En la fabricación del papel, los egipcios fueron unos copiones
SE DICE que los egipcios comenzaron a fabricar papel en el tercer milenio a. E.C. Ellos removían la corteza de los tallos de una planta acuática llamada papiro. Entonces tomaban el corazón meduloso del tallo y lo cortaban en tiras anchas de poco espesor y las tendían verticalmente, traslapándolas un poco. Luego les untaban una pasta fina y ponían horizontalmente otra capa de tiras de papiro sobre la primera. Entonces unían estas dos capas golpeándolas con un mazo. Después de secarlas al sol y pulirlas un poco, se les podía utilizar como papel de escribir. De todos los materiales de escritura antiguos, el papiro es el que más se asemeja al papel.
Sin embargo, en la fabricación del papel, ¡los egipcios estaban atrasados por muchos miles de años! Las avispas obreras fueron las primeras que fabricaron el papel. Las más grandes son los avispones europeos (Vespa crabro) y los avispones de cara blanca (Vespa maculata) de América del Norte. Al principio, el avispero o nido de papel es pequeño, pues ha sido construido por una sola avispa; pero al final llega a ser una impresionante bola de papel con un diámetro de 30 a 60 centímetros (1 a 2 pies), la cual alberga a una fuerza obrera de miles de avispas. Una sola avispa, la reina, es quien da comienzo a la obra. Después de escoger el sitio donde ha de construir su avispero, por lo general en un árbol, arranca pequeñas partículas de madera seca que mastica y amasa con su saliva hasta formar una pasta.
Ella utiliza esta pasta para construir un pequeño panal que cuelga de la rama de un árbol o de algún otro sitio. La pasta se endurece pronto. La reina rodea el panal con una envoltura protectora que consiste en una serie de capas de papel separadas por espacios intermedios que sirven de aislantes. Esta envoltura no toca el panal, pero sí lo protege por medio de entrelazar las ramas grandes y pequeñas que están sobre este. La única abertura de esta bola de papel hueca es un hoyo en la parte de abajo, el cual sirve para entrar en el avispero y salir de este. Las pocas celdillas hexagonales del panal miran hacia abajo, y en cada una de estas la reina pone un huevo.
Varios días después, los huevos experimentan eclosión. La reina da de comer a las larvas, que piden alimento mediante raspar las celdillas. Entonces estas pasan tres semanas sellando la entrada de sus celdillas con una pared de resistente seda hasta quedar encerradas. Y después de otras tres semanas, en la etapa de crisálida, las larvas se convierten en avispones, roen el sello de la celdilla y salen. Entonces comienzan a trabajar, y la reina se retira de su obra de fabricar papel y se dedica a poner huevos.
¡Eso significa que ahora tiene que acelerarse la producción del papel! Pues se necesitan más celdillas para poner los huevos. Así que el tamaño del panal original aumenta a medida que se le añaden más celdillas a su alrededor. Y debajo de él se suspenden pequeñas columnas o pilares para colgar otro panal más grande. De este modo siguen añadiendo panales más grandes hasta que haya por lo menos ocho. El hombre construye desde abajo hacia arriba, pero los avispones construyen desde arriba hacia abajo. Las plantas o pisos que los hombres construyen descansan sobre los que están debajo, pero los pisos de los avispones están suspendidos de los pisos superiores. A fin de hacer lugar para esta ampliación dentro del avispero, las avispas eliminan las paredes interiores de la envoltura y añaden otras por la parte de afuera. El avispero va expandiéndose como un globo a medida que la familia aumenta.
A veces uno puede ver a los avispones construyendo las capas exteriores de la envoltura. Traen bolitas de pasta de papel masticada y amasada, y a medida que dan pasos hacia atrás, estiran las bolitas hasta que se convierten en tiras, y van colocándolas una por una alrededor de la envoltura. Cuando esta envoltura queda terminada se puede ver la figura de estas tiras pegadas. La saliva que el avispón usa para hacer la pasta de papel sirve de pegamento.
Tanto interesante como asombroso es que los avispones pueden controlar la dirección en que deben ir las fibras del papel que ellos fabrican. Cuando el papel es para capas de envoltura, las fibras forman una superficie irregular al estar cruzadas unas con otras para darle más fuerza, algo parecido a la manera como los egipcios colocaban las tiras de papiro. Pero cuando el papel ha de usarse para hacer los pequeños pilares o columnas para suspender de la rama del árbol el primer panal, o para aguantar de este los demás panales uno debajo del otro, todas las fibras de la madera se colocan paralelas en posición vertical. Esto hace que los pilares sean mucho más fuertes y puedan aguantar la pesada estructura del avispero. Un experto comentó lo siguiente: “El colocar las fibras de madera de manera longitudinal puede sostener una carga de considerable peso, tal como los tendones de los músculos derivan su inmensa fuerza del hecho de que todas las fibras de los tejidos conjuntivos están paralelas entre sí en dirección a la tensión o carga”.
A propósito, ¿es prueba de una relación evolutiva la semejanza que hay entre las columnas que forma el avispón y los tendones humanos? Por lo general los evolucionistas arguyen que donde hay semejanza también hay parentesco. Claro, cuando las semejanzas no encajan, arbitraria y convenientemente las descartan como convergencia accidental. El hombre usa principios similares en inventos que son muy diferentes unos de otros, y el Creador de los cielos y la Tierra ha hecho lo mismo, y mucho antes que el hombre. En realidad, debido al instinto que Dios les dio, los avispones determinan la resistencia que se requiere en la construcción de diferentes estructuras y colocan las fibras de madera en la pulpa tomando en cuenta eso.
También es por sabiduría instintiva que los avispones mantienen en sus avisperos una temperatura constante de 30 grados centígrados (86 °F). Las muchas capas de papel que usan para la envoltura del avispero son muy apropiadas para mantener una temperatura constante debido a que están separadas por espacios intermedios, semejante a las ventanas de doble panel que el hombre fabrica. “La pared exterior —comentó un experto— puede tener el mismo efecto aislante contra el calor y el frío de una pared de ladrillos de 40 centímetros (16 pulgadas).”
Pero aun así, esto no es siempre suficiente. Cuando la temperatura baja de los 30 grados centígrados, un grupo especial de avispas obreras comienza inmediatamente a mover los músculos de las alas, como un automóvil con el motor corriendo en el punto neutral. Esta actividad muscular produce calor. Pero cuando en el avispero hace mucho calor, las avispas traen agua para humedecer las celdillas y luego agitan las alas para evaporar el agua y así refrescan el avispero como un radiador que mantiene fresco el motor de un automóvil.
Pero, por favor, no nos diga que toda esta sabiduría evolucionó por mera casualidad sin tener ninguna prueba de que haya sucedido así. Estos asombrosos fabricantes de papel son casi robots, creados con esta sabiduría programada en ellos: ‘Son instintivamente sabios’. (Proverbios 30:24.)
Y en lo que tiene que ver con la fabricación del papel, ¡ellos se adelantaron a los egipcios por miles de años!