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¡Despertad! 1985
g85 8/7 págs. 22-24

Los dones del árbol

Por el corresponsal de “¡Despertad!” en Marruecos

¿QUÉ tienen en común el arca de Noé, un clarinete, el globo de Copérnico y la revista que usted está leyendo? Todos provienen de una misma fuente: los árboles. Son pocas las esferas de la actividad humana en las que los árboles no hayan desempeñado cierto papel, o no sigan desempeñándolo todavía. El árbol, ya sea como parte de un bosque o después que ha sido cortado y cosechado, da muchos dones al mundo de las criaturas vivientes, especialmente al hombre.

El árbol viviente

En el bosque, el árbol es bello y majestuoso. ¿Quién puede menos que quedar impresionado ante el movimiento suave de las hojas plateadas del abedul, o maravillarse ante las hojas extraordinariamente hermosas del arce norteamericano en el otoño? ¿A quién no le gusta llenarse los pulmones del aire limpio del bosque, después de haber estado viviendo en alguna ciudad donde el aire está contaminado y viciado? Los árboles también proporcionan albergue a una gran cantidad de pájaros, roedores y otras clases de fauna. ¿Sabía usted que al anochecer un solo árbol quizás sirva de huésped a varios millares de pájaros? Aquí en Marruecos, algunos árboles hasta sirven de huéspedes a cabras, las cuales se trepan en los arganes (erguenes) y se comen ávidamente las hojas.

De los árboles vivientes, el hombre extrae el corcho, el látex, el jarabe, la resina, la trementina, el tanino y tintes. El caucho, materiales para el aislamiento, confites, jabón, barniz, pintura, perfume, bálsamo, cosméticos, medicamentos y hasta tés de hierbas son otros dones que la humanidad recibe de los árboles vivientes.

Los árboles desempeñan otro papel importante. Las hojas absorben de la atmósfera el bióxido de carbono (que es nocivo para el hombre), retienen el carbono, y despiden el oxígeno, que se necesita para sostener la vida. Así ayudan a mantener la atmósfera apropiada para la respiración de los animales y el hombre. Los árboles también impiden la erosión del suelo por medio de retener el agua en ella e impedir que se escurra. Puesto que los árboles retienen una cantidad considerable de agua, los bosques son menos afectados por las sequías. Además, los árboles comparten su humedad con plantas más frágiles. Pequeños huertos prosperan en la zona fértil creada por los árboles grandes de las regiones semidesérticas como las del sur de Argelia.

El árbol cosechado

Cuando llega el día para que un árbol sea cosechado —es decir, para que sea cortado y su madera sea utilizada— se le puede aprovechar de una de tres maneras: para combustible (ya sea en forma de leña, carbón vegetal, o como metanol); para pulpa de papel... que es tal vez el uso principal que se hace de la madera; para materiales de construcción (ya sea en su estado natural o en forma de madera contrachapada o madera reconstituida). La madera, que es un excelente material aislante, es inapreciable para la construcción en América del Norte y Escandinavia, donde los inviernos son crudos. En esas zonas, muchos hogares están construidos completamente de madera, aunque se disimule este hecho por medio de usar un revestimiento de piedra o ladrillo.

Si el tipo de árbol apropiado se corta en el debido tiempo y se usa en condiciones favorables, la madera puede resultar excepcionalmente duradera. Hace unos 20 años, mientras se estuvo haciendo trabajo en el puerto de La Pallice, en Francia, se descubrió un pilotaje de madera de 2.000 años de antigüedad. Algunos tipos de madera son muy duraderos, como el cedro, de lo cual se construyó el interior de las paredes del templo de Salomón, y la acacia, que se usó para construir el arca del pacto (Éxodo 25:10; 1 Reyes 6:14-16). En muchas ciudades europeas se han conservado casas medievales de madera. Aunque estas han existido por varios siglos, algunas de ellas han sido desmanteladas y luego reconstruidas en otros lugares, cuando estorbaban el desarrollo urbano moderno.

Hasta el siglo pasado, todos los barcos estaban hechos de madera. No hace mucho se entrevistó al capitán de uno de los pocos barcos de madera que aún se usan para el transporte comercial en un programa de radio francés. Cuando se le preguntó acerca de la antigüedad de su barco, él expresó enérgicamente su parecer al decir: “Cuando un barco de acero tiene 25 años, no es nada más que un montón de basura, mientras que un barco de madera aún está flamante”.

