Primeros auxilios caseros... ¿cuán preparado está usted?
¿SABE el lector qué hacer si uno de sus familiares queridos se hiriera? Hay muchas situaciones en las que la pronta acción puede evitar mucho dolor y hasta salvar una vida. A continuación se alistan algunos procedimientos de primeros auxilios que uno puede adoptar. Asegúrese de estar preparado:
✔ CORTADURAS—Si alguien recibe una cortadura grave, inmediatamente presione una almohadilla de paño limpio sobre ésta, apretándola con su palma. Si la sangre se filtra por este paño, no lo saque (eso disolvería los provechosos coágulos de sangre que pudieran haberse formado) sino ponga capas adicionales de paño limpio encima del viejo y continúe la presión directa de la mano aun más firmemente. El levantar un brazo, una pierna o un cuello herido (levantándolo por encima del nivel del corazón de la víctima) aminora la pérdida de sangre. Ya no se recomiendan los torniquetes, pues pueden causar grave daño a los tejidos.
✔ QUEMADURAS—En el caso de una quemadura que enrojece la piel (una quemadura de primer o segundo grado) sumerja la zona quemada en agua corriente fría (no en agua helada) o aplique paños limpios, escurridos, después de sumergirlos en agua helada. No se apresure a sacar fuera del agua la zona quemada; se recomienda que se deje allí por una hora o más. Entonces séquela suavemente y cúbrala con un paño limpio como un vendaje protector. Si la quemadura es grave, no use una preparación antiséptica, un ungüento o una pomada, o algún remedio casero. Si es una que carboniza o ennegrece la piel (una quemadura de tercer grado), no ponga agua ni ninguna otra cosa sobre ésta; lo mejor es llevar la víctima al hospital lo más pronto posible.
Una quemadura alcalina en el ojo (causada por un limpiador de desagüe, un detergente fuerte para lavar la ropa o los platos u otra solución para la limpieza) es extremadamente peligrosa, pues los tejidos del ojo se pueden destruir, ocasionando pérdida de la vista. Como con otras quemaduras de los ojos, inunde cabalmente el ojo con agua por quince minutos. El mejor modo de hacer esto es hacer que la víctima incline la cabeza hacia un lado; entonces, manteniendo abiertos los párpados, derrame agua por el rabillo interior del ojo hacia afuera. Después debe remover cualquier partícula de alguna sustancia química seca que haya quedado en el ojo, removiéndola cuidadosamente con la punta de un pañuelo limpio.
✔ VENENOS—Desafortunadamente en la mayoría de los hogares hay muchos venenos que un niño pudiera comer o beber. Entre éstos están la gasolina, las pinturas, los detergentes y las soluciones para limpiar. ¿Qué debería hacer uno si halla que su hijo se ha tragado uno de éstos? A menos que el niño tenga convulsiones o esté inconsciente, la primera cosa que se debe hacer es darle agua o leche para diluir el veneno. Ahora debe decidir si se ha de inducir o no el vómito. Con algunos venenos fuertes esto no se debería hacer, pues esto causaría más quemaduras a los conductos de aire y alimento ya quemados. Algunos de éstos son ácidos fuertes (como el limpiador de inodoro), álcalis fuertes (como un limpiador de desagüe) o cualquier derivado del petróleo (como el lustre de muebles).
Cuando se desea inducir el vómito, esto puede lograrse por medio de hacer cosquillas en la parte posterior de la garganta del niño o por medio de darle un vomitivo como leche de magnesia con agua o mostaza con agua.
✔ TORCEDURAS Y DISTENSIONES—Una torcedura es una lesión en el tejido blando que rodea una coyuntura, y una distensión resulta de sobrecargar un músculo, por ejemplo, estirar o desgarrar un músculo de la espalda debido a levantar algo impropiamente.
Por lo general las torceduras ocurren en los tobillos, dedos, muñecas o rodillas. La zona se hincha y es doloroso intentar cualquier movimiento. En el caso de una torcedura de rodilla o tobillo, los primeros auxilios requieren que se acueste a la víctima, envolviendo la zona lesionada en una almohada y elevarla. (Es bueno mantener la parte lesionada levantada por lo menos por veinticuatro horas.) En todos los casos se recomienda aplicar paños fríos húmedos o colocar una pequeña bolsa de hielo molido en la zona afligida (manteniendo un paño entre el hielo y el brazo o la pierna). No sumerja el miembro ni en agua caliente ni en agua helada.
El mejor tratamiento para una distensión de la espalda es el reposo en la cama, calor y una tabla bajo el colchón para un firme apoyo. El calor y las aplicaciones calientes húmedas son útiles en otras distensiones.
Un frecuentemente olvidado “primero” entre los primeros auxilios es el dar unas pocas, pero bien elegidas palabras de ánimo y consuelo. El mantener a su familiar en calma a menudo es uno de los mejores auxilios que se puede proveer hasta que pueda ir a un médico.