¿Podría ocurrir de nuevo?
LAS cifras exactas del total de neonazis que hay en Alemania hoy son difíciles de conseguir. No obstante, una agencia que vigila el extremismo político en la República Federal calcula que quizás haya mucho más de 20.000 miembros en lo que llama organizaciones de extrema derecha. Éstas están divididas en muchos grupos, pocos de los cuales llegan a centenares de miembros.
Esto parecería hablar en contra de un resurgimiento poderoso del nazismo, pues, ¿qué sería el nazismo sin un líder como Hitler que fuera capaz de unir bajo su liderato todas esas facciones diferentes? Hasta ahora no se ha levantado ningún nuevo mesías político de esa índole, ni siquiera Michael Kühnen, uno de los neonazis más conocidos de Alemania. Otro neonazi describió a Kühnen como “la mano derecha del Führer Adolfo Hitler en la Tierra”. Y dijo de Hitler: “El Führer es tan santo para nosotros como Jesús lo es para los cristianos”.
Además, las circunstancias de Alemania hoy día son muy diferentes a las de la época antes de Hitler. La tasa de desempleo es alta, pero no se parece en nada al 30 por 100 que alcanzó a principios de la década de los treinta. La inflación en la actualidad es moderada en comparación con la de la década de los veinte, ¡cuando en dos años subió el precio de un artículo de 35 marcos a 1.200.400.000.000 de marcos! El patriotismo y el militarismo casi no existen hoy día. Y la actual constitución alemana contiene estipulaciones preventivas contra el restablecimiento de una dictadura.
Con todo, muchas personas creen que no se debe subestimar al neonazismo. El historiador Karl-Dietrich Bracher, de la Universidad de Bonn, advierte: “En la década de los veinte también había una situación en que solo existían grupitos, no una organización grande”. Y como han demostrado los ataques terroristas en país tras país, solamente se requieren unos cuantos individuos sumamente dedicados para presentar un peligro que no guarda ninguna proporción con sus cantidades de miembros.
Los peligros en otras partes
A principios de este año, Kühnen fue sentenciado a más de tres años de prisión por sus actividades neonazis. Antes de ser detenido, se informa que había utilizado su tiempo, después de huir de Alemania, “para perfeccionar la derecha radical” en Suiza. Un periódico suizo informa: “Con satisfacción pudo percibir que aquí en este país su ideología ‘está siendo representada de modo muy competente por varios grupos’”.
Además, en la tierra natal de Hitler, Austria, la cual él incorporó en su Tercer Reich en marzo de 1938, no faltan grupos de ese tipo. Algunos austriacos de edad avanzada recuerdan con cierta añoranza aquel período de la historia en que los nazis gobernaron sobre Austria. Dichas personas de edad avanzada están disgustadas con los jóvenes libertinos de hoy día, caracterizados por su ropa sucia y su modo de vivir dominado por las drogas, y los mayores tienden a quejarse de que “eso nunca podría haber ocurrido bajo Hitler”. Tal vez hasta recuerden los días de Hitler en que “uno podía caminar por las calles de noche sin temor”. Algunos quizás prefieran pasar por alto los excesos del régimen y declaren: “Lo que necesitamos hoy día es solamente un pequeño Hitler”.
Pero el neonazismo se halla en otros lugares aparte de Europa. De acuerdo con un reportaje del periódico Frankfurter Rundschau, casi 10.000 nazis escaparon a varios países de América del Sur a fines de la II Guerra Mundial. ¿Pudieran presentar ellos una amenaza? En cuanto al peligro de un resurgimiento del nazismo en Paraguay, en ABC revista se publicó una serie de entrevistas con autoridades destacadas. Citó las siguientes palabras del doctor en derecho Jaime S. Edan: “El nazismo vive y está latente”. Un político eminente concordó y dijo: “El nacional-socialismo no ha muerto”.
¿Y qué hay del nazismo en los Estados Unidos? El fundador del Partido Nazi Estadounidense, George Lincoln Rockwell, fue asesinado en 1967. Pero su ideología todavía existe en varios grupos neonazis. Diez años después de la muerte de Rockwell, la revista Time señaló que aunque “todo el culto nazi es políticamente impotente y está menguando en cantidad de miembros, su potencial para incitar odio y provocar violencia sigue siendo alto”.
Así que, ¿podría ocurrir de nuevo?
Hablando del neonazismo en Alemania, el periódico alemán Süddeutsche Zeitung concluyó: “En vista de los antecedentes históricos de Alemania y el régimen criminal nazi, las actividades derechistas tal vez no constituyan un peligro grave, pero de todas formas son una vergüenza”. Y el periódico Die Zeit fue incluso más claro al declarar: “El renacimiento del movimiento nazi en Alemania Occidental es una idea absurda, principalmente porque las circunstancias que prepararon el terreno para la aparición del nazismo ya no existen”.
Así que el peligro de que un “pequeño” Hitler —o uno “grande”, en cuanto a eso— se levante para restablecer el nazismo en la posición que tenía bajo Hitler parece en la actualidad muy remoto. Un estudiante alemán de 17 años de edad sostiene: “Se nos ha advertido lo suficiente. Nos encargaremos de que algo como aquello nunca ocurra de nuevo”.
Quizás nunca ocurra. Pero el nazismo no es el único sistema que ha empleado la opresión o la crueldad. Y el tiempo ha mostrado que Hitler no fue el último dictador en el mundo. A medida que la gente sigue experimentando con varios tipos de gobierno, aparecen regímenes opresivos. ¿Cómo podemos guardarnos de ser víctimas de ellos? La respuesta se puede hallar al echar de nuevo un vistazo al Tercer Reich de Hitler.
[Comentario en la página 6]
Un neonazi dijo: Hitler “es tan santo para nosotros como Jesús lo es para los cristianos”
[Comentario en la página 7]
El nazismo no es el único sistema que ha empleado la opresión