BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • g85 8/11 págs. 12-16
  • Regreso de un visitante celeste

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • Regreso de un visitante celeste
  • ¡Despertad! 1985
  • Subtítulos
  • Información relacionada
  • ¿Por qué es el cometa Halley el más famoso?
  • Viajero del sistema solar
  • Consejos para los observadores de cometas
  • ¿Tiene usted binoculares?
  • ¿Por qué se comporta así un cometa?
  • El nacimiento y la muerte de los cometas
  • Los cometas alaban a su Creador
  • ¿Qué hay más allá de los planetas?
    ¡Despertad! 1999
  • ¿De dónde vienen las estrellas fugaces?
    ¡Despertad! 1993
  • Colisión cometaria
    ¡Despertad! 1997
  • Fotografiando los secretos celestes
    ¡Despertad! 1986
Ver más
¡Despertad! 1985
g85 8/11 págs. 12-16

Regreso de un visitante celeste

El cometa Halley... una gloria para Dios

DE TODAS las cosas esplendorosas que Dios ha puesto en los cielos estrellados, un gran cometa, cuya cola barre majestuosamente el cielo, ha sido aclamado como lo más magnífico. De las personas que viven hoy día, son pocas las que recuerdan el espectáculo que presentó el cometa Halley en 1910, pero desde aquel entonces tres generaciones han oído de su fama, y muchas personas han abrigado la esperanza de vivir lo suficiente como para ver su regreso.

Ahora, 75 años más tarde, el cometa Halley regresa de nuevo para cumplir con su cita. Los astrónomos ya lo han avistado. Primero lo identificaron en una fotografía que se sacó hace tres años con el gigantesco telescopio del monte Palomar. Seguirán observándolo de cerca hasta que se acerque a donde todos podamos verlo.

La bienvenida que recibirá esta vez el cometa Halley será muy diferente de cualesquiera que haya recibido en sus visitas pasadas. Los adelantos técnicos, de los cuales ni siquiera se soñaba en 1910, hacen posible enviar cámaras fotográficas e instrumentos al espacio para encontrarse con Halley. Ya en diciembre del año pasado se lanzaron dos astronaves rusas, y en julio otras dos, una de Europa y la otra del Japón, fueron puestas en órbitas que cruzarán la ruta de Halley en abril del próximo año. De esta manera los científicos esperan llegar a estar más familiarizados con esta espectacular maravilla celestial de la cual se conoce muy poco.

Sin embargo, se nos advierte que no debemos esperar un despliegue como el que hizo Halley en 1910. Algunos astrónomos hasta dicen que esta aparición quizás sea la más decepcionante de los últimos 2.000 años. ¿Por qué difiere una aparición de otra? Depende principalmente de dónde se halle la Tierra en su órbita cuando pase el cometa. Por supuesto, mientras más cerca estemos, mejor veremos el cometa. También, mientras más grande sea el ángulo entre el cometa y el Sol, más tiempo permanece el cometa en el cielo nocturno. Esta vez sucede que el 9 de febrero de 1986, cuando haya el mayor acercamiento del cometa al Sol, llamado perihelio, y el espectáculo del cometa esté en su punto máximo, la Tierra estará casi exactamente al lado opuesto del Sol. ¡Esto significa que estaremos separados por la distancia máxima de unos 240.000.000 de kilómetros (150.000.000 de millas), mientras el cometa está directamente detrás del Sol! Esa es la peor alineación posible.

Pero el cometa se mantendrá dentro de la órbita terrestre por varios meses, pasando cerca de nosotros tanto antes como después de su perihelio. Al entrar, el cometa estará en una buena posición para los que viven en el hemisferio norte, pero para ese entonces no será muy brillante. Será mucho más brillante y pasará más cerca de la Tierra al salir. Entonces estará en lo alto de los cielos australes, pero no estará en una posición ventajosa para los observadores del hemisferio norte.

¿Por qué es el cometa Halley el más famoso?

¿No es este cometa meramente uno de los muchos que han adornado los cielos a través de los años? En realidad, los cometas no son raros. Generalmente en un momento dado puede que haya uno o dos cometas en el cielo, y en un año pueden observarse una docena de ellos, o más. Pero la mayoría de ellos están muy lejos, y se pueden ver únicamente con un telescopio, y parecen estrellas débiles y borrosas. Solo uno que otro se acerca suficientemente como para ser visto a simple vista. Rara vez aparece un cometa realmente espectacular, con una cola larga y diáfana que se extienda con gracia de un extremo a otro del cielo. En el siglo XIX hubo media docena de tales cometas que igualaron o superaron al Halley en brillantez.

