La esperanza da motivos para vivir
LAS presiones de vivir con paso acelerado en una sociedad sumamente industrializada, la enfermedad y el desánimo están entre las cosas que han hecho que muchas personas pierdan el gozo de vivir. Algunas personas se sienten lo mismo que se sintió el afligido Job de tiempos antiguos, que dijo: “Preferiría ser estrangulado de una vez; preferiría la muerte antes que mis sufrimientos. Estoy desesperado, no quisiera seguir viviendo.” (Job 7:15, 16, New English Bible) Sin embargo, aun los que preferirían morir pueden cambiar toda su perspectiva de la vida una vez que llegan a comprender la maravillosa esperanza que Dios revela en su Palabra, la Biblia.
● Considere el caso de una madre joven con dos hijos en el estado de Ohio. Trabajaba de noche y dormía durante el día. Las presiones llegaron a ser más de lo que ella podía soportar. Con la esperanza de obtener algún alivio, visitó a un psiquiatra por aproximadamente un año y medio.
Este le prescribió tranquilizantes. Pero esto no le suministró ningún alivio verdadero, ya que continuaba considerando el suicidio. Ella le decía al psiquiatra que había perdido su receta para que le diera otra. Entonces mandaba a preparar las dos recetas. Guardaba las píldoras extras intentando tomarlas todas de una vez y así poner fin a su vida. Cada vez que se sentía deprimida, contaba las píldoras que había apartado.
Pero entonces ocurrió un gran cambio en su vida. Accedió a estudiar la Biblia con un testigo de Jehová. La esperanza que contienen las Escrituras acerca de que Dios destruirá el sistema actual dentro de esta generación e introducirá un justo nuevo orden le ayudó a ver la vida desde un punto de vista diferente. De hecho, la semana que comenzó a estudiar se decidió a dejar de tomar los tranquilizantes, y oró a Jehová Dios para que le ayudara a hacerlo. Aunque ella había tratado de dejar de tomar las píldoras antes, siempre volvía a ellas debido a los malos síntomas de abstinencia. Sin embargo, esta vez logró dejarlas.
Ahora ya no piensa en morir, sino en vivir una vida dedicada a Dios y ayudar a otras personas a hallar la esperanza que le dio a ella motivo para vivir.
● Está también la experiencia de un joven que sufría de esclerosis múltiple. Tenía medio cuerpo paralizado. Obligado a quedarse en una casa en que se cuida a enfermos, no tenía una verdadera esperanza y anhelaba la muerte.
Estando en ese lugar, comenzó a estudiar la Biblia con un testigo de Jehová. A medida que progresaba el estudio, el joven comenzó a asistir a algunas reuniones en el Salón del Reino. En una de esas reuniones, un anciano viajero, un superintendente de circuito, contó acerca de un hombre que también sufría de esclerosis múltiple. Señaló que el estudio de la Biblia le había dado a este hombre una perspectiva completamente nueva de la vida, resultando en un mejoramiento físico.
¿Qué efecto tuvo esto en la víctima de esclerosis múltiple que oyó la experiencia? El Testigo que estudió con él relata: “Cuando lo llevé de vuelta a la casa de convalecientes estuvo extremadamente callado. Saqué la silla de ruedas del auto, lo puse en ella y lo llevé de regreso a su habitación. Todavía no dijo una sola palabra. Finalmente, después de haber pasado algunos momentos en la habitación, dijo: ‘Eso no es cierto.’ Le pregunté: ‘¿Qué no es cierto?’ Él contestó: ‘La experiencia acerca de la persona con esclerosis múltiple,’ agregando que una persona con esa afección no mejora.
El Testigo animó al joven a que hablara con el anciano viajero acerca de ello, pero no quiso hacerlo. No obstante, el joven continuó estudiando la Biblia. Con el tiempo él, también, comenzó a reconocer que la promesa de Dios acerca de un justo nuevo sistema era algo que él quería ayudar a otros a conocer. Por fin tenía una esperanza que deseaba compartir con otros.
En vez de permanecer en su silla de ruedas, trató de caminar en su habitación por medio de sostenerse de los muebles. Se compró un aparato para andar y tuvo buen éxito en caminar con este. Con el tiempo llegó a ser un Testigo bautizado. Usando solo un dedo escribía a máquina entre diez y veinte cartas cada semana, compartiendo lo que había aprendido de la Biblia con personas interesadas y con las que les eran inaccesibles a otros Testigos.
En lugar de continuar viviendo en el establecimiento privado para enfermos, hizo arreglos para vivir en su propio apartamiento, mantenerlo en orden y cocinar sus propias comidas. Sí, la esperanza que le dio la Palabra de Dios resultó en que ya no esperara la muerte, sino la vida eterna en el justo nuevo orden de Dios.
Si usted no está estudiando la Biblia actualmente con los testigos de Jehová, ¿por qué no lo hace y experimenta por usted mismo el saludable efecto que la esperanza dada por Dios puede tener en su vida?