De nuestros lectores
Dificultades respecto a aprender
Soy maestro, y el artículo “¿Se le hace difícil a su hijo aprender?” (8 de agosto de 1983) me ha ayudado muchísimo a identificar los problemas que afectan a algunos de nuestros estudiantes. Los cursos de sicología infantil que estudié en la universidad no me suministraron información de tanto alcance como la que contiene la revista de ustedes. Ahora puedo tratar mejor y con comprensión a tales niños, y dar consejo valioso a los padres.
C. B. D., Nigeria
Acerca de presupuestar
Agradecí el oportuno artículo “¿Gasta usted más de lo que gana?” (8 de abril de 1984) y las sugerencias prácticas que contenía. Durante los últimos 24 años, mi esposo y yo hemos estado utilizando un presupuesto familiar como el que se describe en el artículo. Usamos el método de “efectivo en sobres”. Nuestros amigos se mofan de nosotros por hacer esto, ¡pero este método da resultado! Incluso durante las vacaciones usamos el sistema de sobres, y generalmente regresamos a casa con un poco de dinero que nos ha sobrado.
H. B., República Federal de Alemania
Cómo desarrollar amor propio
Me es un placer darles las gracias por los artículos “¿Por qué no estoy contento conmigo mismo?” y “¿Cómo puedo desarrollar amor propio?” (22 de julio de 1983 y 8 de octubre de 1983, de la sección “Los jóvenes preguntan...”). Tengo 21 años de edad y problemas similares a los que se mencionan en los artículos. En un momento dado puedo sentirme feliz, y, repentinamente, me sobrecoge la depresión. No hay duda de que con la ayuda de estos artículos podré resolver mejor los problemas que surjan.
L. R. P., Brasil
El leer novelas románticas
Gracias por el excelente artículo “¿Son inofensivas las novelas románticas?” (8 de febrero de 1984). Es muy fácil aficionarse a estas novelas, porque son como los seriales de la TV. A medida que una lee más novelas, los sentidos van embotándose gradualmente, y una se da cuenta de que está aceptando cosas incorrectas que antes le habrían repugnado. En realidad, las novelas pueden deformar nuestro sentido de lo correcto y de lo incorrecto. Todavía, de vez en cuando, me siento tentada a escapar al mundo de fantasía de las novelas románticas, pero ahora puedo recurrir a este artículo como ayuda adicional para resistir.
L. L., Canadá
La depresión mental
Después de haber estado sin trabajo por un mes, me sentí muy deprimido. Entonces, mientras hojeaba algunas revistas en la sala de espera de una oficina del gobierno, noté la revista que ustedes publicaron sobre el tema “¡Usted puede combatir la depresión!” (22 de enero de 1982). Leí el artículo hasta el final y pedí permiso para sacar una fotocopia de él a fin de llevármelo a casa y leerlo de nuevo. Tomé nota de los puntos más importantes que me aplicaban y puse en práctica las sugerencias. Noté que poco a poco mi mente respondía mejor y que la depresión iba disminuyendo. Actualmente considero que estoy casi curado. Gracias a este artículo he podido recobrar mi equilibrio emocional.
P. I. M., Brasil