Sin embargo, cuando la persona de término medio oye la palabra “cometa”, en seguida le viene a la mente el nombre Halley. ¿Por qué? En 1910 el cometa Halley realmente fue el más hermoso de nuestro siglo. Desde entonces ha habido algunos cometas brillantes, pero ninguno ha igualado la gloria de Halley.

No obstante, aparte de su resplandor, su único derecho a la fama se debe a que fue el primer cometa reconocido como visitante periódico que regresa con regularidad conforme a un horario. Le tocó a Edmond Halley, astrónomo inglés, hacer este descubrimiento sorprendente. Halley fue colega de Isaac Newton, y usó las nuevas teorías de gravitación y de las órbitas planetarias elípticas de Newton para calcular las órbitas de los cometas observados previamente. Halley notó que el paso de dos cometas históricos, en los años 1531 y 1607, y uno tercero que él mismo había observado en 1682, eran casi idénticos. ¿Era esto solo una casualidad? Él conjeturó que no lo era, que todos estos habían sido el mismo cometa, que regresaba cada tres cuartos de siglo. Él predijo que el cometa se vería de nuevo alrededor del año 1758.

Halley no vivió para verlo —murió en 1742 a los 86 años de edad— pero en conformidad con su predicción, el cometa apareció en escena en 1758. Lo avistó por primera vez un campesino alemán en diciembre de 1758, y el cometa alcanzó su perihelio en marzo de 1759. Prontamente se le dio el nombre de cometa Halley, y desde entonces se ha conocido por este nombre.

Así se estableció que el cometa Halley es un miembro genuino de nuestro sistema solar. ¿Sería posible que este cometa fuera identificado con otros cometas vistos en tiempos anteriores? De seguro que un objeto tan prominente no habría pasado desapercibido en sus visitas anteriores. Halley mismo hizo notar que el cometa de 1456 debería ser el mismo. Al investigar los registros históricos, los eruditos han encontrado que se había visto el cometa en cada una de sus 23 revoluciones anteriores, que se remontaban al año 240 a. de la E.C., cuando astrónomos chinos informaron sobre ello. Por consiguiente, su próxima aparición será la trigésima de una serie ininterrumpida de observaciones, que se han hecho cada 75 a 78 años por los últimos dos milenios.

Viajero del sistema solar

El cometa Halley viaja en una órbita alta. Esta no es circular en absoluto, sino que es una elipse larga y angosta. Se extiende de un extremo a otro de las órbitas de todos los planetas desde Venus hasta Neptuno. En su perihelio se halla a solo unos 87.000.000 de kilómetros (54.000.000 de millas) del Sol, pero en su punto más distante está a más de 5.000 millones de kilómetros (3.000 millones de millas) de distancia.

El cometa se hace visible con la ayuda de telescopios cuando llega aproximadamente a la distancia de Júpiter, y después que cruza la órbita de Marte, se hace visible a simple vista. Más o menos para este tiempo se comienza a formar la cola. A medida que el cometa se acerca al Sol, la cola se va haciendo cada vez más grande. Esta siempre se extiende en dirección opuesta al Sol, aventada por el viento solar y la radiación solar.

Consejos para los observadores de cometas

¿Cuándo puede usted esperar ver el cometa, y hacia dónde debería usted mirar para hallarlo? El que usted pueda verlo y cuán brillante parezca dependen de muchos factores. Búsquelo antes del amanecer o después del crepúsculo de la tarde, cuando no se halla demasiado cerca del Sol. La oscuridad del cielo es un factor importante. Las luces brillantes de la ciudad interfieren con lo que uno pueda ver. ¿Puede ver claramente la Vía Láctea en una noche despejada donde usted vive? Si no, busque un sitio donde pueda verla a fin de tener una vista óptima del cometa.

