BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • g83 8/11 págs. 14-15
  • ¡Inundación!

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • ¡Inundación!
  • ¡Despertad! 1983
  • Información relacionada
  • “¡El dique se ha roto!”
    ¡Despertad! 1986
  • El amor en acción: maratónica operación de socorro
    ¡Despertad! 2002
  • Ahorre en calefacción usando material aislante
    ¡Despertad! 1978
  • Algo que ninguna tormenta pudo llevarse
    ¡Despertad! 2003
Ver más
¡Despertad! 1983
g83 8/11 págs. 14-15

¡Inundación!

ENTRE el jueves 2 de diciembre y el domingo siguiente del pasado invierno, algunas tempestades de lluvia produjeron una precipitación de hasta 38 centímetros de agua en algunos lugares del valle de Misisipí, E.U.A. La tierra, ya empapada debido a anteriores aguaceros invernales, no pudo absorber más agua. Hubo ríos que se desbordaron. También hubo presas, embalses y diques que se llenaron de aguas embravecidas. La tormenta dejó tras sí 22 muertos, 35.000 personas sin hogar, y daños por valor de 500.000.000 de dólares en tres estados: Illinois, Misuri y Arkansas. “Esa clase de tormenta, la peor en los últimos 100 años —dijo el gobernador de Illinois, James Thompson—, sencillamente arrolla lo que el hombre puede hacer.”

Las aguas subieron rápidamente, lo cual tomó por sorpresa a muchas personas. Un señor de Arnold, Misuri, desocupó su casa a las 2.00 de la mañana del lunes, cuando el caudal de la crecida llegó a la entrada de su garaje. Escapó en automóvil, pero regresó en bote de remos. ¡En menos de ocho horas el nivel de las aguas había subido desde la entrada del garaje hasta el techo de su casa, de un solo piso!

En relación con esa extensa destrucción se oyeron numerosos relatos que inspiraban compasión. Por ejemplo, en una zona inundada cerca de la ciudad de Saint Louis, Misuri, el Salón del Reino de la congregación Pacific de los testigos de Jehová sirvió de centro de socorro para las víctimas de la inundación. El martes por la noche el superintendente de ciudad de los testigos de Jehová en Saint Louis y los ancianos de congregación se reunieron en el Salón del Reino con las familias de Testigos damnificadas debido a la inundación. El propósito de la reunión fue asegurar a los damnificados que ellos podían contar con todo el apoyo de sus compañeros Testigos. Cada familia recibió unas hojas de papel para que hiciera una lista de sus pérdidas y las cosas que necesitaba, como muebles, electrodomésticos y ropa. Con las contribuciones que se recibieron se estableció un fondo de socorro para los damnificados. El jueves, un equipo de Testigos inspeccionó cada casa para determinar la importancia de los daños causados por la inundación, y la cantidad de materiales que se necesitaría para las reparaciones. Luego se hizo una lista de los nombres de Testigos de la localidad que eran diestros en los oficios relacionados con la construcción.

Aquel sábado por la mañana convergieron en el Salón del Reino cien trabajadores voluntarios. También llegaron los materiales de construcción que se habían pedido. Todo estaba listo para la obra de reconstrucción. Se dividió a los voluntarios en dos equipos de trabajo. Después de la consideración de un texto bíblico y de hacer una oración, se comenzó a trabajar a las 8.00 de la mañana.

Durante un período de varios días (para asegurarse de que se secaran las superficies dañadas por el agua), cada equipo de trabajo hizo lo siguiente:

● Arrancaron los paneles de madera y los de cartón yeso, y quitaron el material aislante.

● Pusieron nuevo material aislante, paneles de madera y paneles de cartón yeso.

● Rellenaron las hendiduras y alisaron la superficie de los paneles de cartón yeso, les dieron los últimos toques y los pintaron.

● Quitaron del suelo el viejo revestimiento; colocaron una barrera contra la humedad.

● Pusieron un nuevo revestimiento para el suelo y luego alfombra.

El alimento, la ropa y los muebles donados se trajeron al Salón del Reino, se clasificaron, y se distribuyeron entre los necesitados. Hubo voluntarias que remojaron, lavaron y plancharon la ropa de vestir, la ropa de cama, las cortinas y otros artículos salvados que eran lavables. Pierre, obrero voluntario, dijo: “Sentí a mi alrededor un ambiente entusiástico de gozo y de buena voluntad para ayudar”. Su hermano David añadió: “Jóvenes y mayores trabajaron juntos. Un niño de ocho años de edad amontonó pedazos de madera y luego me ayudó con los paneles de cartón yeso”. Ya para el 22 de diciembre la mayoría de las familias a las que se había prestado ayuda estaban de vuelta en sus respectivas casas.

Esa evidencia de ayuda altruista recuerda a los lectores de la Biblia la señal distintiva de todos los cristianos verdaderos... su buena voluntad para ayudar a personas necesitadas. “La religión pura y sin mancha delante de Dios el Padre es ésta: ayudar a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones”, escribió Santiago, discípulo cristiano. (Santiago 1:27, Versión Popular.)

[Fotografía en la página 15]

Los paneles, el material aislante y el revestimiento del suelo que el agua deterioró fueron arrancados y reemplazados

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir