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  • Los gobiernos... ¿por qué son necesarios?
  • ¡Despertad! 1985
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¡Despertad! 1985
g85 8/4 págs. 3-4

Los gobiernos... ¿por qué son necesarios?

DONDEQUIERA que usted esté en este globo terráqueo, tiene algo en común con toda la humanidad... está en sujeción a un gobierno. Puede que usted concuerde con la política del gobierno o no, pero probablemente reconozca que es necesario que haya algún gobierno.

Pero ¿por qué? ¿Por qué han sido los gobiernos una parte esencial del modo de vivir de la humanidad durante miles de años? ¿Qué clases de gobierno diferentes hay? ¿De qué provecho son para usted como individuo... aunque usted tal vez no esté de acuerdo con ellos?

Especialmente cuando el hombre decidió al principio vivir en ciudades, llegó a ser necesario tener alguna forma de gobierno político. La vida urbana tuvo que ser gobernada para el beneficio de todos. En efecto, nuestra palabra “política” se deriva de la palabra griega para “ciudad”, polis, y el adjetivo politikos, “de un ciudadano”. Por supuesto, sociedades anteriores a las antiguas ciudades-estados de Grecia reconocieron la necesidad de que hubiera alguna forma de gobierno. Hace miles de años, Sumer, Egipto, Israel y Babilonia estuvieron organizadas bajo diversas formas de gobernación. (Éxodo 18:13-27.)

Sin embargo, es quizás en la antigua Grecia, llamada a menudo la cuna de la democracia, donde la filosofía política comenzó a expresarse claramente y donde se expusieron nuevas ideas. Filósofos, como Platón y Aristóteles, argüían respecto a las ventajas de diferentes sistemas políticos. El punto de vista de Aristóteles era que la política es la ciencia de la felicidad colectiva. Él creía que la función del Estado es organizar una sociedad para la mayor felicidad de la gran mayoría. Esta idea fundamental es evidente hasta cierto grado en la mayoría de los gobiernos, en vista de que ellos suministran servicios esenciales para el beneficio de todos los ciudadanos: las carreteras, la educación, los sistemas de alcantarillado, la policía y la magistratura... para mencionar solo unos cuantos.

Por miles de años el hombre ha experimentado con casi toda forma de gobierno y filosofía política concebible... desde monarquías (reemplazadas ahora principalmente por repúblicas) hasta diferentes tipos de democracia (aparentemente, gobierno ejercido por el pueblo), y una variedad de oligarquías y dictaduras. (Para saber la definición de los términos, véase el recuadro de la página 4.) Desde 1917 hemos visto la aparición del comunismo, el fascismo y el nacionalsocialismo (el partido nazi de Alemania).

“La Era de Ideologías Competidoras”

La experiencia adquirida durante el siglo XX muestra que el arte de gobernar se está sometiendo a una prueba seria. Como escribió el profesor Burns en su libro Ideas in Conflict: “Con toda probabilidad, los historiadores del futuro recordarán el siglo XX como uno de los más cruciales de los anales de la humanidad. Sin duda inventarán caracterizaciones interesantes para él y lo llamarán tal vez la Era de Conflicto Mundial, la Era de la Revolución y la Contrarrevolución, la Era de Ideologías Competidoras, o, en palabras más sencillas, la Era de la Angustia”.

Pero hay que reconocer que ningún sistema ha producido un gobierno que satisfaga a todo ciudadano. ¿Basta con esto para decir que los sistemas políticos han fracasado? No necesariamente. Muchas personas tienen una motivación tan egoísta y limitada que solo su propia filosofía personal las satisfaría. Y eso, pues, pudiera desagradar a la mayoría. Así que, ¿cómo podemos realmente probar para ver si alguna forma de gobierno o filosofía política es la solución verdadera y completa para las necesidades de la humanidad?

Jesucristo estableció una regla que podemos aplicar también a la política: “Todo árbol bueno produce fruto excelente, pero todo árbol podrido produce fruto inservible [...] Realmente, pues, por sus frutos reconocerán a aquellos hombres” (Mateo 7:17-20). Apliquemos esa regla a los sistemas políticos de nuestro siglo XX con miras a encontrar la forma de gobernación más provechosa para toda la humanidad.

[Recuadro en la página 4]

La política... sus diferentes formas

Las siguientes definiciones se han tomado de varias fuentes.

Anarquía: Ausencia de cualquier forma de autoridad política; sociedad utópica, compuesta de individuos que no tienen gobierno y que disfrutan de completa libertad.

Aristocracia: Gobierno ejercido por la nobleza o por una minoría privilegiada o clase alta.

Autocracia: Gobierno ejercido por una sola persona, que tiene poder ilimitado; despotismo.

Capitalismo: (de “capital”, cualquier forma de riqueza material) Sistema económico caracterizado por la libertad de competencia en el mercado, sin control del Estado, con una creciente concentración de la posesión privada y corporativa de los medios de producción y distribución.

Comunismo: Sistema social caracterizado por la ausencia de clases y por la copropiedad de los medios de producción y subsistencia.

Democracia: Gobierno por el pueblo, ejercido directamente o mediante representantes elegidos.

Fascismo: Sistema de gobierno que defiende o ejerce una dictadura, típicamente mediante la fusión de la dirección del Estado y el comercio, junto con una ideología de nacionalismo agresivo.

Feudalismo: Sistema político y económico basado en que un vasallo ocupa cierto terreno a condición de que rinda homenaje y servicio a un señor.

Monarquía: Gobierno ejercido por un monarca o soberano, tal como un rey o un emperador.

Nazismo: Nacionalsocialismo. La política de control estatal de la economía, nacionalismo racista y expansión nacional, según la personificó el nacionalsocialismo de Hitler en Alemania (1933-1945).

Oligarquía: Gobierno ejercido por unas cuantas personas, especialmente por una pequeña facción de personas o familias.

Plutocracia: Gobierno ejercido por los ricos.

República: Gobierno que tiene un jefe de estado que no es un monarca, y que en tiempos modernos es generalmente un presidente.

Socialismo: Sistema social en que los que producen tienen tanto poder político como los medios de producir y distribuir bienes. En la teoría marxista-leninista, el socialismo es la base material para el comunismo y la etapa intermedia entre el capitalismo y el comunismo.

Teocracia: Gobierno ejercido por un dios a quien se considera el poder dirigente, o por sacerdotes o funcionarios que alegan tener autorización divina.

Totalitarismo: a) Control centralizado que ejerce una autoridad autocrática; b) el concepto político de que el ciudadano debe estar sometido totalmente a una autoridad estatal absoluta.

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