Testigos de Jehová se reúnen en Polonia
● Cuatro asambleas en cuatro ciudades
● Asistentes de 16 países
● Una asistencia combinada de 94.134
● Se bautizan 3.140
EL PASADO mes de agosto decenas de miles de asambleístas llegaron a Varsovia, Poznan, Katovice y Wroclaw en automóviles, autobuses fletados, trenes especiales y aviones. Venían para asistir a las asambleas de los testigos de Jehová “Mantenedores de integridad”.
Los Testigos polacos de estas ciudades anfitrionas fueron a recibir a los visitantes. Particularmente esto se evidenció en el Aeropuerto Internacional de Varsovia al que llegaron asambleístas de Europa occidental, Asia, América del Norte y otros lugares. Recibieron a los visitantes con amplias sonrisas y apretones de manos y hasta con fuertes abrazos y muchos besos. Había traductores presentes para ayudar, pero el afectuoso entusiasmo de los saludos superó todas las barreras lingüísticas. A algunas hermanas les entregaron ramos de flores, y había niños que venían corriendo para saludar con un ¡hola! en polaco inclinando la cabeza en gesto de cortesía.
Esos saludos gozosos fueron simplemente el punto culminante de semanas de duro trabajo. Después que las autoridades polacas tan amablemente dieron el permiso para la celebración de las asambleas, se acometieron los preparativos con gran esfuerzo.
Labores previas a las asambleas
Había que conseguir alojamiento para los miles de visitantes. Tan solo en Varsovia se necesitaba alojamiento para 11.000 asambleístas. También había que buscar estadios en los que celebrar las asambleas. En Varsovia y Wroclaw se consiguieron locales para las fechas del 16 al 18 de agosto, y en Poznan y Katovice (Chorzow) para el 23, 24 y 25 del mismo mes. La búsqueda de estadios fue solo una parte del trabajo. En varios periódicos se hizo mención de los esfuerzos de los Testigos por acondicionar los estadios para las asambleas. Un informe dijo:
“Los testigos de Jehová llevan cinco semanas preparando y reparando extensamente el Estadio Slaski (Chorzow, en la zona de Katovice). En camiones han sacado del estadio y de sus alrededores varias toneladas de basura y mucha la quemaron en el mismo lugar. Han cortado el césped. Han ordenado la zona de camping que había llegado a ser un montón de chatarra. Limpiaron y pintaron los 78.000 asientos de las gradas, que de colocarse en línea recta se extenderían por una distancia de 35 kilómetros [22 millas]. [...] Los siete retretes del local no funcionaban. Los cristales de las ventanas estaban rotos. Habían quitado las puertas. Los grifos estaban arrancados y las tuberías tapadas. [...] Se podría decir que para la administración del Estadio Slaski los testigos de Jehová fueron un regalo caído del cielo, en especial por motivo del partido de fútbol que habrá de celebrarse ahí en septiembre, entre los equipos de Polonia y Bélgica”.
Un total de 10.500 Testigos voluntarios participaron en esta labor. También pintaron todos los pasamanos y las verjas, limpiaron y pintaron los baños estropeados e instalaron 132 retretes. Nadie tuvo que hacer cola para ir al baño, ¡ni siquiera las mujeres! Otro informe noticiario dijo al respecto: “Se calcula que el trabajo hecho hubiera costado 12.000.000 de zlotys [$80.000, E.U.A.]”. Algo similar se hizo en los otros tres estadios.
Los observadores quedan impresionados
Los que observaron a los Testigos hicieron muchos comentarios sobre lo que vieron. Un oficial del gobierno dijo: “Ustedes lo han organizado todo con gran profesionalidad. ¿Dónde aprendieron a hacer todo esto?”. Un administrador del estadio declaró: “Llevo 25 años trabajando aquí y nunca antes he visto orden semejante”. Otro de los administradores preguntó: “¿Por qué trabajan ustedes tan concienzudamente? ¡Nos gustaría tener trabajadores como ustedes!”. El administrador de otro estadio declaró: “Francamente no creí que fuera posible poner el estadio en condiciones, pero ustedes lo han logrado”. Un espectador impresionado exclamó: “¡Hay algo especial y poco común en ustedes!”.
Después de terminada la asamblea de Varsovia, un guía turístico dijo al grupo de jóvenes que llevaba: “Hace mucho tiempo que tienen este estadio abandonado y sucio. Recientemente los testigos de Jehová lo alquilaron para una asamblea religiosa y ¡miren lo que han hecho! ¡Todo ha cambiado! Trabajan voluntariamente. ¡Quiere decir que trabajan sin cobrar!”.
