De nuestros lectores
Las alergias
Deseo darles las gracias por lo muy bien que trataron el problema de las alergias (22 de junio de 1985). Soy médico especialista en otorrinolaringología. El artículo era tan claro y preciso que, después de leerlo, lo dejé en la sala de espera de mi clínica. No me sorprendí cuando varios pacientes me pidieron ejemplares. Posteriormente me dijeron que les había gustado mucho la información.
E. P. D., Guatemala
Cómo mejorar las calificaciones
Quiero agradecerles mucho sus artículos sobre “Los jóvenes preguntan [...]”, en especial el intitulado “¿Cómo puedo mejorar mis calificaciones?” (8 de diciembre de 1984). Quisiera haberlo tenido antes, pues estoy repitiendo el quinto grado. Gracias por los artículos y, por favor, no dejen de publicarlos.
C. T., Carolina del Sur, E.U.A.
Lectura de la Biblia
Les agradezco mucho el artículo “Los jóvenes preguntan... ¿Por qué leer la Biblia?” (8 de agosto de 1985). Tengo 14 años. Había tratado de leer la Biblia y terminaba leyendo mucho un día, muy poco al día siguiente y luego pasaba semanas sin leer nada, incluso meses. Probé entonces la recomendación que ustedes publicaron en el artículo: leer 15 minutos cada día. Esto me permitió leer tres o cuatro capítulos al día y de veras que me ha gustado. Si me distraigo durante la lectura, me obligo a retroceder y leer de nuevo el pasaje. Me he dado cuenta de que la lectura de la Biblia es mucho más fácil de entender y mucho más interesante de lo que podía imaginarme.
S. T., Inglaterra
Los perros, ¿amigos del hombre?
Su artículo “Me llaman el mejor amigo del hombre” (8 de septiembre de 1985) solo dice la verdad a medias. El año pasado 15.000.000 de niños murieron de hambre debido a que los lectores de revistas cristianas tuvieron que alimentar a 15.000.000 de perros. ¿Está eso de acuerdo con los principios bíblicos? Creo que ustedes deberían decir a sus lectores que tener un perro está bien, pero únicamente si por lo menos cada niño del mundo tiene suficiente que comer.
H. W., Italia
Concordamos en que hay mucha desigualdad en el mundo actualmente. Muchos de los recursos que quizás se usen para alimentar a animales domésticos y hasta para costear otros lujos pudieran encauzarse a aliviar el sufrimiento humano. Pero no creemos que el matar a todos los perros y gatos domésticos sería la solución. El problema tiene tantas complicaciones que opinamos que solo el Reino de Dios en manos de Cristo puede resolver el problema del hambre y todos los problemas que plagan a la humanidad. —La dirección.
Familias que tienen hijastros
Gracias por el artículo “Los jóvenes preguntan... ¿Arruinará mi vida el ser un hijastro?” (8 de mayo de 1985). Mi esposa no comparte mi fe. Esta circunstancia ha causado tirantez en nuestro matrimonio, incluso violencia, al tratar de obligarla a aceptar mi modo de pensar. Su artículo me ha ayudado a ajustar mi punto de vista y a recobrar verdadera felicidad. De hecho, el artículo nos ayuda a mejorar las relaciones humanas a todos los niveles.
M. A. C., Nigeria