toda la gente amante de la paz porque la seguridad y la paz son la meta común.”

Pero, ¿por qué ver estos movimientos hacia asegurar la paz y seguridad internacional como algo diferente de los esfuerzos pasados? ¿Qué tienen de extraordinario?

Considere, por ejemplo, lo que sucedió allá en 1918 cuando terminó la I Guerra Mundial. Impresionadas por la matanza sin precedentes, las naciones determinaron: ‘Esto no debe volver a ocurrir.’ Así es que formaron la Liga de las Naciones para ‘garantizar la paz y seguridad mundial.’ Pero diecinueve años más tarde ésta fracasó y estalló un conflicto todavía mayor. En el libro Swords into Plowshares, el profesor I. L. Claude, hijo, sugiere que una razón principal de este fracaso fue que “la Liga había sido creada para impedir el estallido de [otra] I Guerra Mundial,” tal como “la Línea Maginot francesa había sido creada para ganar las batallas de [otra] I Guerra Mundial.” Al pensar en el pasado, no previeron las nuevas circunstancias que acarrearon el segundo conflicto mundial.

Después que la II Guerra Mundial empequeñeció la destructividad de la I Guerra Mundial y terminó con las bombas atómicas que estallaron sobre el Japón, la Liga de las Naciones fue reavivada en la forma de la Organización de las Naciones Unidas. Según su carta constitucional, ésta también había de “mantener la paz y la seguridad internacionales” entre las naciones. Pero en unos pocos años las potencias más grandes, las cuales fueron sus principales hacedores —los Estados Unidos, la Gran Bretaña, Francia, la Unión Soviética y la China— ya estaban seriamente divididas por una “cortina de hierro” que separaba al Este del Oeste.

¿Así es que en qué difieren de éstos los actuales esfuerzos por la paz?

En qué estriba la diferencia

Primero, a diferencia de la Liga y de las N.U., este empuje por la paz no se ha producido en medio de un conflicto global ni ha sido el resultado inmediato de una guerra global, con los horrores de semejante matanza todavía frescos en la mente como una fuerza motivadora. A este movimiento de paz se le está dando empuje en un tiempo de relativa paz para ‘diluir’ las circunstancias potencialmente explosivas que podrían precipitar una guerra nuclear total.

Esto también significa que no es un caso de naciones victoriosas imponiendo sus propios arreglos de paz sobre enemigos derrotados y debilitados incapaces de ofrecer una oposición eficaz. Esto, en realidad, es lo que ha hecho que muchos expresen asombro acerca de los acontecimientos recientes.

Por una parte, ven a los Estados Unidos, vastamente superior a la China en riquezas y poder nuclear, adoptar una actitud conciliatoria. Ven a su presidente, de hecho, hacer un peregrinaje a Peking para tratar de sacar a la nación más populosa de la Tierra de su aislación y a encaminarla a nuevas avenidas de comunicación y relaciones comerciales.

Y, por otra parte, la “conferencia cumbre de Moscú” vio a los Estados Unidos declarar que están dispuestos a aceptar un estado de “paridad nuclear” con la segunda superpotencia del mundo, la Unión Soviética. Durante los años 1960 los Estados Unidos insistieron en la “superioridad nuclear.” Ahora solamente hablan de “suficiencia nuclear.”

Refiriéndose a ella como “la más insólita reunión cumbre hasta la fecha,” la revista Time señaló que la reunión cumbre de Moscú se llevó a cabo a pesar del hecho de que los Estados Unidos acababan de minar los puertos de Vietnam del Norte y continuaban destruyendo sus líneas férreas. Sin embargo la prensa soviética restó importancia a este esfuerzo total de parte de los norteamericanos para detener el flujo de armamentos al aliado comunista y dio énfasis a la persistencia rusa de seguir adelante con la conferencia como un importante logro en su búsqueda por la paz.

Sin embargo, hay aún un factor más distintivo acerca de estos movimientos de paz, uno de cuyo significado pocos se percatan. ¿Cuál es este muy inadvertido pero significante factor?

Tiene que ver con la religión.

Usted quizás pregunte: “¿Pero qué tiene que ver la religión con todo esto? ¿Dónde ha entrado en el cuadro?” Considere la siguiente evidencia.

[Ilustración de la página 5]

Actualmente se están dando pasos extraordinarios hacia la paz y la seguridad internacionales. ¿Cuál es su significado?

[U.S. News & World Report,

13 de marzo de 1972]

[U.S. News & World Report,

5 de junio de 1972]

[Times de Nueva York,

4 de julio de 1972]

[Times de Nueva York,

3 de julio de 1972]

[Times de Nueva York,

24 de septiembre de 1971]

Los titulares dicen: “Repentina avalancha de nuevos acuerdos entre EE. UU. y Rusia”; “Nuevas relaciones con la China roja, Lo que significa para los EE. UU.”; “Corea del Norte y Sur concuerdan en cuanto a la meta de la unidad, renuncian al uso de la fuerza”; “Paquistán llega a acuerdos con la India sobre las cuestiones principales”; “2 pasos claves prepararon el camino para el pacto de los 4 Grandes sobre Berlín.”

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