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  • De áfidos, hormigas y “leones”
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¡Despertad! 1981
g81 8/9 pág. 15

De áfidos, hormigas y “leones”

PREGUNTE a un granjero lo que opina de los áfidos y puede que la respuesta haga que a usted le zumben los oídos. Estos insectos diminutos chupan la savia de hojas y tallos tiernos de sus siembras y pueden ocasionar daño considerable.

Por otro lado, apicultores de Alemania tienen en gran estima a los áfidos. En la Selva Negra vive una especie de áfido que secreta una sustancia dulce que es muy agradable a las abejas. Los apicultores viajan grandes distancias hasta la Selva Negra, llevando consigo colonias de abejas. Después que las abejas obtienen la sustancia dulce de los áfidos, pueden producir para sus dueños una clase de miel famosa y costosa.

Ciertos insectos parecen divergir en opinión en cuanto a los áfidos, tal como lo hacen los humanos. Ciertas especies de hormigas estiman tanto a los áfidos (¡por la sustancia dulce que segregan!), que protegen a sus amiguitos de los enemigos de éstos y hasta los ocultan bajo tierra.

La realidad es que los áfidos ya están muy bien equipados para la supervivencia, aun sin la ayuda de hormigas amigables. Por un lado, tienen una desconcertante vida sexual, que prácticamente les asegura multiplicación rápida. ¡Puede que varias generaciones de áfidos no tengan siquiera que aparearse para producir prole! Los áfidos nacen ya con huevos para otros áfidos en su propio cuerpo. ¡Los áfidos que salen de los cascarones tienen más huevos dentro de sí!

En otras especies, los áfidos no echan alas si hay abundancia de alimento en el lugar donde están; pero si el alimento escasea, ¡las alas comienzan a salir! Dentro de poco tiempo emprenden el vuelo en busca de más alimento.

Si no fuera porque los áfidos tienen enemigos naturales, la Tierra probablemente estaría repleta de ellos. Pero, ¿qué sucede cuando los áfidos son protegidos de sus enemigos por sus amigas, las hormigas?

El “león de áfidos” (la larva del crisopo verde) es una criatura que tiene un apetito voraz por los áfidos. Es grande, grisáceo y lleno de pelos duros erizados, mientras que los áfidos de los cuales hace un plato suyo son pequeños, blancos y están cubiertos con una secreción esponjosa semejante a cera. Tan pronto como se aparece el león de áfidos para comer, hormigas alertas lo atacan y lo obligan a alejarse.

¿Qué hace el león de áfidos? Algunos leones de áfidos se acercan cuidadosamente a los áfidos y les arrancan pedazos de la cera esponjosa que éstos tienen en la espalda, para utilizarlos como disfraz, de modo que ellos parezcan áfidos demasiado crecidos. Luego, estos ‘leones en pieles de áfidos’ se introducen sigilosamente en el “rebaño,” mientras los hormigas “pastoras” ignoran lo que pasa. Si alguna hormiga llega a sospechar algo, el león disfrazado oculta sus grandes mandíbulas por medio de bajar la cabeza y quedarse muy quieto. Por lo general se le inspecciona y luego se le deja quieto. Tan pronto como la hormiga guardiana se aleja, ¡pobre del áfido que se encuentre cerca!

Para la mayoría de la gente, los áfidos son simplemente puntos pequeños sobre una hoja, a lo más una molestia. Sin embargo, un examen más de cerca revela la asombrosa y a veces algo jocosa obra del Creador.

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