El mismo programa en todo el mundo
El programa de la asamblea fue básicamente el mismo que se presentó en otros países, aunque algo abreviado porque las asambleas de Polonia fueron de dos días y medio de duración en vez de tres y medio. Cuatro miembros del Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová, a saber, A. D. Schroeder, M. G. Henschel, T. Jaracz y D. Sydlik, presentaron discursos en las cuatro asambleas, discursos que fueron traducidos al polaco. Los concurrentes de diferentes países trajeron saludos que se tradujeron del alemán, francés, inglés y sueco al polaco para el deleite de todos los presentes.
Un asambleísta danés mencionó que los discursantes polacos estaban muy capacitados, y tocante al drama de Job dijo: “Aunque no entendíamos el idioma, el drama de Job nos dejó muy impresionados. Estuvo muy bien interpretado. Puesto que estábamos familiarizados con el argumento del drama, podíamos seguir el hilo y, al no tener que estar pendientes de los muchos detalles de la conversación entre Job y sus tres ‘amigos’, pudimos concentrarnos plenamente en el ambiente del drama y los sentimientos expresados en él. Pudimos ver y sentir que Job estaba realmente enfermo, con mucho dolor, y lo insolentes que fueron sus tres supuestos amigos. A muchos de los concurrentes se les saltaban las lágrimas”.
En cada asamblea se leyeron los saludos que enviaban testigos de Jehová de otros lugares y los concurrentes respondieron con grandes aplausos.
Lugares de interés
Muchos de los que vinieron del extranjero aprovecharon la ocasión para visitar lugares de interés en Polonia. Algunos visitaron en Varsovia los lugares donde nacieron Frédéric Chopin y Marie Curie. Otros visitaron la ciudad turística de Zakopane, con sus chalés y animados centros comerciales, y subieron en telesilla a las montañas colindantes de gran belleza natural. Al viajar en automóvil a estos y otros lugares de interés turístico, los visitantes vieron la hermosa campiña polaca en el tiempo de la cosecha, y a familias enteras —jóvenes y ancianos, hombres y mujeres— trabajando en ella.
Entre estos está el antiguo campo de concentración nazi de Oswiecim (Auschwitz). Uno de los grupos de Testigos tuvo como guía a Josef, ex prisionero de Auschwitz. Por lo general, la visita es chocante y deprimente. Se ven los cadalsos, el paredón de fusilamiento donde muchos prisioneros fueron ejecutados, los hornos del crematorio y muchas fotografías. Durante la visita uno constantemente se pregunta si aquello pudo ser cierto. No es que uno lo dude, ¡pero es tan horroroso que parece increíble! Están expuestos los distintivos triángulos de varios colores que se usaban para clasificar a los prisioneros en varias categorías, de las cuales solo había una correspondiente a razones religiosas, la de los Estudiantes de la Biblia (testigos de Jehová), que usaban un triángulo de color púrpura.
Pero al tener a Josef de guía, el recorrido casi se convirtió en una experiencia edificante. Él nos contó su propia experiencia. Nos dijo que había estado metido en la política y que sus padres se habían hecho testigos de Jehová. Cuando su padre murió, los Testigos le hicieron el funeral y Josef quedó impresionado por el gran número de asistentes y el amor que vio manifestado entre los Testigos. Renunció a la política, aunque no se hizo Testigo. Poco tiempo después, enviaron a Josef, a su madre y a su hermana a Auschwitz.
Su madre terminó en los hornos crematorios. Su hermana llegó a salir, pero con la salud deshecha. A Josef lo enviaron a un campo de concentración en Alemania donde conoció a un Testigo que le habló y entonces se hizo testigo de Jehová. Él estuvo en la infame marcha de la muerte. (Esta se describe con lujo de detalles en el artículo “Integrity Outlives Concentration Camp” en The Watchtower del 1 de septiembre de 1945.)
En el recorrido Josef nos mostró la habitación donde él había estado, la de su madre y los hornos donde la cremaron. Pero la actitud de Josef nos sirvió de ejemplo a todos. No guarda ningún resentimiento. Aquel fue un lugar donde la integridad a Dios triunfó y donde muchos Testigos murieron fieles a Jehová. El haber hecho este recorrido con él fue como haber estado con un Testigo celoso en un territorio difícil. Uno de los del grupo le compró unas tarjetas postales a una vendedora. Josef le preguntó si le había predicado a la vendedora y la respuesta fue negativa. Inmediatamente, allá fue Josef a predicar a la señora. Por supuesto, una visita al campo de concentración de Auschwitz donde se cometieron tales horribles atrocidades podría ser muy deprimente, pero al haber hecho la visita con Josef, esta se convirtió en una experiencia inspiradora.
