Su porvenir... puede ser feliz
EN ESTA breve consideración hemos visto unas cuantas cosas que podemos hacer para que nuestro porvenir sea un poco más seguro. Pero hay muchas cosas respecto a las cuales simplemente no podemos hacer nada. Algunos asuntos hasta están fuera del control de los gobernantes mundiales. Y sin duda están fuera de nuestro control personal. Tenemos que recurrir a una fuente superior a la humanidad. ¿Cómo podemos hacerlo?
Por miles de años ha existido un libro que señala a la solución sobrehumana de los problemas del hombre. Ese libro es la Biblia, y nos indica que nuestro Creador es Aquel que puede proveernos un futuro seguro.
Puede que usted no crea en la Biblia. O quizás la acepte, pero le parezca que no tiene relación alguna con los problemas de hoy. Sin embargo, la realidad es que: La Biblia suministra la guía más extensa y de mayor éxito que se haya registrado alguna vez para la vida.
Considere una vez más los asuntos que se hicieron surgir al principio de esta consideración, y vea lo que dice la Biblia al respecto.
RELACIONES PERSONALES:
En relación con el cuidar de los padres envejecidos, la Biblia dice: “Si alguno no provee para los que son suyos, y especialmente para los que son miembros de su casa, ha repudiado la fe y es peor que una persona sin fe”. (1 Timoteo 5:8.)
La Biblia también enseña a ser responsable como padre o madre y en el matrimonio. “Que el matrimonio sea honorable entre todos, y el lecho conyugal sea sin contaminación”, exhorta un escritor bíblico (Hebreos 13:4). En otro libro de la Biblia, el mismo escritor dice: “Estén en sujeción los unos a los otros en temor de Cristo. Que las esposas estén en sujeción a sus esposos [...] Esposos, continúen amando a sus esposas [...] Hijos, sean obedientes a sus padres [...] Padres, no estén irritando a sus hijos, sino sigan criándolos en la disciplina y regulación mental de Jehová”. (Efesios 5:21, 22, 25; 6:1, 4.)
Tal vez a usted le parezca que ese consejo es excelente, pero idealista. No obstante, en realidad nos suministra como meta altas normas. Y la verdad es que millones de personas hoy día hacen muchos esfuerzos por vivir de acuerdo con esas normas, y su vida es más feliz debido a ello.
SU SALUD:
Considere este consejo: “Cesen de mezclarse en la compañía de cualquiera que [...] sea fornicador, o avariento [...] o borracho” (1 Corintios 5:11). O éste: “Limpiémonos de toda contaminación de la carne y del espíritu” (2 Corintios 7:1). Cualquier persona que obedece estos consejos evita las enfermedades venéreas y muchas de las demás enfermedades que se mencionaron en el artículo anterior.
En cuanto a las enfermedades que no podemos evitar, la Biblia menciona otro remedio, al cual nos referiremos más adelante.
SEGURIDAD ECONÓMICA:
También hay abundante consejo para ayudarnos durante estos difíciles tiempos económicos. He aquí solo dos ejemplos del consejo que da la Biblia: “Si alguien no quiere trabajar, que tampoco coma”. También: “Cualquier cosa que estén haciendo [incluso trabajo seglar], trabajen en ello de toda alma como para Jehová, y no para los hombres” (2 Tesalonicenses 3:10; Colosenses 3:23). Estos consejos nos ayudan a sacar el mayor provecho de la situación económica en que nos hallemos.
Además de eso, Jesús hizo una vez una promesa extraordinaria. Al hablar sobre el problema de conseguir suficiente alimento y ropa, dijo: “Sigan, pues, buscando primero el reino y Su justicia [la de Dios], y todas estas otras cosas les serán añadidas” (Mateo 6:33). Esta es la promesa de Dios tocante a cuidar de sus siervos. ¿Cumple Dios lo que promete? Millones de personas testifican que sí.
SEGURIDAD PERSONAL:
La Biblia nos aconseja cómo comportarnos sabiamente en estos tiempos peligrosos. Pero es innegable que la mayoría de los problemas relacionados con la seguridad, sea que hablemos del delito o de la amenaza de guerra, deberían resolverlos los gobiernos, más bien que los individuos. En este respecto la Biblia también propone una solución. Dice francamente que el hombre no puede gobernarse a sí mismo sin ayuda: “No le pertenece al hombre que está andando siquiera dirigir su paso” (Jeremías 10:23). Y nos anima a recurrir al Reino de Dios en busca de un gobierno de éxito.
Otra clase de gobierno
En realidad, la gente ha estado orando por mucho tiempo para que Dios se haga cargo de la gobernación de la Tierra. Cuando dicen la conocida oración del padrenuestro, piden: “Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra” (Mateo 6:9, 10). ¿Qué es eso sino una oración para que Dios, en vez del hombre, gobierne la Tierra? La Biblia hasta nos suministra una visión del cumplimiento de esa oración: “El reino del mundo sí llegó a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo, y él gobernará como rey para siempre jamás”. (Revelación 11:15.)
Bajo ese Reino, muchas cosas que se ven por todos lados hoy desaparecerán: “Los malhechores mismos serán cortados, pero los que esperan en Jehová son los que poseerán la tierra” (Salmo 37:9). “Llegará a haber abundancia de grano en la tierra; en la cima de las montañas habrá sobreabundancia” (Salmo 72:16). “Está haciendo cesar las guerras hasta la extremidad de la tierra” (Salmo 46:9). ¡No habrá más guerra ni delito ni hambre bajo esta gobernación!
¿Qué hay de la enfermedad y la muerte? Preste atención a esta promesa: “[Dios] limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado” (Revelación 21:4). Este es el futuro que se promete en la Biblia. Quizás usted crea que es solo una ilusión. Pero considere lo siguiente: Ya que los gobernantes humanos no pueden resolver los peligrosos problemas de este siglo, ¿qué futuro le espera a la humanidad? Si el Reino de Dios no es una esperanza segura, ¿qué opción hay?
En tiempos apostólicos los cristianos señalaron a todo el mundo que el Reino de Dios era la única esperanza de un futuro seguro; y hoy los testigos de Jehová predican el mismo mensaje a las personas de esta generación. Ellos tratan de aplicar en su vida diaria los principios de la Biblia y hallan que éstos surten efecto. Cuando afrontan problemas difíciles, recurren a Dios por ayuda, y él se la provee. Están al tanto de muchos sucesos que ocurren hoy y que prueban, a la luz de las profecías bíblicas, que el Reino de Dios es una realidad. Se consideran a sí mismos súbditos de ese Reino. Y saben que éste efectuará todas las cosas que Dios dice que hará.
Si los textos bíblicos que hemos citado describen el futuro como a usted le gustaría verlo, ¿por qué no habla de ello con los testigos de Jehová? Aprenda acerca del futuro verdaderamente feliz que se ofrece a todo hombre de buena voluntad. Entérese de cómo estar entre aquellos a quienes se hace referencia en la Biblia con estas palabras: “Vigila al exento de culpa y mantén a la vista al recto, porque el futuro de ese hombre será pacífico”. (Salmo 37:37.)