¿De ida y vuelta a la muerte?
¿SE PUEDE hacer que la persona que ha muerto vuelva a vivir? Muchos reportajes y noticias procedentes de todas partes del mundo relatan que esto ha sucedido. El Star de Toronto, del 20 de febrero de 1976, llevaba este asombroso título:
“Médicos reaniman muchacho ‘muerto’ por 105 minutos”
El periódico canadiense explicó:
“Un joven de 16 años de edad que hace tres semanas estuvo ‘muerto’ por 105 minutos ahora está listo para volver a la escuela.
“Edward Milligan se desmayó en una expedición escolar de andar en la nieve con raquetas y su corazón dejó de latir, perdió el pulso y no respiró por lo menos por 105 minutos. . . .
“El Dr. Arnold Tweed, especialista en el [Hospital General Selkirk], dijo: ‘Hasta donde sabemos éste es el espacio de tiempo más largo’ en el que el corazón de un paciente ha dejado de latir y el paciente se recobró sin evidencia de daño cerebral.”
Poco menos de un año después, el 20 de enero de 1977, el Post de Nueva York publicó un informe aún más asombroso. Los titulares del periódico decían:
“Muerta por el mayor tiempo: Revive después de 4 horas”
El informe relataba acerca de Jean Jawbone, una india chippewa de 20 años de edad, que fue hallada inconsciente en un banco de nieve. ¡Había estado allí por casi dos horas a temperaturas tan bajas como 36 grados centígrados bajo cero! ¡Su corazón se había detenido y su temperatura corporal era de solo 24 grados centígrados, más de 13 grados centígrados por debajo de lo normal! El Post informó lo siguiente:
“Los médicos le dieron masaje al corazón sin parar, hundiendo el esternón y comprimiendo el corazón durante dos horas antes de que tuvieran señal alguna de reanimación.
“Le insertaron un tubo en la tráquea a fin de inyectar aire.
“Por fin, usaron una técnica rara que se conoce como diálisis peritoneal... inyectando una solución caliente en la cavidad abdominal.
“Después que la temperatura corporal de la mujer subió lo suficiente, usaron un desfibrilador para suministrar al corazón un choque eléctrico a fin de establecer el ritmo regular de latidos.
“Recobró el sentido, pudo hablar, y ‘se comportó igual que la persona que sale de los efectos de la anestesia,’ dijo [el Dr. Brian] Pickering.
“Ayer, la señorita Jawbone ‘ya estaba preparada para irse a casa.’”
De seguro éstos son recobros sorprendentes. Y con el advenimiento de las técnicas médicas modernas, recobros como éstos están ocurriendo con más frecuencia. Pero, recobros de esta índole pueden plantear preguntas intrigantes, como se hizo notar en un encabezamiento del Union de San Diego del 1 de octubre de 1978:
“Caso presenta problema sobre ‘muerte’ en Texas”
El periódico explicó lo siguiente:
“El sorprendente regreso a la vida de Roger Ragland, después de 12 horas de estar aparentemente muerto desde el punto de vista clínico, ha renovado el debate sobre lo que constituye la definición de muerte en Texas. . . .
“‘Tenía todas las señales neurológicas de que el cerebro había muerto,’ dijo el Dr. James Lindley, quien examinó al joven en la sala de emergencia del Hospital Brackenridge.
“Los médicos habían recibido el permiso de la familia del adolescente para usar sus riñones en un trasplante, y lo habían puesto en un aparato para administrar respiración artificial a fin de continuar la circulación de la sangre y el aire a través de los tejidos del cuerpo. La familia ya había notificado a la funeraria.
“Sin embargo, un día después del accidente, el neurocirujano Bryon Neely notó movimiento en las piernas de Ragland y entonces detectó actividad cerebral. . . .
“En la actualidad Texas no tiene una definición legal de lo que constituye la muerte. Se podría presentar tal legislación ante la Legislatura cuando sus miembros se reúnan en enero.”
¿Efectivamente han regresado de la muerte estas personas? ¿Pueden ellas dar a los vivos algún discernimiento sobre la condición de los que han muerto? En verdad, ¿qué es la muerte?