Los carpinteros sabían cómo hacer que la madera fuera más duradera. Por ejemplo, se informa que los carpinteros navales enterraban las partes de madera del barco en el lodo del puerto por diez años y entonces armaban el barco. Este tratamiento supuestamente hacía que el barco fuera invulnerable a los comejenes y protegía la madera. Además, se supo que la madera que se transportaba mediante la flotación duraba más tiempo si permanecía en el agua por largo tiempo antes que se pusiera a secar. La madera que permanece en agua salada hasta el punto de saturación no se alabea. Hoy día, el hecho de que las personas hacen las cosas demasiado de prisa no les permite usar tales métodos tradicionales de conservar la madera.

Por casi un siglo, los ferrocarriles se hicieron de madera. Después de 50 años, los vagones quizás hayan estado fuera de moda, pero aún estaban en excelentes condiciones. Hasta la década de los veinte, la madera se usaba extensamente en la industria automovilística, tanto para la carrocería como para la parte interior. Hoy muchos aficionados de los automóviles recuerdan con nostalgia los tiempos en que los artesanos se esmeraban en hacer buen trabajo. ¿Cuántos automóviles modernos podrían usarse por 20 años o más y entonces exhibirse sin ningún defecto como piezas de museo?

Algunos tipos de madera, como el roble, son dos veces más fuertes que una masa correspondiente de acero suave y aluminio. Esto explica por qué se usaba extensamente la madera en la aviación en el pasado. La madera resinosa tiene muchos usos también en el campo de la mecánica y el de la electricidad.

Existe un campo en que la madera es la campeona: el de los muebles. Los decoradores modernistas han introducido otros materiales, como el acero cromado, el vidrio y el plástico. Pero con todo, no hay nada que compita con la madera natural en lo que tiene que ver con dar una apariencia acogedora a una habitación. Quizás por eso se hace que la formica, que es uno de los mejores sustitutivos para el enchapado de madera, a menudo tenga una apariencia de madera.

La madera hasta afecta nuestras papilas gustativas. Cuando Julio César y sus legiones invadieron la Galia (la Francia del día moderno), descubrieron vino muy bueno. El sabor se debía a que, a diferencia de otros pueblos mediterráneos, los galos almacenaban su vino en barriles de madera. Los barriles de madera transforman el alcohol de sabor acre, recién salido de la destilería, en una excelente bebida. El alcohol del vino que se añeja en barriles de madera pierde la acetona y el éter indeseables, y absorbe tanino.

En el campo de la música, las cualidades tonales de la madera son incomparables. Es importantísimo escoger estrictamente el tipo y la calidad de madera para la fabricación de instrumentos musicales de alta calidad. Sin embargo, la madera, cuando se usa para instrumentos musicales, no tolera el maltrato. Se hizo la prueba de fabricar violines mediante los métodos de producción en cadena, pero los resultados fueron poco satisfactorios. Nada puede reemplazar el amor y la experiencia del artesano en lo que tiene que ver con producir un instrumento de excelente calidad tonal.

Se ha usado la madera para casi todo. Se han fabricado coches con ella, se han pavimentado calles con ella. La vara de madera se ha usado para suministrar disciplina, y la batuta de madera se ha usado para conducir orquestas. Se han construido conductos para el agua hechos de madera, y la madera hasta se ha usado para hacer relojes... incluso los cojinetes y los pivotes. La Mona Lisa, probablemente el cuadro más famoso del mundo, fue pintada en un panel de madera. El primer estetoscopio, hecho por el doctor René Laënnec, también fue hecho de madera.

Un último servicio

Finalmente, cuando los muebles, los instrumentos musicales y otros artículos de madera se han gastado y se queman, la madera aún puede servirnos. Las cenizas de la madera quemada son ricas en potasio y se usan en el jabón y como fertilizante. Pero ¿qué hay del hollín del humo de la madera? ¿No es el hollín una molestia que no tiene uso? ¡De ninguna manera! Aun este último residuo de la madera es un excelente fertilizante que destruye el musgo de la pradera.

Así que el árbol, tanto en el bosque como después de haber sido cortado, da muchos dones a la humanidad. Es cierto que el hombre también ha usado la madera para hacer barcos de guerra y armamentos mortíferos. No obstante, hoy las armas hechas de madera están mayormente fuera de moda. ¡Esto es apropiado! Es mucho mejor que el majestuoso árbol sirva al hombre en vez de ayudar a destruirlo. ¡Qué bendición otorgó Jehová al crear el árbol! Como cantó el salmista (posiblemente acompañado de la música de un instrumento de cuerda, hecho de madera): “Árboles frutales y cedros todos, [...] alaben ellos el nombre de Jehová”. (Salmo 148:9, 13.)

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