Las tasas de interés... en carrera incontrolable
MÁS, y más, y más alto va subiendo el carrito de la montaña rusa. Entonces, de repente, cae verticalmente... sólo para volver a subir. ¿Está ahora fuera de control? Vuelve a bajar de golpe, y otra vez sube. Cada vez parece subir más drásticamente que antes. ¿Va usted en ese carrito? Si así es, está en la carrera de la “montaña rusa” de las tasas de interés.
El viaje empezó hace miles de años. En Deuteronomio 23:19, 20 se hace referencia a una tasa de interés de hace 34 siglos. Nueve siglos después, los griegos pagaron un interés de entre 10 por 100 y 12 por 100. La “montaña rusa” de los romanos del primer siglo empezó a funcionar cobrando intereses de entre 4 por 100 y 50 por 100, según la posición social que ocupaban las personas. Y, de hecho, el viaje continúa hoy día.
El interés, la deuda y la persona
Por todo el mundo, las personas están en esta “montaña rusa” de las tasas de interés. Por ejemplo, en 1973 el interés promedio sobre un préstamo para un automóvil nuevo era de 10,21 por 100 en los bancos comerciales de los Estados Unidos. Para 1982, los intereses promedio eran de 16,83 por 100, y solo habían de descender a 12,96 por 100 en 1985.
Era igualmente perturbador comprar una casa nueva en los Estados Unidos. El interés por término medio sobre una hipoteca convencional de un nuevo hogar aumentó de 7,66 por 100 en 1971 a 16,71 por 100 en 1981. Para diciembre de 1984, el “carrito” de intereses sobre las hipotecas de hogares había descendido a 13,20 por 100. Pero ¿cómo afecta este rápido viaje al prestatario? Por ejemplo, el redimir una hipoteca de $50.000 para un hogar a un interés de 8 por 100 costaría $132.080 en el transcurso de 30 años. Pero a 15 por 100, esta misma cantidad de $50.000 costaría la asombrosa suma de $227.602. Este viaje es muy caro, ¿no es cierto?
¿Han disminuido los préstamos debido a lo inseguro que es este viaje? Parece que no. El Federal Reserve Bulletin informa que, en los Estados Unidos, en 1970 la deuda de las personas que habían tomado préstamos llegaba a 105.500 millones de dólares. Para 1980, esta cifra se había triplicado a $313.500 millones. Además, de acuerdo con The Wall Street Journal, para mayo de 1984, la deuda de los prestatarios había aumentado a unos $418.000 millones. Dado que las deudas han ido aumentando tan rápidamente, ¿hemos corrido sin peligro en esta “montaña rusa” de las tasas de interés?
Se ha desarrollado una tendencia alarmante. En 1973, el total de casos de quiebra o insolvencia que se registraron en los Estados Unidos fue de más de 173.000. Para 1982, los casos de quiebra habían aumentado a 527.811. Es interesante notar que durante el período en que aumentaron los casos de insolvencia, hubo un importante aumento de las tasas de interés.
El interés, la deuda y los gobiernos
Los israelitas recibieron el mandato de no cobrar interés a otro israelita que estuviera en necesidad de ayuda (Éxodo 22:25). Los países en vías de desarrollo, o países del Tercer Mundo, ciertamente han necesitado ayuda para fortalecer sus respectivas economías. Por todo el mundo, países más prósperos les han extendido dicha ayuda por medio de ofrecerles préstamos.
Pero ¿se ha usado todo este dinero para satisfacer las necesidades? En la revista Time del 2 de julio de 1984, se cita lo que dijo el presidente de Argentina, Raúl Alfonsín, mientras hablaba acerca de los miles de millones de dólares que su país recibió en préstamos. Declaró: “Para los argentinos, el aspecto más irritante de la deuda extranjera tiene que ver con el hecho de que el dinero no se usó para la expansión de la economía ni para crear más capital. Al contrario”.
Además, se informó que los países de Brasil y Paraguay cooperaron para construir la represa más grande del mundo, Itaipúa. La represa había de producir electricidad para ambos países en vías de desarrollo. Se han dedicado nueve años a la construcción; y después que se han gastado $18.000 millones en Itaipú, solo Paraguay ha recibido algo de electricidad. Brasil no ha recibido nada en absoluto.
El ministro de industria y comercio de Brasil, el señor João Camilo Penna, declaró recientemente: “Tenemos proyectos incompletos, por valor de 50.000 millones de dólares, que no tienen nada de utilidad”.
