Los armamentos... ¿cuánto nos cuestan?
LOS presupuestos militares de las naciones son increíbles hoy día. El ver que los gastos en armamentos tienen mayor prioridad que las propias necesidades urgentes de la humanidad desafía todo sentido común. La Biblia predijo que en este “tiempo del fin” habría un “rey” (o potencia gubernamental) que emplearía su “oro” y “piedras preciosas” (sus recursos o riquezas) en dar gloria “al dios de las plazas fuertes” (el militarismo). Otros gobiernos hacen lo mismo. Esta ciega devoción a los armamentos a menudo priva a los ciudadanos de hasta tener la cantidad normal de artículos de consumo. La escasez y las implacables filas para poder comprar estos artículos llegan a ser algo común y corriente. (Daniel 11:35-38.)
Note el coste de estos desenfrenados gastos en armamentos, según se informó en el periódico francés Plus, del 30 marzo de 1985, publicado en Montreal, Canadá.
◻ Por cada segundo que pasa, las naciones mundialmente gastan más de $37.000 (E.U.A.) en armamentos.
◻ Más de 50.000.000 de personas están empleadas directa o indirectamente en la fabricación de armas.
◻ En los Estados Unidos de América, de cada dólar que se emplea en investigaciones y descubrimientos, 62 centavos se invierten para fines militares, y un 27% de todos los gastos del gobierno se emplea en la defensa militar. Aun en Suiza, más del 25% de todos los gastos gubernamentales se emplea en la defensa.
◻ De las 12 principales naciones exportadoras de armas, La Unión Soviética y los Estados Unidos figuran el 73% de todas las exportaciones de armas, Francia casi el 9%, y Canadá exportó en 1984 aproximadamente $1.300 millones en equipo militar.
Los países que están muy endeudados y que difícilmente puedan pagar los préstamos que han tomado de otras naciones, figuran entre los mayores compradores de armamentos.
◻ De los más de $350.000 millones que los países de Latinoamérica les deben a los bancos del Occidente, cerca de 90.000 millones se emplean en gastos militares.
◻ Perú, que tiene una deuda de unos $13.000 millones, gastó unos $4.000 millones en armas en 1983.
◻ Los gastos militares de los países de América Central que están en guerra aumentaron un 50% entre 1979 y 1983.
◻ A pesar de la situación económica en la que se encuentran algunas naciones, cuya inflación está por las nubes, es asombrosa la cantidad tributaria que cada persona tiene que pagar anualmente para mantener al ejército: Argentina, $210; Chile, $120; Venezuela, $67; México, $19; Brasil, $17.
¡Imagínese qué bendición y qué alivio sería el que se eliminara esta agobiadora carga de los gastos militares! No obstante, las naciones no la quitarán por su propia voluntad. Solo Jehová el Dios Todopoderoso puede ponerle fin a dicha carga, y así lo hará. He aquí su infalible promesa: “Está haciendo cesar las guerras hasta la extremidad de la tierra”. O, como dice la Versión Popular: “Ha puesto fin a las guerras hasta el último rincón del mundo” y “¡ha prendido fuego a los carros de guerra!”. (Salmo 46:9.)
Estas palabras son fieles y verdaderas porque “el Dios que da paz” ¡no puede mentir! (Romanos 16:20; Hebreos 6:18; Revelación 21:1-5.)