La brillantez de la Luna cubre la luz pálida del cometa. Se podrá observar mejor cuando la Luna esté debajo del horizonte o en una fase en que falten pocos días para la luna nueva. Además, el cometa debería estar lo suficientemente alto en el cielo como para hallarse fuera de la bruma y el polvo. Su elevación dependerá de la latitud en la cual usted se halle, ya sea al norte o al sur del ecuador. Finalmente, ¿cómo estará el tiempo? Un cielo nublado frustrará los mejores planes que usted haya hecho.

Tomando todo esto en consideración, ¿cuándo debería usted planear ver el cometa? Este se hará visible a simple vista en diciembre. Será más fácil verlo en el hemisferio norte. Estará en el cielo al atardecer, en lo alto hacia el sudoeste. Después que la luna llena haya desaparecido del cielo el primero de diciembre, los cielos estarán oscuros por dos semanas. En esta etapa no espere ver un espectáculo brillante. Busque una luz débil y borrosa que se mueve hacia el oeste de noche en noche.

Para fines de diciembre, la luna llena estará fuera de la vista de nuevo. Para entonces el cometa estará más brillante, y la cola deberá estar visible, pero estará acercándose cada vez más al horizonte occidental. A fines de enero, se sumergirá en el crepúsculo de la tarde y se perderá de vista en camino a su encuentro con el Sol.

¿Tiene usted binoculares?

Los binoculares aumentarán en gran manera su vista y apreciación del cometa, especialmente en su fase de acercamiento. Para el aficionado, son mejores que el telescopio debido a su campo visual más amplio. Con los binoculares, quizás usted pueda ver el cometa antes que se haga visible a simple vista. Por supuesto, debe saber hacia dónde mirar. Habrá una buena posibilidad de hallarlo del 15 al 17 de noviembre, cuando esté pasando justamente al sur de las famosas Pléyadesa. Se hallará en su punto más cercano el día 16, lo suficientemente cerca como para ser visto con binoculares en el mismo campo visual de las Pléyades. Busque una estrella borrosa, y tome nota de su posición entre otras estrellas cercanas. Luego, observe una o dos horas más tarde y vea si se ha movido hacia el oeste. Si así ha sucedido, entonces usted sabrá que está viendo al muy esperado cometa Halley.

Después de su perihelio, el cometa Halley debe alcanzar su mayor extensión y brillantez a principios de abril. Antes de eso, en marzo, quizás se lo observe en el cielo ascendiendo, con la cola hacia arriba, antes del amanecer. Para los observadores de los países del norte, el Japón, los Estados Unidos y Europa, su posición en los cielos australes será desilusionadora por ser muy baja. Pero en América del Sur, África del Sur y Australia los observadores tendrán una vista espléndida. En la primera semana de abril debería presentarse la mejor vista de Halley, pues estará en lo alto de los cielos con la cola arqueándose a través del cenit. La Luna estará en su cuarto menguante, y a medida que la luna creciente vaya disminuyendo para formar la luna nueva el día 9, el cielo cada vez más oscuro proveerá el mejor trasfondo para que disfrutemos de todo el esplendor de nuestro visitante celeste.

¿Por qué se comporta así un cometa?

El interés suscitado por esta exhibición en el cielo, naturalmente, hará que surjan muchas preguntas acerca de este misterioso objeto, que es tan diferente de las estrellas y los planetas. ¿Qué es un cometa? ¿De dónde viene? ¿Qué apariencia tiene de cerca? ¿De qué está hecha su cola? ¿Por qué le acontecen cambios tan notables a medida que se acerca al Sol y luego se aleja?

Estas preguntas han fascinado a los astrónomos por generaciones, pero aun ahora las respuestas siguen siendo sumamente inciertas y especulativas. Cuando un cometa se acerca lo suficiente como para que podamos esperar ver algunos rasgos detallados de él a través de un telescopio, su cabeza (núcleo) se cubre con una nube difusa (cabellera), de modo que todo lo que vemos es una bola borrosa de niebla. La luz proveniente de la cabellera, cuando la analizamos en un espectroscopio, nos revela algunas de las cosas de las cuales esta está compuesta: vapor de agua, amoníaco, metano, cianógeno. Además se revelan átomos de metales comunes: hierro, níquel, manganeso, calcio, magnesio, sodio, y así sucesivamente. Todos estos materiales son expulsados de la cabellera por la radiación solar y así forman la cola. La cola brilla, al igual que la cabellera, debido a la fluorescencia y el reflejo de la luz solar.