Muestras de agradecimiento
Los testigos de Jehová agradecieron el haber podido celebrar estas asambleas en Polonia. Las autoridades polacas y los administradores de los estadios cooperaron cordialmente con los asambleístas y esto contribuyó al éxito y disfrute de la ocasión. En las ciudades en que se celebraron las asambleas, tanto los periódicos principales como la radio y la televisión presentaron reportajes sobre las asambleas.
Lo que impresionó mucho a los asistentes fue la hospitalidad de los Testigos polacos. Su espíritu y celo abundaba en las asambleas. Compartían con los asambleístas visitantes lo que llevaban para comer en la asamblea. Los invitaban a sus hogares. Les cocinaban y hasta les preparaban platos especiales polacos. Los visitantes recordarán durante mucho tiempo las afectuosas sonrisas, los abrazos y besos.
Quizás el amor de los Testigos polacos se refleje mejor y se sintetice en la sincera declaración presentada inmediatamente después del último discurso de las asambleas de Katovice y Varsovia. Esta se tradujo al alemán e inglés, y se recibió con un entusiástico aplauso.
Queridos hermanos y hermanas de por lo menos 16 países:
Ustedes se enfrentaron a muchas dificultades e hicieron muchos sacrificios para participar de nuestro gozo. Solo los verdaderos amigos hacen esto.
La mayoría de ustedes no entendieron lo que se habló aquí, pero a pesar de eso, estamos seguros de que les ha llenado el espíritu de esta asamblea.
Estamos unidos en la adoración a nuestro gran Dios, Jehová, así como en el amor que le tenemos a él y que nos tenemos unos a otros.
Todos predicamos el mismo mensaje, las buenas nuevas del Reino. Háganles saber a nuestros hermanos que los queremos de veras y que nos hemos propuesto mantener nuestra integridad a Jehová Dios hasta el fin.
Como ya lo mencionó el orador en su último discurso, nos alegra que lleven nuestras expresiones de amor a los hermanos de sus respectivos países.
Nos sentimos felices y agradecidos de mantener integridad unidamente con ustedes en la hermandad mundial.
Muchas gracias.
El domingo 29 de septiembre, en una transmisión de la radio nacional polaca se presentó un programa de 30 minutos sobre las asambleas en el que mostraron a los hermanos cantando entusiásticamente el cántico del Reino intitulado “¡Ved el ejército de Jehová!”. Con toda certeza, esta serie de asambleas de Polonia respondió una vez más a la pregunta que se plantea en Génesis 18:14: “¿Hay cosa alguna demasiado extraordinaria para Jehová?”.
[Fotografía en la página 9]
Se arreglan los terrenos del estadio de Poznan
[Fotografía en la página 10, 11]
Vista panorámica del local para la asamblea de 1985 de Varsovia
[Fotografías en la página 10]
Bautismo en la asamblea de Varsovia
[Fotografías en la página 12]
Asistentes japoneses y de otras nacionalidades
Albert Schroeder habla a los 18.200 concurrentes en el Estadio KS Warta, de Poznan, Polonia
[Recuadro en la página 13]
Asamblea de Varsovia, 16-18 de agosto
Asistencia máxima: 27.271
Número de bautizados: 879
Asamblea de Wroclaw, 16-18 de agosto
Asistencia máxima: 16.003
Número de bautizados: 545
Asamblea de Poznan, 23-25 de agosto
Asistencia máxima: 19.305
Número de bautizados: 715
Asamblea de Katovice, 23-25 de agosto
Asistencia máxima: 31.555
Número de bautizados: 1.001
Totales de las cuatro asambleas
Asistencia máxima: 94.134
Número de bautizados: 3.140
[Recuadro en la página 14]
NUNCA LO OLVIDAREMOS
Nunca olvidaremos su visita a Polonia,
hermanos y hermanas de tantas naciones.
La mesa de Jehová está rebosante
y firmes nos mantenemos como pueblo feliz.
Esto, nunca lo olvidaremos.
Problema fue el habla, es cierto,
pero el amor supo cómo decir
“Les queremos”.
Esto, nunca lo olvidaremos.
Cuando el nuevo sistema llegue
y al pasado miremos con lágrimas,
recordaremos cómo nos conocimos.
Esto, queridos hermanos, nunca lo olvidaremos.
(Escrito por un Testigo polaco.)