Para mediados de 1984, los prestatarios más grandes de Latinoamérica eran Brasil, con un préstamo de $93.100 millones, y México, con un préstamo de $89.800 millones. Además, Argentina, con su descontrolada inflación de 568 por 100, estaba luchando por hacer los pagos de su préstamo. Los 29.000.000 de habitantes de Argentina se enfrentaban a la deuda internacional de su gobierno de $45.000 millones. Se esperaba que en 1984 el paseo en la “montaña rusa” de las tasas de interés costara a los argentinos casi 5.500 millones de dólares.
En el número del 2 de julio de 1984 de la revista Time se dice lo siguiente: “Los líderes latinoamericanos señalan que en gran parte debido a los pagos de interés, sus recursos financieros se escurren y pasan a países como los Estados Unidos a razón de aproximadamente $30.000 millones al año. Esta ha llegado a ser una especie de ayuda al extranjero al revés, puesto que los pobres dan a los ricos”.
El carrito de la montaña rusa afecta también a los países más prósperos del mundo. De acuerdo con el Statistical Abstract of the United States, 1984, la cantidad de dinero que el gobierno de los Estados Unidos está tomando prestado sigue aumentando. La cantidad de dinero que tomó prestado, o la deuda pública, aumentó de 43.000.000.000 de dólares en 1940 a la asombrosa cifra de 1.100.000.000.000 de dólares en 1982. Tan solo el interés sobre esta deuda aumentó de 1.000 millones de dólares en 1940 a $117.000 millones en 1982.
El interés y la deuda... el punto de vista bíblico
La nación de Israel de los tiempos antiguos permanecía financieramente estable, con tal que obedeciera las leyes de Dios. Cuando desobedecían estas leyes, los israelitas sufrían mucho. En el capítulo 5 de Nehemías se hace referencia a cierto interés que se cobraba. Sin embargo, debido a la situación, en este caso era totalmente inapropiado. Los hogares, las viñas y hasta los niños se estaban utilizando como interés sobre dinero que se había tomado prestado tan solo para tener sustento durante escaseces de alimento.
¿Significa esto que no se debería prestar dinero ni tomarlo prestado? ¡No! Salmo 37:21 nos dice: “El inicuo está pidiendo prestado y no devuelve”. Esto no condena el prestar dinero, sino que impone en el prestatario el requisito de pagar su deuda. El israelita hasta podía venderse a sí mismo como trabajador para pagar su deuda (Levítico 25:39, 40). En una de sus ilustraciones, Jesús mismo dio a entender que el obtener interés de dinero depositado con los banqueros sería apropiado. (Mateo 25:26, 27.)
Las leyes escritas de Dios para la nación de Israel no siempre condenaban el que se cobrara interés. Los comerciantes extranjeros iban a menudo a Israel. El objetivo de los comerciantes era la ganancia personal. Ciertamente se podía esperar que ellos pagaran interés (Deuteronomio 23:20). Sin embargo, no se había de cobrar interés a un hermano israelita que estuviera necesitado. Podía ser que una persona se hubiera visto necesitada de ropa o alimento debido a reveses económicos. Levítico 25:37 declara: “No debes darle tu dinero a interés, y no debes dar tu alimento a usura”.
Hoy día, el viaje en la montaña rusa de los intereses está causando mucho sufrimiento. A medida que dicho sufrimiento va aumentando en intensidad, ¿están los prestamistas aplicando los principios bíblicos respecto al interés? ¿Le han afectado a usted las tasas de interés? ¿Se desplomarán los mercados financieros del mundo debido a las tasas de interés que van como un carrito descontrolado en una montaña rusa? La Biblia nos recuerda: “Cualquier cosa que el hombre esté sembrando, esto también segará”. (Gálatas 6:7.)
[Nota a pie de página]
a Véase Awake! del 8 de marzo de 1984, páginas 20-23.
[Gráfico/Ilustración en la página 9]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
Historia de las tasas de hipotecas de hogar
1958-1983
Porcentaje
18
17
16
15
14
13
12
11
10
9
8
7
6
5
4
3
2
1
0
Década de los: 60
70
80
[Gráfico/Ilustración en la página 10]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
Costo de hipotecas de hogar $50.000 por 30 años
$ En millares
250
200
150
100
50
0
Interés
Interés
Préstamo
Préstamo
8 por 100
15 por 100