De nuestros lectores

Librándose de las drogas

Deseo encomiarlos por el conocimiento y la perspicacia que reflejan sus artículos tanto en lo relacionado con la Biblia como en cuanto al manifestar la sabiduría práctica en todo aspecto de la vida. Sin embargo, ustedes hicieron una declaración que me tiene un poco perplejo. En el artículo “Los jóvenes preguntan... ¿cómo puedo librarme de las drogas?” ustedes declararon: “El abstenerse totalmente de las drogas es esencial para la recuperación” y “es mejor ‘cortar’ cualquier cosa que nos haga tropezar en la vida” (22 de septiembre de 1985). Yo tenía la impresión de que algunas adicciones a drogas son tan severas que si el adicto se abstiene precipitada y completamente de usar la droga, esto pudiera causarle enfermedad severa y muy posiblemente la muerte.

J. C., Nueva York, E.U.A.

Concordamos con que la abstinencia abrupta puede ser peligrosa para algunos adictos. Por esta razón, en la página 16, párrafo 8, se hizo la declaración: “En vista de los peligros que están implicados en el asunto, sería prudente obtener la ayuda de un médico competente que esté familiarizado con el proceso de desintoxicación de drogas”. Pero el punto que hace resaltar el artículo, el cual es apropiado, es que uno tiene que estar resuelto a cortar por completo el uso de drogas, y cuando el proceso de desintoxicación haya terminado, uno debería abstenerse de usar drogas.—La dirección.

Usé drogas desde los 14 años hasta los 23 años de edad. Por nueve largos años fui esclavo de la horrible agonía que estas causan. Al principio no pensaba que las drogas eran perjudiciales. Nos ayudaban a huir del dolor causado por el matrimonio decadente de nuestros padres, el concepto bajo de nosotros mismos y los dolores de la vida diaria mientras uno crece. Con el tiempo mi vida se deshizo. Me sentía atrapado; a veces el suicidio parecía atractivo. Me tomó tres largos años librarme de la dependencia a las drogas. ¿Por qué? Porque no tenía acceso a la clase de información que ustedes presentaron en el número del 22 de septiembre de 1985. Si tan solo hubiera sabido que el secreto para librarme de las drogas era cambiar mi entero modo de pensar o de enfrentarme a la vida, que yo tenía que disfrutar más de la vida sin necesidad de usar drogas. Con la ayuda de nuestro Creador, he podido crecer emocionalmente y aprender a encararme a las dificultades de la vida sin tener que valerme de las drogas. Sé que el reflexionar sobre la información de su artículo ayudará a cualquier persona que tenga problemas con las drogas y que sinceramente desee librarse del enviciamiento.

M. H., Texas, E.U.A.

¿Maestros injustos?

Muchas gracias por su artículo “Los jóvenes preguntan... ¿por qué es tan injusto mi maestro?” (22 de agosto de 1985). Ahora verdaderamente tengo un punto de vista diferente acerca de por qué los maestros tienen alumnos favoritos. Es porque los adolescentes no se interesan ni en la escuela ni en la educación, sino en otras cosas. Por eso, los maestros prestan más atención a los que están interesados en aprender.

N. S., Wisconsin, E.U.A.

Tengo quince años de edad y quiero darles las gracias por el artículo “¿Por qué es tan injusto mi maestro?”. Puesto que siempre sentía que mi maestro me trataba injustamente, este artículo me ayudó a ver el asunto desde el punto de vista del maestro. Ahora he llegado a la conclusión de que muchas veces yo tenía la culpa cuando mi maestro me trataba mal o injustamente.

N. S., República Federal de Alemania