El tamaño de los cometas es asombroso. A menudo la cabellera es más grande que los planetas, a veces es hasta tan grande como el Sol. La cola de los cometas mide decenas de millones de kilómetros de longitud; algunas han medido hasta más de 160.000.000 de kilómetros (100.000.000 millas), tan largas como la distancia entre la Tierra y el Sol. Sin embargo, el núcleo sólido es comparativamente diminuto. Probablemente su diámetro mida no más de unos cuantos kilómetros.

En armonía con el pequeño núcleo, la masa del cometa entero es miles de millones de veces menor que la de la Tierra. La cola de un cometa, tan grande que parece llenar el cielo, tiene tan poca sustancia que se puede ver el brillo de las estrellas a través de ella. Es más rarificada que el mejor vacío que el hombre pueda producir. El que se haya descubierto esto ha contribuido a calmar los temores que había antes de que el paso de la Tierra a través de la cola de un cometa pudiera ser desastroso. Dicho temor se difundió la última vez que el cometa Halley pasó por aquí. La gente se asustó al pensar que los gases de la cola envenenarían la atmósfera y procuraron protegerse antes del día fatídico del 18 de mayo de 1910. Pero la cola del cometa pasó rozando por encima de la Tierra sin que se notara el menor efecto.

El nacimiento y la muerte de los cometas

Anteriormente se creía que los cometas eran visitantes que venían del espacio interestelar una sola vez. De vez en cuando uno pasaba lo suficientemente cerca a un planeta gigante, como Júpiter, para ser atraído a una órbita elíptica cerrada de nuestro sistema solar. Sin embargo, investigaciones más recientes parecen dar a entender que los cometas, al igual que otros miembros del sistema solar, están atados al Sol por la gravedad. A veces los cometas son lanzados en una órbita hiperbólica, u órbita abierta, y estos abandonan el sistema solar para siempre.

En la actual teoría popular sobre los cometas, se describe al núcleo como una “bola de nieve sucia”, compuesta de hielos de agua, metano y amoníaco, mezclado con partículas sólidas que contienen elementos metálicos. A medida que el cometa se acerca al Sol, se sublima, emitiendo vapores y arrojando partículas de polvo, para formar la cabellera semejante a nube. Más cerca del Sol, un viento solar de partículas y la radiación solar alejan los vapores y el polvo de la cabellera, de modo que se forma la cola.

Durante esta visita de Halley, los astrónomos esperan aprender cuán exacto es este cuadro. Por medio de maniobrar sondas espaciales al lado del cometa, le sacarán fotografías de cerca y le tomarán medidas. Así esperan dilucidar algunos de los misterios acerca de los cometas.

Los cometas no son eternos. Ni siquiera se puede depender de ellos para medir el tiempo. El horario de un cometa está sujeto a cambios debido a la atracción repetida de los planetas que están cerca de su paso. De hecho, el que pasara muy cerca de uno de ellos pudiera lanzarlo fuera del sistema solar permanentemente, como se hizo deliberadamente con los vehículos espaciales Voyager. Además, un cometa periódico sufre de envejecimiento. Cada vez que pasa cerca del Sol, gasta parte de su sustancia para recrear su cabellera y su cola. Algunos cometas de corta duración han desaparecido después de repetidos circuitos, dejando tras sí solamente una lluvia de meteoros. El cometa Halley es lo suficientemente grande como para haber sobrevivido docenas de circuitos sin mostrar una marcada pérdida de fulgor, pero con el tiempo tiene que llegar a su fin.

Los cometas alaban a su Creador

Cuando usted vea el cometa Halley, piense en el Salmo 19 de la Biblia. Indudablemente este cometa es una de las maravillas de los cielos que declaran la gloria de Dios, aun con su esplendor silencioso, sin uso del habla ni de palabras.

[Nota a pie de página]

a Si usted no está familiarizado con las Pléyades, consulte un libro de estrellas en la biblioteca de su localidad o vea la revista ¡Despertad! del 8 de diciembre de 1977.

[Diagramas en la página 15]

(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)

La órbita elíptica del cometa Halley

Órbita de Neptuno

Órbita de Urano

Órbita de Saturno

[Diagrama]

El recuadro blanco indica el área de la órbita del cometa que será visible desde la Tierra

Órbita de Júpiter

Órbita de Marte

Órbita de la Tierra

Sol

Perihelio

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir