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  • Lectores de “¡Despertad!” salvan vidas
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¡Despertad! 1981
g81 22/8 pág. 11

Lectores de “¡Despertad!” salvan vidas

EN SU número del 8 de julio de 1979, “¡Despertad!” publicó una serie de artículos sobre el corazón. En uno de los artículos se consideró cómo administrar masaje externo al corazón y respiración artificial (resucitación cardiopulmonar, o, para abreviar, RCP) a alguien que se hallara inconsciente. Un grupo de lectores de “¡Despertad!” de Italia informa que esta información les permitió salvar la vida a una persona. Uno de los rescatadores explica lo que sucedió:

“Ese día un grupo de testigos de Jehová, en el cual me encontraba yo, decidimos ir a una caminata por las montañas. . . . Era un día hermoso y el calor del verano se podía sentir hasta bajo la sombra de los enormes árboles de pino de la ladera de la montaña. Todos concordamos en refrescarnos en la piscina que había en un centro deportivo cercano, y allí comenzamos a divertirnos, zambulléndonos en la piscina y nadando de allá para acá . . .

“¡Repentinamente, ocurrió una tragedia! También se hallaba en la piscina un hombre de edad mediana, que sostenía en los brazos a un niño de cinco o seis años de edad. Sucedió en cierto momento que, inadvertidamente, el hombre pasó del área de la piscina donde se aconseja que estén los que no saben nadar. Fue un momento crítico. Al darse cuenta que estaba en dificultades, el hombre hizo acopio de todas sus fuerzas para lanzar al niño a aguas poco profundas, y entonces se hundió en el fondo de la piscina. Realmente parecía que no se le podía salvar. Cuando cesó temporalmente la confusión general, un miembro fuerte de nuestro grupo se zambulló para salvar al desafortunado bañista. Finalmente pudimos arrastrarlo fuera del agua. . . . Todos los que estaban de pie alrededor de él pensaban que estaba muerto y que de nada serviría el tratar de revivirlo. De hecho, no estaba respirando, y su corazón no estaba latiendo. Mientras todos los presentes estaban por ceder a la desesperación, uno de los miembros de nuestro grupo gritó: ‘“¡Despertad!” ha sugerido que en estos casos se dé respiración artificial!’ Inmediatamente, nuestro robusto amigo colocó al hombre en la posición apropiada y . . . comenzó a administrarle resucitación de boca a boca según las instrucciones que él recordaba haber leído en “¡Despertad!” del 8 de julio de 1979. Aun así, el corazón del hombre no comenzó a latir. De modo que otro miembro del grupo empezó resueltamente a ejercer presión sobre el pecho del hombre moribundo. No podemos describir el gozo y la emoción que sentimos cuando vimos que el rostro del hombre comenzó a tomar un color normal. ¡Sus ojos volvieron a ser expresivos y él pudo hablar!. . . .

“¡Quién sabe lo que pudiera haber sucedido si nadie hubiera sabido qué hacer en este caso de emergencia! No quiero decir que ‘¡Despertad!’ sea la única revista que ofrezca tales sugerencias útiles, pero sí deseo enfatizar su manera característica de explicar las cosas de manera sencilla y práctica.”

Una lectora de “¡Despertad!” de Ohio tuvo una experiencia similar. Ella escribe:

“Solo quería agradecerles el que hayan publicado el artículo de “¡Despertad!” acerca de cómo evitar el ahogarse . . . Hoy, mi sobrino por poco se ahoga en mi piscina. Lo primero que me vino a la mente fue aquel artículo. Este explicó el valor de la resucitación de boca a boca, aun cuando [la situación] pareciera desesperanzada. Pensé que mi sobrino estaba muerto, pero decidí darle resucitación de boca a boca hasta que llegó ayuda. La verdad es que si no hubiera leído el artículo no habría podido darle ayuda.

“Solo quería darles las gracias por haberme ayudado a salvar una vida hoy.”

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